Capítulo 10
Ambos se hallaban comiendo entre risas y anécdotas contadas, Izuku sentía que estaba conociendo a su alfa cada vez más.
-Bakugo lleva toda su vida rezando por encontrándote, yo de ti lo cuidaba bastante, ningún alfa ha aguantado tanto su libido como para esperar a su destinado.- Eso lo sorprendió a primeras ¿El fue el primero que estuvo con su alfa? Su corazón se llenaba de motas de alegría con solo imaginarlo, experimentarlo como una realidad era casi como un sueño.
-No digas cosas que no le interesan pelo de mierda.-Por lo visto el ser amable delante de su pareja se le había olvidado y sus groserías volvían a su cuerpo.
El peliverde solo reía, las primeras personas que tenía a su alrededor a parte de su madre y Uraraka estaban siendo amables con él, y esperaba poder hacer amigos propios pronto. Mientras imaginaba aquello sus ojos empezaban a tallarse en el proceso. ¿Cómo era posible que volviera a tener sueño si apenas acababa de levantarse? Su cuerpo se comportaba extraño y no entendía el por que. Katsuki notó eso al momento dando por terminada la comida.
-Bueno, nosotros nos vamos a la habitación, en la cena trae a tu omega para que Izuku pueda conocer a alguien de su mismo genero.- Aunque no le hacía gracia el tener que exponer a su omega
-Si claro, tú solo quieres asegurarte de que si tiene amigos no te lo vayan a quitar, pobre del alfa que quiera iniciar una amistad con él, suerte que yo ya tengo pareja.- Decía Kirishima mientras seguía comiendo y veía como la pareja se iba por la puerta.
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-Kachan no quiero dormir aún - el omega se quejaba el ser depositado en el lecho.- al menos déjame en el nido Alfa- Katsuki no podía negarse a esa dulce voz.
En efecto, el nido ya se hallaba en su respectivo lugar, después del incidente con él Bakugo mayor, katsuki ordenó nuevos materiales cuando llegó el celo de su pareja. Y mientras éste dormía se encargaba de preparar el lugar dejando ahora un precioso y amplio nido en la esquina de la gran habitación- y ahora iba a ser estrenado por su nuevo inquilino, su peli verde de ojos jade.
-Quiero ir al nido- el tremendo puchero que instaló en el rostro del pequeño era digno de mención. al Rubio no le queda otra más que dejar al pequeño mandón en el lugar donde quería. todo iba bien excepto por el hecho de que el Alfa no podía entrar al nido sin el permiso del omega. y eso le encantaba el pecoso, ya que le hacía ejercer su poder frente al alfa. - ¿Puedes entrar Alfa? no puedo dormir si no me abrazas.- había que estar loco para tratarlo como el niño que se hacía pasar. pero Katsuki ya estaba listo para empezar su locura e Izuku no quería dormir, aunque su cuerpo lo demandara
Pasaron menos de dos minutos recostados cuando el peliverde se atrevió a hacer un movimiento un tanto atrevido para un omega, o al menos, para la imagen de omega que tenía la gente. Su mano rozó levemente el torso del alfa hasta llegar a su ingle, causando un estremecimiento en el rubio, quien gruño en el acto.
-¿No estabas cansado?- sus ojos rojos brillaban al mirarlo de frente.
- No, alfa, tu supusiste que estaba cansado, no quiero dormir.- Aunque lo dijera, su rostro no opinaba lo mismo porque las leves manchas debajo de sus ojos mostraban la falta de sueño en los últimos días. Aun así su lado activo era sorprendente ¿Qué esperaban? era un adolescente, por mucho que no fuera éticamente correcto, y menos en la época en la que estaban, sus hormonas estaban descontroladas, por no decir que su cuerpo ya había experimentado lo que era ser atendido en su celo, y no iba a permitir que se le olvidara.
-¿que estás tratando de decir mi bello omega? Si no lo dices no lo sabré.- Estaba muy claro que el cenizo solo se burlaba de él, ya que por mucho que sus intenciones no fueran las más inocentes, no iba a decirlo en voz alta, era muy inocente en ese aspecto. Sus mejillas se tiñeron de rojo adornando aún más sus pequeñas pecas.
-Bueno, ya sabes ¿Podrías..?- las palabras no salían de su boca, si lo pensaba bien no tenía ni idea de como se llamaba aquello, el proceso estaba grabado a fuego en su mente, pero no tenía ni idea de como se mencionaba en la sociedad.
El cenizo solo se rio, apresándolo más contra su pecho.-¿Mi pareja necesita atención?- Un suave roce descendió de su espalda hasta la parte superior de su trasero causándole escalofríos, la temperatura del cenizo contra su cuerpo le provocaba sensaciones nuevas que estaba dispuesto a comprobar, todas y cada una de ellas.
El ambiente se cargó de feromonas, y ya no hizo falta ningún intercambio de palabras, su ambiente ya hablaba por ellos, y sus cuerpos también. EL aroma que los envolvía decía a gritos que ese era su hogar, era un aroma envolvente, atrayente y dulzón, uno que te hacía estarte por horas, por no decir días, aunque, claro está para ellos iba a ser toda la vida.
La traviesa mano del rubio alzó la camisa del pecoso acariciándole, de arriba a bajo, acabando por quitar esa dichosa prenda de su cuerpo, dejándolo como a él le gustaba, con su perfecta piel blanca y erizada cubierta de pecas.
Sus rostros se encontraron en pocos segundos, juntándose en un profundo y duradero beso mientras entrelazaban sus alientos y disfrutaban del momento, en peliverde ya estaba más que preparado, sus pezones se encontraban erectos y su parte inferior se hallaba bastante animada desde hacía rato. y no era muy diferente para el alfa frente a él.
-¡Rey Katsuki tenemos un Problema!- Esa persona era hombre muerto.
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El cuerpo del cenizo se pudo sobre su pareja al segundo , en posición de defensa e intentando que nadie pudiera divisarlo, y menos en las condiciones el las que estaba.
-Sal ahora mismo si no quieres morir- La voz grave de su animal salió a relucir mandándole escalofríos al general de la guardia real. Tenya lida sudó frio al darse cuenta de la escena que tenía frente a él, el rey quien nunca había osado tocar a nadie ni en sus celos, ahora estaba en su habitación con un omega protegiéndolo recelosamente. Su sentencia estaba clara.
-¡Lida, te dije que no abrieras de esa manera!- Kirishima quien había intentado detener al peliazul sin mucho éxito ahora veía la escena en frente suyo.- ¿Oh jodidísima mierda! Nos están atacando y tu estas ¿Follando? ya estas corriendo amigo, o no saldrás vivo de esto.- Ahora se refería a Lida. - Aunque a penas lo veas, el que está detrás de su majestad es la futura reina así que yo de ti me escondía hasta debajo de las piedras.- ¿Acaso era un mal alfa? nadie le estaba haciendo caso en absoluto, y sus celos estaban resurgiendo de su interior cada vez que se acordaba del omega, tal como dios lo trajo al mundo, detrás suyo. Solo él tenía permiso para verlo así, era su regalo.
- Fuera.- Esta vez rugió.- ¡Iros de mi alcoba, ya! - El omega detrás suyo se estremeció al escuchar su voz y los ahí presentes salieron huyendo hasta la sala del trono donde lo esperarían.
-Perdón cariño, no quería asustarte.- acariciaba las pecas melosamente mientras este solo lo miraba a los ojos con un tanto de vergüenza.- Mierda, hay que ir con ellos agarra una de mis camisas y póntela, quiero todo tu cuerpo cubierto con mi aroma si ahora vamos a reunirnos con los altos cargos, jodida mierda.- Maldecía mientras el pecoso alcanzaba una enorme camisa de seda perteneciente al rubio y se la colocaba.
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Ahora, un rubio con el ceño fruncido entraba por la puerta principal seguid por una pequeña figura que captó la atención de todos los presentes.
-¿Que está ocurriendo? ¡Y quiero una buena explicación a ello, u os matare!- Se sentó en su gran sillón mientras los demás tomaban asiento, el pecoso lo miró, como si preguntara donde iba él.- No mires tanto las sillas, tu ven aquí.- Fue lanzado a su regazo dejando sorprendidos a todos en la sala excepto a Kirishima y al general Lida quien tenía una mirada perdida, como muerto viviente
-Majestad, no creo que un omega tenga que escuchar esta conversación.- El rostro incrédulo de su majestad era digno de mención. Desde luego la gente de la corte quien aún no abandonaba su lugar en el consejo eran una mierda.
-Si no te gusta vete, la reina tiene mucho más derecho que tú a estar aquí.- Y más cuando todo lo que últimamente sucedía parecía estar relacionado con este, pero claro eso no lo iba a decir.
-¿La reina? No nos haga esta clase de bromas, una prostituta como él no puede ser reina.- Fue el único que se rio al decir esa simple oración, la que acababa de marcar su futuro en un momento, Su peliverde estaba tenso, no estaba sordo, había escuchado perfectamente lo que acababan de decir sobre él, pero no podía comentar nada si eso implicaba dejar mal a su alfa. Solo necesitó un movimiento para que los guardias que custodiaban las puertas lo agarraran de los brazos y se lo llevaran. -¿Que cree que está haciendo?-
-Hacer respetar a mi pareja.-Porque claro, si decía mujer seguro y el pequeño le montaba un lio. Una vez fuera aquel vejestorio, inició la Reunión. - Bien ahora empecemos.-
Un bicolor en el final e la mesa carraspeó- Acaban de atacar las fronteras del reino, creemos que ha sido el reino Yagi teniendo en cuenta el emblema que portan. Si mal recuerdo ayer fue la coronación de su rey, pero por alguna razón exigen que entreguemos a su heredero.- Todo eso lo relataba mirando el papel en sus manos
-Katsuki, no habrás capturado a su sucesor ¿Verdad?- kirishima podía ser un grano en el culo si se lo proponía.
-Claro que no, he estado muy ocupado estos últimos días por si no te acuerdas.- darle atenciones a su omega recién encontrado era su principal preocupación.
- Podemos no discutir y pensar en que podemos hacer, ahora mismo hay una tropa luchando contra esa gente.- Lida, después de todo este tiempo por fin había alzado la voz, katsuki iba rebatirle que no iba a hacer caso a alguien que invadió su habitación y encima en un buen momento, pero su omega se le adelantó.
-¿Entonces vienen a por mi?- Todas las miradas se dirigieron al pecoso, Katsuki no quería hablar de ese tema con el consejo, pero gracias a los dioses al ser una reunión de emergencia solo estaba la parte del conejo en la que podía decir, confiaba.
- ¿Cómo?- Kirishima no era conocedor de aquello, y obviamente no iba a guardarse su pregunta, si cuando dijo que era un chafardero no iba a broma.
-Es una larga historia.- no iba a meterse en detalles y más cuando se trataba de la vida del pecoso, solo lo iba a saber él, era posesivo a montones.
-Pues resume, a miíque me cuentas, estamos bajo a ataque, no a gran escala pero estamos bajo él.- Shoto Todorki no llevaba muy bien el estrés, y estar bajo presión no era lo suyo, pero eso ya era otro tema
-No me subas la voz- Gruño.- Yo me encargaré de todo, Deku ¿Puedes ir a tu nido? Procura descansar, llevas bastante tiempo luchando por no dormirte.- Este solo asintió levantándose de su regazo yendo solo, pensando que la principal razón por la que ya no debía estar ahí era porque su alfa le ocultaría cosas del reino, esto era mentira, puesto que Katsuki solo quería que descansara en verdad, era un agresivo con todo el mundo excepto con él.
El pecoso solo salió de la habitación medio adormilado, ganándose varias mitradas del personal de servicio y algún que otro guardia que, al ver la ostentosa marca en su cuello y el olor del rey sobre él, se mantenía lo máximo alejado posible, no sin observarlo primero claro está, eso no se veía todos los días.
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-¿Es él?- una persona un tanto sospechosa murmuraba junto con otra en los pasillos del castillo observando minuciosamente al peliverde, eso no pasó desapercibido por el espía real que tenía vigilado a Izuku cuando no estaba con el rubio.
-Claro que es él, ¿has visto alguna vez a un omega hombre con el pelo y ojos verdes?- Decía con cierta ironía.
-Claro que no, pero tampoco podemos afirmar si es el.-
-Corre que se meterá en la habitación y no tendremos otra oportunidad.-
Antes de que Izuku pudiera siquiera alcanzar el pomo de la puerta, alguien le apresó, haciéndolo forcejear cuatro manos desconocidas se posaron en el reteniéndolo, y un pañuelo en su boca se posó mareándolo en el proceso. Antes de perder el conocimiento logró ver a un guardia, pero ya era muy tarde, todo se volvió negro.
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-¡Majestad, tenemos malas noticias!- las puertas se abrieron de par en par por un sujeto en túnicas negras, como si se creyera un ninja, los hombres ahí presentes se hubieran reído de esa persona de no ser por el emblema real que portaba su túnica, un emblema de alto cargo en la guardia real.
-Y ahora qué pasa? Estamos en una reunión importante.-Cuando se fijó un poco más en el sujetó empezó a reprocharle.-tu tendrías que estar vigilando a la reina.-
-el omega ha sido secuestrado por unos desconocidos, intenté detenerlos pero no pude yo solo, lo...- No pudo acabar puesto que el rey lo agarró por el cuello con demasiada fuerza elevándolo y estampándolo contra la pared. Seguramente estaría adolorido más de una semana debido a ese golpe.
-Lo único que tenías que hacer era mantener a salvo a mi omega.- Una voz aterradora hizo estremecer a todos los ahí presentes.- ¿Y te atreves a fallarme?- Lo soltó antes de que contestara y este solo huyó despavorido por su vida.
-hey bro, ¿adónde vas?- Kirishima fue el único que se atrevió a preguntarle algo en su estado al ver cómo ni siquiera los miró cuando empezó a caminar hacia el exterior de la sala.
-Al reino Yagi.- Simplemente lo soltó, agarrando su capa y sus ropas de lucha.
-¿Como?- Shoto no se creía lo que veían sus ojos, y menos cuando este hundió su mano en una pared sacando de esta un arma.
-Bakugo, por favor piénsalo bien, no puedes ir tan tranquilamente ahí sin un plan o sin un ejército, te mataran en cuanto cruces la frontera.- Lida intentaba hacerlo razonar con muchas fallas en ello, porque el rubio tenía muy claro que iba a hacer y cuando.
-Empezaras una guerra.- Ja, como si ese fuera su mayor problema en esos instantes.
-Ellos la han empezado en el momento que pisaron mi castillo, no solo eso, en el momento en que se atrevieron a poner un solo pie en mi ala del castillo y en mi omega.- Sonaba bastante enfadado, y las puertas recibieron gran parte del enfado cuando salió con todos ellos siguiéndole el paso.
-¿me estás diciendo que vas a empezar una guerra?- El bicolor estaba empezando a perder los estribos, nunca había tenido una relación por causas externas, no imaginaba lo que estaba sintiendo Bakugo, pero tampoco creía que tuviera que ocasionar tal insensatez de su parte.
-Mejor que eso, vamos a derribar ese reino, vamos a derrocar a ese reino y hacernos con él, llevaba tiempo pensando en cómo expandir territorio, ellos son unos necios por dejarme el camino libre.- sonaba bastante convencido de si mismo.
-Estás demente, no podemos hacer eso.- Lida seguía echándole pegas a todo, y el rubio hacía tiempo que dejó de escucharlo.
-Claro que podemos, y lo estoy haciendo.- cargó su arma haciendo sonar el cargador en el proceso mientras se las guardaba por su cinturón.
- si vas a ir solo, yo voy contigo- los tres soltaron al unísono.
-¿Quien ha dicho que iba a ir solo?-
- Ibas a irte solo hace apenas unos segundos.- Kirishima nunca fallaba ante su lógica, podía parecer un tanto tonto pero no lo era.
-Eso no es cierto, que lo hayas supuesto es vuestra culpa, me llevo al ejército y a la guardia real, pero no a la que conocéis.-
-¿Hay otra guardia real?- Lida no sabía eso, y él era el capitán general de la guardia, era imposible no saberlo, o al menos eso creía él.
-Larga historia.- ya volvíamos con eso, esta vez Kirishima si sabía de qué guardia hablaban pero prefirió guardar silencio.
-¿Porque nunca nos cuentas las cosas cuando pasan?- Shoto estaba un tanto cabreado al mencionarlo
-Dile al estúpido de mi abuelo.- porque sí, este hombre era odioso.
-Enserio vamos a hacer esto?- parecía irreal de todas formas.
-¿Cuando he bromeado yo con algo?- su orgullo no se lo permitía.
-¿Cuantos días tenemos?- si lo organizaban con un poco de antelación podía resultar bien.
-Tienes tres horas, partiremos al reino Yagi al anochecer.- sentenció
-Esto es un suicidio.- Lida no cuadraba las normas militares del país con lo que estaba pasando.
-El suicidio lo voy a tener yo en cuanto mi suegra me pregunte donde está su hijo.- Todos se rieron del rey quien aún permanecía totalmente serio debido al momento. -¿De que os estáis riendo? os quedan dos horas y cuarenta y cinco minutos.- Los cuatro alfas ahí presentes dejaron al rey quien iba a avisar a los guardias secretos de la realeza. para prepararse para la batalla.
LA GUERRA HABÍA EMPEZADO
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