Capítulo 31-Final

Una vez entró a la sala de reuniones, YoonGi tomó asiento en la mesa donde se encontraban los demás alfas. Él cruzo sus dedos encima de ella y miró directamente a su hermano mayor.

—¿Entonces? —Preguntó.

—Lamentamos molestarte cuando se supone que estas exento de tus obligaciones hasta la próxima semana por tu reciente apareamiento, pero...

YoonGi hizo un ademán con su mano descartando las palabras de su hermano.

—Ve al punto, ¿qué pasó?

—Finalmente se está moviendo —JunGi contestó—.Fue hace solo un par de horas, por su dirección parece que se dirige hacia el norte pero aún no podemos estar seguros, todavía se mantiene en movimiento, solo paró una vez por unos veinte minutos, posiblemente para comer algo.

—Por lo que SeungYeop finalmente se ha puesto en contacto con él. —YoonGi sonrió, porque bueno, mierda, esa era una buena noticia.

—Sin embargo, aún no podemos cantar victoria —NamJoon expuso—. Aún no estamos seguros si nos está llevando hacia su escondite o hacia algún punto de reunión.

—Planteamos que era lo más seguro, ¿no? —YoonGi se encogió de hombros.

—La cosa está en que tampoco podemos estar seguros de si simplemente lo está enviando a otro lugar de espera —acotó de nueva cuenta Kim.

—Entonces JunGi puede comprobar eso, solo tenemos que mantenernos vigilándolo a través de las cámaras, ya hemos recibido vía libre por parte del consejo para conectarnos a cualquier red que veamos necesaria, no veo cuál es el problema —señaló.

—Aquí está la cosa y es la razón por la que te pedimos venir, dijiste que te contactáramos solo si algo importante sucedía. —JunGi hizo una mueca—. No podemos seguir vigilándolos a través de las cámaras.

—¿Y por qué demonios no?

—Porque SeungYeop está haciendo lo mismo —JunGi contestó—. Intenté entrar en la red más temprano, pero me di cuenta que ya había alguien allí, por suerte pude salir antes de que me detectaran.

—¿Cómo pudo entrar?

—En realidad si tienes a alguien bueno, no están difícil como podría parecer —JunGi explicó—. Si se conoce el lugar exacto, en palabras simples, podría decirse que solo debe conseguir el registro y luego "atacar", la persona que está trabajando para SeungYeop debió encontrarlo y además, son solo las cámaras de seguridad de un motel de carretera, no hay nada demasiado complejo que hacer para entrar en su sistema.

—Bueno, tal vez debimos tomar tu consejo y poner nuestro propio sistema —YoonGi gruñó, no satisfecho con el cambio en sus planes.

—Pero como tú mismo sugeriste, sería sospechoso y no queremos que Choi SeungYeop tenga ninguna pista que estamos atrás de esto —JunGi negó—. En realidad, fue una buena cosa que no lo hiciéramos, porque entonces se habrían dado cuenta de que algo raro pasaba.

—En conclusión, estamos a ciegas —YoonGi supuso.

—Por el momento. —JunGi asintió—. Todavía podemos vigilar su trayectoria mientras esté en la carretera, porque veo difícil que puedan hacer eso, sin embargo, una vez se asiente en un lugar, quedaremos ciegos de nuevo, dado que nada nos asegura de que ya no hayan intervenido allí.

—Esto es una mierda. —YoonGi se estrujó el rostro con una mano—. Sin embargo, es uno de los riegos que decidimos tomar, por lo menos el rastreador sigue en él.

—Así es. —JunGi asintió—. Y dado que DakHo todavía mantiene la camioneta, todavía contamos con ese señuelo.

—Por lo que no todo va tan mal.

—Es debido a todo esto que hemos decidido darles un par de semanas más de acción, vigilar de cerca hasta que estemos seguros de que tenemos a SeungYeop —NamJoon dijo—. Lo hablamos con ChanYeol antes y estuvo de acuerdo en que era la mejor opción por el momento.

—Pienso lo mismo. —YoonGi asintió para su pesar—. De cualquier forma, SeungYeop no tiene mucha cabida de acción, lo tenemos casi acorralado, esperar un poco más no puede hacer demasiado daño. Arruinar esto no es una opción.

—En lo absoluto —NamJoon afirmo de acuerdo.

—Está decidido entonces, esto es lo que haremos.

JiMin sonrió y respondió el abrazo de TaeHyung, feliz de ver que su cuñado aparentemente se sentía mejor. Cualquier cosa que haya discutido con JungKook debió hacer mella en él, porque este se había aventurado a salir nuevamente e interactuar con las personas alrededor.

JiMin sabía que todavía había un largo camino que TaeHyung y JungKook tendrían que recorrer, pero este era un avance y aunque Tae todavía no era el chico travieso y boca suelta que solía ser, él volvería allí, solo era cuestión de tiempo y de que recibiera todo el apoyo que pudiera.

—Estoy realmente feliz por ti, Minnie —TaeHyung dijo, alejándose del abrazo—. Dime, ¿qué se siente ser oficialmente la Luna de la manada Min?

—Abrumador más que todo —confesó—. Desde que me presenté al consejo la semana pasada, me encontré siendo introducido en un montón de cosas que no tenía ni idea que se supone haría, por suerte SeokJin y BaekHyun me han estado echando una mano y me han guiado a través de ello.

—No los envidio. —TaeHyung hizo arrugó la nariz.

—Puedo decirlo. —JiMin rio—. Desde que hace años que esta manada no cuenta con ninguna luna, tomará un tiempo antes de que las cosas se asienten. Lo bueno es que así aligero la carga de YoonGi un poco más.

—Cierto, GeumJae sigue en recuperación, ¿no es así? No he podido verle. —TaeHyung hizo una mueca, tal vez sintiéndose culpable por ello.

—Las cosas van bien con él, incluso dijo que vendría a la fiesta si tenía suficiente ánimo para entonces, hoy tuvo una cita en el hospital, en este momento debe estar regresando.

—Ya veo. Me aseguraré de hablar con él más tarde.

—Probablemente eso le gustaría, él también había estado preocupado por ti. Recuerdo que quería ir a visitarte, pero con todo lo que estaba pasando no creyó prudente hacerlo, además de que no quería perturbarte.

—GeumJae es un buen chico —TaeHyung dijo con una sincera sonrisa—. Sé que hubiera querido que lo nuestro se llevara a cabo, pero simplemente no estaba supuesto a ser, espero que encuentre a su persona especial pronto.

—Espero lo mismo. —JiMin asintió—. Aunque está llevando las cosas bien, a veces parece algo triste.

—Hey, ¿cómo están los dos hombres más importantes de mi mundo? —JungKook preguntó jocoso cuando llegó a su lado, interrumpiéndoles, él tenía dos vasos con bebidas en su mano y le entregó uno a TaeHyung.

—Gracias —TaeHyung le sonrió.

—De nada, dulce. —JungKook besó la mejilla del menor.

Frente a ellos, JiMin no pudo evitar sonreír y suspirar felizmente. La mirada de adoración que la pareja se daba, era simplemente hermosa. JiMin daba gracias a la luna por permitir que su hermano fuera feliz y haberle dejado encontrar a su destinado.

Ahora, todo sería aún más perfecto e interviniera para que TaeHyung saliera de su momento difícil.

—Mi querido hermanito. —JungKook se alejó de TaeHyung y lo rodeó con sus brazos, dándole un muy apretado abrazo.

—No puedo respirar, Kook. —JiMin palmeó a como pudo la espalda de su hermano, quien aflojó el agarre, pero no se alejó del todo, pues mantuvo un brazo rodeando su cintura.

—Felicidades por tu nuevo puesto, señor importante —dijo y JiMin rodó los ojos—. ¿Qué? No puedes negarlo, llegué aquí hace más de una hora y apenas puedo saludarte porque siempre había alguien con quien estabas hablando.

—Tenía que saludar a los miembros de la manada y presentarme oficialmente a ellos, Kook —refunfuñó—. Además, pudiste acercarte en cualquier momento.

—Lo sé, pero no quería molestar, sé que esto era importante para ti. —JungKook besó su sien, antes de alejarse para rodear esta vez a su pareja, quien les miraba en silencio con una sonrisa divertida—. ¿Cómo estás llevando tu nuevo papel?

—Es un poco ajetreado, pero todo va bien, SeokJin y BaekHyun me han estado ayudando. —Sonrió—. Contra todo pronóstico, en realidad me gusta, se siente bien saber que puedo ayudar a la manada.

—Es esa chispa en ti, siempre te gustó ayudar a todo el mundo, cosa rara debido a tu timidez y lo que pasaste... por ello estudiaste para ser doctor.

—En parte, aunque lo principal fue el señor Park, me inspiró mucho.

—Hablando del señor Park, alguien tiene una sorpresa para ti. —JungKook guiñó y luego señaló con la barbilla a su espalda.

JiMin giró, mirando en dirección a donde su hermano señaló, sus ojos resplandeciendo en alegría cuando vio al viejo hombre hablar con YoonGi a unos metros de ellos.

Él vio como YoonGi señalaba en su dirección y ambos alfas sonrieron cuando sus miradas chocaron, entonces comenzaron a avanzar hasta él. JiMin se removió ansioso y rebosante de felicidad, esperando con impaciencia a que ellos llegaran hasta él y una vez lo hicieron, prácticamente se lanzó a los brazos del viejo hombre.

—¡Señor Park! —JiMin vociferó alegremente—. Es tan bueno verle.

—Lo mismo digo, hijo. —El señor Park le abrazó cariñosamente y los ojos de JiMin se llenaron de lágrimas cuando este le acunó—. Me alegra saber que finalmente les está yendo bien.

—Gracias. —JiMin se alejó y él se apartó la humedad de los ojos con una pequeña risa avergonzada.

—Pero no llores, hijo. —El hombre acarició su cabello con ternura y JiMin suspiró ante la muestra de cariño.

—Realmente le extrañé, es lo más cercano a una figura paterna que Kook y yo tuvimos desde la muerte de nuestros padres. —Sonrió—. No sabe cuántas veces he deseado poder ir a su casa a tomar una taza de té y charlar o pedir un consejo.

—También he extrañado nuestras tardes de té —el hombre dijo, retirando su mano.

YoonGi se acercó hasta él y le abrazó por la espalda. JiMin se inclinó contra su pecho, dejando que el alfa le sostuviera.

—Realmente me pone contento ver que son felices ahora y que tienen a tantas personas con la que contar. —El viejo hombre sonrió a ambas parejas—. Sobre todo me pone contento ver que JungKook ha asentado cabeza y finalmente ha dejado de ser tan problemático.

—Señor Park, ya le he dicho muchas veces que el problemático no era yo, —quejó el mencionado—. Yo solo me defendía.

—Si tú lo dices —desestimó y Kook bufó. El señor Park le tendió una mano a TaeHyung—. Tú debes ser Kim TaeHyung, el hermoso jovencito que se apiado del cabeza dura de mi hijo no declarado —bromeó.

—El mismo —TaeHyung contestó, siguiéndole el juego y tomando su mano—. Es un placer finalmente conocerle, señor, JiMin y JungKook siempre hablan cariñosamente de usted.

—Es bueno saber que mis hijos no declarados recuerden mi viejo trasero.

El hombre se veía feliz y más resplandeciente de lo que JiMin le llegó a ver alguna vez. Tal parece, que su estadía en la manada de ChanYeol, en su manada de origen, le estaba sentando de maravilla.

Eso era una buna cosa, porque en la antigua manada de Dong, el hombre se mantenía en un estado de angustia el ochenta por ciento del tiempo.

—Por cierto, ChanYeol y BaekHyun mandan una disculpa por no poder asistir, pero BaekHyun no se estuvo sintiendo muy bien el día de hoy.

—¿Sucedió algo malo? —JiMin preguntó, la preocupación tiñendo su semblante.

—Gracias a la Diosa no, son solo los malestares habituales del embarazo —Park aclaro.

—Es un alivio. —JiMin suspiró—. Le llamaré luego para saber cómo sigue y no importa que no hayan venido, estuvieron aquí hace una semana cuando me presenté al consejo de todas formas.

—Sé que le gustaría tu llamada, estuvo refunfuñando por no poder asistir.

—Sí, eso suena como algo que BaekHyun haría. —JiMin se había hecho muchísimo más cercano a la luna de Seúl desde su rescate, en realidad, era más como que este le había adoptado como un hermano pequeño al que se había impuesto la tarea de cuidar.

Ellos conversaron un largo rato más, poniéndose al día con los nuevos acontecimientos de sus vidas, por lo menos hasta que YoonGi y él fueron abordados por un nuevo grupo de miembros de la manada que recién llegaban a la celebración.

Ellos dejaron al señor Park hablando con JungKook y TaeHyung, quien se mostró muy interesado en escuchar acerca de la infancia de JungKook y del mismo JiMin. Mientras tanto, con YoonGi, volvieron a darse una vuelta por el patio saludando a los recién llegados y conversando con todo el que le pedía unas palabras.

En algún momento se encontraron con JunGi y NamJoon, quienes discutían por quién se quedaría con JungKook como su centinela, mientras el omega del ultimó les miraba impasible y bebía lo que parecía un coctel de una copa.

—Bueno, ya lo he oído todo. —JiMin miró con sorpresa a ambos alfas a pesar que de que YoonGi le había alejado de la discusión—. ¿NamJoon discutiendo por JungKook? Le va encantar escuchar esto.

—Todos somos muy conscientes de lo bueno que resultó ser JungKook, JunGi me preguntó acerca de ello hace unos días, pero le dije que eso era algo que solo JungKook podría decir, que si él aceptaba, estaba más que feliz de hacerlo mi centinela —YoonGi explicó, arrastrándole dentro de la casa y a través de los pasillos—. Resulta que NamJoon tenía la misma idea.

—Entiendo, aunque dudo que JungKook acepte a cualquiera. Kook realmente ama su trabajo como abogado y creo que ya está haciendo planes para comenzar a trabajar de nuevo. —JiMin se dio cuenta que ellos estaban entrando a los pasillos que les llevaba a las habitaciones—. Exactamente a dónde me llevas.

—A nuestra habitación.

—¿Como por qué? Tenemos invitados que atender.

—Podemos tomarnos unos minutos, no he podido tenerte para mí en todo el día. —YoonGi lo empujó suavemente dentro de su habitación y cerró la puerta con seguro tras ellos.

—Espera, YoonGi, no podemos hacer esto —JiMin quejó cuando el alfa le rodeó y comenzó a besarle, aunque no eran más que palabras, pues en realidad él respondió cada beso.

—Ellos ya han tenido mucho de ti hoy, ahora es mi turno de tenerte —YoonGi gruñó y comenzó a tirar de su camisa.

—¿Quién hubiera pensado que te volverías así?

—Como si tú fueras diferente —YoonGi refunfuñó, comenzando a trabajar en sus pantalones una vez logró quitarle la camisa.

Bueno, que le condenaran, su alfa tenía toda la maldita razón.

JiMin no se avergonzaba de confesar que se había vuelto un poco entusiasta respecto al sexo después de que probó el lado bueno de este hace un par de semanas. En realidad, YoonGi y él apenas y salían de su habitación, porque su libido simplemente parecía que no se apagaba en ningún momento.

Ellos no podían quedarse solos en algún espacio cerrado sin que terminaran excitados y teniendo sexo, Diosa, ellos se excitaban aunque hubiera personas a su alrededor. Eso los había puesto en algunos momentos bochornosos, al menos a JiMin, a YoonGi no parecía importarle en lo más mínimo.

—Pero qué pasa si nos buscan... —JiMin insistió una vez más, a pesar de que dejó que YoonGi le tendiera en la cama una vez quedó completamente desnudo.

YoonGi se sacó la camisa por la cabeza. —Nos esperarán y si no, bien pueden irse.

—¿Qué dirán de nosotros?

—Nada. Somos una pareja recién enlazada, es obvio que necesitamos de mucha cercanía. —YoonGi le guiñó un ojo y le dio una depredadora sonrisa justo antes de empujar sus pantalones por sus piernas.

JiMin suspiró al ver toda la magnífica piel expuesta, YoonGi en realidad estaba muy bien construido, con abdominales marcados, brazos y muslos fuertes y un pecho ancho en el que a JiMin le encantaba acurrucarse. Su alfa era simplemente hermoso y las marcas en su piel debido a anteriores enfrentamientos, eran apenas perceptibles para JiMin.

—Pareciera que te gusta lo que ves —YoonGi le arqueó las cejas y JiMin no se preocupó en ocultar el calor en su mirada.

—Sabes que así es —aceptó, lamiéndose los labios.

—Bien, puedo decir que es mutuo. —YoonGi sonrió y finalmente subió a la cama, cubriéndole con su duro y grueso cuerpo.

JiMin gimió, extendiendo las manos para tocar la piel maravillosamente expuesta para él. YoonGi se agachó y tomó su boca, empujando su lengua dentro de su cavidad inmediatamente después. JiMin le dejó entrar gustoso y tomo todo lo que tenía para dar.

Moviéndose, el alfa empujó sus piernas separadas con una de las suyas y se encajó a sí mismo entre sus muslos. JiMin gimió cuando sus pelvis se apretaron juntas y sus penes se frotaron.

—Rápido YoonGi, sin importar lo que digas, aún tenemos un montón de gente que atender —apuró, impulsando sus caderas contra el mayor.

—Está bien, lo haré rápido y bueno para ti, cariño —YoonGi contestó con reverencia, cediendo cuando JiMin tiró de su cuello y busco su boca una vez más.

Entonces, ambos volvieron a perderse en el cuerpo del otro, enredándose en las sabanas entre gemidos y jadeos una vez más. No volviendo a salir hasta su propia fiesta sino hasta una hora después.

—Muy bien, lo haré ahora —JiMin dijo, empujando la bata por sus hombros y dejando que esta callera al suelo, exponiendo su cuerpo desnudo, mirando a YoonGi por un momento más antes de cerrar los ojos y concentrarse.

Buscando dentro de sí, él alcanzó a su conejo y lo abrazó, dejando que el cambio fluyera a través de él. Solo unos segundos después, JiMin se encontró en su forma de conejo. Parándose en sus patas traseras, él pasó sus patitas delanteras por su rostro un par de veces antes de sacudir la cabeza, entonces espero.

YoonGi, aún en su forma de león, se acercó hasta él, acostándose sobre su vientre antes de empujar su enorme cabeza contra su pequeño cuerpo y olfatearle. JiMin se quedo quieto, dejando que su pareja le reconociera.

Era la primera vez que JiMin dejaba salir a su conejo en más tiempo de lo que debía ser sano, por lo mismo era también la primera vez en que él y el león de YoonGi se encontraban.

JiMin se sentía ligeramente nervioso, a pesar de que sabía que YoonGi jamás le haría daño, era un algo instintivo en él, después de todo y por mucho que odiara pensar en ellos así, YoonGi seguía siendo un depredador y él una presa, no era usual que ellos se mantuvieran juntos.

Finalmente, YoonGi pareció terminar con su reconocimiento, porque el lamió a JiMin con su áspera lengua y se acercó más, empujándole suavemente con su cabeza. JiMin se dejó caer de espaldas en el pasto y YoonGi le cubrió apenas con su cabeza, siguiendo con sus cariñosos lametonones hasta que JiMin le empujó con sus patitas, entonces él le dejó ir.

Moviéndose alrededor, ahora más contento y relajado, porque su conejo también fue capaz de reconocer a su pareja, JiMin saltó y corrió alrededor de este y entre los árboles, porque JiMin ni siquiera podía recordar la última vez en que el anduvo tan libremente en el bosque, sintiéndose tan feliz y seguro.

YoonGi saltó sobre sus cuatro poderosas patas y comenzó a jugar con él. Persiguiéndole y tratando de encontrar a JiMin cada que este se ocultaba.

El tiempo pasó rápido entre la diversión y unas dos horas después, JiMin se dejó caer encima de su olvidada bata y cambió, siendo imitado por YoonGi inmediatamente después. El alfa le sostuvo de la cintura y le arrastró encima de su cuerpo.

JiMin rio divertido. —¿Qué haces? Deberíamos vestirnos, ¿qué pasa si alguien viene?

—Nadie es lo suficientemente estúpido para acercarse mientras saben que estemos aquí —YoonGi desestimó, comenzando a dejar pequeños besos por todo su rostro.

—Siempre dices eso cuando estamos solos y nunca los detuvo antes —JiMin bufo.

—Esta vez es enserio, saben por qué estamos aquí, así que dudo que se acerquen. —YoonGi acarició perezosamente su espalda—. Eres tan hermoso.

—¿Qué pasa con el abrupto cambio de tema? —Bromeó, aunque interiormente se sentía complacido por las palabras del alfa.

—Nada, solo quería que lo supieras, porque se siente como si nunca podré decírtelo lo suficiente —JiMin sonrió, porque su alfa era estúpida pero deliciosamente cursi a veces—. Así como nunca serán suficientes las veces en que te diga cuanto te amo, porque realmente lo hago, lindura y no creo que una sola vida es suficiente para demostrártelo.

La sonrisa de JiMin se volvió casi imposiblemente más amplia y amorosa.

—También te amo, YoonGi, con todo mi corazón —respondió suavemente—. Te has ganado cada pedacito de él.

—Y soy el hombre más afortunado por ello —el alfa contestó con reverencia—. No sé qué ha sido la cosa tan buena que he hecho en mis pasadas vidas para que la luna me destinara a alguien tan precioso y bueno como tú, pero le estaré eternamente agradecido por ello.

—Puedo decir exactamente lo mismo, la luna no puedo haberme bendecido con un mejor compañero que tu. —JiMin acarició la cicatriz bajo el ojo del alfa con su pulgar—. Has sido tan maravilloso conmigo, tan paciente y cuidadoso, que muchas veces me siento abrumado y no sé como agradecerte por ello.

—No tiene nada que agradecer, lindura. —Tomando su mano, YoonGi la llevó hasta su boca y besó su palma—. Todo lo que he hecho, ha sido porque mi corazón así lo dictó y porque te amo, no hay nada más allá de eso.

—Lo sé —JiMin susurró, suspirando encantado, sintiéndose a gusto y seguro con el íntimo momento—. Nunca has sido menos que eso y esa es una de las muchas razones por la que también te amo.

Sonriendo, YoonGi tiro de él para un beso que no fue más allá que casto y dulce, JiMin se perdió en él y cuando se separaron apenas sin aliento, JiMin besó la mandíbula de su alfa y se recostó en su pecho, permitiéndose disfrutar un poco más de ese momento.

YoonGi le rodeó con sus brazos y ambos se quedaron en silencio, disfrutando de la brisa y del armonioso sonido del bosque en aquella tarde. Hace casi dos años atrás, cuando él y JungKook llegaron a Daegu, JiMin nunca se imaginó que alguna vez viviría un momento como este.

Él nunca se maginó que tanto su hermano como él encontrarían a sus destinados en aquellas tierras, que serían capaces de alguna vez deshacerse de Dong SeoHyuk, que ellos serian capaces de vivir tan libre y felizmente como ahora.

No obstante, JiMin estaba agradecido con ello, él no podría pedir un mejor desarrollo que eso y pese a todo lo malo que se vio obligado a pasar, si hubiera tenido algo que decir al respecto en aquel entonces y supiera que este sería el resultado, él todavía no tomaría algo diferente a esto.

Finalmente, la vida le sonreía y allí, mientras descansaba en los brazos de su alfa, JiMin se juro a sí mismo que lucharía por mantener esa felicidad con él y con los suyos. Él nunca más se dejaría someter por nadie.

Porque JiMin era una presa, pero eso no lo hacía menos capaz y feroz.

Fin. 

Stars_Of_Saturn.

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