Capítulo 14

—YoonGi —JiMin saludó animadamente, alzándose para unir sus labios y regalarle un suave y lánguido beso. Cuando se separó, su rostro parecía resplandecer de felicidad.

A poco más de tres semanas después de su primer beso oficial cuando JiMin lo buscó en la casona de su manada, YoonGi podía decir que el omega finalmente se había acostumbrado a ese tipo de acercamiento entre ellos y debía confesar, no poder estar más satisfecho.

JiMin ya no se echaba a temblar cuando se acercaba íntimamente a él, por el contrario, ahora el omega no dudaba en dejarse caer en sus brazos o regazo para abrazarlo o besarle. En realidad, al parecer él había descubierto un gusto especial por eso, pues le besaba en cada oportunidad que tenía.

Por supuesto, no es como que YoonGi se quejara, al contrario, posiblemente era quien más disfrutaba cuando este tipo de cosas sucedía.

—Pareces particularmente feliz el día de hoy. —Sonrió, abrazándolo apretadamente por la cintura y dejando un amoroso beso en su sien—. ¿Pasó algo que debería saber?

—Bueno, estoy feliz porque la doctora Shin dijo que estaba orgullosa de los grandes avances que había hecho en estas últimas semanas. —Rio, alzando la cabeza para mirarle a los ojos—. Ella incluso dijo, que de seguir así, dudaba que la necesitara por mucho más tiempo y también redujo los días de visita.

—Oh, felicidades lindura —YoonGi dijo, dejando un nuevo beso en su mejilla—. ¿Ves? Te dije que debías confiar más en ti mismo y que podrías salir de esto.

—Lo sé, sin embargo, he recibido un montón de ayuda de todos, en especial tuya. Muchas gracias —murmuró lo último suavemente.

—Ya te he dicho que no hay nada que agradecer, me das más crédito del que merezco, esto es gracias a ti, a que has luchado para avanzar, a que no te has dado por vencido y has ido enfrentando cada uno de tus demonios.

—Demonios que tú me ayudaste a vencer. —JiMin señaló, hundiendo un dedo en su pecho—. Sé que piensas que no has hecho mucho, pero créeme cuando te digo que sin tu apoyo, no estaría aquí en este momento. Fuiste tú quien lo dijo, ¿recuerdas? Eres mí apoyo, eres a quien acudo cuando siento que no puedo soportar la carga y eres quien la aligera.

Los ojos de JiMin se suavizaron y una pequeña sonrisa tiro de sus comisuras cuando extendió la palma sobre su pecho, allí donde su corazón latía alocadamente, producto de sus palabras.

—YoonGi, desde que te dejé entrar a mi vida, he logrado avanzar muchísimo más de lo que llegué a hacerlo antes. Tú tenías razón, necesitaba a alguien en quien pudiera confiar para contarle sobre mis peores demonios, esos que no me atrevía a decirle a nadie más, ni siquiera a mi hermano y en el que me pudiera apoyar sin temor a que fuera enterarse de mis más oscuros secretos.

El omega apoyó la cabeza junto a su palma y cerró los ojos, escuchando con atención los latidos del corazón del alfa, mismos que parecían ir a juego con los propios.

—Haz cubierto ese puesto a la perfección, no, más bien, creo que nadie más que tu podría cubrirlo, al menos no tan bien como lo haces tú. Estoy feliz de haber tomado la decisión de dejarte entrar, ha valido la pena, ha hecho mucho más que eso en realidad —tarareó—. Por todo esto, no puedo estar más agradecido contigo, no importa cuánto odies que te de las gracias —agregó al final con tono divertido cuando su pecho vibró en un gruñido inconforme.

—Yo solo deseo que siempre seas feliz.

—Bueno, no creo que pueda serlo siempre, sin embargo, confío en que harás que lo sea la mayoría del tiempo, justo como lo has estado haciendo hasta ahora.

YoonGi sintió como su rostro se calentaba ante las palabras el omega, por lo que era seguro que se había sonrojado. Definitivamente, YoonGi nunca se había sentido más halagado en su vida y se prometió a sí mismo que lucharía porque su omega siempre lo mantuviera en tan alta estima.

—Será mejor que nos vayamos. —JiMin finalmente se alejó, rompiendo el abrazo, más al igual que siempre, tomó una de sus manos y entrelazó sus dedos—. TaeHyung tiende a ponerse arisco cuando tiene hambre.

—¿De verdad estamos haciendo esto?

—Por supuesto, ahora camina, alfa. —JiMin comenzó a tirar de él y YoonGi lo siguió, ligeramente aturdido por la felicidad y satisfacción que le provocó que su omega le llamara de aquella forma—. Estoy seguro de que a Kook le va a encantar el lugar.

Eso era algo de lo que YoonGi no estaba seguro, JiMin se había empeñado en llevar a su hermano y el omega de este al The Paradise. YoonGi había estado en contra de la idea desde que el omega lo mencionó, no deseando que este volviera al lugar después de lo que sucedió, más JiMin se mantuvo firme, diciendo que no dejaría que esa gente siguiera arruinando las cosas para él, argumentando que el restaurante era un gran lugar donde habían pasado un buen momento y tenido buena comida.

YoonGi sabía eso, pero aún así se mantuvo reacio, más terminó dando su brazo a torcer cuando su omega argumentó que ir allí, también era una forma de superarse y demostrarse a sí mismo que podía con ello, que no dejaría que el fantasma de ChulMoo lo asustara.

Al final, no les tomó mucho tiempo llegar al lugar. JiMin no vaciló al entrar y no mostró ningún signo de incomodidad, por lo que YoonGi se relajó. Encontraron a JungKook y TaeHyung ya instalados en una mesa, por lo que se acercaron hasta ellos y tomaron asiento.

—Hasta que llegan, estoy muriendo de hambre —TaeHyung se quejó.

—Entonces, ¿por qué no ordenaste algo? —JiMin le blanqueó los ojos.

—Duh, porque quería esperarte, ¿qué clase de cita doble sería esta de no ser así? —El omega menor gimió—. Ahora, ya elegí varios platillos que me gustaría probar, por lo que ordenaré.

—Muy bien, ¿qué te gustaría probar esta vez, YoonGi? —JiMin le preguntó.

—Lo dejaré en tus manos.

—¿Esto se volverá un habitual?

YoonGi se encogió de hombros. —Confío en tu criterio.

—Por supuesto que sí —JiMin refunfuñó, pero aún así comenzó a revisar el menú por su comida.

YoonGi miró a la pareja frente a ellos, dándose cuenta de que JungKook no dejaba de mirar a JiMin, casi como si esperara que este de repente se encogiera y comenzara a temblar de miedo.

YoonGi no podía culparlo, pues muy en el fondo, él también estuvo esperando que aquello sucediera, más al ver la determinación en los ojos de su omega mientras empujaba las puertas de The Paradise y entraba al lugar sin vacilación, le hizo replantearse las cosas.

Era un poco irónico que ellos siempre estuvieran diciéndole a JiMin que era fuerte y capaz de superar cualquier obstáculo que se le interpusiera, y así mismo, pareciera que tuvieran dudas sobre si realmente lo lograría. En efecto, su omega era valiente y luchador, YoonGi había aprendido en poco tiempo que era tenaz y que no se rendía fácilmente.

Era bueno que JiMin finalmente se esté dando cuenta de esas grandiosas cualidades que poseía, él estaba descubriendo su propia valía y abrazándola apretadamente, y YoonGi no podía estar más orgulloso de ello.

Al parecer, JungKook sintió su insistente mirada en él, porque se giró a mirarle. Jeon asintió y una sonrisa tiró de sus comisuras, YoonGi supo que él también estaba satisfecho con lo bien que su omega lo estaba llevando.

—Voy a querer dos hamburguesas, porque se siente como si hace años que no como una —JungKook dijo y TaeHyung se giró a mirarlo.

—Entonces la agregaré al pedido —Kim dijo.

—Está bien, sin embargo, no vas a ordenar todo eso. —JungKook le quitó el menú de las manos, TaeHyung se quejó—. De ninguna forma Tae, no vas a poder comerte todo eso.

—Por supuesto que podré.

—No, no es cierto. Y de todas formas, ¿qué pasa si algo al final no te gusta? Pide solo tres platillos de lo que más quieres probar.

—Pero quiero probar muchas cosas, Kook, además, si resulta que algo no me gusta, tu lo comerás por mí.

—No quiero.

—¡JungKook!

—He dicho que no.

—Soy un adulto, ¿sabes? No necesito tu permiso para pedir lo que quiera, voy a pagar mi propia comida. —TaeHyung bufó, alzando una mano para llamar la atención de uno de los meseros, mismo que se acercó rápidamente.

—Buenas tardes, bienvenidos a The Paradise —el chico dijo alegremente en dirección de JiMin y él, entonces miró una vez más a TaeHyung—. ¿Están listos para ordenar?

—Claro, voy a querer...—Entonces TaeHyung comenzó a nombrar plato tras plato, no callando hasta que hubo pedido nueve de ellos—. ¿Ustedes que van a pedir?

—Yo quiero dos hamburguesas con papas fritas y una soda. En cuanto a lo que él pidió, solo traiga los primeros tres, olvide los otros, ¿está bien? Y disculpe.

—No hay problema. —El chico sonrió y se giró nuevamente en su dirección, sabiamente ignorando la pequeña discusión en la que se metió la pareja—. ¿Qué les puedo servir? —Entonces JiMin ordenó por los dos.

—Ninguno aquí necesita saber eso. —Gruñó a los chicos frente a ellos después de que el mesero se retirara. —¿Por qué tienen que hablar de sexo en frente de mi?

—A veces eres muy mojigato, Minnie. —TaeHyung burló.

—No soy mojigato, como ya te he dicho no sé cuantas veces, no me interesa saber sobre su vida sexual, es simplemente, uh, un no, no. —JiMin fingió un escalofrío y YoonGi rio por lo bajo.

—¿Por qué te molesta tanto? —Le preguntó.

—¿No es obvio? Quiero decir, ¿te gustaría escuchar los detalles de lo que tus hermanos hacen en el dormitorio?

YoonGi se encogió de hombros. —¿No es lo que todos los hermanos hacen?

—Uhg, desagradable. —JiMin arrugó el rostro en una mueca de asco.

—Ouch, JiMin. —JungKook se llevó una mano al pecho y fingió ofensa.

—No lo digo en ese sentido, pero es demasiado raro imaginarlos haciendo... Ciertas cosas, simplemente me dan escalofríos, es suficiente con las veces que he tenido que escuchar.

—¡¿Nos escuchaste?! —TaeHyung gritó—. ¡¿Ya ves, Kook?! ¡Te dije que lo había hecho!

—Y recuerdo haberte respondido que era lo más probable —Jeon respondió casi indiferente, ganándose un golpe del omega menor por eso—. Oye, no es mi culpa que seas ruidoso.

—Cállate, ¡¿por qué dices algo así?!

YoonGi comenzó a reírse, porque era simplemente hilarante que TaeHyung se avergonzara de algo así cuando hace solo un minuto estuvo hablando de sexo tan abiertamente.

—Esto es ridículo. —JiMin resopló con una sonrisa—. ¿Crees que llegaremos a ser así algún día? —Preguntó por lo bajo, de forma que solo él escuchara.

—Confío en que así será. —Le guiñó. JiMin se sonrojó, apartando la mirada, más no dejó de sonreír.

HoSeok corrió a través de los pasillos de la casona en dirección a la oficina del alfa, porque el hecho de que este le llamara casi a las tres de la madrugada solicitando su presencia con calidad de urgencia, no podía ser nada bueno.

Vaya cosa, pensó, como si últimamente casi cualquier reunión no significara que algo malo hubiera pasado.

Cuando finalmente entró en la oficina, se encontró con SeokJin sentado rígidamente con una cara sombría tras el escritorio del líder, mientras NamJoon se paseaba de un lado a otro frente a este, al vez que hablaba con los que parecía ser los alfas Park y Min, por las voces que podía escuchar de vez en cuando.

NamJoon asintió en su dirección e hizo un ademán con la cabeza, indicándole que tomara asiento. HoSeok lo hizo y comenzó a poner más a tención a los que los tres líderes estaban discutiendo.

—Esto ya es crítico —Park gruñó.

—¿Qué haremos? Es obvio que debemos tratar esto con cuidado y dado que ya ni siquiera podemos contar con el consejo, las cosas solo se complicaran aun más —Min agregó.

¿Perdimos el respaldo de consejo? ¿Qué demonios está pasando?

—Por ahora nuestra principal prioridad es poner a Khang a salvo —NamJoon dijo—. Somos quienes estamos más cerca de su ubicación, por lo que he llamado a HoSeok para que haga el trabajo. Mantendremos al consejo ignorante de lo que sucede por el momento.

—Es lo más grato, al menos hasta que podamos comprobar quienes están limpios y quiénes no —Park concordó—. Te dejaré con eso por el momento, hablaré con ChanSook sobre esto, aunque es posible que el hombre no sepa nada.

—NamJoon, sé que estás haciendo lo mejor que puedes dada la situación en la que te encuentras —YoonGi habló—. Pero sería bueno si presionaras a Choi DakHo un poco más, necesitamos averiguar si sabe algo sobre esto, es vital que obtengamos esa información.

—Sé de lo que hablas. —NamJoon se estrujó el rostro con una de sus manos—. Está bien, lo intentare, solo, ¿ChanYeol? ¿Podrías mantener a WoongJoon ignorante sobre lo que haré con Choi? Sé que es bajo de mi parte y que estaré rompiendo mi promesa de mantenerlo informado sobre cualquier cosa que suceda con respecto a Choi mientras está en tu manada, pero no quiero que él...

—No te preocupes —Park interrumpió—. No le diré nada, ahora si me disculpan, hablamos de nuevo en unas horas, ¿está bien?

—Por supuesto, ve —NamJoon respondió, entonces Park colgó—. ¿YoonGi?

—Sigo aquí —este respondió.

—Voy a necesitar que me hagas un favor, bueno, más bien necesitaré a JunGi.

—Por supuesto, cuenta conmigo en lo que necesites. —La voz de JunGi se escuchó a través de la línea.

—Muchas gracias. —NamJoon se giró a mirarlo—. SeokJin va a mandarte un número que necesitaré que rastrees, es el contacto de Khang, voy a necesitar que mantengas un monitoreo en él y que informes a HoSeok sobre cualquier movimiento que haga hasta que HoSeok de con él, ¿está bien?

—Cuenta con ello —JunGi respondió.

—Muy bien, entonces eso será todo por ahora, HoSeok se comunicará contigo en cuanto salga de aquí.

—Perfecto, me pondré a trabajar en ello de inmediato.

—Gracias una vez más, hablamos más tarde —despidió, recibiendo una respuesta igual por los Min antes de que la línea se cortara—. ¿SeokJin?

—Acabo de enviárselo, ambos de ellos —este respondió.

—Gracias, cariño. —NamJoon sonrió hacía su compañero, quien simplemente asintió—. Entonces, HoSeok.

—No estoy seguro de si capte del todo lo que está pasando —HoSeok dijo—. Por lo que entendí, la tapadera de Khang ha volado y necesita ayuda para salir de Jeolla, además, ¿perdimos el apoyo del consejo?

—No precisamente. —NamJoon se dejó caer en el asiento a su lado—. JuWon ha sido descubierto, sí, me llamó hace unos minutos para decir que había sido descubierto y había escapado, tengo entendido que lo hirieron en el proceso y que al parecer hay alguien a quien está protegiendo.

—¿Alguien a quien protege?

—No me dijo demasiado acerca de ello, pero supongo que es importante si arriesgó su va para salvarle, ¿no?

—¿Su compañero tal vez?

—Es lo que pensamos. —SeokJin dijo.

—Bien, ¿qué hay de lo del consejo?

—A eso iba —NamJoon respondió, su semblante ensombreciendo aún más—. Por lo que Khang nos dijo, su identidad fue expuesta por un miembro del consejo.

Las cejas de HoSeok se arquearon en sorpresa.

—¿Cómo?

—Así como oyes, no tengo los detalles tampoco, pero por lo poco que llegó a explicar antes de colgar, se encontró con un mimbro reunido con Park JaeMin y no tuvo tiempo de esconderse antes de que lo viera, por lo que fue delatado. Ahora está en alguna parte a las afueras al norte de GwangJu.

—Maldición.

—La cosa es que, el lugar donde se encuentra también fue invadido por la gente de SeungYeop, por lo que aún están en peligro, necesitamos sacarlo de Jeolla del sur cuanto antes. —NamJoon estiró su mano y le palmeó la rodilla—. Allí es donde entras tu, te necesito para este trabajo Seok, porque ahora más que nunca se ha evidenciado que no podemos confiar en nadie.

—Por supuesto, cuenta conmigo.

—Gracias, sé que ya estas llevando mucho desde que te dejé a cargo de la estación y has tenido que cubrir mi puesto, el tuyo y encima cumplir con tus deberes como beta, pero...

—Olvida eso, NamJoon, además de mi líder, también eres mi amigo, por lo que obviamente siempre estaré dispuesto a tenderte una mano con lo que necesites, además, he recibido mucha ayuda de los otros chicos en la estación, así que pierde cuidado sobre eso —desestimó—. ¿Por qué no me das la información que tienes sobre Khang y su ubicación actual? No podemos seguir perdiendo más tiempo, la vida del hombre y su posible compañero corren peligro.

—Tienes razón. —NamJoon asintió—. Jin cariño, ¿puedes facilitarme la libreta?

—Aquí está. —SeokJin se la entregó y posteriormente NamJoon lo dejó en su mano—. Ahí está toda la información que Khang llegó a compartirnos y como escuchaste antes, JunGi te estará dando apoyo y te informará si este llega a trasladarse de lugar.

—Perfecto, entonces iré a prepararme y me pondré en movimiento de inmediato. —HoSeok se puso de pie y NamJoon le imitó, alcanzándolo para apretar su hombro.

—Cuídate allí, HoSeok, recuerda que la gente de SeungYeop se ha hecho con la mayoría de las manadas de la provincia. —NamJoon le soltó—. Sé cuidadoso y... no mueras, ¿ok?

—No necesitas repetírmelo, alfa. —HoSeok sonrió—. Confía en mí, me mantendré a salvo y traeré a Khang y su compañero de vuelta.

—Bien, entonces puedes ir. —NamJoon le dio un brusco asentimiento.

Por su parte, SeokJin se puso de pie y le envolvió entre sus brazos, HoSeok aceptó el abrazo de buena gana.

—Cuídate, ¿sí Hobi? —Este susurró en su oído—. Recuerda que aún eres mi pequeño hermanito, por lo que todavía puedo patear tu trasero si dejas que te lastimen.

HoSeok no pudo evitar reír. —Nunca podría olvidarlo.

Con esto, HoSeok se dirigió a su habitación, debía preparar un pequeño bolso y luego pasar por la armería. Tenía muchas cosas que planear.

SeoHyuk miró las cajas encima del escritorio de SeungYeop, metiendo una mano en una de ellas, tomó uno de los doce dardos acomodados en esta y lo acercó a su rostro para mirar los detalles del mismo de cerca.

—Entonces, supongo que estos son todos los modelos que él va a facilitarte —dijo.

—Así es. —SeungYeop asintió, tomando otro de los dardos para también detallarlo con la mirada—. Como ves, ha hecho ha hecho seis modelos, uno para cada modelo de armas que su primo nos está vendiendo.

—Bueno, eso nos da variedad. Para ser sincero, creí que solo sería uno de ellos. —SeoHyuk dejó el dardo nuevamente en su lugar y se reacomodó en su asiento—. Sin embargo, ¿qué tan eficientes son? ¿Realmente nos servirán?

—¿Quieres que hagamos una prueba? —SeungYeop le arqueó las cejas.

—Oh, ¿podemos? —Sonrió, emocionado con la idea, después de todo, él no había tenido la oportunidad de ver el en acción.

SeungYeop se puso de pie, tomando uno de los dardos que ya venían previamente cargados, seguido del arma que le correspondía y la cargó.

—Sígueme.—SeungYeop le dijo y SeoHyuk no dudó antes de saltar de su asiento y hacer lo dicho.

Ellos atravesaron la pequeña casa y salieron al patio del campamento, SeungYeop observó los alrededores por un momento, antes de llamar la atención de uno de los centinelas.

—¿Sí, señor?

—Trae a algún prisionero aquí, no importa quién, solo apúrate. —Ordenó.

—En un momento, señor. —Entonces el centinela se marchó, regresando un par de minutos después con una omega a rastro—. Aquí, señor.

—Bien, de rodillas. —SeungYeop indicó a la chica, quien temblando, hizo lo que se le pidió. Cuando SeungYeop sacó el arma la chica comenzó a llorar.

—No, no, señor, por favor, tengo hijos que cuidar, voy a mejorar, lo juro, arreglaré cualquier cosa que haya hecho mal. Por favor, por favor, no me mate, ¡se lo ruego! —Ella suplicó, pegando la frente contra el suelo—. ¡Prometo mejorar! ¡Me esforzaré el doble!

SeungYeop soltó un suspiro de frustración y rodó los ojos, una pequeña multitud se formó alrededor debido a los gritos de la mujer, más como era obvio, nadie se acercó o dijo nada para ayudarla. Nadie en el lugar era lo suficientemente estúpido.

—Cállate mujer, no has hecho nada —SeungYeop le dijo. Las suplicas pararon por un momento y el llanto pareció calmarse, ella se removió aún con la frente pegada al suelo.

—¿S-Señor? —Ella preguntó dudosa, entonces se enderezó con cautela.

—Esta pistola ni siquiera tiene balas. —Ante sus palabras, la mujer pareció relajarse. Una sonrisa se formó en el rostro de SeungYeop—. Tiene algo mucho peor —agregó y luego disparó.

El dardo golpeó a la mujer en el pecho y segundos después, los ojos de esta quedaron en blanco, un jadeo agónico saliendo de entre sus labios justo antes de que se derrumbara contra el suelo y se quedara inmóvil.

—Oh —SeoHyuk murmuró, ladeando la cabeza—. ¿Eso es todo? Es un poco decepcionante, esperaba gritos y que se retorciera un puco —bufó.

SeungYeop rodó los ojos. —El químico tiene una reacción instantánea, lo desconecta de su parte animal solo un par de segundos después de que entra en su sistema y deja a la parte humana en un transe casi comatoso durante las siguientes veinticuatro horas antes de que muera

—Hum, ya veo —SeoHyuk murmuró—. En realidad, si lo piensas bien, es bueno, después de todo es beneficioso si necesitamos utilizarlo de forma discreta.

—De todas formas, dentro de diez días a partir de hoy, el cargamento se nos será entregado y entonces, solo serán dos o tres días más para que podamos proceder —SeungYeop informó, SeoHyuk sonrió.

—Por lo tanto, deberíamos ponernos en marcha.

—Así es, ya he puesto el resto al tanto y ellos ya han comenzado a movilizarse. —SeungYeop miró casi con aburrimiento como un par de sus centinelas finalmente se hacían cargo de la moribunda omega—. Solo es cuestión de días y esta vez, saldremos victoriosos, te lo aseguro.

Stars_Of_Saturn.

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