Capítulo 6
—Acabamos de recibir noticias del consejo, al parecer el grupo de Phattaya volvió a atacar, esta vez asesinaron al alfa y los centinelas de una pequeña manada de perros en la costa de Chanthaburi —Bible informó a Mile y Bright en cuanto entró a la oficina de este último—. También se llevaron a todos los civiles hombres mayores de quince años.
—Maldición. Tenemos que detener a esa gente ya —Bright gruñó, pasándose una mano por el rostro—. ¿Qué hay del resto? ¿Están todos bien? —Cuando Bible hizo una mueca y se removió en su lugar, supo que lo que diría a continuación no eran buenas noticias.
—Realmente no sabemos con seguridad lo que sucede dentro de la manada, la gente de Kugimiya plantó un campamento en el lugar y no dejan que nadie salga del de la manada, y los que entran son rigurosamente revisados. Todo parece haber sucedido hace algunos días, por como se ve el asentamiento. —Bible miró del uno al otro con preocupación.
—Por lo que esa gente podría estar siendo masacrada en este momento y nosotros no podríamos saberlo. —Mile bufó con inconformidad—. Encima, hace días que no recibimos ningún reporte de Jakapan.
—¿Podría haber estado en la manada cuando todo sucedió? La última vez que nos habló, dijo que tenía que ir a hacerle una visita a alguien en el sur de la provincia, ¿podría él estar...? —Bright no terminó la pregunta, sin embargo, todo el mundo supo lo que insinuaba.
—No puede ser, esa sería demasiada coincidencia y no de las buenas. —Mile negó.
—Pero podría ser perfectamente una posibilidad —Fiat señaló—. Sería una mierda si sucediera, pero no podemos descartar el hecho.
—La cosa es, ¿por qué estaban interesados en una manada tan pequeña?
—¿Creen que estén abriéndose nuevas rutas? —Fiat preguntó.
—¿Qué quieres decir? —Mile cuestionó al menor de los Vachirawit.
—Piénsenlo, es viable, hemos cortado casi todos sus medios de transporte marítimo, ya no pueden contrabandear sus armas tan fácilmente como en un principio, aún más desde el decreto del consejo en evaluar cada carga de los puertos con rigurosidad.
—Creo que estoy entendiendo tu punto. —Bible asintió—. Todos sabemos que la manada que atacaron no era muy grande y sin embargo, contaba con su propio pequeño puerto pesquero, ellos podrían tratar de camuflar el tráfico de las armas con el negocio de la pesca, tal vez no podrían llevar cargamentos en grandes cantidades, pero aún así podrían comenzar a hacerse con sus armas, ¿no es así?
—Exactamente.
—Por lo tanto, deberíamos hacer una prioridad el recuperar el control de la manada —Mile dijo.
—Y tal vez prestarles un poco de cuidado extra a las manadas costeras de la provincia —Bright agregó, de acuerdo con el plan que comenzaba a formarse—. Ok, hagamos esto. Hablemos las cosas con el consejo y pautemos una reunión con los lideras de todas esas manadas, plantémosle nuestras sospechas y consigamos un poco de ayuda para recuperar la manada de las manos de los Renegados.
—Comenzaré a hacer las llamadas —Fiat se ofreció, sacando su celular del bolsillo para, seguramente, reunir información y ponerse en ello.
—Bien, con eso cubierto, ¿qué haremos en cuanto Jakapan? ¿Quieren que envíe a algunos hombres a que se aseguren de que no esté entre las víctimas?
—Creo que lo más factible sería esperar unos días más, tan preocupado como estoy, no quiero arriesgarme a que el hombre sea descubierto si pudo haber tenido la oportunidad de infiltrarse —Mile respondió a su beta—. Si para el final de la semana no se ha reportado, entonces enviaremos a alguien a averiguar lo que le pudo haber pasado.
—Como prefiera. —Bible inclinó la cabeza en aceptación.
—Supongo que deberíamos avisarle a Jumpol sobre esto —Bright llamó la atención de ambos—. Sé que ha estado en un infierno de mierda en los últimos meses y que probablemente no pueda prestarnos demasiada ayuda, pero creo que apreciaría el estar informado de lo que planeamos, todo esto se ha vuelto algo personal para él.
—Hablando de Off, estuve hablando con él la pasada noche —Mile informó.
—¿Sucedió algo nuevo?
—Algo así, me dijo que su compañero está en cinta.
—Bueno, mierda. —Bright hizo una mueca—. Sé que un cachorro es una buena noticia, pero que sucediera justo en este momento es un poco...
—Lo sé. —Mile comprendía a lo que se refería—. Off está feliz por tener un cachorro, pero también está muy preocupado, teme que su tío o cualquier persona del bando enemigo se entere y lo hagan su principal objetivo.
—No es de extrañar.
—Estuvo planteándose la posibilidad de sacar a Gun de la ciudad, más bien del país, pero este se negó, al parecer la Luna Jumpol no está dispuesto a dejar a su compañero solo en un momento de crisis como este.
Bright no pudo evitar la sonrisa que tiró de sus labios al escuchar eso último. —¿A quién será que me recuerda ese comportamiento? —Canturreó burlón. Mile le blanqueó los ojos.
—Mis chicos lo llevan en la sangre.
—Oh, ellos definitivamente lo hacen. A veces desearía poder amarrarlos —Bible gruñó.
—Si aprecias tus bolas, no lo intentaría. —Bible hizo una mueca de dolor ante las palabras de su líder.
—Te juro que tienen algo con patear la entrepierna de todos —el beta contestó con un estremecimiento—. De todas formas, volviendo a lo del alfa Jumpol, ¿cree que necesite algo de apoyo extra? Tal vez traerlo a alguna de las manadas, aquí definitivamente ha estado más tranquilo que en Bangkok.
—Se lo ofrecí, pero Gun está empeñado con mantenerse junto a Off en todo momento.
—¿Creen que ser así sea algo de las Lunas de manada? —Bright preguntó al aire, Fiat bufó desde su lugar.
—Por supuesto, Bright, no serían Lunas de manada sin carácter —dijo—. Aunque Gulf no es ninguna Luna y es igual —puntualizó.
—Pero tiene sangre Kanawut —Mile y Bible contestaron a la vez. Ambos hermanos Vachirawit rieron.
—Gulf es un caso aparte. —Bright asintió de acuerdo, una divertida sonrisa tirando de sus comisuras.
Win sonrió hacia Vachirawit cuando salió del gimnasio y lo encontró recostado en su camioneta esperándole. El Alfa se veía caliente, su pose despreocupada, la forma en que la brisa alborotaba levemente su oscuro cabello y la sonrisa en sus labios, hacia casi imposible el pasar junto a él y no tener el deseo de lanzarle un par de miradas. Por supuesto, no es como que Win fuera a admitir algo de eso en voz alta, al menos no en un futuro cercano. Aún no estaba listo para eso.
No importa lo caliente que se sintiera su conejo y lo mucho que deseara arrastrarlo a alguna habitación y hacer su travieso camino en él. Win rodó los ojos, su conejo siempre estaba caliente, si fuera por él, se la pasaría follando durante horas todos los días, eso era una de las desventajas de ser esa clase de cambiaforma, eso era la única herencia que realmente hubiera deseado no tener de su contraparte animal.
—Hey, no solo te quedes ahí mirándolo y babeando el pavimento. —Gulf apareció junto a él, codeándolo levemente y moviéndole las cejas—. Ve junto a él, no le hagas esperar.
Win entrecerró los ojos hacía el omega menor, más este solo se rio divertido y comenzó a avanzar hacia los alfas, gritando el nombre de su hermano animadamente. Solo entonces Win se dio cuenta que Bright reía de algo que Mew le decía, había estado tan concentrado en Vachirawit que ni siquiera había notado a su hermano parado junto a este.
Bright giró la cabeza en su dirección y su sonrisa pareció volverse imposiblemente más resplandeciente. Win finalmente comenzó a caminar hasta él, parando cuando estuvo solo a unos pasos y le devolvió la sonrisa.
—Hola, lindura —Bright saludó jocoso, Win gruñó.
—No soy ninguna lindura. —Entrecerró los ojos amenazadoramente—. No vuelvas a decirme así.
—Como digas, lindura.
Win resopló, fulminando a Mew y Gulf cuando estos comenzaron a carcajearse ante la provocación del alfa. Win se sentía halagado de que Bright pensara que era lindo, pero él no estaba aceptando que le llamara así, eso era un poco, demasiado, empalagoso para él.
—Oh, estoy teniendo dulces recuerdos justo ahora —Mew dijo, dándole una más que amorosa mirada a su pareja—. Sé de alguien a quien tampoco le gustaba que le llamara con motes cariñosos.
—No es que no me gustaran los motes cariñosos, es que el que me diste me hacía sentir en conflicto —Gulf se defendió, sonriendo cuando Mew se inclinó y dejó un beso en su mejilla mientras murmuraba un "lo que digas, dulce".
—Entonces, con Bright estuvimos hablando de pasar a comer algo, ¿qué dicen?
—Solo si puedo tener un poco de carne hoy, y uh, tal vez un baño antes de ir. —Gulf hizo una mueca, Win se sentía igual al respecto.
—Hum, entonces, ¿qué les parece si mejor compramos algo de comida para llevar y cenamos los cuatro juntos en el patio trasero? Parece que esta será una linda noche —Mew propuso.
—Es una gran idea, ¿qué piensan chicos?
—Por mi no hay problema. —Bright se encogió despreocupadamente de hombros—. ¿Win?
—Supongo que también estoy dentro.
—¡Excelente! —Gulf aplaudió y comenzó a tirar de Mew hacia su auto—. ¡No reuniremos en el restaurante del centro! ¡Vayan con cuidado! —Y ambos subieron al auto y se marcharon sin que Win pudiera decir nada acerca de ello.
—¿Vamos? —Bright le abrió la puerta del copiloto.
—Vamos.
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La cena fue bastante agradable y divertida, Win notó que se sentía cada vez más relajado junto al león, todavía había cierta cautela, pero al menos ya no tenía el impulso de correr a las colinas lejos de él cada vez que lo tocaba, bueno, por lo menos el impulso ya no era tan fuerte como para no poder controlarlo.
Además, Bright era muy cuidadoso y mantenía la cercanía y los toques al mínimo, lo que facilitaba las cosas aún más.
Era fácil ver la clase de alfa y persona que Vachirawit era, y a Win le gustaba cada vez más lo que iba descubriendo con el pasar de los días. Había notado que no le tenía miedo a su forma de león, al contrario, extrañamente tanto Win como su conejo se sentían muchísimos más cómodos con el animal que con la misma parte humana.
Tal vez porque Win sabía que todo a lo que el animal aspiraría sería a descansar en su regazo y que le rascara alguna parte del cuerpo, en cambio la parte humana... Win no iría ahí ahora.
—Sería grandioso si pudiéramos poner una pequeña estufa aquí en la mesa y asar un poco de carne. —Gulf suspiró, tomando un trago de su soda—. Es una lástima que Win no pueda soportarlo.
—Lo siento, sabes que no es que me moleste en sí o que no quiera, pero realmente no puedo soportar el olor. —Win le miró culpable.
—Está bien, phi, no te estaba reprochando, solo lo decía porque pensé que podría ser divertido. —Gulf desestimó con un ademán de manos.
—Entonces es cierto que no puedes soportar el olor de la carne cruda. —Bright sonrió—. ¿Por qué crees que sea?
—Es algo que hemos tratado de averiguar por años, pero nunca hemos encontrado una razón en particular, Win simplemente no puede tolerarlo —Mew respondió por él.
—¿Es así?
—Lo es —Win confirmó—. Llegué a pensar que era algo de mi parte animal, pero desde que ni Mew, ni mis padres o cualquier cambiaformas conejo que he conocido tiene el mismo problema, simplemente deduje que era algo mío.
—Bien, me aseguraré de tener cuidado con eso en un futuro —Vachirawit dijo y por alguna estúpida razón, Win sintió que su cara se calentaba.
¿Qué infiernos le pasaba? ¿Acaso había vuelto a sus días de adolescencia, sonrojándose por todo? Aunque pensándolo bien, ni siquiera de adolescente Win había actuado así. Uh, Win tendría que tratar más duro de dejar de hacer un tonto de él.
Gracias a la diosa, la charla cambió de dirección y se centró en un caso que Mew estaba tratando, algo sobre una mujer que le había cortado el pene a su pareja por una supuesta infidelidad. Win hizo una mueca ante eso, sus muslos apretándose inconscientemente, eso debió ser un infierno de dolor.
En algún momento, Gulf comenzó a bromear con Mew de que tuviera cuidado con que se enterara de alguna aventura "extramarital", porque en caso de, tendría el mismo destino que el desdichado hombre, cuando Bright se puso abruptamente de pie.
—¿Sucede algo, Vachirawit? —Mew preguntó, mirando con cautela hacia el mismo lugar donde el león lo hacía, a la vez que comenzaba a ponerse de pie.
Bright no respondió, solo soltó un bajo y amenazante gruñido antes de comenzar a correr en dirección al bosque, cambiando justo cuando se perdió entre los árboles. Ellos no tuvieron tiempo de ver o hacer mucho más cuando Mew comenzó a arrastrarlos al interior de la casa, bajo las incesantes protestas de Gulf.
—Pero no podemos dejar a Bright solo, Mew—Gulf discutió cuando Mew impidió que fuera tras el alfa, diciéndole que debía quedarse en casa—. No sabemos quién pueda estar ahí o si estén armados.
—Y justo por eso, no te estoy dejando ir a ninguna parte fuera de aquí —Mew respondió, ignorando el gruñido de Gulf mientras se acercaba a una de las estanterías y sacaba una pistola y un par de cargadores que Win no tenía ni idea de que estaban ahí, para ponerlos en sus bolsillos—. Gulf por favor, no discutas conmigo, necesito que te quedes aquí con Win, ¿sí? Por favor, dulce.
—Está bien —Gulf aceptó a regañadientes—. Pero tendremos una sería conversación cuando vuelvas, sabes que odio esto.
—Gracias. —Mew besó la frente de Gulf y lanzando una mirada en su dirección, salió de la casa y corrió hacia el bosque.
Win se sentó en el sofá, mirando ansiosamente hacia las puertas corredizas, estaba preocupado por Bright, el alfa se había lanzado a perseguir quien sabe qué o quién sin esperar por apoyo o preocuparse de que, como dijo Gulf, podría ser alguien armado.
Él se estrujó las manos, queriendo, al igual que Gulf, salir allí y ayudarle de alguna forma; comenzando a estresarse y ponerse cada vez más ansioso con el pasar de los minutos, aún más por el constante pasear de Gulf frente al sofá.
—Estúpido Mew, sabe cuánto odio que me deje atrás. —El omega menor refunfuñaba una y otra vez por lo bajo. Win se encogió entre sus hombros, sintiéndose culpable.
—Lo lamento, Gulf, es mi culpa que tengas que quedarte —dijo, llamando la atención del menor, quien detuvo su pasear.
—Eh, no digas eso, Win, estoy seguro de que Mew me hubiera querido dejar atrás incluso si no estuvieras aquí.
Eso no hacía que Win se sintiera mejor, más asintió, ocultando la mueca involuntaria que se formó en su rostro. Tal vez Gulf tenía razón y Mew querría dejarlo seguro en casa, no obstante, sabía que el omega lo habría mandado a la mierda y hubiera salido tras Bright en cuanto este corrió al bosque, era obvio que la única razón por la que seguía encerrado en la casa, era él.
Win estaba cansado de ser siempre el eslabón débil, harto de que todo el mundo se viera obstaculizado por tener que cuidar su trasero todo el tiempo, infiernos, Win quería saltar a la lucha junto a los demás cuando se veían en peligro, odiaba el congelarse y encogerse aterrorizado todo el tiempo.
Él había estado trabajando duro en su entrenamiento justo para eso y sin embargo, no había sido capaz de aplicar una mierda de todo lo que Gulf le había enseñado, siempre alguien tenía que saltar a su rescate.
Win admiraba la ferocidad de Gulf, independientemente de su especie, sabía que el menor no dudaría en saltar a la ayuda de quien le necesitara, no importaba lo que peligroso que eso pudiera resultar, ni a quien tuviera que enfrentarse, Gulf estaría determinado a patearle el trasero, ni siquiera le importaría su estatus.
En ocasiones como esta, Win sentía que hacía al omega perder su tiempo en entrenarlo, y Gulf era un infierno de entrenador. El menor había dejado de ser suave con él después del primer mes, él lo había trabajado duro, Win ni siquiera podía contar las veces en que su trasero o espalda terminaron contra el suelo.
Con el tiempo, Win pudo adaptarse a ello y había llegado a ser bastante bueno, en palabras del propio Gulf, con todo lo que ahora sabía, podía ser perfectamente capaz de patear el culo de cualquiera.
"Si tan solo pudiera empujar mi miedo lo suficiente como para poder poner en práctica mi entrenamiento", pensó con pesadez.
— ¿Win? ¿Estás escuchando lo que digo? —Gulf le sacó de sus penumbrosos pensamientos, solo entonces Win se dio cuenta de que se había sentado a su lado.
—No, lo siento, estaba distraído, ¿podrías repetir lo que me dijiste? —Gulf le dio una preocupada mirada.
— ¿Estás bien?
—Sí, solo un poco disperso, no puedo dejar de pensar en si ellos estarán bien y qué podría ser lo que Bright captó.
—Lo sé. —Gulf asintió y luego gruñó—. Si Mew deja que le pase cualquier mierda, voy a patear su culo.
Después de esa declaración, Gulf cambió de tema, según él, porque sería peor si seguían mortificándose pensando en ello. Comenzaron a hablar sobre sus clases de la universidad y las ocurrencias de su amiga Rebecca, quien por cierto le había invitado a una salida para ese fin de semana; por las anécdotas que acababa de escuchar, Win no estaba seguro de querer aceptar.
No fue hasta media hora después, que Mew y un Bright aún en su forma de león, entraron a la casa, Gulf prácticamente saltó encima de Mew comenzando a hacerles un montón de preguntas, no deteniéndose ni un segundo antes de lanzar la siguiente.
—Tranquilo, Gulf, toma un respiro, dulce —Mew tranquilizó, posando sus manos en los hombros del menor.
—¡Pero quiero saber qué sucedió!
—Y lo sabrás, pero tranquilízate antes.
Win ignoró a los otros dos y se acercó al león, acariciando su melena suavemente. —¿Estás bien? —El león movió la cabeza de arriba abajo—. ¿Qué fue lo que viste? ¿Encontraron algo? —Esta vez él negó y señaló hacia el armario con la cabeza, Win asintió, dando un paso atrás—. Te esperaré justo aquí.
Después de abrir el armario para él, Win volvió junto a Mew y Gulf, quienes conversaban por lo bajo can las cabezas casi juntas. Se sentó en el sillón nuevamente y esperó por Vachirawit, quien volvió solo unos cuantos minutos después, ya vestido.
—Tengo que traer algo de ropa, esta es la última muda. —Bright se pasó la mano por el pecho, alisando su camiseta.
—Muy bien, ¿pueden comenzar a explicar lo que sucedió ahora? —Gulf movió los brazos a sus lados con exasperación, Mew rodó los ojos y tiró de él hacia el sofá individual, sentándolo en su regazo. Bright hizo lo mismo, solo que se sentó en el sofá junto a Win.
—Capté un olor extraño cuando estábamos en el patio y luego vi algo de movimiento entre los árboles, por eso corrí en esa dirección, cambie cuando vi unas sombras alejarse rápidamente —Bright explicó—. Fue difícil seguirles el rastro debido a que el viento estaba en contra, con Mew los rastreamos hasta las afueras del bosque, pero cuando llegamos no había señales de ellos.
—¿Creen que pudieron a haber sido dos personas curiosas que se internaron demasiado en el bosque y se asustaron cuando comenzaste a perseguirlos? —Gulf preguntó.
—¿Crees en esa posibilidad? —Bright arqueó las cejas en su dirección.
—Infiernos, no —Gulf bufó—. Sería muy difícil que algo así pasara por como están las cosas.
—Entonces, ¿por qué siquiera lo sugieres?
—Porque aunque sea difícil de creer, es algo que puede pasar. —Gulf entrecerró los ojos, mirando de un hermano a otro.
—Me declaro culpable, aunque nosotros no llegamos a internarnos tan profundo en el bosque —Mew aceptó.
—De todas formas, es imposible que este sea el caso —Bright negó—. Creo que sería bueno si volviéramos a poner un par de guardias en los alrededores, me encargaré de avisarle a Mile del inconveniente y mandaré a alguno de mis hombres más confiables a que se encarguen del trabajo.
—Concuerdo contigo, y no aceptaré ninguna clase de negativas —Mew agregó lo último cuando Gulf abrió la boca para, seguramente, rebatir—. Sabes en la situación que estamos, dulce, este no es momento para dar ninguna cabida al enemigo para que pueda golpearnos, solo por testarudez.
—No estaba tratando de discutir contigo, puedo ser terco, pero incluso yo sé que este no es momento para eso, ¿de verdad crees que contribuiría a que algo como lo de hace unos meses volviera a pasar? —Gulf rodó los ojos, claramente haciendo referencia al secuestro fallido de Mew unos meses antes en el ataque que recibió la manada—. Solo iba a sugerir quedarnos nuevamente en la casona, no quiero correr ningún riesgo otra vez.
Era obvio que aquello había golpeado al omega y Win no le culpaba, tener que ver como tu compañero te deja atrás y prácticamente sacrifica su vida por ti, no es algo que nadie querría vivir dos veces.
Verlo caminar hacia el enemigo sin poder hacer nada más que dar la vuelta y huir cuando era obvio que estos planeaban matarle... Win no estaría actuando diferente al menor.
—Sé que puede ser una buena idea, pero real, realmente no me apetece volver a vivir bajo el mismo techo que tu cuñado, gracias. —Mew hizo una mueca y Gulf blanqueó los ojos.
—Y ahora quién está siendo el testarudo, ¿eh? —Mew solo se encogió de hombros.
—Creo que con la ayuda de Bright estaremos perfectamente bien, iremos allí solo si no hay más remedio.
Win miró a Bright quien ya estaba viendo en su dirección, el alfa le sonrió, tal vez haciendo un vago intento por tranquilizarle. Win asintió, deseando en su interior que toda esa mierda acabara de una vez por todas y finalmente poder tener un verdadero momento de paz.
— ¡¿Qué quieren decir con que los descubrieron?! —Piya rugió hacia sus centinelas—. ¡¿Qué mierda fue lo que les dije antes de ir ahí?!
—No sabemos cómo sucedió, señor —uno de ellos contestó, sus ojos abajo en una señal de sumisión—. Nos aseguramos de mantenernos contra el viento todo el tiempo para que no pudieran captar nuestro olor, nos mantuvimos fuera de vista, incluso cuando los seguíamos tomamos cuidado de mantenernos lo suficientemente lejos como para no parecer sospechosos.
—Eso es cierto, no tenemos idea de cómo Vachirawit pudo darse cuenta de que estábamos ahí —secundó el otro.
Vimuktayon se estrujó el rostro con las manos, cuestionándose seriamente si debía dispararle a los dos ineptos, justo entre las cejas.
—¿Los vieron? ¿Podrá conectarlos con nosotros?
—No creo, pusimos especial cuidado en no dejar ningún tipo de rastro, Vachirawit nunca llegó cerca de nosotros.
—Bien —Piya aceptó, decidiendo que lo dejaría pasar solo por esta ocasión—. Denme su reporte, ¿qué han averiguado hasta ahora? —Uno de ellos se acercó y dejó un sobre en su escritorio, el cual abrió, descubriendo unas fotos dentro.
—Su rutina sigue casi sin ningún cambio, lo único relevante es que Vachirawit ha estado siendo aún más frecuente en casa de los Suppasit y que ha estado pasando bastante tiempo con el omega.
—Por la forma en la que actúa, creemos que lo está pretendiendo —el otro agregó—. Lo pasa a recoger con frecuencia y lo lleva a dar paseos.
Vimuktayon sonrió ante la información que las fotos evidenciaban. Esas eran buenas noticias para él.
—Por lo que, si los atacamos, no solo estaríamos golpeando a la manada de Phakpun, sino que también la de Vachirawit, interesante. —Piya asintió satisfecho para sí mismo, comenzando a planear en su mente su próximo movimiento, esta vez, mataría dos pájaros de un tiro y se aseguraría de que todo saliera perfecto.
Stars_Of_Saturn.
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