Capitulo seis: el arma humana

Lynnia cerró los ojos intentando conciliar el sueño... de verdad necesitaba dormir? Debía intentarlo si eso supondría obtener de nuevo su magia y ayudar a meliodas lo haría... se enfrentaría a los mandamientos... por alguna razón sentía que ya había escuchado ese nombre de alguien más... pero con una voz parecida al capitán, con cansancio dejo sus parpados caer

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Sueño:

Una pequeña niña de no más de doce años caminaba entre los pasillos con la mirada perdida e inexpresiva

Abrió las puertas sin inmutarse, en el centro del salón un hombre de unos diecisiete años alegaba con un hombre mucho mayor

-pero padre!- bramaba

-discúlpenme- hablo la chica entrando al lugar sin mirar a nadie en especial

-allí esta!- exclamo el hombre canoso- el arma está aquí

-ella no es un arma- bramo el joven con rabia

El anciano no hizo más que ignorar al hombre y dirigirle la mirada a la pequeña niña

-el reino vecino nos ha ofrecido una gran cantidad de oro si participas en el guerra-se acercó a la niña- y matas a más de mil hombres sería más que suficiente

-ella no va a hacer tal cosa- bramo con rabia el joven de cabellos rubios

-ha matado a más personas de las que puede recordar, cual diferencia tendría?- sonrió burlón el hombre

El joven rubio bajo la mirada intentando contener el enojo, tomo del brazo a la niña y sin siquiera dirigirle una última mirada al anciano, salió junto con ella

-escúchame- la miro a los ojos-tú no eres una asesina... eres mucho más que eso lynnia

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La joven abrió los ojos de par en par, recordó su pasado, ella era una huérfana que habían llevado ante un hombre desquiciado, que la uso durante años como un arma de pelea, una asesina completa que con sus propias manos acabo con más vidas de las que podía recordar... hasta que el capitán la encontró

-ya llegamos!- escucho tras el- la tierra sagrada de los druidas istar!

Lyn se levantó de un salto

Se encamino con los demás para avanzar dentro de la ciudad

Hasta que tres figuras se hicieron presentes

-ha pasado mucho tiempo- se escuchó que hablo una de las figuras- siete pecados capitales

-quiénes son?- pregunto slayer

-los lideres druidas- aclaro King abrazando su almohada

-los capitanes son, mi hermana zaneli y yo lady jenna!- exclamo una de las mujeres

-estas enanas son las líderes druidas?- inquirió hawk

De la nada una extraña incomodidad se apodero entre zaneli y Elizabeth y lyn se había dado cuenta de ello

-hola zaneli!- dijo meliodas rompiendo el momento incomodo entre ambas chicas- las dos tan pequeñas como siempre

Antes de que meliodas pudiese decir algo zaneli había tomado su mano y la había puesto en su pecho

-meliodas- cerro los ojos con una sonrisa- me alegro mucho de verte otra vez

Elizabeth los miro avergonzada para después quitar la mirada nerviosa, para después meliodas quitar su mano del pecho de la chica

-bueno, entonces, basta con los saludos- dijo rápidamente meliodas- por qué estamos aquí hoy es...

-ya sabemos porque viniste a la tierra sagrada- aseguro jenna

-entonces, meliodas sígueme a la torre de mi derecha- dijo zaneli seria, para después mirar a Elizabeth- y tu igual

-y...yo? Eh sí!- tartamudeo la princesa

Elizabeth y meliodas caminaron hacia el lugar asignados por la líder

-aquí es donde los guerreros druidas se entrenan.- afirmo jenna – la cueva de entrenamiento- camino siendo seguida por los demás- por cierto, ya hay un grupo cerca, aparentemente te conocen

-tal vez sea ban?- pregunto King- o posiblemente gila y jericho

-lamento decepcionarte...- escucharon dentro de la montaña

-tu eres!- exclamaron todos sorprendidos

-hendriksen!

Después de una ligera discusión sobre el caballero sagrado, encontraron a los tres revoltosos (diamore, gilthunder y hauser) para despues jenna curarlo

-oh? Cuando han llegado a istar?-les pregunto slayer a los chicos recostados en el pasto

-dejad la charla para despues!-grito animada jenna- es hora de entrenar!

-la verdad es que no tengo ganas- murmuro molesto King al tener cerca la presencia de hendriksen

-muy bien- sonrió jenna burlona- pero estoy totalmente segura que a los diez mandamientos les da igual tuis ganas o si les viene bien- se escuchó un rechistar- por cierto... tu- señalo a lyn que se mantenía ausente-porque tienes poder demoniaco leve en tu cuerpo

La chica se sorprendió y se mantuvo en silencio, todos los demás presentes voltearon a verle

-no...se a qué te refieres- dijo la chica ida

-no es como si fuese un poder en tu interior, no es tuyo- jenna hizo una pose pensativa- es más... como si hubieses sido víctima de un poder parecido al de meliodas pero mucho más maligno

La pelirroja se mantuvo estática hasta que merlin apoyo a jenna

-como si fuese una maldición reciente?- pregunto la maga

-así es ...

Maldición... esa palabra... la hizo ver algo

Una imagen... no... una escena

-estas dispuesta a tomar su lugar?- la voz sonaba distorsionada pero de ultratumba

-si... estoy lista para que la maldición recaiga en mi- se sorprendió al escuchar su voz

-estas bien?- Arthur la había tomado de los hombros, ya que esta se había tambaleado

-s..Si- la cabeza le palpitaba, se la tomo con una mano intentando apaciguar el dolor- solo me sentí algo mareada

-ten cuidado- dijo Arthur

-bien es hora de entrenar- animo jenna

-Arthur-san- llamo la pelirroja llamando la atención- entrara conmigo a entrenar, necesito recuperar mi magia

-c...claro- tartamudeo el rey-merlin no vienes?

-no tengo buena forma física, así que no tengo oportunidad- comento la maga

-de acuerdo, avanzad- indico jenna – una vez que estéis dentro el entrenamiento comenzara automáticamente

Despues de un rato caminando se encontraron con varios caminos, Arthur se detuvo al ver que la pelirroja no alejaba la mirada de el

-majestad- empezó lyn – me gustaría agradecerle por cuidarme los dos últimos años- sonrió

Arthur la miro unos instantes, la chica le sonreía de manera demasiado dulce ocasionando en él un sonrojo, para despues girar la cabeza

-co..Como sabes que te cuidaba?- inquirió sonrojado

-me daba cuenta de todo lo que pasaba a mi alrededor, siempre me dabas las buenas noches- sonrió para sus adentros, de verdad que gracias, si no fuese por ti y merlin me hubiese rendido en despertar

-n..No digas eso- tartamudeo el rey- es lo menos que podía hacer, tú me salvaste de ese monstruo en el bosque

-no fue nada- negó con la cabeza- además- sonrió de lado con inocencia- si hubiese sabido que no eras meliodas probablemente te hubiese dejado morir

-que sincera- exclamo Arthur con un escalofrío recorriendo su espalda

-a pesar de ello...- la chica miro hacia un extremo- me alegro haberlo salvado

-por cierto...- dijo Arthur llamando la atención de la chica-que fue lo que hiciste para acabar en los pecados capitales?

La pelirroja se paralizo y muriéndose el labio dejo salir una sonrisa

-desde que nací, mis padre me vendieron a un general de un pueblo del sur de liones- explico- aquel hombre me entreno desde pequeña para ser un arma asesina que solo hacia su voluntad, me trataba como un instrumento de guerra que no tenía sentimientos- suspiro- por aquellos momentos yo también lo pensé, pero había alguien que siempre me intento llevar por el buen camino, él era el único hijo del general- la nostalgia rompió su voz- con el paso del tiempo termine por llamarle hermano, hasta que algo horrible ocurrió

Arthur miraba a la chica temblar y por un instante odio haber preguntado

-en aquella guerra, el batallón de mi hermano cayo, a pesar de que era la clave de defensa en mi lugar, preferí dejar a los demás soldados a su propia suerte por mi deseo egoísta de que estuviese bien, pero era tarde, ese día perdí a mi hermano y deje morir a mil hombres por culpa de la tristeza que me daba el perder a mi única familia... ese es mi pecado