capitulo 12
Capitulo doce: tesoro sagrado onyx
-conocio a liz?- hablo sorprendida elizabeth
-si... ella era mi amiga despues de todo...- dijo nostálgicamente
-cómo era?
"lo siento elizabeth, pero el capitán me hizo prometerle si algún día te conocía no podía hacerte recordar"
-era opuesta a ti- sonrió de lado- era del tipo de mujer bastante agresiva, pero tienes su misma determinación
-ya veo...- su mirada se volvió triste- debió de ser una gran mujer, no me extraña que haya sido la pareja del señor meliodas
"oh elizabeth, si supieras" pensó con tristeza la pelirroja
-sabes- llamo la atención de la albina- hay veces en las que me gustaría volver el tiempo atrás...
-en algún momento todos lo hemos pensado-refuto ella- pero en cualquier caso hay que seguir adelante, hasta debería dejar irse en paz al señor meliodas
-no puedes- sonrió de lado- el volverá elizabeth, dale tiempo no está muerto
-pero no tiene pulso!- una lagrima cayo por su mejilla
-yo tampoco y aquí me tienes- se señaló- hubo una vez que el capitán me dijo que no podía morir, sin importar lo que hiciera, el siempre volvería, no creo que esta sea la acepción!
-como estas tan segura?
"lo estoy, porque él me dijo que clase de maldición le fue lanzada, y todo el dolor que ha tenido que soportar por culpa de ello..." pensó con tristeza
-el volverá elizabeth- sonrió- y podremos volver a estar todos juntos, me gustaría vivir con ustedes todas las aventuras que están por venir, créeme que estoy ansiosa por estar a su lado y protegerlos en cualquier momento
-muchas gracias señorita lyn- se secó las lagrima
-no me digas señorita, solo dime lyn- le restó importancia
-no podría- dijo nerviosa
-claro que si- sonrió, pero esa sonrisa no duro mucho, a una distancia considerable sentía una extraña concentración de magia- elizabeth, ahora que sabes que el capitán volverá, tengo que irme
-qué? Adonde?- hablo preocupada la princesa
-debo ir por mi tesoro sagrado, sin él solo seré una carga más para derrotar a los mandamientos
-ya veo...- hablo triste- pero volverá verdad?
-claro que si- camino hacia la puerta de la taberna- nos veremos cuanto menos te lo esperes princesa, te encargo al capitán!
Y sin más se fue
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Lyn se marchó en silencio, iría por su tesoro sagrado y obviamente así podría ayudar de mejor manera a los pecados, así que se encamino... encontrándose con una sorpresa
-Arthur?!!!- pregunto sorprendida al ver al chico
-lyn?!!!
-valla, aun tienes al gatito- sonrió al ver al minino en su cabeza
-si... no se despega de mi- la miro confundido- usted que hace aquí? Según se, sus heridas no pudieron ser curadas por la princesa
-ya estoy al 100%- sonrió de lado
-que hace por aquí?
-bueno- se rasco la nuca- voy por mi tesoro sagrado
-al cementerio?- pregunto confundido
-etto- la chica evito su mirada-mi tesoro sagrado fue enterrado con mi anterior cuerpo
-ya...ya veo- dijo incomodo- puedo acompañarla?
-por supuesto – le sonrió- despues de todo tengo que volver en algún momento con los demás
-por cierto...- Arthur se sonrojo- es verdad que fue discípula del señor meliodas?
La chica sonrió ante aquello, el pequeño gil también le había preguntado lo mismo, pidiendo una pelea que obviamente perdió
-si...- le restó importancia- el me enseño todo lo que se en defensa personal, magia y uso de armas
El chico se veía emocionado, el camino hacia el cementerio resulto ser divertido y de cierto modo, entretenido, Arthur le había pedido a lyn que le contase historias de cuando ella hacia parte de los pecados capitales, como se llevaba con cada uno de sus compañeros y sus grandes aventuras
-mi relación con Diane era de una gran amistad, nos llevábamos muy bien- sonrió- y me imagino que te preguntas como era con merlin- puso pose pensativa- bueno, ella era un poco distante pero siempre se preocupaba por mí y era muy buena dando consejos
-si...-Arthur sonrió- ella siempre ha estado velando por mi seguridad, jamás poder pagar todo lo que ha hecho
-le tienes mucho aprecio... sabes, jamás vi a merlin con tanta confianza en alguien que no fuera el capitán o escanor, esos dos eran inseparables- sonrió recordando aquellos momentos en la que ella misma en compañía de Diane intentaron que salieran juntos
- escanor? Es uno de los pecados verdad?- inquirió
-sí, es el pecado del orgullo, él es un gran hombre, además de que es muy poderoso, me gustaría volver a verlo- se detuvo en una de las tumbas – bien... a por mi querida onyx
-onyx?- pregunto Arthur mirándola de costado como sacaba de su espalda una pala
-ese es el nombre de mi tesoro sagrado, onyx- sonrió- me imagino que te preguntaras que tipo de habilidad me facilita-rio un poco para luego mantener su mirada seria- sabes cuál es mi habilidad mágica verdad?
-si- asintió despacio- su habilidad mágica enlace le permite aumentar el poder de quien quiera
-exactamente, puede resultar fantástico pero su debilidad es obvia
-debilidad? Se refiere a la distancia?
-bueno, si es uno de ellos- tiro la pala hacia el suelo ocasionando un ruido sordo- por mí misma no puedo realizar mi magia si no está mínimo a diez metros de distancia del objetivo, pero lo más evidente es la soledad
-la soledad?- Arthur se mostró completamente confundido
-si voy a una batalla sola, a quien podría darle fuerzas para que me apoye si no hay nadie?- pregunto la chica empezando a cavar
-buen punto- analizo con detenimiento recogiendo una pala cerca de él y ayudándola a cavar- si no estás con alguien en la batalla tu poder mágico no sirve de nada
-por esa razón mi tesoro sagrado es onyx- sonrió, mientras que la pala tocaba algo duro en la tierra, ya Casi- a pesar de ello, siempre me entrene en combate cuerpo a cuerpo para no mostrarme vulnerable ante esa posibilidad- sonrió un poco- me imagino que te preguntaras que tanto? Bueno... se puede decir que puedo chocar puños con el capitán y quien sabe, tal vez hasta podría empatar
En menos de un segundo el ataúd se mostraba ante ellos dejándolos expectantes y un poco sombríos
Lyn abrió el cajo con la mirada en negro, al abrirlo contuvieron el aliento, su anterior cuerpo se encontraba en huesos, dejándola con una sensación de vacío
"es cierto, se supone que morí hace doce años, y a pesar de que estoy aquí, es obvio que mi humanidad está aquí, bajo tierra separada de mi por razones que ni yo misma conozco"
En las manos esqueléticas se encontraban una especie de daga plateada siendo atada por lo que parecía una cadena delgada a una aguja de igual tamaño a la daga, de color dorado brillante
-onyx es capaz de permitirme ejercer mi magia en mi misma- sonrió al ver la perplejidad en el rostro de Arthur- y no solo eso- alzo la daga de plata- con su ayuda, puedo neutralizar y debilitar el enemigo, conoces la habilidad de ban? Pues... con ayuda de onyx es algo parecido pero... no tiene limite
-me quiere decir que la habilidad mágica del señor ban es...- hablo impresionado
-no es más que una vil copia de mi poder sumado a mi tesoro sagrado, ese zorro con solo ver mi habilidad en una batalla intento robarlo...- una mueca de desagrado se instaló en su rostro- arrebato, así lo hace llamar ahora, pero a diferencia mía, ban tiene un límite al que atenerse, despues de realizar su habilidad queda exhausto, por otro lado, yo no me veo afectada en lo más mínimo...- sonrió de lado- se puede decir que es como si fuese una parte de mí, como si el usar mi habilidad consistiera en una simple tarea como lo es respirar
-entonces...- hablo asombrado- usted puede ayudarnos a acabar con los mandamientos
La chica cerró el ataúd y con una mirada de nostalgia empezó a enterrarlo de nuevo
-debo encontrar a los demás cuanto antes, por ahora no tenemos la ayuda de meliodas, pero ahora que estoy recuperada completamente y mi magia está en su normalidad sumándolo con mi tesoro sagrado, me hare cargo de esos demonios... es hora de irnos, me acompañaras?
-si, por ahora debe seguirme- hablo sombrío- debo terminar algo
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