capitulo 11


Capitulo once: un pasado olvidado: Lyn y zeldris

Ha pasado un mes desde el asesinato de meliodas de los ahora ocho pecados capitales, habían muchos con la fuerza, fortaleza y voluntad para oponerse a la tribu de los demonios, pero ante los diez mandamientos era poco lo que podían hacer...al pasar de los días gradualmente se reducían el número de aquellos que podían hacer algo y una onda de oscuridad erosionaba el poder de Britania

Con el terror de los diez mandamientos que arrojaba una sombra sobre toda la gente de la tierra... un acto específico comenzó a hacerse frecuente entre ellos

Las tribu demonio fueron conocidos por deleitarse con las almas... los diez mandamientos se deleitaban con las almas más fuertes. Algunos lo hacían para proteger a sus propias familias, otros lo hacían por adoración a los diez mandamientos

Todo era un caos

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-cómo te llamas?- volvió a preguntar la pelirroja

-solo cállate y sigue caminando –gruño el pelinegro que iba unos metros por delante

-me repites que es lo que se supone que debemos hacer?- pregunto con angustia, ya habían caminado por varias horas

El muchacho suspiro pesadamente

-me dijiste que llegaste aquí porque el sello se estabilizo verdad?- la chica simplemente asintió- eso quiere decir que hay una abertura, es el estallido de magia que sientes, si vamos allí, por medio de esa grieta podremos salir

-entiendo entiendo...- la chica sonrió con inocencia- es por eso que no me has matado verdad? Tú no puedes sentir en qué dirección es esa magia

-así es- rugió el chico- en pocas palabras te mantendré con vida hasta que me guíes

-valla que honor...- sonó sarcástica- es obvio que estamos de un extremo a otro...- murmuro- vamos a tardar mínimo un año en llegar-sonrió- entonces estaremos mucho tiempo junto soy lynnia, puedes llamarme lyn

El chico chisto y con los ojos llenos de llamas la hablo

-no te llamare por ningún apodo-soltó con neutralidad

-ya veo...- la chica soltó una risita que lo dejo desconcertado- no quieres decirme tu nombre porque no quieres que te ponga un apodo verdad? No te preocupes si no quieres que lo haga, no lo hare, pero dime tu nombre siiii????

El chico suspiro al escucharla una y otra vez pedírselo, a la media hora de parlotear se dio por vencido, si tan solo pudiese matarla

-si te digo mi nombre dejaras de molestar?- lyn asintió- zeldris... ese es mi nombre

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Lyn se levantó agitada, desde que había visto a los mandamientos, los recuerdos habían empezado a llegar, y eso la trastornaba

Al caminar hacia la habitación continua noto que elizabeth se encontraba llorando sobre el cuerpo inerte de meliodas, dolía verla tan devastada, y pensar que todo aquel sufrimiento era su culpa

-s...señorita lyn! Ha despertado- hablo con felicidad

- si...

-su herida ya está completamente sana, lamento no haber podido hacer mucho por usted- se lamento

-no se preocupe...- asintió

Despues de encontrarla lyn se había desmayado sobre el cuerpo inerte de meliodas, elizabeth intento curarla innumerables veces pero no pudo, su herida curaba a la lentitud de un humano corriente, merlin supuso que era parte de la maldición que ella aun no sabía porque tenía, ni siquiera elizabeth podía hacer algo en contra de ello, los demás pecados había ido a idear una estrategia para acabar con los mandamientos, lyn por otra parte ir culpa de su tardía recuperación decidió quedarse y hacerle compañía a elizabeth

-podrías, dejarme a solas con él?- pregunto la pelirroja con la mirada vacía

-s..Si por supuesto- la princesa dejo el cuarto con la mirada baja

Lyn observo el cuerpo inerte del capitán, acaricio sus rubios cabellos y con una sonrisa triste hablo

-meliodas...- suspiro- al fin recupere gran parte de mi memoria- no le había dicho a nadie, pero no podía guardárselo más- sabes donde estuve aquellos años?-sonrió con nostalgia- cuando intente neutralizar la magia del sello mi alma fue succionada allí, aquel pulso de magia despertó a un demonio- rio un poco- conoces a zeldris no? Despues de todo es tu hermano, al principio no nos llevábamos bien... en aquel lugar un año aquí es un mes allá, pero ese tiempo fue suficiente para sentirme atraída hacia el- una lagrima silenciosa cayo por su mejilla- hubo un momento en la que pensé que podríamos ser felices los dos juntos, pero... no recuerdo que fue lo que paso despues!- sollozo- es lo único que no recuerdo, no sé porque estoy aquí, no sé cuando llegue a este mundo y no sé cómo calmar el odio que parece yo sembré en el corazón de tu hermano... sé que fue mi culpa lo que te paso.... Yo

Las imágenes volvieron a su mente

-entonces... cuando volvamos que harás?- pregunto la pelirroja con una sonrisa

-quién sabe?- arrojo zendris de forma pausada

-te vengaras de meliodas?- la pregunta le daba miedo pronunciarla

-eso no te interesa- volvió a ser el mismo frio y neutral de siempre

-y... no te importa nada más que eso?

-si...- la miro a los ojos y por un instante la frialdad se dispersó- tú

La pelirroja se ruborizo y con una sonrisa tierna giro el rostro

-zendris...- llamo su atención - prométeme que jamás le harás daño a meliodas y yo.... A cambio jamás dejare de estar a tu lado

-yo...no- tartamudeo impactado por la mirada que la pelirroja le mandaba

-lo harías por mí?-tomo su mano sin dejar de mirarlo a los ojos

Zeldris la vio sorprendido para despues ablandar la mirada y sonreír, el corazón de la chica dio un vuelco al ver esa sonrisa, poco a poco estaba viendo una parte de él que le gustaba mucho mas

-está bien...- susurro el chico- para sellar la promesa como lo finalizan los humanos?

"de verdad piensa dejar su venganza a un lado solo por mí?" pensó la chica sintiendo que la alegría no le cabía en el pecho

-como lo hacéis los demonios?-pregunto interesada

-con sangre- lo dijo tan sombrío que lyn se puso pálida

-sabes, lo hare a mi manera entonces- la chica sonrió- te daré algo que he atesorado por mucho tiempo para pactar la promesa- se sonrojo

-y eso que es?...

Antes que pudiese reaccionar, los labios de la chica impactaron con los suyos, de manera demasiado dulce y tierna, se sentía sorprendido por el acto pero aun así, cerró los ojos disfrutando de la sensación que le otorgaba, su pecho se estrujo, no sabía que era ese sentimiento cálido, pero le agradaba demasiado, más que nunca quiso protegerla y tomarla en sus brazos, y así lo hizo, en un acto protector la rodeo en sus brazos acercándolo más a el

Lyn por otro lado se sorprendió al sentir los brazos del pelinegro rodeándola, sabía que se tenían cariño y se toleraban el uno al otro, pero el hecho de que aceptaba su beso significaba que también correspondía sus sentimientos

-mi primer beso- murmuro sonrojada respondiendo a la última pregunta del demonio

Espero que la viera con burla, pero en cambio, sonrió de manera cálida y amorosa...

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-No recuerdo cuando incumplí la parte de mi promesa y si lo hice, no lo recuerdo- otra lagrima cayo impactando en la mejilla de meliodas- ahora me odia, y no dejo de sentir este dolor en el pecho... - se estrujo el pecho- que es esto que siento?

La chica cansada de llorar camino hacia la salida

-necesito que me ayudes... te necesito ahora conmigo capitán... hermano- pero él no se inmuto, seguía recostado en la cama

Salió del lugar intentando eliminar las lágrimas, necesitaba aire fresco

Pero tropezó con elizabeth

-pasa algo señorita lyn?- pregunto preocupada

-elizabeth... que es ese sentimiento en el pecho que se siente cuando ves a alguien?- pregunto- y ese dolor en el alma cuando su mirada de odio va a ti? Que a pesar de que mi corazón no lata, sienta una extraña calidez, o que a pesar de no respirar me falte el aire cada vez que escucho su nombre?

-bueno...- hablo sorprendida la princesa- lo que sientes... es amor

-enamorada?- pregunto entrecortadamente lyn

-si... amas a esa persona, de cierta manera, es como cuando veo a el señor meliodas...

" ya veo... amo... a zeldris a pesar de todo lo que ha hecho...lo amo"

-por cierto...- hablo elizabeth cambiando de tema al ver a lyn tan nostálgica- como conociste al señor meliodas?

-hash- rio un poco- fue hace mucho

-dice que tiene orden de muerte- pregunto meliodas con tono sombrío

-así es-hablo el soldado- está allí por traición, abandono a un batallón completo, pero es un demonio completo, asesino a más de dos mil hombres con solo sus manos...

-con solo sus manos?- añadió interesado el rubio

-si- el soldado sintió un escalofrió- entre eso veinte caballeros sagrados

-con sus manos?- volvió a preguntar obteniendo un asentimiento de parte del soldado- interesante

-aquí es- mostro una celda- tenga cuidado, es sumamente peligrosa, muchos no se atreven ni a darle de comer

-abra la puerta- el hombre obedeció- tal vez es así de peligrosa, porque ustedes la tratan así

Al entrar al lugar, en la mitad de la celda, la pequeña chica se encontraba atada con más de diez cadenas, sería difícil que pudiese moverse al menos un poco, una tortura completa

-hola!- saludo meliodas captando la atención de la chica, quien lo miraba curiosa- me dijeron que acabaste con muchos soldados con solo tus manos

La pelirroja dio una pequeña risita

-viniste a recalcarme mis pecados?- lo miro a los ojos- estoy consciente de lo que he hecho, puedes cortarme las manos que han matado a tantos si eso es lo que quieres

-no hace nada de eso- se defendió meliodas- es solo que quería charlar contigo

-charlar con una criminal?- rio un poco

-no- la miro fijamente- charlar con una niña confundida, víctima de la guerra, es obvio que tú también perdiste a seres queridos o no?

En la mente de la niña las imágenes se condensaron, ella había encontrado a su hermano casi muerto... el murió en sus manos, por eso estaba allí, por una decisión que tomo, por elegir a su hermano moribundo que a un millón de soldados próximos a una muerte segura sin ella

-mi hermano murió ese día- susurro, y entonces pudo ver a meliodas fijamente, y se sorprendió, para despues dar una pequeña sonrisa- era igual a ti pero mucho más alto

-te recuerdo a tu hermano?

-si-susurro- que quieres de mí?

-de ti?- rio un poco- solo quiero sacarte de aquí, esta eso mal, vienes conmigo o qué?

-crees que le creeré así como así – lo miro desafiante

-es tu problema el creerme o no, pero no tienes opción- inquirió pensativo- es quedarte aquí lamentándote, o salir conmigo y espiar tus pecados

La chica se mantuvo callada con la mirada en la nada, sabía que hacer pero aun así se preguntaba si era lo correcto

-por cierto...- sonrió cálidamente- cuál es tu nombre?

-soy... lynnia

-lynnia... que complicado, te llamare lyn- la chica se quedó sin aire, le había dicho así?

Jamás había sido llamada de ese modo, en cierto modo nadie excepto su hermano la llamaba por lynnia y este hombre de la nada se tomaba aquellas confianzas, sonrió sin evitarlo

-bien... iré contigo

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-el capitán me cuido y saco de aquel lugar cuando solo tenía doce años- sonrió para sí misma- me enseño a luchar y las propiedades de la magia, soy lo que soy gracias a él, también me mostro que podía sentir tristeza, alegría y otros sentimientos, me enseño que no era una mera arma

Elizabeth sonrió, de verdad que meliodas era alguien preciado para lyn

-entonces, estuviste con el señor meliodas antes que los demás?- pregunto de nuevo la albina

-así es, yo estuve con él desde que empezó a ser caballero en dannaford- suspiro y miro de reojo a elizabeth- yo conocí a liz 

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