Relato.

ㅡYa eres parte de esta familia. No debes de temer de nosotros.

ㅡMuchas gracias por abrirme las puertas. ㅡdio una pequeña reverenciaㅡ. Gracias.. Décimo Vongola.

Tsuna se tapo el rostro por pena.

ㅡN.. no hay de qué (t/n)-chan. S-somos tus amigos y nos cubriremos las espaldas.

ㅡ¡Claro! ㅡcontesto con los puños en alto.

ㅡ(T/n) no es por ser entrometido en su pasado pero.. ¿que fue exactamente lo que causo la destrucción de su aldea? ㅡpregunto con interés el arcobaleno, nadie de allí podría negar que la curiosidad les carcomia, así que nadie opino encontra.

Les dedico una media sonrisa.

ㅡMe suponía que un bebé curioso como usted no se iba a quedar callado hasta saber la verdad. ㅡmusitaba con diversión, reborn solo le devolvió la sonrisaㅡ. Esta bien. Ustedes aún en el poco tiempo son mis amigos, y como tal. No tiene nada de mal en que quieran saber un poco más sobre mi.

Se aclaro la garganta lista para empezar a narrar el relato.


Mi familia, como ustedes habrán escuchado. Vivía en paz y armonía, eramos una aldea de luchadores; ¿a que me refiere? nuestra aldea hacia competencia de Karate, taekwondo junto con otras aldeas que se encontraba a unos kilómetros. Competimos entre nosotros y nos divertia hacerlo, ninguno utilizaba las técnicas que aprendía para su beneficio, nunca para eso, solo para defender, nunca para matar.
Pero, un día llego a mi aldea un pequeño niño de cabellos blancos, sin embargo no venia solo. Traía ¡cientos de soldados!

Sus intenciones en mi hogar se notaban que no eran buenas. Su mirada llena de superioridad hacia los aldeanos de buen corazón era de temer. Él con solo unas palabras y un movimiento de manos, los soldados empezaron a destrozar todo, TODO. Por completo, niños corriendo en busca del regazo de su madre, mascotas tiradas, hombres intentando dar lo mejor de si para sacar de la aldea a esos tipos, casas siendo incendiadas, nuestras pertenencias.. n.. nuestras madre y padre.

Pasaba el tiempo y hombres de mi aldea ya no existían. Habían llegado a su fin.

Vi morir quemados, torturados, mutilados a mis familiares, mis amigos.. mi familia. A esa tierna edad de solo 6 años, vi mi todo pasar por mis ojos. Siendo consumido por el fuego.

En ese momento desperté de mi estado, y vi que me estaba quemado las ropas, di un grito s horrores, tumbandome al piso para apagar el fuego.

Me queme un poco la espalda, pero eso no me impidió moverme y buscar un refugio.

Lastimosamente, estaba escasa de suerte aquel día. Justo por donde yo pasaba e.. ese niño venia riendo con una inocencia.. su mirada angelical poso con mi rostro desmarañado y lleno de polvo y tierra.

Camino a paso rapido hacia mi. Pensé que me haría daño pero.. solo rozo su pálida mano con mi cara, su tacto me desconcerto y de una sola cachetada me mando al piso. Estaba atónita,¿por qué lo hacia?

"Deberías irte. Mis hombres si te ven no tendran piedad de ti. Si no la tuvieron con esos tiernitos bebés no me imagino que harán contigo. Oh, espera. Ya tengo una idea de que haran. "

Río cada vez más estruendosa mente. Perturbandome por completo, hice lo que aunque mis ancestros se sintieran decepcionados, fue lo que me salvo la vida. Huir.

Pase el resto de mi vida entre la maleza y los animales. Mi instinto de supervivencia siempre estaba a disposición.

Unos años después, me tope con una gigantesca casa. De color blanco puro, me era extraño que una casi de esta arquitectura se encontrara varada en este sitio y mi curiosidad salio a flote llevándome a acercarme a esta.

Un olor espectacular me llevo detrás de la casa, dejándome plasmaba al ver sentando con aristocracia a aquel sucio ser que tantos años habia estado buscando.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top