Capitulo Cuarenta y Uno.

-Derek-

—Repiteme porque tu hermano tiene una jodida mansión a las afueras de Beacon Hills.

Scott miró a Tea como si quisiese lanzarse sobre la mesa y arrancarle la cabeza, un sentimiento que extrañamente compartiamos. Tea había estado girando sobre la misma información por horas sin decir nada realmente. Estaba a dos segundos de saltar sobre el tipo y rasgarle la garganta.

—No es una mansion, es solo una casa —aseguró—. Es donde se solia llevar a las droxgeas de la realeza cuando estaban embarazados pero no se ha usado en mucho tiempo.

—¡Pues tu hermano la esta usando para retener a Stiles! —gruñi—. Dime donde jodidos esta esa casa.

—Voy a hacer algo mejor —aseguró—. Los llevaré hasta allí.

Con la unica advertencia de que todos los que fueramos a ir debiamos estar en contacto, desparecimos de la casa, dejando a los bebes a cargo de Allison y Lydia, y apareciendo entre los arboles del bosque. La casa podia verse desde allí y efectivamente, no era muy grande pero aún así parecia tener suficientes habitaciones para parecer un laberinto.

—¿Donde crees que lo tenga? —pregunté, colocandome en cunclillas junto a los demás para que nadie pudiese vernos desde la casa.

—El lugar tiene cinco habitaciones, dos salas de entretenimiento, una cocina y tres baños. —señalo, mirando el lugar con los ojos estrechados—. La unica habitacion que no tiene ventanas es la que esta al fondo de la propiedad, la usaban como deposito. Para llegar allí debemos pasar por una de las salas de entretenimiento y la cocina.

—¿No puedes simplemente aparecernos allí? —pregunto Scott.

Tea sacudio la cabeza—. Como ya dije, antes era usado para traer a las droxgeas embarazadas de la realeza —repitio—. El lugar entero esta protegido con un hechizo irrompible que no permite que nadie aparezca dentro. Era la unica forma de mantener segura a los futuros principes de posibles amenazas externas.

—Okey, estoy comenzando a odiar su magia —masculle—. ¿Como entramos?

—La unica forma de entrar es por la puerta delantera —apuntó—. Este lugar es como una fortaleza, entiendo porque mi hermano la eligio.

—No ayudas mucho —bufé. Mirando el lugar, me pase una mano por el rostro y suspiré—. Vamos a entrar, entonces.

—¿Que? —chilló Isaac—. ¿Estas loco? No podemos simplemente entrar.

—No tengo tiempo para ponerme a preparar un plan, Isaac —gruñi—. Voy a entrar. ¿Vienen conmigo o se quedaran escondidos aquí, mirando?

Antes de que alguno de ellos pudiese contestar, sali del bosque y corrí hacia la puerta principal. Una especie de espada de un extraño metal, igual al que las droxgeas usaban, aparecio en mi mano logrando que sonriera. Al parecer, Tea si estaba de mi lado al menos. El primer demonio fue facil de decapitar pero los otros dos me dieron más trabajo pero al parecer mis betas habían dejado de hurgar en sus ombligos y habían decidido ayudarme.

No nos costo demasiado llegar dentro de la casa finalmente. El lugar estaba un tanto descascarado y destrozado por el tiempo pero aún conservaba bastante bien las habitaciones. No me quede a mirar como era la decoración sino que esquive tantos demonios como pude hasta llegar a la unica habitacion que tenia un tipo en la puerta que parecia estar vigilando. El mismo se lanzo hacia mi en el momento en que me vio y estaba a punto de golpearlo con la espada cuando Tea aparecio corriendo a mi lado y lanzo un recipiente con lo que parecia agua a su rostro.

—¿Que jodidos era eso? —pregunté, viendo al tipo retorcerse por un momento antes de quedarse quieto, humo salia de su rostro.

—Agua bendecida —explico antes de darme un empujon para que me moviera—. ¡Vamos por Stiles, joder!

Corriendo hacia la puerta, empuje la misma con mi hombro varias veces hasta que finalmente cedio. La imagen que encontré dentro me tuvo gruñendo y dejando salir mis uñas al instante. Stiles estaba acostado en la cama, intentando escapar de un tipo que rasgaba su ropa con fuertes tirones.

Lanzandome hacia él, lo quite de encima de mi pareja y lo lance al suelo, clavando mis garras en todos los lugares que alcance hasta que tipo dejo de intentar defenderse. Aún así, el miedo que había visto en el rostro de Stiles logró que siguiera clavando mis uñas en la masa sangrienta a la que lo había reducido.

—¡Derek! —el grito de Stiles, logró que lo dejara para girarme hacia él. El mismo estaba retorciendose en la cama, rasguñando su piel sin cesar como si quisiera arrancarsela.

—¿Stiles? —me puse de pie rapidamente, acercandome a él y alejando sus manos para que dejase de lastimarse—. ¿Que sucede, bebé?

—Gea me dio algo —mascullo moviendose sin cesar—. Dijo que era una especia de viagra. Me duele muchisimo, Derek, ayudame.

Miré a Tea sobre el hombro quien estaba mirando hacia nosotros—. ¿Hay alguna forma de ayudarlo?

—Si Gea le inyecto lo que creo, no. La unica manera es que tenga relaciones lo antes posible o el dolor podria volverlo loco.

—Mierda. —gruñi, tirando de Stiles a mis brazos—. No podemos hacerlo ahora, no es el lugar ni...

—Llevalo a una de las otras habitaciones —dijo Tea—. Me encargare de todo. Tu manada ya tiene la situacion controlada y llamare a mi tribu para que nos ayuden por si algo se presenta.

—¿Que hay de Gea? —levante a Stiles en mis brazos, dispuesto a hacer cualquier cosa para detener su dolor.

—No lo sé pero lo buscaremos —aseguró—. Ve con tu pareja, Derek, ahora.

Asintiendo bruscamente, sali de la habitacion y busque alguna otra que tuviese una cama antes de cerrar la puerta detrás nuestro y colocar a mi pequeña pareja sobre la cama con cuidado.

—Rapido, Derek —jadeo gimiendo en mi oido mientras intentaba frotarse contra mi cuerpo, logrando que me pusiera duro al instante—. Duele demasiado.

—Lo sé, bebé —deje pequeños besos sobre su rostro mientras quitaba los trozos de ropa que habían quedado prendidos de su cuerpo—. Estoy aquí, nene, no dejaré que sufras más.

—Si. —siseo cuando baje mis besos hacia su cuello y por su pecho, mordisqueando sus pezones mientras llegaba a mi bragueta y la desabrochaba rapidamente, deshaciendome de mis jeans—. Derek, más, ahora.

Limpiando mis manos de los restos de sangre en mi camiseta, la deseché sobre mi cabeza y trepe a la cama, besando cada pequeño espacio de piel disponible. Los pequeños lunares de Stiles que tanto amaba llamaron a mis labios mientras movia una de mis manos hacia su dura erección para comenzar a masajearla con lentitud.

—Derek —gruño, aferrandose a mi cabello y tirando de él—. Deja los malditos juegos previos para despues, ¿quieres? Te necesito.

Tirando de sus piernas contra su pecho, me aline contra su agujero con rapidez y empuje dentro con una sola estocada. Stiles tiró la cabeza hacia atrás, soltando un agudo gemido mientras sus piernas se enredaban en mi cintura y sus manos volaban a mi nuca, tirandome hacia abajo para un beso brusco. Senti su dura ereccion frotandose contra mi bajo abdomen cuando comence a moverme contra él, mi propio miembro entrando y saliendo de su cuerpo.

—Derek —susurró contra mis labios—. Más rapido.

Riendo entre dientes, comence a mover mis caderas con más fuerza, hundiendo más profundo mientras mordisqueaba sus labios. Llegando entre nosotros, comence a acariciarlo a la misma velocidad de mis estocadas observando con fascinacion como los hinchados y rojos labios del castaño se abrian en una perfecta O mientras su caliente semilla machaba mi mano. Sus musculos internos apretaron mi propia erección, dos estocadas más bastaron para que me corriera en su interior.

Mirando hacia su rostro, sonreí cuando vi que se había dormido. Pequeños ronquidos escapaban de sus hinchados labios. Escuchando con atención, me concentre en las voces de mi manada para cerciorarme de que tuvieran todo bajo control antes de estirarme en la cama y jalar a Stiles contra mi pecho. Sabia que nadie podia simplemente aparecerse dentro y mi manada estaba afuera vigiliando por lo que no me costo mucho cerrar los ojos un momento para descanzar. Mi mente seguia diciendome que debia levantarme y sacar a Stiles pero era más fuerte que yo.

—¿Derek? —desperte gracias a los pequeños toques sobre la puerta y la voz de Scott del otro lado—. Tea quiere saber si estan listos para que los lleve nuevamente a su casa.

—Si —conteste—. En un momento.

—Bien. —sus pasos se alejaron por el pasillo.

Mirando hacia abajo, sonrei al ver a Stiles aún roncando sobre mi pecho. Subiendo una mano, la hundi en su cabello acariciandolo suavemente hasta que el chico comenzo a retorcerse.

—Stiles, cariño, despierta. —susurré.

—¿Mmm? —se quejo, frunciendo la nariz.

—Despierta, vamos, debemos ir con nuestros bebes. —musité.

Stiles comenzo a revolverse sobre mi suavemente antes de bostezar y parpadear rapidamente, dandome una sonrisa perezosa. El jadeo se me escapo antes de que pudiese detenerlo cuando sus ojos se encontraron con los míos. Fruncio el ceño.

—¿Que sucede?

Abri y cerré la boca varias veces antes de que las palabras escaparan de mis labios—. Tus ojos son grises nuevamente, Stiles. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top