10
La puerta abriéndose de forma estrepitosa iluminó la habitación. Rápidamente Kendall tomó a Mark por el brazo, arrastrándolo fuera, al pasillo. El alivio inundó a la rubia, hasta que unos intensos ojos azules la fulminaron de la peor forma.
- J-Joe -Susurró, a punto de llorar. -, Whitelaw quiso violarme... Él..., él...-
- ¡Silencio! -La interrumpió.
Entró al cuarto, la sentó en la cama y le desató las muñecas, ella rápidamente saltó a abrazarlo, pero Joe retrocedió.
- ¿Qué sucede? ¡¿No me crees?! -Exclamó, molesta.
Una sonrisa retorcida abarcó los labios de Joe.
- Por supuesto que si, lo escuché todo. Por eso no puedo odiarte, no es tu culpa ser ninfómana -Le vio con lástima. -. Pero si me has decepcionado.
Le da un apretón suave en sus hombros, acto seguido salir de la habitación.
- ¡No estoy enferma! ¡A mi me gusta esto! ¡Son todos unos estúpidos! -Gritó. De repente, Natalie entró hecha furia al lugar, propiciándole una cachetada.
- Si te gusta tanto, entonces eres una puta.
(...)
- ¡Eres un imbécil, Whitelaw! ¡Primero intentas quedarte con la chica! ¿Y luego vas a violarla? ¡No somos así!
- ¡Lo sé, Kendall! ¡"Simio no mata simio"! -Citó, desesperado. - ¡Tan sólo escúchenme!
- Te quisiste meter con la chica de otro amigo -Dereck lo empujó. - ¿Quién más puede justificar tu defensa?
El trío estaba a punto de matarse entre ellos, y Mark rezaba porque la chica Natalie entrara a ayudarlo. La puerta se abrió ante ese pensamiento, por lo que casi salta de alegría.
"Casi".
Joe apareció completamente molesto y en busca de respuestas.
- ¿Por qué, Mark? ¿Qué te hizo ella para que quieras cogerla sin su autorización?
Sin contar las vibraciones de la música del piso de abajo, el silencio apareció en el ambiente.
Para Joe aún no habían cosas en claro, pues seguía con un poco de alcohol en el sistema y culpa por besar a su mejor amiga, además de descubrir que su amor platónico es adicto al sexo. La noche que él veía perfecta se estaba arruinando.
- No olvides que sigo siendo un jodido callejero, Harrison -Mark tomó una postura intimidante. -. Iba a castigarla ¿O acaso permitirías que tu novia te ponga cuernos hasta con piedras?
- Esa no es la manera-
- ¿Quieres saber cuál es la manera correcta? ¿Eh?
Quiso atravesar al otro lado de la habitación para ir tras Joe. Kendall intentó detenerlo, pero Mark fue más rápido y le propinó un golpe en la mejilla que lo estampó contra un escritorio. Dereck lo pateó en el estómago, a lo que el castaño tomó su pierna y lo empujó al suelo.
Cuando llegó a Joe, éste lanzó un puñetazo a la cabeza, pero Mark le dobló el brazo tras su espalda, encontrando a Natalie con los ojos llorosos y su cabello despeinado en el marco de la puerta.
- Ella es quien te merece en realidad, idiota. Ella fue quien firmó la carta con la "C" de "Cerebro" por su estúpida serie favorita. Ella es quien te ayudó en tu primera cita a no hacer el ridículo por no traer tus lentes puestos. Ella, ella, ella ¡Te ama! ¡Siempre está ahí para ti!
Harrison comprendió todo ¿Estaba tan ciego?
"Por algo utilizas lentes, pendejo... Ugh, se me está pegando los malos chistes de Mark."
- ¿Nat? ¿Es enserio todo esto?
Ella frunció el ceño para evitar llorar, pero de todas formas las lágrimas desbordaron por sus mejillas coloradas. Sentía que iba a explotar.
- Si... ¡Me gustas! -Exclamó. - Pero ¿Y qué? ¡Eres un bruto! Te protegía de niños, lloré cuando me fui de la ciudad, y al regresar te pusiste más bueno de lo que pensé ¡No esperaba volver a verte!
- Mark, suéltame..., por favor. -Susurró Joe, Mark sonrió.
- Te sugiero que la beses, hará el momento más mágico.
El aire comenzaba a faltarle, seguía reclamando todo lo que se ha guardado en esos años de amistad. Le dolía el pecho, ella era una chica fuerte y con carácter, pero cuando de Joe se trataba, sentía desesperación por besarlo.
Y para Joe, todo lo que él creía sobre el querer revolucionó.
Tomó las mejillas de Natalie, para dar lo que sería su segundo beso en esa descolocada fiesta. La chica intentó separarse, pues aún tenía mucho que gritar, no obstante fue cediendo.
— Admito que el objetivo original de todo esto era Clarisse —Confesó el pelo negro. —. Jamás pensé que en realidad sería yo.
—Natalie sonrió. — Siempre lo has sido, Pinky.
— Y tu quien piensa las tácticas, cerebro —El trío chifló a sus espaldas. —. Vamos a pasar tiempo a solas ¿Qué dices?
— Si —Acepta. Gritando. — ¡Te debo una, Mark!
— ¡Ya vayan a coger!
Una vez que Joe y Natalie se fueron, Kendall habló.
— ¿Cómo es que Mark pudo unir una pareja?
— Soy genial, acéptenlo.
— Aún así, creí que sería buen partido —Declara Dereck, sus amigos bufaron. —. Ya sé que está con la castaña, no me meteré.
— A veces olvido que eres gay. —Confiesa Kendall.
— Aún así tengo mi reputación, imbécil. Ahora ¡Vámonos de aquí! De seguro la mamá de Whitelaw habrá dejado cena en el microondas.
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