Campamento cerca del Monte del Destino

21:00 horas

Era una noche oscura y fría en las inmensas explanadas. No había ningún indicio de animal vivo por la zona, lo único que se podía apreciar de toda esta lúgubre explanada era el inmenso campamento de orcos que se extendían por toda la base de la montaña. Se contaban por cientos... tal vez miles de ellos todo con un propósito en su existencia: cumplir la voluntad del señor supremo.

Cerca de ellos, se veían a un pequeño grupo de jóvenes promesas heróicas camufladas con trajes acordes con el entorno. Remeras y pantalones oscuros, trajes de héroes ligeros y menos resistentes pero perfectos para camuflarse. Melissa, Tooru y Kirishima se acercaban cuidadosamente a los límites del campamento enemigo. Saben que tienen una misión y no pueden fallar, el destino de toda la tierra está en juego.

Se detienen en unos montes para descansar. Todos sueltan un suspiro, llevan recorriendo 3 días seguidos tierras desconocidas y la tensión no ha dejado de bajar.

Tooru suelta un pesado suspiro.

-Esta misión me tiene tensionada, las noches me ponen inquietas como si algo nos estuviera observando constantemente- Saca de su mochila una cantimplora de agua y comienza a beberla- Además también me asusta el cambio que sufrimos. No éramos así, serios, fríos...devastados...

-Es un precio que pagamos por llegar hasta donde estamos, Tooru- Melissa toma la palabra mientras come una barra de cereal- Nuestra clase es la única que obtuvo de regreso sus dones. Somos los únicos que podemos hacer una diferencia y por eso fuimos mandados aquí *suspiro* Espero que el grupo de distracción le esté yendo bien.

-No tienes que preocuparte Melissa- Kirishima tomó la palabra mientras comía cecina- Nuestra clase es fuerte y no se ablandarán ante orcos de barro- come otro bocado- Aunque estoy de acuerdo con Tooru, hemos cambiado. Tuvimos sueños y ambiciones de ser héroes antes de toda esta cosa. Espero poder rescatar a nuestros amigos de las garras de Midoriya.

Nadie dijo una palabra más creando un ambiente pesado.

Al cabo de un rato comenzaron a prepararse para continuar su camino.

-¿Estuvo bien que los acompañe?- Kirishima preguntó con bastante preocupación.

-¿A qué te refieres?- Melissa lo miró con dudas

-Digo que soy uno de los pocos que pueden resistir golpes mientras el resto ataca desde atrás. Y siento que soy un desperdicio estando aquí.

-No te preocupes Kirishima son nuestros amigos de quien hablamos. Es obvio que no van a rendirse sin luchar *levanta el pulgar* Aunque al principio, esta misión parecía hecha solo para suicidas.

-Es verdad, yo también consideré una locura dejar al resto de la clase luchando frente a esa puerta negra para distraer a esos orcos. Por lo menos están resguardados por soldados - Se levanta de su asiento y prepara su mochila para continuar- Vamos no queda mucho.

Tras limpiar la basura, se levantaron y continuaron su marcha sin saber que alguien los observaba en las sombras.

-Sigue tan ingenua como siempre Melissa... Saruman haz que todos mis siervos se movilicen a la puerta negra. Quiero tener una charla privada con nuestros invitados. Sería muy descortés rechazarlos.

Black Gate

Grupo señuelo

10:00 AM

El resto de los estudiantes y militares se encontraban parados frente a esa puerta que desprendía un aura maligna a sus alrededores. Tanto los alumnos como los soldados se sentían abrumados por la presión; no querían estar allí pero por órdenes fueron desplegados con la misión de atraer la atención del enemigo mientras el grupo de infiltración, Melissa, Tooru y Kirishima, se colaba en la torre del líder enemigo con la intención de capturarlo y encerrarlo.

Tokoyami estaba nervioso e inconscientemente activaba su quirk mejorado por Iluvatar. Era una mejora en el dominio y control de su sombra además de proporcionar un aumento en el daño que producía. Pero no fue el único con cambio.

Shoji, Sero y Mina sufrieron cambios en el uso de sus dones. Sero era capaz de cambiar el tipo de cinta que expulsaba. Shoji podía manipular sus brazos y moldearlos a diferentes formas desde mazos hasta armaduras usando las mismas. Mina pudo convertir su cuerpo, como si fuera su don, en un charco de ácido donde le es posible moverse libremente sobre el campo evitando enemigos.

Koji, Jirou y Aoyama obtuvieron una mayor capacidad y expansión de dones. Jirou era capaz de enviar pequeñas o masivas ondas sonoras que ya no dependen de los latidos de tu corazón. Aoyama fue liberado de su dolor de estómago por el uso excesivo de su rayo y Koji mejoró su capacidad de control de animales vivos al punto que podía controlar algunos orcos pero al no tener suficiente poder de voluntad no era capaz de extender su dominio.

Kaminari, Sato, Momo y Uraraka obtuvieron una mayor resistencia contra el retroceso de sus dones. Sato mejoró su procesamiento y absorción de azúcares lo que le permite optimizar y aumentar la fuerza obtenida, además de incrementar la resistencia de sus funciones cognitivas. Momo sufrió un cambio similar ya que ahora el consumo de lípidos a la hora de crear objetos fue reducido. Kaminari y Uraraka, en cambio, mejoraron su resistencia a los contras de sus dones eso se traduce a que ahora pueden aguantar a la hora de pelear, tanto a quedar idiota por usar mucha electricidad como vomitar por superar el peso límite.

Por último, Tsuyu y Ojiro solo obtuvieron en una mejora a sus atributos básicos: mayor potencia en las piernas de rana de Tsuyu como fortalecimiento en la cola de Ojiro para poder pegar mas duro.

Junto a ellos se encontraban 3 batallones de soldados regulares en formación a la espera del enemigo.

Pasaron algunos minutos y la puerta comenzó a abrirse lentamente lo que alertó a los humanos. Una figura misteriosa cruzó las puertas y continuó hasta detenerte a la mitad del camino que los separaba. Su cuerpo estaba cubierto por un manto gris que sólo dejaba a la vista un par de con relucientes botas del mismo color. Entendiendo el mensaje de parlamentar, el líder encargado de la misión se acercó acompañado de 4 soldados

Estando frente a frente, ambas personas comenzaron a dialogar entre sí. Mientras que el resto del grupo miraba a la lejanía, Jirou colocó sus jacks en el suelo para escuchar la charla. Sin embargo lo único que pudo oír fue estática.

-¿Qué mierda?- la cara de incredulidad de la rockera fue clara.

-¿Sucede algo?- Shoji la miraba mientras creaba un par de orejas adicionales.

-Nosé que pasa pero no puedo escuchar nada de su conversación. Pareciera que algo está obstruyendo el sonido.

-¿Eso siquiera es posible?- Shoji parecía sorprendido- Déjame inten...

"No interfieras sucio humano"

Esa voz recorrió los sentidos auditivos de ambos jóvenes, provocándoles miedo. Un miedo que nunca sintieron en sus cortas vidas.

Ese sentimiento fue recorriendo rápidamente por todo su cuerpo haciéndoles caer de rodillas y temblar incesantemente; sus compañeros de clase acudieron a ellos para atenderlos.

-¡Jirou, Shoji ¿Qué sucede?!- fue el grito de Yaoyorozu que al ver a sus amigos sin responder llamó al equipo médico- Necesito un mé...

De pronto un temblor.

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Luego otro.

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Y luego otro.

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Rocas partiéndose.

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El cuerpo de una persona muriendo.

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El suelo abriéndose como si el infierno mismo estuviese partiendo la tierra a la mitad.

-¡¡¡CUBRANSE!!!- fue el grito de un soldado random.

De todo esa confusión salieron 3 gusanos come-tierra emergieron del suelo destrozando todo a su paso. Cuando terminaron su labor volvieron a esconderse bajo el suelo dando paso a una interminable marea de orcos que iban directo a los humanos. En el griterío algunos soldados pudieron recomponerse y tomar posiciones para enfrentarse a un sin fin de enemigos dispuestos dispuestos a no dejar prisioneros.

En ese trance todos los orcos que se acercaban comenzaron a rodearlos dejando de por medio una distancia prudente. En eso el misterioso encapuchado gris se abrió paso entre ellos, arrastrando el cuerpo del general que fue a parlamentar.

-Estúpidos seres inferiores, aquellos que no ven el final otorgado por la infinita piedad de nuestro magnánimo señor- Con una mano lanzó el cuerpo sin vida a los pies de los soldados japoneses- sufrirán el mismo destino que él por suponer que son superiores a nosotros

El miedo de los nipones al ver el cuerpo decapitado de su superior hizo que comenzaran a dejar las armas poco a poco.

-No tiren sus armas, no podemos... debemos cumplir con la misión...- la voz entrecortada de Uraraka, en un vano intento por levantar la moral, se volvió cada vez más pequeña.

-Intenten todo lo que quieran porque mientras ustedes están temblando de miedo su querido grupito secreto en nuestra base está cerca de la muerte.

-¿¿¡¡TE ESTÁS REFIRIENDO A NUESTROS AMIGOS??!!- La voz iracunda de Tokoyami se volvía cada vez más desesperada. Esperando una respuesta el encapuchado miró a los ojos del niño cuervo solo para responder.

-Si.

-¡UAAAAAHHH!- el grito de desesperación, miedo y rabia invadió el cuerpo del joven héroe. Que al no poder resistir tanto estrés desplegó su quirk por todo su cuerpo dejando que Dark Shadow tome el control.

Sin sentido, sin razón, sin estrategia, como si una chispa de esperanza invadiera a cada persona; tomaron las armas y comenzaron a disparar contra aquellos monstruos de barro.

El encapuchado sacó su manto revelando al mago corrompido Saruman. Y con una cara sin emociones levantó su vara hacia sus enemigos, dando la señal de atacar. Sin esperar todos los orcos dieron un feroz grito y cargaron en masa contra los invasores que osaron pisar su territorio.

Una carnicería caería sobre el lugar.

Torre Negra

-Veo que la batalla por su supervivencia comenzó- dijo Midoriya mientras miraba como una bola roja brillante levitaba sobre el suelo- Más vale que ustedes me puedan derrotar antes de que todos sus amiguitos no sean más que sacos de carne- su mirada se clavó en los tres estudiantes infiltrados

Melissa, Tooru y Kirishima estaban en posición de ataque mientras observaban a su objetivo con nervios recorriendo su cuerpo.

-¡Vamos, que esperan!- un aura morada lo rodeó- ¡Si no atacan ustedes, lo haré yo!