Capítulo 7.

Capítulo 7.

En el capítulo anterior...

- Ensseguida sseñor. Aunque quería preguntarle algo.

- Qué días llevo de preguntas llevo... - digo suspirando. - Adelante dígame.

- ¿Tendremos algún apoyo aéreo o marino?

- Déjame revisarlo. - digo mientras reviso la mesa holográfica. - Bueno en caso necesario os enviaremos helicópteros de combate no tripulados y algunos cazas. En el tema marítimo aún estamos un poco verdes dado que solamente tenemos submarinos y aún no sé cuándo crearemos portaaviones, portahelicopteros (Esto existe no me lo invento: es un buque militar destinado al transporte, despegue y aterrizaje de helicópteros.​ Han sido usados como buques de guerra antisubmarina y como buques de asalto anfibio.),  cruceros, destructores y demás vehículos marinos. Tenemos que esperar a los ingenieros latinoamericanos y soviéticos. Por ahora como le he dicho solo tenemos droides acuáticos y submarinos. (En el tema de los submarinos me estoy refiriendo al Martillo de Eva, el submarino que roba Blazcowitz a los nazis en wolfenstein)

- Entiendo. Ahora me marcho y conquistaremoss loss territorioss en nombre de Albium

- Perfecto. Ya nos veremos.

Terminamos la conversación mientras se marcha y yo salgo del despacho a dar una vuelta y comprobar que tal va todo por la base. Veo que los droides B1 son ayudados por los storm troopers para mejorar sus tácticas militares de combate y evitar caer en tácticas. Veo a otros storm troopers entrenando con sables láser gracias a los que supongo que son los inquisidores imperiales de Star Wars. Me parece ver a la segunda hermana enfrentarse a dos storm troopers a la vez. 

Luego me dirigí a la zona de pruebas con caníbales y me llega justamente un aviso para ir hacia allá: Habían encontrado a los próximos candidatos para el programa Guerreros de la plaga y para crear los titanes de distintas facciones. Sinceramente pienso que es mejor los bio titanes tiranidos pero por ahora sería suficiente.

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Fui con rapidez a la zona de prueba con caníbales y llegué en 40 minutos mientras veía a una de las legiones necrones y una de las legiones ADVENT marchar hacia el norte.

Finalmente llego y me recibe un sith trooper junto con un científico con una bata blanca que llevaba el símbolo de Umbrella y me habla éste último:

- Buenos días señor Zhang. Encantado de conocerle soy el doctor Salvador. - dice dándome la mano.

- Buenos días doctor Salvador. - digo mientras le estrecho la mano y sonrío. - Justamente venía para acá cuando recibo su llamada. ¿Qué ocurre?

- Verá mientras realizabamos pruebas con los zombies de la plaga y los otros más "normales" luchando contra caníbales logramos observar como habían dos hombres caníbales que armados con rudimentarias hachas han logrado acabar con varios y la enfermedad no les ha afectado al menos del todo por lo tanto hemos pensado en ellos como posibles candidatos al programa de soldados de la plaga.

- Igualmente son caníbales. - digo serio diciéndole eso mientras observamos donde se encuentran. - No estoy seguro que sea muy buena idea.

- Bueno hemos estado analizándolos psicológica y físicamente. Al parecer fueron capturados por los caníbales para comerlos junto con el resto de su equipo pero llegamos justo a tiempo de que los matasen para comerlos aunque el resto de su equipo no tuvo la misma suerte. De hecho fueron los únicos que no atacaron a las tropas.

- Comprendo. ¿Ya habéis analizado como es que son resistentes a los efectos tóxicos de las enfermedades?

- Sí. Al parecer su ADN es genéticamente resistente a los virus por alguna extraña razón que desconocemos. Creemos  que tienen una especie de retrovirus que le protege de éstos.

- Vaya investigación más laboriosa. - digo sarcástico. - Bueno da igual. Llevadlos a la sala de interrogatorios que voy a hablar con ellos.

- Muy bien señor. Mi sith trooper le acompañará ¿verdad trooper?

- Sí doctor Salvador. - dice con voz monótona.

Terminamos la conversación y nos dirigimos tanto el trooper como yo a la sala de interrogatorios. Este sith trooper iba armado con una espada láser y un blaster láser imperial pesado.

(Imaginadlo más grande de cañón)

Tras 10 minutos llegamos porque la verdad me había perdido y el trooper se había equivocado al llevarme a pesar de que debía de conocerse ya las instalaciones. Entonces entro con éste y me fijo en que el que voy a entrevistar es un hombre de pelo negro y piel asiática con ojos achinados que le hablo:

- Buenos días. 

- ¿Buenos días? ¿¿Dónde estoy?? - dice alterado.

- Por favor cálmese. Está usted en una base militar del país de Albium potencia militar y política de este planeta. ¿Cómo se llama?

- Mi nombre es Isoroku Yamamoto, comandante naval del imperio japonés. - dice orgulloso.

- Me sorprende ver a un héroe de guerra japonés. - digo sorprendido de verdad. - ¿Cómo acabó en esta versión de la Tierra?

- No lo sé la verdad. - dice suspirando. Tras el ataque a Pearl Harbor desaparecí junto con la 1.ª División de Portaaviones del imperio japonés por una extraña tormenta. Y ahora las preguntas: ¿Cómo se llama usted y que eran esas cosas con las que luchaba?

- Supongo que es justo y luego le hago otra pregunta. Mi nombre es Adib Zhang y soy el líder de este país. Las cosas contra las que luchaba eran armas biológicas creadas por mis científicos.

- Perdón con no tratarle con el suficiente respeto señor Zhang. No sabía que usted era el líder de este país. - dice mientras intenta hacer una reverencia. - Pero ¿es chino?

- Soy medio chino. Levántese buen hombre. - digo sonriendo. - Espero que no sea un inconveniente para usted. - digo recordando la rivalidad entre China y Japón.

- No ni mucho menos Zhang san.

- Bien. ¿Cuanta tripulación tienen sus portaaviones? Porque supongo que serán varios.

- Sí:  compuesta por los portaaviones Akagi y Kaga. Son 1.920 personas en ambos y pueden con una capacidad de unas 30 aeronaves.

- Comprendo. Le iba a ofrecer formar parte de mi programa de supersoldados. Pero viendo que usted es un hombre de renombre en la guerra he decidido que pueden llegar a formar parte de mi ejército como general de la Marina.

- Sería una gran oportunidad señor Zhang. Ojalá estuviese aquí mi familia. - dice volviendo a suspirar.

- Lamento que no haya podido verlos o traerlos. - digo sinceramente - Aquí tiene aún así la oportunidad de formar una nueva si quiere. El gobierno se encargará de todo lo que le pueda pasar. Por cierto ¿qué ocurre con sus tropas de los portaaviones y sus cazas? ¿No se han vuelto a comunicar?

- Desde que iniciamos la incursión en este territorio un pequeño grupo de soldados y yo, no.

- Mmm. ¿Sus armas donde están?

- Se quedaron en el momento que la tribu esa de caníbales nos atacaron con una bestia que parecía un dragón occidental y una especie de enorme serpiente. Reaccionamos demasiado tarde. No fue hasta que llegaron sus tropas que logramos "escapar".

- Comprendo. Por cierto: ¿Qué aeronaves hay en sus portaaviones?

- Pues tenemos cazas Nakajima Ki-44,


cazas Kawasaki Ki-45,


cazas Kawasaki Ki-61,

bombarderos Kawasaki Ki-48,


y bombarderos Mitsubishi Ki-51.


- Ya veo. Supongo que no hace preguntar al otro hombre que le encontraron con usted para saber que es algunos de sus soldados. Sin embargo antes necesitamos unas muestras de su sangre y de la de su soldado porque al parecer tienen propiedades importantes. Luego le llevarán al campamento donde le encontraron a recuperar sus armas y luego a sus portaaviones para que pueda traerlos a formar parte de la Marina: por ahora solo tenemos submarinos y ahora que lo pienso tengo que hablar con los ingenieros.

- Muy bien. - mientras lo dice aparece un robot pequeño que le extrae una muestra de sangre bastante grande y luego se marcha a través de la pared. - ¿Qué era eso?

- Un robot médico que le ha extraído sangre. Bueno yo me marcho. Espere aquí mientras viene algunos de mis soldados a recogerle junto con su subordinado. Le darán algo de ropa.

- Bien gracias Zhang San,

- Ya nos veremos.

Terminamos la conversación y me dirigí junto con mi sith trooper fuera de la sala y me quedé observando otra de las jaulas donde se usaban los caníbales y prisioneros como pruebas biológicas contra tiranidos.

Era increíble la velocidad y potencia de ataque de los tiranidos. Poco después vi como el ejemplar era un Mantifex o Tyranicus Ophidius Subterra:
son depredadores voraces, sus garras y cuerpos parecidos a serpientes son impulsados hacia adelante por una voracidad que es notable incluso entre su depredadora raza. La retorcida musculatura les otorga a estas bestias una velocidad terrorífica. Los Mántifexes saltan por encima de los parapetos en un parpadeo, se lanzan a través de los muros y deslizan entre las marismas inundadas de enemigos con una rapidez desconcertante. Sin embargo esa no es la única forma de aproximación de los Mántifex, ni la más temida, ya que, al menos mientras estos horrorosos extraterrestres están cargando hacia su presa en el campo de batalla, el enemigo tiene la oportunidad de ver su perdición.


El Mantifex se lanzó al ataque con una increíble rapidez y habilidad que uno de los suyos solo podría acabar con un ejército medieval en cuestión de minutos seguramente menos.

Los indígenas caníbales a pesar de luchar con valentía con sus lanzas rudimentarias apenas hacían nada y luego las guadañas del Mantifex las partían por la mitad con una facilidad increíble. Tras un corto período de combate vi como el tiranido se alimentaba de los cuerpos de ambos caníbales y los asimilaba.

Luego le pusieron contra un grifo que tenía las alas atadas para evitar que volase en el poco espacio y se dañase que había en la especie de Coliseo que se utilizaba para probar a las armas biológicas contra objetivos como grifos y demás.

El Mantifex se lanzó contra el grifo al igual que éste. El grifo ataca con sus garras intentando hacer mella en la armadura del tiranido mientras este lo golpea con su cola mandandolo a volar contra una de las paredes del Coliseo. Se recupera enseguida y corriendo ataca con su pico hacia la zona que parecía más débil y blanda de la criatura pero luego le corta la cabeza con una de las guadañas apartándose rápidamente haciendo que el grifo tarde unos pocos segundos en caer al suelo y el tiranido vuelve a asimilar el cuerpo.

Entonces por algún extraño motivo decido bajar a la arena del Coliseo y el sith trooper se baja conmigo. Dos soldados de Umbrella tratan de impedirme el paso:

- Señor Zhang no se puede pasar. El activo aún se encuentra en el Coliseo.

- Quiero ver al activo enfrente mía. No me va a hacer nada seguro.

- Pero señor... ackj.

El soldado iba a hablar cuando se empieza a ahogar levemente hasta que le suelto. Y vuelvo a hablarle:

- ¿Qué decía soldado? - pregunto sarcástico.

- Puede usted pasar señor. Lamento haberle impedido pasar.

Tras esta breve interrupción le da a unos botones de la puerta de seguridad la cual se abre con un chasquido como las de laboratorio y entro con el sith trooper. El tiranido se gira en cuanto nota mi presencia y la del sith trooper. Este empieza a olerme todo el cuerpo y me ruge levemente para luego pegarme un gran lametón. Yo me quedo flipando unos minutos al igual que los científicos principales hablando desde la seguridad de la altura y el cristal blindado. Entonces el sith trooper que no termina de creérselo me habla:

- Señor. ¿El tiranido acaba de lamerle?

- Eso parece. Espero que no sea para devorarme.

Entonces el Mantifex agacha su cabeza y empiezo a acariciarle. Su piel es rara: escamosa e hidratada aunque pareciese algo extraña y me volvió a pegar un lameton y se vuelve como un perrito: uno con la capacida de cortar el acero como si fuera mantequilla y de unos 7 metros. Así que lentamente me marcho y el tiranido me sigue. Entonces pregunto por radio:

- ¿Esto es normal en los activos?

- En teoría no debería ser posible pero supongo que ha formado un enlace sináptico con usted.

- Es decir una especie de relación psíquica conmigo ¿no?

- Básicamente sí señor. Lo recomendable sería que se marchase con usted.

- Ehm. Está bien. - digo suspirando. - ¿Por dónde salimos entonces?

- Salgan por la puerta grande del Coliseo.

- Muy bien.

Terminamos la conversación y recibo la llamada desde las comunicaciones por radio de nuevo donde me llama el general necron:

- ¿Qué ocurre general?

- Queríamos informarle de los avances señor.

- ¿Son positivos?

- Sí señor. ¿Seguimos avanzando hasta arriba? Y hemos capturado más criaturas.

- Bien. Sí seguid avanzando ¿Os envío refuerzos?

- No es necesario señor.

Aquí nuevo capítulo gente. Espero que os guste y hasta pronto guapos/as.

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