Capítulo 13.

En el capítulo anterior...

- Ahora que lo pienso: Ayudad en la conquista de Estados Unidos. Os mandaré a vosotros y a vuestras legiones junto con las ya existentes en la invasión. Tened cuidado por las criaturas del territorio. Ya hemos tenido que enterrar a valerosas tropas en otros campos de batalla. Si necesitáis ayuda no dudéis en llamar apoyo. ¿Habéis entendido?

- Sí mi señor. - dice Vader arrodillandose.

- Igualmente señor Zhang. - dice Suzaku Kururugi.

- Bien. Ahora marchaos al aeródromo militar que os recogerá una nave de transporte.

Terminamos la conversación y ambas legiones se marchan camino al aeródromo y me dirijo hasta el hospital por algún extraño motivo pero supongo que mi curiosidad de ver a los que habían aparecido era muy grande. 

Pude ver tropas de distintas facciones hablar entre sí y practicar tiro. Era extraño pero aún así em gustaba. Las tropas de Hydra practicaban con sus blasters dirigidos por el Barón Hydra junto con los storm troopers imperiales dirigidos por Darth Revan. Entonces el primero se dirige hasta mí:

- Buenas señor Zhang.

- Buenas Barón. ¿Qué ocurre?

- Queríamos saber si usted tenía alguna misión para nosotros.

- Déjame pensar. - digo mientras pienso. - Necesito que os marchéis al norte de África y hasta la India. Necesito que ayudéis en el gobierno y en las zonas bajas. He dejado a un par de mis mejores soldados al mando de los países pero algo me dice que no me tengo que fiar. Ahora están empezando con la invasión de España a través del norte de África.

- Muy bien señor. Ahora nos marchamos. Le prometemos que seguiremos sus órdenes y haremos seguir su voluntad.

- Está bien. Ahora me tengo que marchar.

Terminamos la conversación y me dirijo hasta el hospital. Me reciben un par de guardias de seguridad de Umbrella y les pregunto por los que llegaron recientemente a través de la distorsión espacial temporal y me dicen que me marche al segundo piso en la primera había a la derecha de la salida del ascensor. Me dirijo y me subo en el ascensor hasta llegar al segundo piso giro a la derecha y le mando al Mantifex que se quede fuera de la habitación.

Entro y veo que están creando camas de hospitales con máquinas controlando las constantes vitales de los tres sujetos. Aunque parecían bastante jóvenes la pelirroja y el pelicastaño a diferencia del otro.

Entonces la pelirroja despierta y pregunta:

- ¿Dó... Dónde estoy? - dice con una especie de dolor de cabeza.

- Hola muchacha. - digo yo serio. - Bienvenida al hospital general de mi país Albium. ¿Cómo te llamas?

- Mi nom... nombre es Ri... Rias Gremory. ¿Dónde está Albium? - dice confundida.

- En tu mundo no existe seguramente. Aparecisteis a través de una distorsión espacio temporal en mi mundo. ¿Por qué?

- Así que al final el invento de Azazel funcionó... Buscábamos proteger el reino de los seres sobrenaturales como yokai y demás razas del ataque de los ángeles y de los demonios aunque es mi raza...

- Ya decía yo de tu aura. - digo serio. - También por tus alas. - digo riéndome un poco. - ¿Con qué ángeles y demonios?

- S... Sí. ¿Usted que raza es?

- Soy humano. 

- ¿Hu... Humano? - dice confundida. - No conozco esa raza.

- Ya veo. En tu mundo no debemos de existir. - digo reflexionando. - Bueno da igual. ¿Necesitáis apoyo militar?

- S... Sí. Buscamos alguien que nos ayudase pero en nuestro mundo no había nadie. Así que nos marchamos a través de una ruptura espacio temporal para ir a una al azar.

- Ya veo. En cuanto se levanten el resto de tus compañeros hablamos.

Mientras digo esto veo a los otros dos despertando.

---------

En cuanto abren los ojos preguntan lo mismo y ven a Rias despertada le empiezan a preguntar de todo ignorando mi presencia  hasta que se fijan en mí preguntando de todo y entonces hablo yo por fin:

- Cálmense por favor. - digo aumentando la presión de la sala.

Y se callan enseguida. Vuelvo a hablar:

- Por favor preséntense que ya he conocido a la señorita Gremory. ¿Quiénes son ustedes?

- Mi nombre es Azazel. - dice el hombre con alas grises y barba grisácea oscura. - Y soy un ángel caído.

- Y yo soy Issei. - dice el chico con alas una de color blanco y otra de color gris además de pelo castaño. - Y soy el hijo de un ángel.

- Bienvenidos a mi país. Mi nombre es Adib Zhang. Según me ha dicho la señorita Gremory buscáis proteger un reino de los seres sobrenaturales como yokai y demás razas del ataque de los ángeles y de los demonios. Por lo tanto abristeis una brecha espacio temporal y aparecisteis aquí en busca de ayuda.  ¿Me equivoco en algo?

- No parece sorprendido de vernos, señor Zhang. - dice Azazel.

- ¿Por qué? ¿Por ver seres extraños en medio de mi base? Ni mucho menos. Mis tropas están conformadas por distintos seres y poderes extraños. Por ejemplo tengo a mis daemon propios. - digo serio. - Ven aquí Imp.

Una vez lo llamo aparece un Imp del Doom a mi lado a través  de un portal de fuego. Se queda observando a los nuevos y luego le ordeno marcharse de nuevo. Ellos impresionados sobre todo Rias y Azazel. Entonces este me habla:

- Es impresionante. ¿Cómo los controlas?

- Me respetan que es distinto. Me hice su líder además del resto de las tropas que dirijo en este mundo. Una curiosidad que me contaron es que los falsos demonios humanoides los esclavizaron pero fue gracias a mí que se liberaron. ¿Algo que decir señorita Gremory? (No puede decir que él los puede invocar y controlar. Se aprovecharían de él.)

- No sé nada de eso. - dice con la cara agachada. - Cuando nací ya estaban bajo nuestro poder...

- No pasa nada. En fin ¿saben como volver a su mundo? - digo yo serio.

- Eso debería saberlo Azazel. - dice Issei interviniendo por primera vez. - Después de todo es quien nos trajo.

- Claro. Pero tardaré un tiempo. - dice Azazel.

- ¿Cuándo van a atacar el reino? - pregunto serio.

- Según lo que escuché de mi padre dijo que en 5 días. - dice Issei.

- El mío dijo lo mismo. - dice Rias. - Al parecer coinciden en algo nuestros padres por primera vez.

- Eso significa que piensan lo mismo de atacarlos. - digo pensativo. - ¿Por qué siendo hijo de un ángel tienes un ala de caído y otra blanca? - pregunto a Issei.

- Porque empecé a salir con Rias y Dios antes de morir me salvó de caer completamente. Aunque por Rias lo habría hecho.

- Ya veo. Bueno ¿cuánto tardará en crear un portal hasta su mundo? - digo a Azazel.

- Dos o tres días a lo sumo.

- Mis ingenieros le ayudarán. ¿De dónde salieron? Para evitar que mis tropas aplasten a alguno de los suyos.

- ¿Enserio nos va a ayudar? A las afueras de una de las grandes ciudades amuralladas. - pregunta Rias. - ¿Qué quiere a cambio?

- Solo que su reino se anexione a mi país. - digo sincero. - Conservarían su cultura, su sistema de gobierno y sus ciudadanos podrían vivir mejor y más tranquilos. Aquí también viven seres como lamias y sátiros pero sin magia. Aunque siempre estoy dispuesto a acogerles en mi patria en caso de que consideren demasiado peligroso su reino. Claro habrían restricciones.

- ¿Cómo puede ser tan bondadoso pero a la vez su alma sufrir tanto? - pregunta Issei.

- No le interesa señor Issei. - digo serio.

- Ahm ya veo. Y ¿cuáles serían esas restricciones? - dice Issei.

- El uso de la magia estaría restringido obviamente. Y los civiles tendrían que atenerse a las normas comunes de todos los civiles y militares además de que algunos tendrían que unirse al ejército: Para mantener la variedad racial y obtener nuevas habilidades. - digo de nuevo sincero. - ¿Qué dicen?

- Tendré que hablarlo con el consejo en cuanto volvamos pero seguramente acepten. - dice Azazel.

- Bien. Ahora en cuanto termine de recuperarse mis ingenieros les ayudarán. Yo me tengo que marchar si me disculpan. - digo levantándome.

- Está bien señor Zhang. Ya nos veremos. - dice Azazel.

Terminamos la conversación y me marcho de la habitación. Justo cuando salgo con mi Mantifex fuera me llama mi droide y contesto mientra bajo por el ascensor:

- Buenas. ¿Qué ocurre?

- Buenas señor. Quería informarle de  que había invocado nuevas tropas.

- Está bien. ¿Cuáles son estas nuevas? ¿Nos serán útiles?

- Sí señor Zhang: he invocado los mimics y los regents con sus naves.

- Cierto nos serán útiles más adelante. Aseguraos de que no ocurran desgracias. Podemos mandarlos a China para eliminar las tropas terrestres y su flota rápidamente. ¿Cómo va el tema de Japón?

- Bien señor. Le iba a decir que venía un barco de diplomáticos a nuestras costas. Parece que hay una kitsune entre ellos.

- Ya veo. ¿Nuestra flota ya está lista?

- Sí señor Zhang. También quería informarle de eso. Nuestras tropas de humanos de la RDA con trajes AMP e infantería ligera los esperan en el puerto además de drones y guerreros de los Skyline.

- He de suponer que estas tropas también son invocadas por ti ¿no?

- Sí señor Zhang. Nunca se sabe cuando se pueden utilizar.

- Está bien. Espero que no se asusten. Me dirigiré al puerto para hablar con los diplomáticos también. Por cierto manda ingenieros en cuanto uno de los nuevos inquilinos se recupere. El que tiene barba gris y se llama Azazel. Le ayudaremos a crear un portal de nuevo a su dimensión.

- ¿Le ayudaremos  a volver?

- Sí claro que le ayudaremos. Además necesitan apoyo bélico para defender su reino. Es decir que deberéis hacer el portal grande.

- Esta bien señor.

Terminamos la conversacio y me dirigí al el puerto. Aparece un grupo del Covenant compuesto de dos sangheili, un grunt mech o Goblin y otro par de brutes guerreros.

Les digo que me acompañen y mandó a mi Mantifex que vaya a controlar la zona y que elimine todo terrorista o personas peligrosas de la base y ciudades circundantes. Este asiente y se marcha.

Tras unos 40 o 50 minutos llegamos hasta la zona donde se encontraban los de la RDA junto con los alienígenas skyline. Entonces me recibe el líder humano de la RDA:

- Buenas señor Zhang. Soy el comandante Jackson de las fuerzas de la RDA.

- Buenas comandante. ¿Aún no han llegado los diplomáticos japoneses?

- No señor Zhang. Pero queda poco tiempo para que lleguen: Aproximadamente una hora solo.

- Bien. ¿Qué tal se han llevado con los alienígenas? 

- Ha costado un poco acostumbrarse a verlos y estar con ellos pero ya está.

- Bien. Ya se acostumbrarán al resto de las tropas que existen por la base. En cuanto terminemos la conquista de los distintos países junto con los aliados nos encargaremos de marchar al espacio y ustedes serán los que empiecen a controlar las colonias lunares y marcianas. Además me acompañareis junto con los alienígenas a Japón.

- Está bien señor Zhang.

Terminamos la conversación y hablé con los alienígenas gracias al traductor universal que me dijeron que esperarían el tiempo necesario y que cual sería la próxima misión. Les dije que me acompañarán a Japón junto con las tropas de la RDA. Estos asienten y espero.

Una hora después...

Finalmente llegó un barco con la bandera del Clan Fujiwara al puerto del país y me puse enfrente para recibirlos. Al parecer era verdad lo que le acompañaban un par de kitsunes. Eran atractivas pero no me interesaban nada.

Entonces se baja un hombre acompañado de 2 samuráis con katanas enfundadas, un par de arqueros y las dos kitsunes. Empiezo a hablar con el hombre:

- Bienvenido a mi país, caballero. Mi nombre es Adib Zhang. ¿Cuál es su nombre?

- Mi nombre es Mozotane y soy el líder del clan Fujiwara.

- Bien caballero. ¿Qué busca en nuestro país?

- Me gustaría su apoyo para poder unificar toda la isla de Nippon.

- Ya veo. Pero ¿qué gano yo y mi país?

- Un territorio más extenso donde expandirse y más recursos naturales tales como hierro, oro o azufre y cultivos como trigo y patatas. Además mis exploradores y mineros han encontrado unas extrañas rocas verdes que están provocando una especie de tos ferina y fiebre.

Se me acerca uno de los soldados de la RDA y me habla:

- Señor ¿es lo que pienso? ¿Podría ser uranio? - dice susurrando.

- Sí es probable. - respondo susurrando mientras me giro a hablar con el señor Mozotane. - Bien. Creo que podemos llegar a un trato. ¿Por donde podemos llegar?

- Podrían llegar por la costa. Allí nuestros soldados les recibirían. 

- Bien. Mientras preparo una flota pueden quedarse en la ciudad en uno de los hoteles. Mis soldados les acompañarán.

- Gracias señor Zhang. 

Terminamos la conversación y ordené a los Covenant a acompañarlos hasta el hotel y asintieron. Era hora de visitar Japón en la época feudal.

Aquí nuevo capítulo gente. Espero que os guste y hasta pronto guapos/as.