[23] Las Tierras Malditas
Disfruta de Almas Perdidas II: El nuevo mundo, como libro publicado aquí:https://w.tt/3Nc1kgH
MORGAN
El pueblo de The blackness es mucho más grande de lo que esperé. Sus calles largas son interminables, las casas a los lados modernas y bien cuidadas. Y aunque aún quedan marcas de la frialdad y sequia que imagino debieron sufrir mientras Shadow no estaba, algunos jardines ya están floreciendo. La gente camina, ríe y juega en las calles, algunos compran frutas y mercancía de algunos puestos de venta a los lados de la calle. No es difícil pasar desapercibida entre tanta gente. Levanto la capucha del vestido que me ha prestado la amable humana y me dirijo al norte: mi objetivo.
Salgo de las ruidosas calles y entro en un solitario callejón, cuando emerjo de ahí, me detengo de golpe. Hay guardias resguardando la entrada al principio de las tierras frías norteñas. Bajo la cabeza y cruzo y entro en un negocio de flores antes de llegar a los guardias. Ellos son un inconveniente, pero también una confirmación de que estoy en el lugar correcto. Shadow no resguardaría unas simples tierras sino fueran importantes. Mientras yo miro por la gran ventana del lugar, los individuos dentro del negocio me observan con curiosidad antes de salir uno por uno, solo queda la que supuse era la dueña y su ayudante.
—¿Podemos ayudarte con algo? —La chica convertida me dice amablemente.
— Eh, —ambos me observan, —solo estoy de paso, planeaba ir al norte, pero al parecer hay guardias.
Sus expresiones se oscurecen.
—¿Por qué irías al norte?
Tengo que ser cuidadosa con mis respuestas.
—Tengo algo que hacer allá.
—¿Algo como morir? —dice el chico humano que organiza un colorido arreglo floral.
—¿De qué hablas?
—¿No lo sabes? —mi expresión fue su respuesta, —esas tierras están malditas. Los que se han atrevido a aventurarse ahí nunca se recuperan al volver, alucinan y se vuelven locos. Dejan de comer y comienzan a hacerse daño hasta morir.
Eso me hace arrugar las cejas.
—Suena como un cuento de fogata. —no suena muy creíble.
El chico sacude su cabeza.
—Así fue como murió mi padre, —su mirada se apaga, —no pudimos hacer nada, pero sé de muchos otros. Al principio pensamos que era porque él era humano y quizás la magia o la mala energía de ese lugar le había afectado, pero también ha pasado con convertidos y Purasangres.
—Lamento mucho lo de tu padre, —le digo honestamente porque el dolor en su expresión es obvio, —y mis disculpas por ser tan entrometida, no tengo mucho tiempo viviendo aquí así que no sé muchas cosas.
La convertida da un paso hacia mí, y se pone entre el chico humano y yo, las aletas de su nariz se mueven rápidamente.
—¿Qué eres? ¿De dónde has venido?
Ha pasado de una conversación casual, a sentirse amenazada y no la culpo. Mis ojos van al chico y noto las marcas de mordidas en su cuello y en sus muñecas. No entiendo la relación que tienen y no es de mi incumbencia, pero debo dejarles claro que no soy una amenaza porque se nota que ella lo protegería a toda costa.
—Solo soy una convertida más. —levanto mis manos. —de verdad, no busco problemas.
Ella me ojea con desconfianza, el chico suspira y toma su mano para jalarla a su lado.
—Ey, ¿qué dijimos de la actitud defensiva? Ya no estás en los bosques oscuros, ¿de acuerdo? —él le sonríe, —nuestro rey nos protege siempre. —Él se gira hacia mí, —lo siento, ella, al igual que tú, no tiene mucho tiempo aquí. Es difícil adaptarse y acostumbrarse a que estás a salvo después de vivir toda tu vida sobreviviendo en los bosques oscuros.
Créeme que eso lo entiendo muy bien.
—Lo entiendo. —les aseguro, —Estas alucinaciones de las que hablan, ¿sobre que son?
Ella me da una mirada resguardada así que el chico es el que habla.
—Nada que tuviera sentido, algo sobre profecías y el fin del mundo. Ahora que lo pienso, no puedo recordar muy bien lo que dijo, cada vez que intento pensarlo es todo muy confuso.
—Creo que los guardias nos hicieron algo para olvidar. —La chica agrega.
—No empieces con eso. —el chico le reprocha, —no todo es una conspiración.
Ella nos da la espalda y vuelve a seguir organizando algunas cosas. Yo asimilo esta información, algo pasa en esas tierras y Shadow lo oculta, borrándole la memoria a los que han estado en contacto con alguien que ha estado ahí.
—Espero que esto te haya hecho cambiar de opinión sobre ir a esas tierras. —El chico suena preocupado, es un humano muy amable para preocuparse por alguien desconocido.
—Por supuesto que no iré, —miento, —muchas gracias por la advertencia.
Les digo antes de salir de ahí y darles la espalda a los guardias. Esas tierras son la clave de algo, creo que no son solo el lugar de invocación, hay algo más. Considero cruzar por una parte aislada lejana a la puerta, pero a esas tierras las rodea un gran muro y una especie de escudo invisible lo protege y apuesto que ese escudo está vinculado a Shadow así él podría sentir quien entra o no. El único punto sin escudo es donde están los guardias.
Antes de hacer cualquier cosa, debo romper todo contacto con Shadow, él no puede sentir donde estoy o de seguro vendrá y me sacará a la fuerza. Recuerdo la vez que Milosh me enseñó a bloquear a Shadow de mi mente cuando establecimos el lazo. En un callejón, pego mi espalda contra la pared y cierro mis ojos para concentrarme. Sé que después de que lo haga, debo moverme rápidamente porque a Shadow no le gustará no poder percibir mis movimientos y enviara al idiota de Kain a buscarme o vendrá el mismo.
Me concentro en circular la energía en mi mente para bloquear intrusos, levantando paredes de energía, una por una. Mi cabeza palpita y duele un poco cuando termino así que rápidamente escalo la pared y me subo al techo del negocio de flores con cuidado, salto de techo en techo con la cabeza baja e intento ser tan silenciosa como puedo. Me acuesto sobre el techo y me asomo para ver cuantos guardias son: dos en la entrada y dos en una torre un poco más adentro. Cada uno tiene su uniforme de Nhyme, pero los símbolos sobre sus brazos los identifican como dominadores de los cuatro elementos, cada uno especializado en uno.
¿Qué resguardas tanto, Shadow?
No puedo atacarlos directamente, corro el riesgo de que avisen lo que pasa y vengan refuerzos, de nuevo, no quiero que alerten a Shadow. Bajo la mirada a las calles y me siento mal por hacer esto pero me deslizo por la pared de nuevo y llamo a una humana desde un callejón. Ella arruga sus cejas y se me acerca.
—¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda?
Me siento horrible por hacer esto, cuando todos aquí son tan amables, pero la miro a los ojos para darle una orden. No puedo ir yo misma porque no sé si me reconocerían.
—Ve a la puerta de las tierras del norte y atrae un guardia hacia ti. Aléjalo de los otros guardias, dile que tienes preguntas sobre lo que ha pasado con un familiar que cruzó hacia esas tierras.
Ella asiente y me pasa, por un lado, cumpliendo la orden. Ella lo logra y lo atrae hacia un callejón donde le espero y actúo rápidamente. Lo agarro del cuello y lo estampo contra la pared antes de indagar en sus ojos y quitarle su fuerza. Le ordeno ir a decirle a los guardias algo convincente para que se alejen de la puerta un segundo, es todo lo que necesito y le ordeno olvidar después de eso.
Mi plan funciona muy bien y eso me asusta, las cosas no suelen ser tan fáciles todo el tiempo. Sin embargo, cuando los guardias se alejan, me deslizo por las puertas rápidamente. Lo primero que me golpea es el frío y la pesadez del aire, es increíble como cambia todo de un lugar a otro en tan pocos metros. Me escabullo entre árboles secos cubiertos de nieve antes de que vuelvan los guardias a sus puestos, tengo que alejarme bastante porque estos troncos secos no cubren mucho. Galen dijo que había un claro en medio de esto y ese era el lugar clave así que seguí adentrándome.
Morgan
Una voz desconocida me hace detenerme y echar un vistazo a mi alrededor. No hay nada. Recordé las palabras del chico de la tienda de las flores sobre las alucinaciones. Sigo mi camino e ignoro esos susurros entre los arboles, como voces que liberan un secreto al mismo tiempo que no se entiende. Mi pecho se aprieta de pronto y lo sostengo porque algo está mal, algo se siente extraño en este lugar. Puedo ver el claro en la distancia y de inmediato, lagrimas llenan mis ojos. Confundida, limpio mis mejillas con la parte de atrás de mis manos para seguir, un dolor profundo me llena, pero no es físico.
Haría lo que fuera por ti, hoy y siempre.
Me detengo y se me acelera la respiración, no sé de quien es esa voz o la razón de esas palabras que duelen tanto.
¿Puedes soportar el dolor?
Esa es mi voz, y caigo sobre una rodilla antes de arrodillarme por completo. Lucho por controlarme, no puedo dejar que nada me detenga ahora, no cuando he llegado tan lejos. Quizás Shadow ha dejado algún tipo de escudo de confusión mental aquí. Pongo mis manos sobre la nieve y me inclino hacia adelante, respirando agitadamente, las lagrimas sangrientas manchan el blanco suelo debajo de mí. Por un segundo es nieve y cuando parpadeo, es tierra árida llena de sangre. Levanto la vista y todo el lugar es un campo árido en llamas, arboles caídos, sangre por todos lados. Mi cabeza duele y caigo hacia adelante como si me hubieran dado un golpe invisible en el cráneo. Mi mejilla aterriza sobre la fría superficie debajo de mí que ha vuelto a ser nieve. No puedo moverme y grito porque el dolor es insoportable. Mi vista es borrosa y puedo ver a alguien caminar hacia mi con pasos lentos, solo puedo ver pies descalzos, llenos de sangre. La figura se detiene a mi lado, y se inclina, su mano helada acaricia mi mejilla con gentileza. No puedo respirar, la presión en mi cráneo es tan dolorosa que sangre brota por mi nariz y por mis oídos.
La figura se desvanece y puedo ver pasos apresurados en la distancia, esas botas de combate negras que conozco tan bien. Aprieto la nieve a mi alrededor porque no puedo moverme y ya no puedo aguantar el dolor, es como si mente se estuviera agrietando. Shadow me levanta en sus brazos y a este punto, no tengo la fuerza ni de hablar. Él corre conmigo en brazos y mientras más me alejo de ese claro, menos insoportable se vuelve el dolor. Todo es borroso y confuso después de eso. Mi mente sigue estancada en toda la sangre, en los pies descalzos, en lo que sea que vi, y no puedo deshacerme de este dolor tan absoluto. Mi cuerpo comienza a arder sin control como si algo lo quemara directamente o hubiera estado en contacto con algo que no debía y creo que vuelvo a gritar. Soy un montón de delirios a este punto, murmuro incoherencias cada vez que puedo abrir mis ojos. Una superficie dura me recibe, parece tierra. Manos cálidas sostienen mi rostro.
—Morgan, abre los ojos y mírame.
No puedo.
Le escucho maldecir y siento dedos intentar abrir mis parpados, pero para mí, se sienten tan pesados. Las grietas en mi mente siguen creciendo y solo quiero dormir, solo quiero irme, pero ¿dónde? Mi nombre... ¿cuál es mi nombre?
—Morgan, necesito que me escuches y que hagas lo que te digo.
¿Quién eres tú? Quiero preguntarle, pero no puedo hablar.
—Tienes que romper tu vínculo con la naturaleza, —me aconseja, pero no sé a que se refiere, —¡Morgan!
Él me sacude y suena desesperado, no sé quien es o que hace, pero tampoco entiendo lo que pide. Escucho otra maldición antes de sentir algo cálido sobre mis labios y le sigue el sabor a sangre. Eso me da fuerza para abrir mis ojos solo un poco, un rostro pálido está muy cerca del mío, es... hermoso, pero ¿quién es?
—Rompe tu vínculo con la naturaleza ahora —me ordena con firmeza, su sangre le da unos segundos de claridad a mi mente rota que procesa la orden por si sola aún cuando ni sé de que está hablando o como hacerlo. Mi cuerpo responde por si solo y a mis costados, agarro la tierra con fuerza en puños, —repite conmigo, —sus labios rozan los míos de nuevo mientras me da más sangre, —vamos, tienes que decirlo en voz alta, — él murmura sobre mis labios, —dea neture jaie cese, dea neture jaie recindo.
—Dea neture jaie cese, dea neture jaie recindo. —murmuro y siento algo apretarse en mí.
De la naturaleza he nacido, de ella renuncio.
—Dea blackness jaie cerve, dea blackness jaie ses tanri, —él me dice y yo lo repito después de él.
A The blackness yo sirvo, a The blackness pertenezco ahora.
La tierra a mi alrededor se calienta, y pequeñas ramas emergen y se enroscan en mis extremidades.
—Dea neture namia jaie rytug, dea namia jaie recindo, tanri tya ferpe. —Él murmura y de nuevo lo digo después de él.
A la energía de la naturaleza rechazo, a su energía renuncio, ahora y siempre.
Las ramas comienzan a llevarse toda mi energía natural poco a poco, a drenarla lentamente y mientras más energía se llevan, más se apacigua el dolor, el ardor y la confusión. Mis ojos se cierran por unos minutos, mi cuerpo descansa después de haber pasado por tanto en tan poco tiempo. El vinculo con la naturaleza llega a su fin y las ramas vuelven a enterrarse. Abro mis ojos para verlo ahí inclinado sobre mí, sus labios manchados de sangre. Mi mente se recupera poco a poco, y asimila todo lo que ha pasado. Él me sonríe, y lame la sangre de sus labios. Su nombre... es Shadow y todo hace clic en mi cabeza. Mi razonamiento ausente vuelve a mí de golpe. Él luce aliviado.
—¿Qué...? —mi garganta duele un poco como si hubiera gritado mucho, —¿qué has hecho?
—Has roto tu vínculo con la naturaleza.
—No... no, no, —repito una y otra vez antes de ponerme de pie. Shadow retrocede y me tambaleo un poco.
¿Todo fue una trampa? ¿Me dejó llegar hasta ese claro para debilitar mi mente y hacerme renunciar al vínculo? ¿Por qué...? Porque soy la única que podría derrotarlo algún día.
—¡Eres un bastardo! —Le grito enfurecida. La expresión de Shadow pasa de alivio a confusión en unos segundos. Y estoy a punto de correr a golpearlo, cuando él sangra por la nariz. Shadow levanta su mano para limpiarse y observa incrédulo la sangre como si sangrar fuera algo inusual para él. Y luego sus ojos y oídos comienzan a sangrar.
¿Qué está pasando? Él tampoco parece saberlo.
Shadow da un paso atrás tambaleándose y cae de rodillas, tosiendo sangre. Yo solo lo observo y aunque no tengo idea de lo que está pasando, mi mente iracunda reconoce este momento de debilidad. Ahora que mi vínculo con la naturaleza está roto, quizás nunca puede tener una oportunidad como esta, encontrar a un Shadow vulnerable y acabar con él de una vez por todas. Saco la daga del cinturón en mi muslo y me acerco a él. Shadow tose de nuevo y levanta su mano para que me detenga.
—Morgan...
Su expresión se contrae como si estuviera sufriendo un gran dolor. Su rostro ensangrentado le hace ver vulnerable y tengo que recordarme que este es el monstruo que me engañó, que me usó y hasta me embarazó para alcanzar sus objetivos egoístas. Frente a él, me inclino, lo agarro del pelo y le obligo a enfrentarme.
—Te dije que algún día te destruiría —le digo entre dientes antes de cortar su cuello con la daga en una cortada profunda que le hace sangrar sin control de inmediato y que en su estado le tomara tiempo sanar. Shadow sostiene su cuello y cae de lado, desangrándose. Sé que me tomará mucho más que eso matarlo, pero es un comienzo. Así que me subo encima de él y lo golpeo una y otra vez. La sangre chispea contra mi rostro, mis ropas, pero no me importa. Necesito esto, necesito descargar mi rabia. Él me ha quitado tanto. Mis puños arden de tantos golpes que le he dado y me detengo por un momento.
Shadow yace debajo de mi con sus manos extendidas a los lados, la herida en su cuello ha sanado y el sangrado de sus ojos, nariz y oídos ha parado. Su cuerpo se está recuperando rápidamente pero aún así, él no se mueve y me doy cuenta de que todo este rato, él me ha dejado golpearlo. Sus ojos rojos me observan con una intensidad que no he visto antes, y él usa sus codos para sentarse, dejándonos en una posición demasiado intima ya que estoy sentada a horcajadas sobre él. Me vuelvo muy consciente de la cercanía de cada parte de su cuerpo con la mía. Estoy tan confundida que cuando sus manos sostienen mi rostro, no lo detengo.
—Tanri jaie areia. —murmura en ese idioma que por alguna razón puedo entender perfectamente.
Ahora recuerdo.
—¿Qué estás haciendo? —le reprocho antes de intentar empujarlo, pero él baja una de sus manos de mi rostro y la envuelve alrededor de mi cintura para mantenerme ahí, —Shadow, suéltame, suélta—
Él entierra su rostro en mi pecho como si estuviera muy agotado.
—Fente... Jaie hatem.
Finalmente estoy en casa.
Es que se ha vuelto loco. Acabo de intentar de matarlo y ahora, ¿está murmurando toda esta locura? Quizás la perdida de sangre le ha afectado. Intento soltarme, pero él me aprieta contra él.
—Jaie senne.
Lo siento.
¿Qué?
Y cuando él se separa un poco de mí, me sonríe de una forma genuina que no había visto desde que me despedí del Shadow Purasangre y me deja sin aliento por un segundo. Él parpadea con lentitud antes de cerrar sus ojos por completo y caer sobre su espalda inconsciente. Líneas negras suben por su cuello y pasan por su cara y un golpe de energía me aleja de él. A su alrededor un líquido acuoso verde que me recuerda al hogar de los Durmientes comienza a encapsularlo.
—¡Shadow! —Kain se apresura, pero apenas toca ese líquido lo repele con una fuerza que le obliga retroceder unos cinco pasos, —¡Mierda! ¿Qué ha pasado? —su tono acusatorio es obvio cuando me mira y nota toda la sangre en mis manos. Quiero hablar y decir algo, pero no tengo idea.
No tengo ni la mínima idea de que es lo que acaba de pasar. Solo sé que algo ha cambiado y algo muy grande ha pasado.
------------------
Nota de la autora: Hola, espero que estén todos bien con todo esto del Coronavirus. Ahora yo estoy en casa la mayor del tiempo posible y pensé en darles un capítulo largo para que se entretengan si están en cuarentena o algo del estilo. Sé que este capítulo puede parecer muy confuso en el aspecto de que quizás no entiendan lo que pasó entre Shadow y Morgan, pero no entren en pánico porque los próximos lo entenderán todo y vaya que no puedo esperar para que lo sepan todo. Aunque no lo crean no es fácil guardarme todo lo que viene, quiero gritarlo y ya casi llega ese momento. Tengo mucha emoción porque el segundo libro siempre ha sido el favorito en mi mente porque se sabe todo finalmente.
Bueno, por otro lado, yo: ya no me voy a complicar más la vida con la trama. También yo: crea un nuevo idioma. No aprendo, de verdad. xD
Entre otras cosas aquí les dejo el mapa más básico de la historia pero aja salí escritora no ilustradora, chequetos, ya quisiera yo saber dibujar. Para que vean como veo todo en mi mente. Se vale soñar que algún día Almas perdidas saldrá en físico y un mapita bien hecho estará al principio :*)
Meme time:
Muakatela,
Ariana G.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top