[ I ]

Morgan Von Buzten.

Una semana después de la Purificación del Mundo.

Mentira.

¡Es una mentira!

Esa voz...

Una sonrisa retorcida se expande en mi mente, mostrando un par de colmillos afilados, sangre goteando de ellos.

Dolor...

¿Por qué duele? ¿Qué duele? ¿Qué esta pasando?

Estoy tan cansada, tan débil, ¿A dónde se ha ido mi energía? Mi mente sigue ahogada en oscuridad, algo importante pasó, algo... que no puedo pensar ahora. Dedos helados se enroscan alrededor de mi cuello, cortando mi respiración. No.

Morgan...

No puedo respirar, ¿Por qué no puedo moverme? La mano aprieta mi cuello con aún más fuerza, los huesos crujiendo, quebrándose, ahogándome en mi propia sangre. Intento luchar, pero solo puedo toser sangre, su sabor metálico llenando mi boca.

Con todo mi esfuerzo, abro mis ojos de golpe, tosiendo con desesperación, aspirando aire en mis contraídos pulmones, estirándolos, mi pecho subiendo y bajando. Algo caliente gotea de mi mentón y me limpio con la parte de atrás de mi mano, no necesito ver para saber que es sangre.

Siento un coágulo de sangre en mi garganta y toso, escupiéndolo, completamente asqueada.

¿Por qué estoy sangrando? ¿No ha sido un sueño?

Estoy empapada, mi largo cabello pegado a los lados de cara. Estoy sentada en el suelo, agua debajo de mi, poco profunda, si me levanto probablemente apenas llegue a mis talones. Levanto mi mirada para darme cuenta de que no tengo ni idea de donde estoy.

Frío...

Una ligera brisa de aire helado roza mis expuestos brazos y me da escalofríos. Me pongo de pie, ojeando mi alrededor, solo oscuridad, unas pequeñas luces verdosas iluminan un camino, de dos en dos, como si me guiaran y camino entre ellas, mis pasos creando ondas en el agua, las líneas de las mismas brillando con el reflejo de la luz verdosa. Al caminar, me doy cuenta de lo mucho que este lugar me esta debilitando, es como si absorbiera mi energía.

—Finalmente has llegado.— una voz femenina suena a mi alrededor, y me detengo de inmediato.

—¿Quién esta ahí?— mi voz es un susurro, un reflejo de mi debilitado estado, —Muéstrate.

—Morgan Von Buzten, la segunda de nuestra especie que llegó a realizar la Purificación.

¿Nuestra especie?

Arrugo mis cejas, girándome constantemente, tratando de ver donde esta criatura. Abro mi boca para preguntarle pero ella vuelve a hablar.

—Pronto ya no podrás despertar, te quedarás aquí.

—¿Despertar? ¿Esto es un sueño?

—No, es el hogar de los Durmientes.

—¿Los Durmientes?

Ella suspira.

—¿Por qué explicarte cuando puedo mostrarte?

Una figura aparece al final del camino iluminado por las luces, ella lleva un vestido largo de color blanco cuyo final se mantiene sobre el agua, su cabello es completamente blanco y flota alrededor de su joven cara, su vestido también se ondea de esa forma como si ella estuviera debajo del agua. Lo que más llama mi atención son las marcas negras sobre su rostro: Dos líneas suben desde su pecho por sus mejillas, cruzan sus ojos y se encuentran en su frente. Sus brazos también están cubiertos de esas líneas. Son tan parecidas a las líneas que vi sobre Milosh en la batalla de la playa.

—¿Quién eres tú?

Ella me sonríe pero no es una sonrisa verdadera. Sus ojos lucen tan apagados, como si estuviera muy cansada. Ella alza sus manos a sus lados y yo me pongo en posición defensiva. Ella susurra algo en un idioma que no entiendo y más luces verdes comienzan a encenderse a mis lados, mis ojos siguen las luces y lo que iluminan me deja sin aliento.

Cápsulas transparentes a ambos lados, llenas de agua, conectadas por unos largos puentes de energía, visibles. Sin embargo, lo que me paraliza es lo que hay dentro de ellas: Son personas o no se que especie de criaturas pero se ven como nosotros. Unos lucen tan joven como yo y otros un poco más maduros. Cada uno esta flotando inconsciente en el medio su cápsula, las cuales están colocadas horizontalmente, una al lado de la otra. Un puente de energía sale de sus pechos, todos tienen el cabello blanco, sin importar lo jóvenes que se vean. Mechones del mismo flotan alrededor de sus rostros llenos de líneas negras.

¿Qué significa esto? Esas líneas... ¿No son algo solo de Purificadores? No, eso no tiene sentido. Kain y yo somos los únicos Purificadores vivos en el mundo. Mi mirada cae de nuevo sobre la figura femenina a unos cuantos pasos de mi.

—¿Estos son los Durmientes?

Ella asiente.

—¿Qué son?

—Purificadores.

¿Qué? Vuelvo a observarlos, eso es imposible.

—Mientes.

—No puedo mentir, no en este lugar.

—Kain y yo... somos los únicos Purificadores.

Recuerdo las palabras de Vincent.

—Todos los demás Purificadores están muertos.— digo, confundida.

—Ningún Purificador ha muerto desde la creación de nuestra especie.

¿Vincent me mintió? No, eso no tiene sentido, eso significaría que Shadow también me mintió y él jamás me mentiría.

—Estás mintiendo.

—Siéntelo por ti misma, siente su energía, como este lugar la absorbe.

Extiendo mis manos a mis lados, líneas azuladas saliendo de mis dedos y viajando hasta hacer contacto con algunas cápsulas. Su energía conecta y se acopla con la mía perfectamente.

Purificadores...

Algunos nombres de ellos llegan a mi mente al tocar sus cápsulas.

Kace...

Jericho...

Prisca...

Anthea

Rangahar

No, esto no tiene sentido. Bajo mis manos, mis líneas de energía desapareciendo. Esto es solo un sueño, no es real. Nada de esto tiene sentido.

—Luces confundida.

—Esto no tiene sentido, yo...— mi cabeza palpita dolorosamente, —no puede haber... eso no fue lo que...— paro de hablar.

—Veo que hay muchas cosas que no sabes, Purificadora.— me dice con un semblante cansado, —pero no soy la indicada para tus preguntas.

De repente, sangre brota de mi nariz. Ella señala una cápsula vacía al final del camino.

—Tu lugar está listo. No luches, este lugar te desangrara y debilitara hasta dejarte inconsciente para poder encapsularte como a ellos.

—¿Qué clase de lugar es este? ¿Y por qué ellos están dormidos?

—Solo soy la guardiana de este lugar,— me responde, —solo debo mantener todo en orden y asegurarme de que cada Purificador duerma como debe ser.

—¿Por qué están dormidos? ¿Por qué— toso de nuevo, y caigo de rodillas para vomitar más sangre.

—No luches, es inútil.

Quiero hablar pero cada vez que lo intento, solo sangre brota de mi boca. Puedo ver mi reflejo en el agua debajo de mi. Lo pálida y débil que luzco, y me sorprende un mechón de mi cabello que se ha vuelto completamente blanco. Tomo el mechón entre mis dedos, evaluando.

—Tu energía será drenada a tal punto que tu cabello perderá su color mientras estés inconsciente.— ella me explica, caminando hacia mi.

Mis ojos viajan a los Durmientes, todos tienen el cabello blanco. Así que este lugar drena su energía a tal nivel que sus cabellos pierden su color. Todos parecen dormir profundamente, ¿Están aquí en contra de su voluntad? Por la forma en la que este lugar esta absorbiendo mi energía en contra de mi voluntad, creo que no están inconscientes porque así lo quieren, pero ¿Cómo terminaron aquí?

—No luzcas tan aterrorizada, el color de tu cabello volverá cuando despiertes, bueno, si es que algún día, mi señor decide despertarte.

—¿Tu señor?

—El Rey Insurgente.

—¿El Rey Insurgente es el que tiene a los Purificadores aquí?

Pero eso no tiene sentido, ¿Por qué tener a los Purificadores aquí inconscientes? ¿Para qué? ¿Para evitar la Purificación? Entonces, ¿Por qué me dejó hacer la Purificación? A caso...

—¿Kain es el Rey Insurgente?

—Un protector jamás sería rey.

—¿Protector? Kain es el primer Purificador.

Ella ladea la cabeza, confundida.

—Kain es el protector del primer Purificador, el protector de mi rey.

—¿Qué?

—Veo que se han metido con tu mente, Purificadora, solo ve a tu lugar como debe ser. No hagas esto más difícil, yo— una daga atravesó su pecho desde atrás, y ella escupió sangre, cayendo de rodillas, hasta que la figura detrás de ella retiro la daga, la guardiana cayendo hacia adelante sobre el acuoso suelo, —¡Maldita seas, Prisca!

Una niña de cabello blanco que se ondea a su alrededor queda de pie, detrás del cuerpo en el suelo de la guardiana.

—Hola, Morgan.— la niña tiene un ojo azul y otro rojo, —Soy la quinta Purificadora, Prisca,— hace una reverencia, —mucho gusto.

No se que decir.

—Quisiera presentarme en mi cuerpo actual pero estoy corta en energía,— me dice señalando la cápsula donde su cuerpo maduro permanece inconsciente, —así que esta proyección infantil de mi es todo lo que puedo hacer.

—Estoy tan confundida.

—Eso es normal, te he estado observando, me gusta observar el mundo de vez en cuando aunque requiere un gran esfuerzo. De hecho, soy la única Purificadora que puede proyectarse fuera de su estado inconsciente,— ella suspira, —no lo hago muy seguido porque aquí no hay nadie más que pueda hacerlo, así que no tengo con quien hablar, ¿aburrido, no? Lo se, la única con la que podría hablar es con la guardiana y ella es tan aburrida.

Ella habla tan rápido, tan casualmente que me cuesta procesar sus palabras. Acaba de apuñalar a alguien. Ella parece seguir mi mirada hacia la guardiana.

—Ah, no te preocupes, la guardiana no está muerta. Se necesita mucho más que una puñalada para deshacerse de ella, solo esta inmóvil por unos segundos.— sus ojos vuelven a mi, —No tenemos mucho tiempo, Morgan Von Buzten.

—No entiendo nada, estoy muy confundida.

—Solo quiero mostrarte la realidad de quien es Shadow.— me tenso ante la mención de Shadow, —me incomoda que no sepas la verdad de todo este circo, nadie más recordará nada después de la Purificación y los que si lo hacen, dudo que tengan un ataque de honestidad contigo. Así que tu única opción soy yo.— se señala así misma orgullosa.

—¿De qué estás hablando?

La guardiana gruñe en dolor, moviéndose un poco. Prisca se apresura.

—No tengo tiempo para contarte todo, así que,— ella abre su mano y una pequeña esfera de luz se forma en la misma, —solo puedo darte la verdad para que puedas verla durante todo el tiempo que estés inconsciente aquí.— ella estira su mano, la pequeña esfera de luz viene hacia mi, llegando a mi frente, mi piel la absorbe con facilidad. ¿Qué ha hecho?

—¿Qué me has dado?

—La verdad, solo actívala cuando quieras saberla, así no te aburrirás aquí.

—No voy a quedarme aquí.

—Puedo enseñarte a proyectarte para que charlemos cuando podamos.

—No,— meneo mi cabeza, —no voy a quedarme aquí.— repito segura.

—Es inútil luchar, Morgan, ya este lugar ha drenado casi toda tu energía, pronto caerás inconsciente y este lugar traerá tu cuerpo del mundo real para colocarlo en la cápsula.

Mi cuerpo está en el mundo real...

Por ahora, solo mi mente está aquí pero si pierdo el conocimiento, mi cuerpo será traído aquí y seré encapsulada como los otros Purificadores y el hecho de que hayan estado todo esta tiempo durmiendo quiere decir que una vez que somos encapsulados, es imposible despertar por nuestra cuenta. Tengo que resistir, me pongo de pie, pero vuelvo a caer sobre mis rodillas. Los músculos de mis brazos y piernas se sienten pesados, difíciles de levantar.

Prisca abre la boca para decir algo cuando una espada la traspasa de lado, su cuerpo desvaneciéndose en miles de luces. La guardiana está detrás de ella, furiosa.

—Mocosa malcriada...— murmura la guardiana, ojeando a Prisca antes de mirarme, —Y tú, ya deberías estar inconsciente.

No.

—Bien, al parecer tendré que usar mis poderes.— ella se agacha y mete ambas manos en el suelo acuoso, el cual se ilumina de repente hasta llegar hasta mi.

El jalón de energía me hace caer hacia adelante, mi cara aterrizando en el agua, cubriendo la mitad de mi rostro. Mis ojos se sienten pesados.

—Duerme, Morgan Von Buzten, acepta tu destino.

Lucho, sangre caliente brotando de mi nariz pero  aún así mis ojos tiemblan antes de cerrarse. 

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Nota de la autora: ¡Quería darles una probada de lo que se viene! Así es, Los purificadores no están muertos, pequeños, están dormidos. La especie más poderosa del mundo de Almas perdidas vive. Así que apartense, Purasangres engreídos que los verdaderos amos del mundo están vivos. 

Se que muchos esperan saber de Shadow o de Morgan al activar la verdad, pero paciencia, hijos/as mías. Por lo menos, estén alegres de que la Purificación estuvo defectuosa porque sus almas impuras lectoras sobrevivieron. 

Otra cosa, los puntos de vistas del segundo libro serán mucho más variados que el del primero, no solo serán de Morgan y Shadow porque ahora que ustedes conocen la verdad tienen un panorama más amplio de lo que es el mundo de Almas perdidas y se necesitan otros ojos de vez en cuando para entender muchas cosas. 

Muakatela,