🌻Punto 8🌻
- ¿Sabes una cosa? Siempre me he preguntado cuál es esa barba que tanto te afeitas.
Al escuchar las palabras de Seokjin, Namjoon dejó de mirar su propio reflejo en el espejo del baño y se enfocó en dirección al pelinegro. Las zonas aledañas a su barbilla, mejillas y la parte donde se suponía que debía nacerle el bigote, estaban repletas de espuma para afeitar, y un pequeño surco trazado por la cuchilla permitía ver un poco de la piel en su cachete izquierdo.
- ¿Has dicho algo, nene?
Jin, por su parte, se encontraba dentro de la ducha, con la cortina abierta, desnudo y frotándose el cabello con su adorado champú de coco, a la par que observaba tranquilamente cómo su novio se dedicaba a eliminar de su rostro unos supuestos vellos que él, en sus cinco años de relación, nunca había visto.
- Que no sé qué tanto te afeitas. Si nunca te sale barba. Te conozco desde hace tiempo y ni una sola vez te he visto bigote siquiera.
- Eso es porque me afeito, listo - El castaño contestó con voz de sabelotodo, dio un golpecito en su sien y nuevamente retornó la vista al frente, para posteriormente, volver a utilizar la máquina y eliminar una nueva franja del producto blanco - No la ves porque me la quito todos los días, si no lo hiciera, tuviera una barba como la de Steve Aoki - El mayor rió entre dientes por ese comentario, sin dejar de esparcir el producto por su cuero cabelludo.
- Uhm, es curioso. Recuerdo aquella vez que nos fuimos de acampada con los chicos una semana. Cuando regresamos, tu cara seguía tan lisa y suave como el primer día - El más alto se giró por segunda vez como si fuera la niña del exorcista, y al ver sus ojos entrecerrados que acompañaban una expresión que era una mezcla de rencor con indignación, Seokjin tuvo que morderse el labio inferior y hacer de tripas corazón para mantener la seriedad y no romper en risas.
Habían pocas cosas que hacían perder la paciencia a Nam, básicamente porque este chico era paz y amor con todo el mundo el 90% del tiempo, y resultaba gracioso cómo su carencia de cabellos en determinadas zonas de su cuerpo era una de ellas.
Jin había llegado a la conclusión de que por un motivo u otro, el moreno creía que este hecho le restaba masculinidad, pero ciertamente no había manera de que alguien pensara que el castaño no era masculino.
Era un hombre alto y corpulento, con músculos marcados y facciones duras y definidas.
Según el más bajo, era el sueño húmedo de cualquier mujer, u hombre homosexual, para el caso, y su opinión solo se hacía más fuerte cuando notaba cómo otras personas miraban a Namjoon.
Sin embargo, aún así, al menor le seguía sacando de quicio esta situación, y el pelinegro se aprovechaba de ello para molestarlo de vez en cuando.
- No empieces - Soltó estirando un brazo y apuntándole de forma "amenazante" con la cuchilla.
- ¿Yo? - Preguntó Jin con fingida inocencia, no obstante, en esta ocasión no pudo controlarse y dejó salir la sonrisa que llevaba rato reteniendo.
- Sí, tú mismo. ¿Puedes solo fingir que tu novio es un macho pecho peludo y ya está? Me acomplejas cuando empiezas con el jueguito.
- No tienes que tener literalmente el pecho peludo para ser un "macho pecho peludo", Namjoon - Sus ojos se pusieron en blanco - Además, a mí me gustas así, lampiño.
- ¡No me digas lampiño! - Refunfuñó girándose de nueva cuenta.
- ¿Qué tiene de malo eso? Yo también lo soy.
- Pero tú eres tú. Tu cara es hermosa, una barba no encaja ahí.
- Además, el pelo a veces es molesto - Hizo oídos sordos a las palabras contrarias y decidió continuar - Pincha y raspa. Me gusta tocar tu piel suave.
- Hay hombres que lucen sexys con barba.
- Y tú lo haces sin una - A pesar de que Namjoon no lo estuviese viendo, se encogió de hombros, restándole al asunto una importancia que claramente no tenía - Puedes preguntarle a cualquiera. Eres sexy como el demonio, sobre todo con esos trajes que te pones para el trabajo - Eso hizo al castaño sonreír, y Jin agradeció que no se estuviera tomando muy personal el asunto - En serio, más de una vez he querido agarrarte de la corbata y llevarte a la oficina que tienes aquí en casa para hacer cosas sucias.
- Y más de una vez lo has hecho, también - Contestó divertido.
- Touché - Joon alzó la vista, y conectó su mirada con Seokjin a través del espejo, para acto seguido compartir un par de sonrisas cómplices producto a los recuerdos que esa declaración había traído.
- Ya, no me distraigas más, nene. Tenemos que alistarnos para la reunión de esta noche.
Y solo hizo falta esa última oración para que las comisuras de Seokjin descendieran lentamente y sus belfos se fruncieran en una mueca.
Como bien dijo el castaño, esa noche tenían un evento al cual asistir. No era la gran cosa, simplemente una pequeña fiesta de empresa con los trabajadores del bufete de Namjoon, algo íntimo únicamente para los abogados, sus acompañantes y otros profesionales.
Solo se llevaban a cabo este tipo de actividades dos veces al año, una en navidad y otra, que era la ocasión, cuando se cumplía un nuevo aniversario de creada la empresa.
Sinceramente, al pelinegro no le gustaba asistir en lo absoluto a estas celebraciones.
¿La razón?
La mayoría de las personas ahí lo hacían sentir incómodo, por decirlo de una buena manera.
A Seokjin le chocaba mucho el hecho de que algunos abogados, que él suponía que por su profesión debían ser respetuosos y de mente abierta, pudieran llegar a actuar de forma tan intolerante.
El moreno era el chico prodigio de ese lugar, el muchacho que con 26 años se había labrado una excelente reputación en el negocio. Para la mayoría (Seokjin incluido en esa mayoría), era un genio, un hombre con un futuro brillante al que solo le hacían falta unos pocos años más de experiencia para conciliar una magnífica posición en el campo de las leyes.
¿Y quién era Jin?
El estudiante de 28 años que trabajaba en un local de comida rápida a tiempo parcial.
Dicho de otra forma, un don nadie.
La mayor parte del tiempo, él ni siquiera pensaba en eso, porque su novio no dejaba que se fijara en las claras diferencias que existían entre sus posiciones económicas, pero al reunirse con esa gente que al parecer disfrutaban de restregarle en la cara lo "inferior" que era a ellos, terminaba siempre con los ánimos por el suelo y las inseguridades a flor de piel.
Por supuesto, no todos le hacían sentir de esa forma, sin embargo, siempre aparecía algún engreído que se creía con la potestad de abochornarle por la vida que llevaba.
Y lo peor era cuando de un modo u otro, le daban a entender que se aprovechaba de Namjoon y de su dinero.
La única razón por la que seguía asistiendo a esas odiosas fiestas era porque sabía que eran importantes para su chico, así que se armaba de valor, plantaba su sonrisa más perfecta y le hacía compañía hasta que fuera necesario.
- Oye, ¿qué pasa?
La voz del menor le sacó de sus cavilaciones, y parpadeó un par de veces, retornando su atención al hombre que al igual que él había dejado de lado la diversión y le observaba con expresión de duda.
Sacudió la cabeza y negó ligeramente.
- Nada, solo me he distraído.
- Ya... Uhm, no me lo trago. Strike one. Inténtalo de nuevo - Alzó una ceja, se cruzó de brazos, y con una palma le alentó a que continuara hablando.
Jin suspiró. Por mucho que lo intentara, no podía esconderle sus emociones.
- Es solo que... Ehmm, no sé cómo decirlo. Estoy un poco nervioso, supongo.
- ¿Por la fiesta? - El más bajo asintió - ¿Por qué? Todo va a estar bien, nene. Jack dice que ha estado deseando verte.
Jackson Wang era el mejor amigo de Namjoon dentro del trabajo. Era un chico rubio, encantador y chino que, a diferencia de la mayor parte de los empleados, adoraba a Seokjin. Le trataba genial, era súper simpático con él e incluso le llamaba primo... Aún nadie sabe por qué.
Algunas veces ambos habían salido juntos y fue Jin quien le presentó a Mark, excompañero de instituto del pelinegro y el hombre que era su actual esposo.
De hecho, el rubio era la única persona que hacía que esas reuniones fueran menos insufribles.
- Solo a Jackson le caigo bien ahí - No lo pretendía, pero su tono de voz salió más hosco de lo que hubiese querido, y se reprendió mentalmente por ello al notar como el entrecejo de su novio se había arrugado.
- Oye, si no quieres no tenemos que ir - Contestó de forma cautelosa, pero Seokjin negó inmediatamente con la cabeza.
- No, no, no me hagas caso. Claro que vamos a ir. Es importante.
- No lo es si te sientes mal estando allí. No es obligatorio, solo es un evento simbólico - Su contestación fue seguida por un encogimiento casual de hombros.
- Sé que no es obligatorio, pero también sé que van accionistas y un montón de gente relevante. Te hará bien tener buenas relaciones con todos ellos - Fingiendo estar más relajado de lo que realmente se sentía, agarró un bote de acondicionador y comenzó a ejecutar el mismo proceso de antes.
- Nada me hará bien si no te lo hace a ti - Aclaró tajante - Oye, creo que me estás malinterpretando. Yo quiero ir a la fiesta porque me gusta mi trabajo, no por nadie. Me gusta lo que hago, y me gusta estar rodeado de personas que comparten ese gusto. Pero más que eso me gusta estar contigo, y si quiero llevarte es porque me encanta tenerte involucrado en lo que me gusta - Namjoon estaba haciendo especial hincapié en las palabras derivadas de "gustar", como si quisiera hacer valer un punto - Pero si tú no te sientes cómodo, entonces esto no tiene discusión, nene.
Ese discurso, enmudeció a Jin momentáneamente.
"Joder, te amo tanto", pensó.
El castaño era tan dulce, tan atento, tan cariñoso con él, que el mayor se dijo en ese instante que tener una mala noche no importaba si podía complacer con ello al hombre que lo miraba como si nada más importara en el mundo.
Su boca se curvó hacia arriba genuinamente, y por tercera ocasión, negó con la cabeza.
- Ya te he dicho que no es nada. Solo estoy un poco nervioso. Me pone medio ansioso estar rodeada de tanta gente lista. Ya tengo suficiente con un cerebrito como para tener que lidiar con miles - Trató de sonar gracioso, y al parecer lo consiguió, porque las facciones de Nam se suavizaron y una risa suave escapó de sus labios.
- Miles dice, que exagerado. No llega ni a las 60 personas.
- Uff, ¿tantas? No puedo con los nervios - Expresó dramáticamente y el castaño rodó los ojos. Acto seguido, extendió sus brazos hacia al frente, puchereó y comenzó a parpadear repetidas veces intentando lucir "adorable" - ¿Por qué no vienes aquí conmigo y me ayudas a tranquilizarme?
- Tengo que terminar de afeitar-
- He dicho que vengas - Ordenó como las princesas malcriadas de las películas, y el contrario no se hizo de rogar, pues inmediatamente lanzó la cuchilla al lavamanos, se quitó los calzoncillos, y se posicionó entre los brazos de Jin, brazos que cruzó por detrás del cuello del moreno a la par que este sostenía su cintura.
- Te advierto que tenemos que estar allí en dos horas.
- Tiempo suficiente.
- Uhm, yo no estaría tan seguro de eso.
Llegaron a la fiesta media hora después de que hubiera empezado.
Sudor frío escurría por la manos de Seokjin, y cada dos por tres tenía que secarlas con la tela de su pantalón. Además de eso, sus belfos estaban contraídos en un gesto tenso que pretendía ser una sonrisa, y era evidente que se sentía fuera de lugar.
Namjoon por otro lado, lucía espectacular.
Tenía un aura de seguridad increíblemente atractiva, su traje estaba impecable como siempre, y sus parejos y blancos dientes a la vista, sumados a unos encantadores hoyuelos, eran la cereza del helado que traía babeando a más de la mitad de los presentes, el mayor incluido.
Apenas pusieron un pie dentro, el moreno entrelazó sus dedos y arrastró al pelinegro por toda la elegantemente decorada habitación, pasando entre diferentes grupos de personas que saludaban y les saludaban.
Mejor dicho, saludaban al más alto, porque en lo que al mayor respecta, solo un par de "buenas noches" hipócritas fueron dirigidos en su dirección.
En algún momento, se detuvieron junto a un pequeño cúmulo de individuos integrado por dos hombres de mediana edad ya conocidos, una mujer rubia que veía por primera vez y un señor mayor que parecía tener la mente perdida en alguna parte ajena a la conversación.
Desde el segundo en que se acercaron a ellos y que vio la expresión resplandeciente de la fémina al ver a su novio, Jin agradeció haber agarrado un trago de whisky de la bandeja de uno de los camareros.
- ¡Por fin tengo el placer de encontrarme con el hombre más guapo de la habitación! - Exclamó la teñida, sonriente y mirando fijamente a los ojos de Namjoon. Este último correspondió con expresión igual de feliz, y cuando Seok pensó que iba a responderle, el castaño volteó en su dirección y le dijo:
- Di hola nene, te están saludando.
La cara del ser vivo con ovarios era un poema, y el rostro de Jin comenzó a adquirir el mismo tono rojo que su corbata color carmín.
Por alguna extraña razón, luego de ese abierto y público halago, el corazón del pelinegro amenazó con querer salirse de su pecho.
Una parte de él se sintió aliviada de que el menor no tuviera reparos con mostrarse cariñoso frente a sus colegas laborales, sin embargo, no lo demostró. Miró a su pareja con expresión de: "¿Por qué me haces esto? ¿Me quieres matar de la vergüenza?", y posteriormente, musitó un educado saludo en dirección a sus interlocutores.
- Buenas noches, es un placer verles.
"Placer una mierda. Preferiría raparme las cejas... Aunque Namjoon ya me amenaza con eso cuando tengo exámenes..."
Los hombres murmuraron algo inentendible como respuesta, y la tipa le ignoró completamente, estallando en estruendosas carcajadas y dándole un golpecito juguetón al castaño en el brazo.
- ¡Siempre es tan divertido, abogado Kim! - Soltó haciendo referencia a la ingeniosa respuesta que el moreno había dado anteriormente, y Seokjin no sabía si sentirse celoso, ofendido o simplemente pensar que la dama era una idiota.
La última opción le pareció más sensata.
- Nene, esta es Byun SoRa. Es la nueva abogada privada de la que te hablé hace poco.
- Dios, ¿en serio le ha hablado de mí? Que honor - La mujer, ahora conocida como SoRa, comenzó a abanicarse con su propia mano como si estuviera conmovida.
Y sí, Nam le había hablado de ella, pero probablemente no como Byun se lo imaginaba.
El más bajo recordaba perfectamente esa conversación, y definitivamente la descripción no había sido positiva, a menos que alguien considerase que ser "una mujer repelente, engreída, con aires de superioridad y lameculos de los jefes", fuese algo maravilloso.
Ciertamente, Namjoon no lo hacía, y por lo poco que había tratado con ella, Seokjin tampoco.
Aguantó las ganas de reír y el moreno debió haberlo notado, porque apretó su mano en un gesto de "Contrólate". Sin embargo, al igual que él, el contrario parecía estar a punto de descojonarse también.
Conversaron un poco más, y lo que el mayor originalmente confundió con coquetería, resultó ser solo adulación barata por la cuestión de que el castaño era uno de los favoritos de los superiores.
Era gracioso el hecho de que SoRa intentara tan desesperadamente caer bien para obtener reconocimiento, y que, a diferencia de ella, Namjoon se hubiera ganado el suyo propio con trabajo duro.
- Nene, necesito ir al baño, dame un instante - Soltó el menor al cabo de unos minutos, y en cuanto escuchó tal cosa, el pánico se apoderó por completo del cuerpo del pelinegro, pero cuando estaba a punto de inventar alguna excusa para que su chico lo llevara con él, ya este se había alejado lo suficiente como para no escucharle a menos que alzara la voz.
En el lapsus de un par de segundos, Jin estuvo a punto de tener una crisis nerviosa o comenzar a hiperventilar ahí mismo.
Mas se acordó de las palabras que le había dicho a su varón antes en el baño...
Y aunque no tuviera pelo en el pecho, se armaría de valor y sería un macho pecho peludo.
Volteó de nuevo al frente, dispuesto a aguantar a lo salvaje hasta que Nam volviera, y lo primero que vio, fue la mirada inquisitiva que le dirigían tres de las otras cuatro personas del círculo.
- Bueno... Seokjin, ¿cierto? - Preguntó a modo de confirmación la fémina.
- Exacto.
- Así que eres el novio del abogado Kim - Afirmó nuevamente, esta vez con la cabeza - Mmm, interesante - Contrario a lo dicho, parecía completamente desinteresada, y pegó un pequeño sorbo a su copa de champán. El pelinegro imitó su acción, asumiendo que necesitaría coraje líquido para tolerar el resto de la interacción - Y... ¿Qué edad tienes?
- Veintiocho, casi veintinueve. ¿Tú?
- Veinticinco, recién cumplidos - Sonrió y tomó un nuevo trago - Así que eres mayor que el abogado Kim... Mmm - Era el segundo "Mmm" que le soltaban, y Jin sintió como el tic de su mandíbula hacía acto de presencia.
Lo que le molestaba era que, a pesar de que todo estuviese siendo medianamente educado por el momento, algo en su interior podía sentir las energías burlonas provenientes de los otros, aunque también cabía la posibilidad de que se lo estuviese imaginando.
"Bien, nada nuevo... Suele pasar cada vez que vengo a este puto lugar".
- ¿A qué te dedicas? - Antes de que pudiera contestar, escuchó un "pff" proveniente del más alto de los hombres, quien para disimular se cubría la boca con un puño. Estuvo a nada de ignorar aquello y contestar, pero cuando las palabras estuvieron saliendo de sus labios, el otro tipo decidió hacerlo en su lugar.
- Oh, bueno, la última vez que le vimos trabajaba como vendedor de helados en un zoológico, ¿me equivoco?
Definitivamente esa expresión petulante no era producto de su imaginación, y mucho menos el tono degradante con el que la frase había salido.
Era cierto, un año atrás, antes de que empezara la universidad, ese había sido su empleo.
Realmente le gustaba, adoraba a los niños, los animales y de vez en cuando se llevaba helado gratis a casa, solo abandonó su puesto por el reinicio de sus estudios, cuestión por la que necesitaba ganar más dinero.
Era un trabajo digno y divertido, y por supuesto, nada por lo que avergonzarse, pero por la forma en que esas personas hablaban de él, parecía ser una cosa denigrante, motivo de bochorno.
Apretó el vaso entre sus dedos con un poco más de fuerza, sintiendo su sangre hervir y tomando una disimulada y profunda inhalación.
- ¿Es eso cierto? - SoRa se veía muchísimo más pendiente del tema ahora que sabía sobre ese pasado.
- Lo es, pero ya no me dedico a eso. Actualmente estoy trabajando en un local de comida rápida - Murmuró lo último, molesto consigo mismo por sentirse apenado sin razón real.
- Wow, el abogado más prometedor de todo el bufete tiene como compañero a un vendedor de patatas fritas. Que interesante combinación - Comentó el tipo que antes se había reído, la sorna prácticamente palpable en su voz.
- Oye, Choi, no te burles - Intervino el otro, irónicamente más sonriente que "Oh, ya me acuerdo de él", Choi - Al menos ha evolucionado. De vender helados en un carrito a combos de comida chatarra hay un trecho, ¿eh?
- Señor Lee, no sea malo - Comentó la rubia con voz melosa y chillona - ¿Sabe? Yo siempre quise dedicarme a algo como eso. Me parece mucho más genial vender hamburguesas y cocacolas antes de tener que estudiar y pasar trabajo para ganarse la vida. Solo estudié una carrera porque mi papi me forzó, pero si fuese por mí, me hubiese ido de cabeza hacia el fantástico mundo del kétchup y la mostaza. Y este chico es más que afortunado. Puede fácilmente no hacer nada útil, de todos modos ya se ganó la lotería con su pareja.
Entonces todos, descaradamente, comenzaron a reír.
Los ojos del pelinegro ardían, y el nudo instaurado en el centro de su garganta le daban a entender que se encontraba a nada del llanto.
No estaba triste, más bien, impotente.
Se le ocurrieron miles de cosas que podría haber dicho, no obstante, cada vez que abría la boca, terminaba mordiéndose el labio, controlando sus impulsos.
Quería mandar a la mierda a esos cabezas huecas por decir tantas tonterías, por menospreciar de esa forma trabajos que, a pesar de no necesitar un título universitario para ejercerlos, llevaban sacrificio y dedicación.
Quería sobre todo darles un puñetazo por hablar de su relación con Namjoon como si esta no fuera lo más bonito y sincero que le había pasado en la vida.
Quería hacer tanto, pero en su lugar, bebió de su vaso y se quedó callado, aceptando la humillación.
"Esto es por Namjoon, porque lo amas y porque para él es importante", se repetía constantemente.
- Parece que se están divirtiendo mucho por aquí. ¿Me cuentan el chiste?
De alguna manera, cuando escuchó la voz de quien llevaba rato esperando, y se percató de cómo uno de los brazos de este pasaban por detrás de sus hombros, y le atraían hacia él, el pecho de Seokjin comenzó a sentirse menos apretado, como si le hubiesen quitado un peso de encima.
Ni siquiera se dio cuenta de que había estado aguantando la respiración hasta que un suspiro escapó de su boca.
Volteó en dirección al castaño y observó que este aún sonreía, pero a diferencia de antes, más bien parecía una sonrisa por compromiso, aunque ciertamente nadie podría percibir la diferencia.
Sin embargo, Seokjin lo conocía bien, y sabía que en ese instante, Joon estaba tenso.
"¿Habrá escuchado algo?", se preguntó.
Al notar la nueva presencia, el resto se aclaró la garganta, y trataron de recomponerse. Lee tomó la palabra.
- Oh, solo estábamos hablando con Seokjin y hemos bromeado un poco - Respondió como si no fuese la gran cosa.
- ¿Y de qué hablábais? - Los tres individuos apartaron la vista, y casualmente tomaron de sus copas. Al parecer no pretendían responderle al moreno, pero él no iba a desistir, así que le miró a los ojos, y cuestionó por segunda vez - ¿De qué hablábais, nene?
Jin dudó sobre qué decir, y al final, decidió dar una contestación escueta y algo ambigua, fingiendo que no se encontraba afectado en lo absoluto con la corta conversación.
- Nada importante. Solo les estaba contando sobre mi trabajo.
Namjoon procesó la respuesta, y acto seguido, la llama de lo que pareció ser determinación se prendió en sus orbes.
Ahora, acerca de qué estaba determinado, el pelinegro no sabía.
- Oh - El más alto nuevamente miró al frente, sin bajar sus comisuras ni siquiera un milímetro - En el trabajo de Jin venden el mejor sándwich de pollo del mundo.
El mayor cerró los ojos ante ese comentario, para no tener que ver las muecas burlonas con las que sabía que el resto le estaba observando.
"Namjoon, ¿qué estás haciendo?"
- Tal vez deberíamos pasarnos por ahí un día en el almuerzo - Sin aparentemente darse cuenta de que lo incómodo que se sentía, el moreno continuó - Nene, ¿les has contado que volviste a la escuela?
- Ehmm, no, no lo he hecho - Murmuró, un poco extrañado por esa repentina pregunta.
- Está estudiando Diseño Industrial - Informó el castaño - Tuvo que dejar la universidad hace tiempo por un problema familiar. Su hermano estaba enfermo, y prefirió abandonar la carrera para dejar todo el dinero en los gastos del hospital. ¿Cuánta gente hoy día hace eso? Estuvo trabajando hasta en tres lugares diferentes a la vez - Levantó tres dedos con su mano libre, queriendo remarcar su afirmación - Ni siquiera puedo imaginar lo agotador que fue, no creo que nadie aquí pueda - Tal vez fueran cosas de su cabeza, pero Jin sintió que Nam le apretaba un poco más contra su costado con cierto aire de protección. Inicialmente, llegó a pensar que el contrario sentía pena por él debido a todas las vicisitudes que había tenido que experimentar, pero cuando volteó y le miró a la cara, no había ni una pizca de lástima en las facciones de ese bronceado y hermoso rostro, todo lo contrario, Seokjin solamente era capaz de percibir admiración pura y dura - Por suerte todo se resolvió y este año se animó a retomar los estudios y se presentó a las pruebas de ingreso. ¿Os hacéis una idea lo difícil que es volver a estudiar después de ocho años sin hacerlo? Y encima seguir trabajando. Este hombre no para.
- Bueno, digo yo que tampoco hay que hacer mucho escándalo, ¿no? Quiero decir, trabaja en una cafetería, no es para tanto - Aportó SoRa, y sorprendentemente, la sonrisa del moreno se ensanchó más todavía.
- Tal vez tengas razón. El día que puedas pasarte seis horas seguidas de pie, teniendo que moverte de un lado para otro atendiendo clientes y limpiando mesas, luego ir a una facultad, estudiar una carrera, tener miles de proyectos que entregar en tiempo, y encima de eso seguir haciendo una vida social, me llamas y debatimos si de verdad no es la gran cosa - Y tras terminar con todo ese discurso, le guiñó un ojo a la mujer que aparentemente había perdido su habilidad para el habla.
Y al parecer, no era la única, ya que Choi agarró con nerviosismo el cuello de su camisa, y Lee simplemente volvió a sorber del envase.
El pelinegro tampoco sabía que decir, pues aunque en un principio no entendiera a qué venía ese tema de conversación, más pronto que tarde se dio cuenta de algo: Nam lo estaba defendiendo.
Les había cerrado el pico de una forma educada, indirecta, y extremadamente elegante, a tres seres que habían conseguido hacerle sentir como la mierda en cuestión de pocos minutos y no podía estar más agradecido con él por ello.
O eso creía, porque cuando las siguientes palabras salieron de los belfos de su novio, Seokjin se dio cuenta de que sí era capaz de sentir un nivel mayor de gratitud y cariño por el hombre que le rodeaba con su brazo como una barrera protectora.
- Estoy muy orgulloso de él. No pude haber encontrado a una mejor persona para que fuera mi compañero de vida.
Y cuando el más alto le miró de nuevo a los ojos con esa sincera expresión que confirmaba cuán cierto era lo que había dicho, los orbes del pelinegro volvieron a picar, esta vez con más fuerza que antes, y por una razón completamente distinta.
Después de irse esa noche, Namjoon le aseguró que no había oído absolutamente nada de la conversación previa que había tenido con Byun, Lee y Choi, sin embargo, Jin sabía que estaba mintiendo, o si no, no le hallaba otra explicación lógica a que durante el resto del evento, su chico se hubiese dedicado a presumir de él con todos y cada uno de los invitados que le dirigían la palabra.
Pero fingió creersélo y no discutió sobre el asunto.
Desde que el mayor se había decidido finalmente a dar cumplimiento con los puntos de su amado listado, hubo uno que le estuvo causando dudas e incertidumbre.
🌻Que te cuide y te proteja.
Sinceramente, no tenía ni idea de qué hacer para poder tachar ese aspecto.
"Cuidar y proteger" le sonaba a súper héroes o a madres alimentando a sus bebés. No tenía una opinión centrada ni sabía cómo conseguiría que Nam el despistado, le cuidara y protegiera.
Una vez, incluso llegó a pensar en tirarse frente a un coche en la calle cuando estuviese junto a él para ver si este se lanzaba a salvarlo o algo.
Pero ese día, mientras el moreno le hacía sentir seguro y amado frente a todas esas personas que lo intimidaban, se dijo estúpido por no haberse dado cuenta antes del significado real detrás de esa oración.
La respuesta siempre estuvo ahí.
Existen muchas maneras de cuidar y proteger a alguien, ya sea desde cosas tan grandes como salvarte de un evento mortal a otras tan simples como darte un abrazo cuando tienes frío.
Y el hecho de que Namjoon se preocupara por sus sentimientos, e hiciera todo lo posible por evitar que alguien lo hiriera, o le hiciese sentir mal, era en sí mismo una forma de protección, de cuidado, de amor... Una de las más bonitas del mundo, si le preguntan a Seokjin.
Porque proteger no es más que eso: demostrar con acciones que alguien te importa.
Y definitivamente, él era importante para el castaño.
💙¿Existe un novio así?💙
🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶j̶̶e̶̶ d̶̶a̶̶r̶̶ b̶̶e̶̶s̶̶o̶̶s̶̶ a̶̶ c̶̶a̶̶d̶̶a̶̶ r̶̶a̶̶t̶̶o̶̶ ̶y t̶̶e̶̶ l̶̶o̶̶s̶̶ d̶̶é a̶̶ t̶̶i̶̶ (Namjoonie sabía a mayonesa (◕‿◕✿) )
🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶j̶̶e̶̶ m̶̶o̶̶r̶̶d̶̶e̶̶r̶̶ (Que bueno que Namjoonie dejó de ir tanto al gimnasio. Se ha puesto más blandito ◕ ◡ ◕)
🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ d̶̶i̶̶g̶̶a̶̶ c̶̶o̶̶s̶̶a̶̶s̶̶ b̶̶o̶̶n̶̶i̶̶t̶̶a̶̶s̶̶ d̶̶e̶̶l̶̶a̶̶n̶̶t̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶ s̶̶u̶̶s̶̶ a̶̶m̶̶i̶̶g̶̶o̶̶s̶̶ (Namjoonie dice que no le importaría frotar mi culito :D)
🌻Que te comprenda y apoye cuando estés irritable por algún motivo.
🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ a̶̶s̶̶u̶̶s̶̶t̶̶e̶̶ s̶̶o̶̶l̶̶o̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ v̶̶e̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ e̶̶n̶̶o̶̶j̶̶a̶̶d̶̶@ (Sustos que dan gustos ( ͡° ͜ʖ ͡°))
🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶e̶̶z̶̶c̶̶a̶̶n̶̶ n̶̶i̶̶ño̶̶s̶̶ j̶̶u̶̶g̶̶a̶̶n̶̶d̶̶o̶̶ e̶̶n̶̶ l̶̶a̶̶ c̶̶a̶̶l̶̶l̶̶e̶̶ ̶y n̶̶o̶̶ l̶̶e̶̶ i̶̶m̶̶p̶̶o̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ h̶̶a̶̶c̶̶e̶̶r̶̶ e̶̶l̶̶ r̶̶i̶̶d̶̶íc̶̶u̶̶l̶̶o̶̶ s̶̶o̶̶l̶̶o̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ h̶̶a̶̶c̶̶e̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶n̶̶t̶̶i̶̶r̶̶ b̶̶i̶̶e̶̶n̶̶ (¡EL FIN DEL MUNDO ESTÁ LLEGANDOOOO! XD)
🌻Que te dé detalles sin que sea una fecha importante.
⏩🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ c̶̶u̶̶i̶̶d̶̶e̶̶ ̶y t̶̶e̶̶ p̶̶r̶̶o̶̶t̶̶e̶̶j̶̶a̶̶ (Yo tampoco pude haber encontrado mejor persona. Namjoon es demasiado para el mundo)
🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ v̶̶e̶̶a̶̶ d̶̶e̶̶s̶̶a̶̶r̶̶r̶̶e̶̶g̶̶l̶̶a̶̶d̶̶@ ̶y a̶̶ún̶̶ a̶̶s̶̶í l̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶e̶̶z̶̶c̶̶a̶̶s̶̶ h̶̶e̶̶r̶̶m̶̶o̶̶s̶̶@ (Si te baña, es ahí (◡‿◡))
🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ c̶̶o̶̶c̶̶i̶̶n̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ t̶̶i̶̶ (¡El idiota de Namjoon me ha roto la tostadora!˚‧º·(˚ ˃̣̣̥⌓˂̣̣̥ )‧º·˚ )
🌻Que te mande muchos mensajes cuando no está contigo.
🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ j̶̶a̶̶m̶̶ás̶̶ s̶̶e̶̶ l̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶c̶̶i̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ "B̶̶u̶̶e̶̶n̶̶a̶̶s̶̶ n̶̶o̶̶c̶̶h̶̶e̶̶s̶̶, a̶̶m̶̶o̶̶r̶̶" (Nene suena mucho más bonito ◕3◕)
Necesito que seáis honestos...
¿Me odiáis por hacer los caps tan largos ಥ‿ಥ?
Porque yo me odio. Dije que iba a ser corto y al final hago lo que me da la gana. Pero es que cuando releo el cap, no encuentro cosas que quitar. Si disminuyo las descripciones siento que no hago claro el ambiente de la historia, y si disminuyo los diálogos o las interacciones "tontas" entre ellos, siento que su relación se ve muy superficial.
Aunque no parezca, lo acorté lo máximo posible (╥_╥)
Igual, espero que os haya gustado.
Con respecto a los pelitos de Nam, pos yo le he visto hasta bigotillo en algunas fotos, pero se me hizo cute ponerlo lampiño 😳
Sinceramente amé escribir este cap, no sé, me pareció bonito el mensaje de "cuidar y proteger" :v Creo que este y el del fin del mundo son mis favoritos por el momento. Y si la idea que tengo para el cap final me sale medianamente decente, entonces supongo que ese será mi fav.
Evidentemente, ya queda nada para que se acabe el fic :(
Le tengo mucho cariño a esta minihistoria, no sé por qué XD
Bueno, nos leemos, un besazo y cuidaos mucho 😘
Mirad que banner más chulo me ha hecho Paw903 (◕‿◕✿)
Lo voy a poner al final de cada cap hasta que cambie la portada y los otros banner en un futuro, luego de que terminen unos concursos donde me inscribí
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