🌻Punto 7🌻

- ¡Y de repente viene la tipa y me dice: "Lo siento abogado Kim, acabo de retirar la denuncia"! ¡Hija de su puta madre, que llevo un jodido mes trabajando en ese caso!

Recostado contra el cabecero de la cama y recién duchado, Seokjin se encontraba prestando atención a Namjoon, quien le contaba acerca de su jornada laboral.

Eran apenas las nueve y media de la noche, pero ya que el mayor no había tenido clases ese día por un problema de la propia universidad (a pesar de que los viernes sí formaran parte de su horario), cayó temprano entre las sábanas y pretendía ver alguna película o hacer cualquier otra cosa que le permitiera entretenerse antes de dormir. Por supuesto, el castaño venía incluido en sus planes.

Este último salió unos minutos después que él de la ducha, así que mientras el pelinegro ya estaba vestido, el contrario simplemente llevaba una toalla atada alrededor de su cintura, toalla que instantes después desapareció, revelando así aquella zona escondida.

Jinnie oía atentamente todo el discurso de su novio que con frustración hablaba de un problema que había tenido con un cliente mientras rebuscaba de espaldas en el armario un poco de ropa casual, sin embargo, de vez en cuando perdía el hilo porque sus ojos se desviaban involuntariamente hacia el sur y su mente no era capaz de pensar en otra cosa que no fuera la espectacular curva del trasero desnudo de su chico.

Bueno, quien dice de vez en cuando, dice que básicamente estaba embobado por completo con esas dos esferas que, a sus ojos, eran perfectas.

¡Pero estaba escuchando todo todito!

Aunque no pudiera procesar ni la mitad porque, al parecer, observar ese culo creado por los dioses requería una cuantiosa dosis de concentración...

- ¿Sabes cuá-Jin, ¿me estás escuchando? - El menor se volteó quedando nuevamente de frente, con unos shorts rojos en sus manos que (desgraciadamente para el más bajo) cubrían su entrepierna y le pilló en las musarañas, tras lo cual frunció el ceño y paró de hablar.

Seokjin pegó un pequeño saltito de la impresión, y parpadeó un par de veces, subiendo la mirada y conectándola con la confundida de Namjoon.

- Ehm, sí, sí, perfectamente - Contestó con nerviosismo, tragando grueso.

- ¿Seguro? - La arruga de su entrecejo se profundizó, y a ella se le sumó una ceja arqueada.

- Que sí - Alegó, tratando de aparentar la mayor seguridad posible - Has dicho que llevabas un mes trabajando en ese caso. ¿Qué más? - Al parecer sí se había enterado de eso último, y por tanto fue suficiente para que las facciones del castaño se relajaran de nueva cuenta. Un suspiro de alivio casi imperceptible escapó de sus labios.

"Uff, un poco más y me pillan", pensó.

- Bueno, lo que te estaba diciendo. ¿Sabes cuánto tiempo he invertido en ese asunto? - Expresó con frustración, metiéndose dentro de los pantalones cortos. Jin por un lado sintió decepción, pero bueno, al menos no habrían más distracciones - ¡Llevo semanas acostándome a las tantas por eso!

- ¿Era ese el caso en el que trabajabas luego de llegar a casa? ¿El de no se qué de una orden de alejamiento? - El moreno asintió con rapidez.

- Sí, ese mismo. La chica llegó súper desesperada al bufete, diciendo que su ex la estaba volviendo loca y que no podía más.

- Típico de heteros - Dijo el mayor, interrumpiendo, cruzándose de brazos y rodando los ojos.

- Es lesbiana, nene.

- Típico de homos - Se corrigió, haciendo un gesto desdeñoso con la mano como queriendo decir "da lo mismo", y esta vez fue Namjoon quien puso sus ojos en blanco, esbozando una diminuta sonrisa divertida.

- Lo peor del asunto es que casi no habían pruebas, y tampoco testigos, solo unos cuantos mensajes de mierda. Así que tuve que sacar información de debajo de la tierra. Un poco más y termino buscando a tu madre para que me ayudara, esa se entera de todo.

- Si le hubieses preguntado desde el principio, probablemente en dos días hubieras tenido el caso resuelto - Nam rió, acercándose a la cama y sentándose en el borde.

- Eres un mal hijo, Jeon Seokjin. Burlándote de esa forma de tu madre...

- ¿Qué culpa tengo yo de que sea tan chismosa? En serio, el FBI no sabe lo que se pierde.

- Déjala, pobrecita, ya está en esa edad - Contestó con sorna.

El moreno adoraba a su suegra, pero la señora era de temer. Con deciros que cuando se conocieron, ya la mujer se sabía el tipo de sangre de su futuro yerno.

Y Jin no tenía idea de cuál era.

- ¡Solo tiene 55! ¡Es joven aún! - Rechistó con molestia, sin embargo, luego una mueca de preocupación totalmente exagerada se abrió paso en su rostro - Oye, por cierto Nam, últimamente la veo muy enganchada a la internes, como ella dice. El otro día me contó que hizo una videollamada grupal con un amigo egipcio y otro angolano. ¿Debería preocuparme?

- Wow... - Namjoon se veía francamente impactado - Eso es... Uhm, jodidamente perturbador.

- ¿Verdad que sí? - Afirmó con la cabeza, coincidiendo - Bueno, después hablamos de esto, perdón, te he interrumpido. Sígueme contando.

- Ah, sí, sí - Jin se arrastró por el colchón hasta quedar a su lado y él continuó con el tema - Pues eso, que tuve que averiguar y trabajar a lo desgraciado. Incluso me releí la constitución como dos veces a ver si encontraba algún artículo que hubiera pasado por alto y me fuera útil para ganar el juicio. Y cuando ya lo tenía todo listo, que solo faltaban dos días para ir a tribunales... ¡Me suelta que ha vuelto con la otra y que se van de vacaciones al Caribe!

- Que zorra...

- Y lo peor es que tengo cuatro casos más pendientes, los que pude haber trabajado mucho más a fondo si no hubiese estado tan entretenido con este - Pasó sus palmas con su rostro, en un gesto de total frustración - Vaya mierda...

- ¿Cuándo tienes cita con el próximo cliente?

- El lunes, a las diez.

- Hay un poco de tiempo aún, ¿no?

- Nene, hoy es viernes. Solo queda el fin de semana, y el domingo ni el mismísimo Drake podría conseguir que le preste atención a algo más que no seas tú. No me van a arruinar el único día de la semana que puedo pasar contigo.

- Uhmm - El pelinegro tarareó, con una sonrisilla deslizándose en sus labios, y acto seguido besó al contrario en el brazo - Eso es tan dulce de tu parte.

- Hablando de dulce. ¿Podrías prepararme un café con mucho azúcar? Lo haría yo mismo, pero no sé usar la cafetera.

- Y yo no iba a dejarte usarla de todas formas.

- Sí, eso también.

- Pero, ¿café a las 9 de la noche, Namjoon? ¿Qué clase de idiotez es esa? - Inquirió cruzándose de brazos.

- La idiotez de un hombre que tiene que pasarse la noche en vela para adelantar - Soltó con el mayor tono de obviedad posible e inmediatamente una expresión de indignación total se impregnó en las facciones del más bajo.

- ¿Qué? Oh, no, ni lo pienses. No vas a quedarte trabajando toda la noche.

- Mira Jin, en serio, tengo un montón de documentos que revisar y-

- Me da igual, te has pasado el día entero trabajando. Estás agotado. Además, la noche es para dormir y hacer cosas de adultos - Se puso de rodillas y avanzó de esa forma hasta situarse tras la espalda del castaño, para acto seguido comenzar a dar una especie de masaje sobre sus hombros.

- Trabajar es una cosa de adultos - Refunfuñó, sin embargo, en vez de tratar de apartarse, se dejó hacer sin rechistar, relajándose ante la labor que ejercían aquellas talentosas manos.

- Escucha, Nam - Empezó a hablar con paciencia, sin detener el movimiento de sus dedos - Has tenido un día duro, estás cabreado por lo que ocurrió con la chica esa, cansado, tenso, atormentado. Aunque quieras, ahora mismo no tienes cabeza para ponerte a pensar en leyes y todas esas mierdas de política. ¿Y sabes en qué terminará esto? Tú con sueño, sin poder rendir bien mañana y sin avanzar en el caso. Lo mejor es que te relajes ahora, que descanses, y mañana en la mañana, cuando tengas la mente bien despejada, retomes todo. Confía en mí, vas a ver que funcionarás al 200%.

- Tal vez tengas razón... - Jin no sabía si Namjoon lo decía porque realmente estaba de acuerdo, o porque se encontraba demasiado distraído con el masaje, no obstante, a él le valía esa respuesta.

- Claro que tengo razón. Y no solo eso, ni me hagas hablar de lo malo que es consumir productos con cafeína y azúcares tan tarde. No terminaríamos ni en un millón de años.

- Dice el adicto al café - Murmuró el moreno, y Seokjin detuvo momentáneamente el proceso para darle un golpecito.

- ¿Quién es el mayor aquí? ¿Tú o yo?

- Tú...

- Entonces no me rechistes, jovencito.

- Solo soy dos años menor qu-

- Shhhh - Siseó, haciéndole callar - No discutas tanto, estás pareciendo un viejito cascarrabias - Sus palmas dejaron de masajear, y se dedicaron a bajar por la espalda del castaño, trazando leves caricias sobre la tersa piel durante una cuantiosa suma de segundos. Seokjin, aún sobre sus rodillas, se inclinó hacia adelante, posando su nariz en el cabello húmedo de su chico e inhalando profundamente - Uhmm, hueles tan bien...

- No es que huela bien, te gusta mi olor porque como eres un vicioso, me hiciste comprar un jabón y un champú de canela - El pelinegro rió entre dientes por tal queja y lentamente bajó su rostro hasta situar su boca tras la oreja derecha del menor.

- Viejito~ - Susurró para acto seguido atrapar entre sus dientes la tierna carne de la hélix y raspar suavemente hasta hacer que a Joon se le pusiera la piel de gallina.

Posteriormente, y cuando ya lo hubo considerado, empezó a dejar leves y tiernos mordiscos, trazando su camino hasta llegar al lóbulo, donde arremolinó su lengua y succionó con delicadeza la blanda carne.

A este punto, sus manos habían abandonado la espalda contraria, y en su lugar, rodeaban a Namjoon por la cintura, una de ellas jugueteando con el prácticamente imperceptible rastro de vello que iba desde el ombligo hasta la entrepierna del más alto

- ¿Sabías que en algunos lugares llaman a esto - Hizo un trazo vertical por la línea de cabellos antes mencionada, queriendo hacerle saber al moreno de qué hablaba - camino del tesoro?

- Por algo será - Respondió el otro con una pequeña risa.

- Mmm... Y a mí... ¿Me dejarán encontrar el tesoro esta noche? - Con un gesto de osadía, pasó una mano a través de la pretina de la odiosa prenda inferior y agarró con fuerza la base del pene contrario, que debido a los roces y coqueterías previas, ya estaba semi erecto.

- Joder... - Resopló el moreno, cerrando los ojos y dejando caer su cabeza hacia un costado, dándole involuntariamente mayor acceso en la zona de su cuello a Seokjin, quien evidentemente no desaprovechó la oportunidad y en menos de lo que dura parpadear, empezó de nueva cuenta con una serie de mordiscos cariñosos - Jesús, nene. El tesoro lleva siendo tuyo desde hace años.

- Me alegra oírlo.

Entre besos castos y mordidas, Jin terminó por llegar hasta el punto de unión del cuello con el hombro del castaño, y una vez ahí, no pudo resistir el impulso de enterrar, con mucha más fuerza que antes (sin llegar a herirle, por supuesto), sus dientes en la blanda carne, dejando una marca poco profunda con los mismos.

Provocó con ello un leve jadeo de dolor por parte de Namjoon, sin embargo, no le dejó centrarse mucho en la quemadura y utilizó la lengua para aliviar el escozor. Además, por si no era suficiente, deslizó de arriba a abajo la mano que apretaba su longitud.

El moreno volvió a jadear, pero en esta ocasión, de genuino placer.

- Joder Seokjin, acuéstate en la cama - Gruñó, la anticipación de lo que estaba a punto de ocurrir prácticamente palpable en su tono de voz.

Un último desliz de su palma por el duro miembro contrario fue lo que perduró la cercanía del pelinegro, e instantes después, yacía acostado, con la cabeza apoyada sobre la almohada y de piernas abiertas, mostrando una sonrisa que era puro sexo y hacía su invitación descaradamente clara.

Namjoon se puso de pie, deshaciéndose del trozo de tela que en opinión de Jin, nunca debió haber sido usado en primer lugar, y acto seguido subió sobre el colchón también, avanzando a gatas como si fuese un depredador en busca de su presa, solo que en este caso, la presa estaba más que complacida de ser cazada (Quién no XD).

Cuando llegó, el moreno se situó entre los muslos del más bajo, y tras ello pocisionó un antebrazo al costado de su cabeza y utilizó los dedos libres para sostenerle la barbilla. Acarició con el pulgar el labio inferior del pelinegro y posteriormente sustituyó su dígito por su propia lengua, recorriendo el mullido belfo de extremo a extremo con el húmedo órgano.

Ráfagas de electricidad y excitación pura recorrieron a Seokjin desde sus pies hasta el último de sus cabellos, y, antes de que Namjoon se apartara, aprovechó la cercanía entre ambas bocas, capturando con suavidad el propio labio del castaño con sus dientes, para luego lamerlo y chuparlo hasta dejarlo de un rosa brillante.

Tras soltar su quijada, el menor acomodó ambos antebrazos de igual forma para poder tener mayor equilibrio, y después, sin perder el ritmo, plantó directamente su boca contra la del más bajo. Esta vez, en lugar de andarse con tonterías, dieron inicio a un beso profundo, lleno de movimientos juguetones, algunos choques torpes y sonidos obscenos.

Era sorprendente cómo un acto tan sencillo desprendía lujuria y cariño en partes iguales.

Mientras esto ocurría, el pelinegro sostuvo el trasero contrario con sus manos y apretó la carne entre sus dedos como si de masa de pan se tratase, provocándole a Namjoon un gemido que quedó atorado por la unión de sus bocas.

"Sí, definitivamente son perfectas."

Luego de separarse, cuando el oxígeno ya estaba reclamando hacer acto de presencia, el castaño empezó a dejar algunos picos a lo largo de la lampiña mandíbula, y el mayor le apretó más sobre su cuerpo, por lo que ahora sus miembros rozaban con solo la ropa como barrera.

Instantáneamente, Joon se inclinó ante el roce, y comenzó a frotarse de arriba a abajo contra la entrepierna cubierta de Jin, quien a este punto también había empezado a jadear.

- Espera Nam, déjame quitarme esto - Hizo el intento de agarrar el borde su sus pantalones cortos, pero las manos ajenas fueron más ágiles y llegaron primero.

En un par de minutos, el más alto se había deshecho por completo de las prendas contrarias, por lo que ahora estaban en contacto piel contra piel.

Y, si le preguntan a Seokjin, él sentía arder de una forma espectacular aquellos puntos donde sus cuerpos se tocaban.

- Agarra los condones y el lubricante de la mesita de noche - Pidió y el moreno cumplió, sin embargo, cuando regresó y se puso de rodillas entre sus piernas, solo traía consigo una botella con el viscoso líquido - Hey, también coge los condones.

- No necesitamos eso - Respondió sin más, agitando el envase casi vacío.

- Claro que sí, no me vas a follar sin un condón - Rechistó.

- ¿Y esa fineza a estas alturas de la vida, Jeon Seokjin? Hemos tenido sexo mil veces sin preservativo, por el amor de Dios.

- No es fineza imbécil - Contraatacó. ¿Recordáis toda la sensualidad y calentura de instantes antes? Pues olvidadla, porque estos dos idiotas mataron completamente el ambiente cuando empezaron a discutir como niños pequeños - Lo que pasa es que ya estoy limpio. No me vas a ensuciar de nuevo. Tú muy feliz corriéndote sin problemas, pero luego el que termina hecho un asco soy yo.

- Jo, Jin, déjame. Porfaaaaaa - Alargó la palabra y rebotó un poco sobre su lugar a modo de berrinche.

- He dicho que no - Negó con la cabeza y se levantó apoyándose sobre sus codos.

- ¡Pero es que sin gorrito es más rico!

- ¡Y también más cochino! - Uff, hasta rimó y todo.

- Venga, nene - Se inclinó hacia adelante, comenzó a rozar sus narices juntas y para rematar, sostuvo en su puño la polla del mayor - Te prometo que te voy a limpiar, y hasta cambio las sábanas cuando acabemos.

- He dicho que - Un tirón en su pene le hizo sustituir sus palabras por un gemido, y dejó caer su cabeza hacia atrás por el placer, sin embargo, tal vez no debió haber hecho eso, no si quería mantener su palabra, pues Namjoon al ver el camino libre, comenzó a succionar con ahínco la piel que cubría su nuez de Adán. Y ahí sí se derrumbó completamente - Oh, joder, juegas sucio. Mierda, está bien... Pero sí o sí vas a limpiar todo el desastre.

Ante la respuesta positiva, el castaño se alejó nuevamente con una sonrisa socarrona, y finalmente abrió el pote de lubricante, con el cual embadurnó bien sus dedos.

- Abre más las piernas, nene. Déjame verte - Jin se acostó de nueva cuenta y cumplió con la petición, flexionando sus rodillas hacia arriba y dejando completamente a la vista su apretada entrada.

Namjoon acarició con sus húmedos dígitos a lo largo de la grieta del trasero contrario, y tras ello se detuvo sobre el palpitante anillo de músculos que se dedicó a tocar superficialmente hasta que consideró correcto ingresar un dedo.

Para distraer al pelinegro de la probablemente incómoda sensación, se acercó a besarle y Jin aprovechó para tomar ambas longitudes entre sus manos, dando inicio a una fricción deliciosa entre las mismas.

Cuando menos se lo esperaba, básicamente porque estaba demasiado distraído por la fantástica sensación que el roce de sus pollas y labios juntos le provocaba, Joon ya había insertado en su interior tres largos dedos que se movían a sus anchas en un intento exitoso por expandirle.

Y cuando uno de ellos tocó su punto dulce, Seokjin supo que ya era hora de entrar en la verdadera acción.

- Nam, ya estoy listo - Murmuró contra su boca.

- ¿Seguro? - Asintió en respuesta - Agarra el lubricante y échame un poco - Ordenó, y en movimientos descoordinados las manos del mayor comenzaron a tantear alrededor en busca de la olvidada botella. Cuando la encontró, echó sobre su palma una cuantiosa cantidad, masajeando acto seguido el miembro de Namjoon.

Este último, agarró su eje tras todo ese proceso, lo ubicó directamente alineado con la entrada de su novio, y después de frotar suavemente con la cabeza el arrugado agujero de Jin, empezó a introducirse lentamente, cuidando como siempre de no hacer algún movimiento demasiado tosco que le provocara mucha molestia al otro en ese momento de adaptación inicial.

- Si te duele, puedes morder mi hombro, ¿vale?

- Y si no me duele... ¿También puedo hacerlo?

- Puedes hacer lo que te dé la jodida gana - Musitó llegando cada vez más profundo, cerrando los ojos y abriendo la boca en un gesto de absoluta satisfacción - Siempre y cuando me dejes estar así, dentro de ti, puedes hacerme lo que quieras, nene. Soy muy manipulable cuando de ti se trata, y si hay sexo incluido, más todavía - Besó castamente al más bajo en su frente, luego en la nariz, posteriormente en ambas mejillas, y terminó en sus mullidos belfos - Me avisas cuando estés bien, no quiero hacerte daño.

- No me duele, solo arde un poco - Murmuró - Pero se siente bien, tan bien, Namjoon... Es como una quemadura deliciosa - Resopló una risa baja - Mierda, ¿eso hace sentido?

- Lo hace.

Para Seokjin, cada encuentro sexual con Namjoon, era simplemente magia.

En esos momentos, podían decir verdaderamente que estaban unidos, tanto físicamente como de manera emocional. Era fascinante la forma en que sus cuerpos parecían acoplarse a la perfección, como si hubiesen sido hechos, por muy cursi, cliché o gastado que parezca, para estar juntos.

El contraste de los matices de sus pieles, la forma en que la calidez de Jin acogía sin problemas al castaño, la plenitud que les provocaba la cercanía, entre miles de otras cosas, le hacían al pelinegro pensar que así era justamente como se suponía que debía estar: entre los brazos de su chico, siendo mimado y amado por él.

Y, a juzgar por la intensa expresión, los labios jadeantes y las pupilas dilatadas de Namjoon, este pensaba de igual manera.

- Puedes moverte ya, Nam - El mayor corroboró su afirmación con un movimiento de caderas. Al otro no hizo falta repetírselo dos veces y como prueba de ello, instantáneamente comenzó a dar lugar a deslizamientos que inicialmente fueron lentos, pero con el paso de los segundos, alcanzaron mayor potencia.

Dentro, fuera.

Ese vaivén constante le tenía deshaciéndose en gemidos, y como si esto no fuera suficiente, Namjoon no dejaba de besarle donde fuera que tuviera alcance, ni de susurrarle oído palabras que derretían a Seokjin y que este no podría repetir en voz alta sin morir de la vergüenza.

Cuando el pelinegro ya sentía estar al borde del éxtasis, intentó agarrar su polla y comenzar a acariciarse, sin embargo, por segunda vez, los dedos de Nam llegaron primero y apresaron su erecta longitud en un agarre tan sólido y placentero, que sus ojos se pusieron en blanco.

- Déjame a mí, nene. Tú solo disfruta.

Y eso hizo.

Probablemente la silueta de sus dígitos ya estuviera marcada en la cintura del castaño, pero es que necesitaba algún tipo de soporte para aguantar todas aquellas explosivas sensaciones.

Y hablando de explosión, una vez el pene del menor hizo contacto con su pequeña glándula, y tras varios choques certeros en esta, sumado al masaje sobre sus genitales, gruesas líneas de esperma caliente, que quedaron atrapadas entre sus abdómenes, escaparon de su miembro como prueba de un increíble orgasmo.

Las extremidades de Jin se adormecieron producto a la absoluta relajación, y las dejó caer sobre el colchón, sin energía suficiente para hacer algo más. Lo único que parecía haber ganado más fuerza tras su liberación era la presión que ejercía su trasero alrededor de la polla del castaño, quien al no haberse corrido aún y aprovechando tal opresión exquisita, empezó a moverse aún más rápido, más frenético, más desesperado.

Instantes después, acompañada de un grito satisfecho, la corrida contraria se deslizó en su interior y el cuerpo del moreno cayó encima suyo como peso muerto.

Probablemente por la fatiga, la relajación y la neblina post-orgásmica, Jin no podría decir al detalle lo que sucedió después.

Solo puede asegurar que su novio le soltó un montón de cosas lindas, se separó un instante para buscar una toalla húmeda y caliente con la que limpiarlos a ambos y posteriormente, una vez estuvieron lo suficientemente higienizados, se acostó a su lado, lo estrujó contra él y musitó en su oído su clásico: "Buenas noches, nene".

Al día siguiente, mientras trabajaba, Seokjin no podía borrar la sonrisa idiota de su cara.

Y no, su buen humor no se debía solamente a los recuerdos calientes de la noche anterior, sino también a que, como debéis suponer, su preciada lista estaba involucrada en el juego.

En lo que a mordidas refiere, no era la primera vez que Namjoon le dejaba hacerlo, de hecho, Jin tenía cierta manía con hincarle sus dientes de vez en cuando, principalmente cuando hacían el amor.

Y, bueno, lo de las buenas noches, podría decirse que era su pan de cada día.

Así que sí, básicamente, el pelinegro no tenía idea de por qué no había tachado esos dos aspectos desde un inicio.

De todas formas, no le importaba.

Ya sabéis, mejor tarde que nunca.



💙¿Existe un novio así?💙

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶j̶̶e̶̶ d̶̶a̶̶r̶̶ b̶̶e̶̶s̶̶o̶̶s̶̶ a̶̶ c̶̶a̶̶d̶̶a̶̶ r̶̶a̶̶t̶̶o̶̶ ̶y t̶̶e̶̶ l̶̶o̶̶s̶̶ d̶̶é a̶̶ t̶̶i̶̶ (Namjoonie sabía a mayonesa (◕‿◕✿) )

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶j̶̶e̶̶ m̶̶o̶̶r̶̶d̶̶e̶̶r̶̶ (Que bueno que Namjoonie dejó de ir tanto al gimnasio. Se ha puesto más blandito ◕ ◡ ◕)

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ d̶̶i̶̶g̶̶a̶̶ c̶̶o̶̶s̶̶a̶̶s̶̶ b̶̶o̶̶n̶̶i̶̶t̶̶a̶̶s̶̶ d̶̶e̶̶l̶̶a̶̶n̶̶t̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶ s̶̶u̶̶s̶̶ a̶̶m̶̶i̶̶g̶̶o̶̶s̶̶ (Namjoonie dice que no le importaría frotar mi culito :D)

🌻Que te comprenda y apoye cuando estés irritable por algún motivo.

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ a̶̶s̶̶u̶̶s̶̶t̶̶e̶̶ s̶̶o̶̶l̶̶o̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ v̶̶e̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ e̶̶n̶̶o̶̶j̶̶a̶̶d̶̶@ (Sustos que dan gustos ( ͡° ͜ʖ ͡°))

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶e̶̶z̶̶c̶̶a̶̶n̶̶ n̶̶i̶̶ño̶̶s̶̶ j̶̶u̶̶g̶̶a̶̶n̶̶d̶̶o̶̶ e̶̶n̶̶ l̶̶a̶̶ c̶̶a̶̶l̶̶l̶̶e̶̶ ̶y n̶̶o̶̶ l̶̶e̶̶ i̶̶m̶̶p̶̶o̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ h̶̶a̶̶c̶̶e̶̶r̶̶ e̶̶l̶̶ r̶̶i̶̶d̶̶íc̶̶u̶̶l̶̶o̶̶ s̶̶o̶̶l̶̶o̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ h̶̶a̶̶c̶̶e̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶n̶̶t̶̶i̶̶r̶̶ b̶̶i̶̶e̶̶n̶̶ (¡EL FIN DEL MUNDO ESTÁ LLEGANDOOOO! XD)

🌻Que te dé detalles sin que sea una fecha importante.

🌻Que te cuide y te proteja.

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ v̶̶e̶̶a̶̶ d̶̶e̶̶s̶̶a̶̶r̶̶r̶̶e̶̶g̶̶l̶̶a̶̶d̶̶@ ̶y a̶̶ún̶̶ a̶̶s̶̶í l̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶e̶̶z̶̶c̶̶a̶̶s̶̶ h̶̶e̶̶r̶̶m̶̶o̶̶s̶̶@ (Si te baña, es ahí (◡‿◡))

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ c̶̶o̶̶c̶̶i̶̶n̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ t̶̶i̶̶ (¡El idiota de Namjoon me ha roto la tostadora!˚‧º·(˚ ˃̣̣̥⌓˂̣̣̥ )‧º·˚ )

🌻Que te mande muchos mensajes cuando no está contigo.

⏩🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ j̶̶a̶̶m̶̶ás̶̶ s̶̶e̶̶ l̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶c̶̶i̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ "B̶̶u̶̶e̶̶n̶̶a̶̶s̶̶ n̶̶o̶̶c̶̶h̶̶e̶̶s̶̶, a̶̶m̶̶o̶̶r̶̶" (Nene suena mucho más bonito ◕3◕)

Me odio :'v

Pos al final no me pude aguantar y acabé subiendo el otro que tenía hecho hoy mismo XD

Bueno, espero que os haya gustado, a pesar de todo lo kkfuti que es :(

Es que a el smut no me queda bien XD Yo lo intento, pero qué se yo, no ahabahhaajhqbahaganajavavags

Perdón si es muy largo, también dije que los caps no iban a exceder las 2000 palabras y los tres últimos son réplicas del Quijote ಥ‿ಥ

Pero es que quería poner un capitulillo subidito de tono y además quería hacer hincapié en lo de las mordidas, pa que se notara. Yo creo que en la publicación original se referían a mordidas normales, así pq , pero yo que , me pareció mejor ponerlo en este contexto XD El Jin en este fic es de todo, en el cap pasado un combo de McDonald's, ahora medio vampiro y masajista, está peor que la Barbie XD

Bueno, os quiero mucho, un besazo y mil millones de gracias por leer, de nuevo, ojalá que os haya gustado 😘

Pd: Perdón por repetir tantas veces las mismas palabras, y también por si no se entiende muy bien mi narración, trataré de mejorar :')

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