🌻Punto 5🌻

- ¿Crees en serio que le guste?

- Claro que sí, nene. Le va a encantar.

- Uhm, no sé... ¿No te parece que es demasiado simplón? ¿Y si compramos algo más?

- Jin, creo que hemos gastado más en esto que en los regalos de nuestros tres últimos aniversarios.

- Yo no tengo la culpa de que tú seas un tacaño.

- ¡Pero si el año pasado te llevé a un concierto de Monsta X en primera fila! ¡Casi tengo que empeñar el riñón para que pudieras ver al tal Shownu ese!

- ¡Con mi daddy no te metas Kim Namjoon o no respondo!

- ¡¿Cómo va a ser tu daddy?! ¡Tiene tu edad, por el amor de Dios!

- ¡¿Me estás llamando viejo?!

- Acéptalo nene, te queda poco para incursionar en la tercera edad - Como Seokjin no encontró ninguna frase para combatir eso último (aunque de hecho, fuera mentira), optó por utilizar la vieja confiable: puñetazo por el brazo. Sin embargo, no puso mucha fuerza en el golpe a decir verdad, por lo que el moreno simplemente se rió un poco y tras frotarse la zona agredida, estiró una de sus extremidades y la pasó por detrás de los hombros del mayor, quien, superando su enfado rápidamente, agarró con su antebrazo libre la cintura contraria en busca de hallar más comodidad.

Llevaban gran parte de la mañana caminando de un lado a otro, pasando por todas las tiendas habidas y por haber con el objetivo de comprar un presente para entregar en la celebración a la que asistirían ese domingo por la noche. Namjoon ciertamente estaba bastante relajado, no obstante, Seokjin era todo un manojo de nervios, y debido a su constante indecisión, habían terminado modificando más de diez veces la idea de regalo que tenían inicialmente.

Había sido divertido, o eso la parecía al castaño. Es decir, Jin lucía realmente adorable haciendo pucheros y quejándose por todo constantemente.

Después de lo que pareció una eternidad, finalmente el pelinegro se decidió, y tras pagar los obsequios, ambos iban caminando a casa, cargados de bolsas de compra.

- No, pero ahora hablando en serio Jinnie, relájate, creo que te estás preocupando demasiado, es solo un cumpleaños.

- No es solo un cumpleaños Namjoon, es el cumpleaños de tu madre.

- ¿Y?

- ¿Cómo que "Y"? - Cuestionó con incredulidad - Todos sabemos que esa mujer me odia.

- Mi mamá no te odia, Seokjin - El menor rodó los ojos tras ese comentario.

- No, no lo hace. Simplemente sería capaz de lanzarme ácido a la cara y luego enterrarme vivo en el rancho de su difunto hermano - Expresó con el mayor tono de obviedad del mundo.

- ¡Mi madre no tiene hermanos! Dios, ya sabía yo que no debía dejarte ver "Asesinatos en familia" ayer por la noche.

- Tú entendiste lo que quise decir. Nunca le he caído bien, y aún cuando ya hacen casi cinco años desde que estamos juntos sigue sin tolerarme en lo absoluto.

- Nene, si eso fuera así, no te hubiese invitado a su fiesta.

- No lo hizo, escuché perfectamente el mensaje que dejó en el buzón de voz, y no mencionó mi nombre en ningún momento - El moreno tragó nervioso.

- Tal vez se le pasó.

- ¿Cuánto te apuestas que cuando lleguemos ni siquiera me dirigirá la palabra? Como siempre, si me dice hola será un logro.

- Sabes que le encanta tener la casa llena de gente, dudo incluso que me preste atención a mí con tantos invitados.

- Namjoon, desde que nos mudamos juntos, ¿cuántas veces ha ido al departamento? - Inquirió alzando una ceja.

- ...

- Exacto, cero. Aceptémoslo Nam, no le agrado y punto.

- No es eso, nene - Apretó un poco más al pelinegro contra su cuerpo, y dejó un rápido beso en su coronilla - Ella... Ella solo está un poco celosa, ¿sabes? Soy su único hijo, siempre vivimos juntos. Yo era su niño mimado y estaba acostumbrada a hacer todo por mí, además, nunca había durado más de un año con ninguna pareja. Pero luego llegaste tú y ella comenzó a considerarte como un... - Frenó, temiendo decir algo que hiriera al más bajo, no obstante, este ya sabía por dónde iba la cosa, así que decidió continuar por él.

- ¿Peligro? ¿Rival? ¿Obstáculo? ¿Quizá las tres? - Namjoon suspiró sonoramente.

- Sí, quizá sea eso - Murmuró como si le costara asumirlo en voz alta y en esta ocasión fue el pelinegro quien soltó un suspiro de resignación.

- Joder, mira que yo lo intento, Nam. Pero no hay forma de que me deje entrar en su espacio. Es como si la rodeara la muralla china y yo fuera un grupo de hunos.

- ¿También viste Mulán anoche?

- De alguna forma tenía que superar el trauma del documental de asesinatos ese. Y como alguien se había dormido ya - Habló con cierto tono rencoroso - tuve que recurrir a los encantos de Mushu para tranquilizarme - El más alto sonrió, aunque no por mucho tiempo, pues nuevamente retomaron la seriedad del tema - De veras me gustaría poder llevarme bien con ella. No quiero decir que seamos mejores amigos, pero no estaría mal que viniera algún domingo a comer con nosotros o por lo menos... Dios, creo que me conformaría con poder mantener una conversación formal, ¿sabes? - Al menor le dolía la expresión de tristeza en su cara, él lo sabía, pero no era capaz de esconder todo lo que le afectaba el rechazo de su suegra.

Este era un asunto (probablemente el único) realmente delicado en su noviazgo, sobre todo porque había pasado bastante tiempo desde que estaban juntos y el mayor se había esforzado muchísimo por agradarle y encajar con la progenitora de su novio.

Pero era muy consciente de que esta parecía reacia a aceptar que Jin era alguien importante para Namjoon.

Por supuesto, el castaño le había dejado muy clara su posición a la señora desde el principio, y esta conocía a la perfección el hecho de que estaban enamorados, mas eso no parecía ser motivo suficiente para que ella diera su brazo a torcer.

El pelinegro ponía lo mejor de sí para que la relación con su suegra fuese por lo menos cordial, y de todas formas seguía recibiendo inferencia. Y lo frustrante era, que realmente ella no le trataba mal. Es decir, la mujer le ignoraba, le evadía, tenía a Jin como un cero a la izquierda, no obstante, jamás había sido grosera directamente con él o le había soltado algún tipo de comentario mordaz.

No había agresividad o aparente repulsión de su parte, sin embargo, Seokjin preferiría eso antes que ser considerado un fantasma, porque por lo menos significaría que reconocía su existencia en la vida de su hijo.

Namjoon le había pedido un montón de veces por las buenas que tratara de ser tolerante con él, y hasta llegó a pelearse un tiempo con ella, sin embargo, fue el propio pelinegro el que le obligó a disculparse, porque al fin y al cabo, eran familia y él no quería entrometerse entre madre e hijo, además, la tipa hubiese obtenido un nuevo motivo para aborrecerle aún más. De todas formas, le servía de consuelo saber que Nam estaba de su lado y al menos su suegro sí le adoraba, iba a verles bastante a menudo e incluso le llamaba hijo también.

- ¡EL FIN DEL MUNDO SE ACERCAAAAAAAAAA!

Seokjin no supo bien cuándo sucedió, probablemente por estar sumergido en sus propios pensamientos en vez de prestar atención a su alrededor, pero de un momento a otro, Joon pasó de encontrarse caminando a su lado, a yacer parado en el medio de la acera, con los brazos extendidos al aire y observando hacia al cielo con expresión de loco.

- Namjoon, ¿qué estás ha-

- ¡EL FIN DEL MUNDO ESTÁ LLEGANDOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

"Ok, ahora lo perdimos" Pensó el pelinegro, viéndole con cara de quien acaba de presenciar un homicidio.

Y no era el único, pues unos cuantos transeúntes que pasaban por ahí desviaron sus miradas curiosas con el objetivo de descubrir quién estaba formando semejante escándalo.

Fue tras un par de gritos más, que Jin finalmente reaccionó y se dio cuenta de que se encontraban llamando la atención del resto, así que, después de parpadear un par de veces con sus mejillas adquiriendo un tenue carmín, avanzó hasta donde estaba su novio y comenzó a darle un par de golpecitos nerviosos en la espalda.

- Namjoon, no sé qué mierda te habrás fumado pero tienes que parar inmediatamente. Toda esta gente nos está mirando - Murmuró entre dientes, ofreciendo sonrisillas tensas a aquellos que los veían como si acabasen de salir de un circo.

- ¡EL APOCALIPSIS ESTÁ LLEGANDOOOOOOOO! - Chilló el otro sin hacerle ni caso, y Jin comenzó a zarandearle aún más fuerte.

- Namjoon de la Caridad de las Ocho Vírgenes Tercero Agrestes Quintanilla, si no paras ahora mismo te vas a enterar de lo que soy capaz - Aparentemente reaccionando a su amenaza, el castaño calló y enfocó la vista nuevamente al frente. Y sí, digo aparentemente porque, cuando todos pensaron que el man iba a detenerse...

- ¡SEÑORAAAAAA! - Exclamó, haciendo que una ancianita diera un respingo en su lugar y se tocara el pecho del susto. Nam dio un par de pasos hasta estar frente a la mujer, la tomó por los hombros y vociferó - ¡SEÑORAAAAA! ¡EL FIN DEL MUNDO ESTÁ LLEGANDO! ¡TODOS VAMOS A MORIRRRRRRRRR!

La pobre vieja comenzó a santiguarse ahí mismo.

- ¡Namjoon! - Si antes estaba sonrojado, ahora el mayor se encontraba más escarlata que la sangre. No sabía qué hacer, ni a dónde mirar para ocultar su vergüenza.

¡No solo era embarazoso que el moreno estuviese dando tal espectáculo, lo peor era que lo asociarían a él con el demente que pregonaba el fin del mundo como si estuviese vendiendo tamales!

Aunque pareciera imposible, la situación se tornó incluso más absurda, ya que cuando fue a ver, el castaño estaba agachado en el suelo hablándole a un:

- ¡PERROOOOO! ¡SE ACERCA EL FIN DEL MUNDO!

- ¡Guau! - Ladró el animal.

- ¡NO! ¡GUAU NADA! ¡FIN DEL MUNDO DIJE! ¡¿QUÉ GUAU NI QUÉ GUAU?!

- ¡Guau!

- ¡GUAU NO! ¡FIN DEL MUNDO, PERRO! ¡FIN-DEL-MUN-DO!

- ¡Guau!

- ¡¿QUÉ CLASE DE PERRO ERES TÚ?!

- ¡Guau!

Y así transcurrieron los próximos minutos.

En un principio, Seokjin quería que un hoyo apareciera en la tierra y se lo tragase, sin embargo, todo era tan irreal que terminó hasta resultándole gracioso.

O sea, algún tipo de espíritu tenía que haber poseído el cuerpo de su chico, o si no él no se explicaba el porqué de todo eso.

Pero fue cuando Namjoon se posicionó frente a la cámara de seguridad de la entrada de un negocio y repitió nuevamente su discurso, que el mayor no pudo soportarlo más, y terminó doblándose sobre el lugar, agarrando su abdomen y dejando al resto escuchar sus peculiares carcajadas.

De esa forma se mantuvo un buen rato, descojonándose y llorando de la risa por culpa de su novio desquiciado que había tomado sin motivo aparente la decisión de intimidar a un pequeño por ciento de la población de Seúl y solo paró al sentir los gritos cesar y que repentinamente, una agradable sombra le protegía de la desagradable luz solar.

Aún flexionado y con los brazos sobre su panza, alzó la cabeza y vio que Namjoon se encontraba de pie frente a él, mucho más calmado, alzando sus comisuras sin mostrar sus dientes.

- ¿Qué ha sido todo eso, loco? - Preguntó incorporándose lentamente, aún algo agitado por la previa risa y correspondiendo la sonrisa contraria con una el doble de grande. El moreno simplemente se encogió de hombros, como si no fuera la gran cosa.

- ¿Ya estás mejor? - Cuestionó en vez de responder, dejando un poco descolocado al pelinegro con ello.

- ¿Eh? ¿Yo? - Se señaló a sí mismo apuntándose con un dedo. El menor asintió.

- Sí, por lo de antes. Lo de mi mamá y eso... - Vaya, no lo había notado, sin embargo, ciertamente tras todo ese show había olvidado por completo aquel asunto.

- Uhm, sí, creo... Quiero decir, dejé de pensar en ello en cuanto comenzaste a gritar - Acompañó sus últimas palabras con una risita baja y tras esto, un suspiro de alivio casi imperceptible abandonó los labios contrarios.

- Es bueno oírlo - Contestó, acunando acto seguido con sus palmas las mejillas de Jin y depositando un dulce beso sobre su boca.

- ¿Ya me vas a decir el porqué de esta locura o quieres que asuma que es lo normal que haces con tu pareja un domingo al mediodía?

- Teniendo en cuenta de que la pareja en cuestión somos nosotros, no creo que realmente suene tan descabellado - Ambos rieron, Namjoon volvió a besarle, y después continuó: - Solo quería hacerte reír, nene.

En ese instante, justo cuando la comprensión de la situación golpeó su cerebro, un sentimiento cálido inundó por completo el cuerpo de Jin.

- ¿Reír? - Nam suspiró.

- No me gusta verte triste, y menos me gusta saber que es por mi culpa, así que-

- No es tu culpa - Interrumpió inmediatamente.

- La de mi madre, que es casi igual - Obvió, rodando los ojos - No, de hecho, es hasta peor porque no tengo el poder para arreglarlo - Apretó un pelín los mofletes del mayor - Y no tienes idea de lo que me duele que dos de las tres personas que más quiero en el mundo no puedan llevarse bien, nene. Pero bueno, algo tenía que hacer para que por lo menos dejaras de darle vueltas al asunto un rato.

- ¿Y decidiste que la mejor forma era parecer algún tipo de paciente fugado de un hospital psiquiátrico? - La sonrisa del mayor se ensanchó incluso más si es que eso era posible.

- Oye, funcionó, ¿no? - No respondió, en cambio, pasó sus brazos alrededor de la cintura de Namjoon, cruzando sus manos en la baja espalda, aún cargando las bolsas, y dando así inicio a un apretado abrazo. Apoyó su cabeza en el hombro del castaño, mientras este correspondía con una de sus extremidades y con la otra comenzaba a trazar caricias en esa zona de su nuca donde comenzaba a nacer el cabello.

- Diablos, Nam. Eso ha sido tan tierno.

- ¿Gritar en el medio de la calle que el fin del mundo se acerca te parece tierno? - Inquirió haciendo una mueca.

- Lo tierno es que no te importe hacer eso con tal de que yo me sienta bien.

- Y lo haría las veces que hicieran falta, donde sea y cuando sea.

- Tan tierno y cursi... - El resoplido de lo que pudo ser una carcajada, golpeó la sensible piel del cuello de Namjoon.

- Estoy hablando en serio, nene. No es justo que te esfuerces tanto y no consigas nada a cambio. Sé que lo haces porque sabes que es importante para mí, pero déjalo Jin, no vale la pena. Si mi mamá no quiere reconocer la increíble persona que eres, a la mierda entonces. Ella se pierde la oportunidad de compartir la felicidad que yo siento cuando estoy contigo.

Tras esa especie de confesión, un silencio extraño se abrió paso, siendo el bullicio de los transeúntes la única música de fondo.

Finalmente, al cabo de unos instantes, Seokjin habló:

- ¿Sabes? Si me pidieras matrimonio ahora mismo, habría un 146% de probabilidades de que te dijera que sí.

- Mierda, haberlo dicho antes, no traigo anillo.

- ¿Qué sabía yo que ibas a formar todo este lío hoy?

- ¿Entonces para que me digas que sí tengo que hacer el ridículo a plena luz del día en el medio de Seúl?

- Yo te diría que sí de cualquier manera, pero como elemento extra podrías usarlo.

- ¿Quién está siendo cursi en este momento? - Soltó el moreno, curvando sus labios hacia arriba y sintiendo el cuerpo de Jin vibrar sobre el suyo, riendo.

- Gracias por todo, Nam. Por ser tan lindo conmigo siempre y decirme lo que necesito oír.

- Creo que estamos teniendo un "momento". Ya sabes, el sentimentalismo y toda la cosa. Lo cual es raro teniendo en cuenta que somos gays, y, bueno, está eso de las muestras de afecto en público y tal. Entiendes, ¿no? Mentes cerradas.

- Tampoco es como si me interesara mucho...

- Ni a mí, de hecho, me la suda - Jin se separó un poco, de tal forma que pudiera verle a los ojos, y casi instantáneamente, unió ambas bocas, dando inicio así a una danza lenta y tortuosa entre las mismas.

- Por cierto - Soltó el mayor una vez se separaron, relamiéndose los labios - lamento haberte llamado tacaño antes.

- Nah, tranqui, sé que no lo dijiste en serio - El castaño le restó importancia con un gesto desdeñoso.

- Amé ir al concierto, en serio, fue como un sueño hecho realidad.

- Ya sé que te encantó - Expresó con ese tono de que algo es demasiado obvio - Me quedó bastante claro cuando trataste de subirte al escenario y los chicos de seguridad tuvieron que bajarte.

- No tengo idea de qué estás hablando - Apartó la mirada, haciéndose el desentendido.

- ¿Ah no? - Preguntó Nam con diversión - ¿Necesitas que te refresque la memoria?

- Adelante, de todas formas no hay manera de que puedas probar algo que jamás suced-¡Ahhhhhhh! ¡Namjoon, bájame inmediatamente! - ¿La razón de esos gritos? Que cierto moreno gigante le había alzado en brazos y tirado sobre su hombro como si fuera un saco de patatas con el objetivo de, efectivamente, recrear cómo fue aquel trascendental acontecimiento.

- ¿Todavía sigues sin acordarte? - Cuestionó, sujetando bien la cintura del pelinegro para que no cayera producto a todo el movimiento descoordinado que tenía tratando de zafarse. Agarró con la mano libre las bolsas que Seokjin cargaba, y comenzó a caminar.

- ¡No hay nada que recordar! - El menor le dio una nalgada.

- ¿Ahora?

- ¡Ningún segurata me tocó el culo! Digo, "me hubiera tocado el culo", porque jamás sucedió. ¡Y ahora suéltame si no quieres que empiece a chillar que me estás secuestrando!

- Da igual, no será lo más raro que habremos hecho hoy.

Y así continuó el resto del trayecto, entre quejidos de Jin (más falsos que el silbido de JK en DNA porque bien que lo estaba disfrutando), carcajadas de Namjoon, pareciendo dos locos y pasando un tiempo espectacular juntos.

Ese día, el mayor arribó a dos conclusiones.

Primeramente y mucho más importante, justo cuando estaban tonteando en la calle, se dio cuenta, o mejor dicho, reafirmó que estar con Joon fue la mejor decisión tomada en toda su vida.

Y, en segundo lugar, esa noche antes de dormir, luego de haber recontado todos los sucesos de las últimas horas y darse cuenta de que una vez más, sin percatarse inicialmente, habían cumplido con un nuevo parámetro de la lista, determinó que no debía preocuparse mucho, pues, como dijeron sus grandes ídolos Daddy Yankee y Luis Fonsi, "pasito a pasito, suave suavecito" Namjoon estaba barriendo cada parámetro, solo era cuestión de darle tiempo para que, poco a poco, pudiera ir tachando el resto de puntos del listado.



💙¿Existe un novio así?💙

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶j̶̶e̶̶ d̶̶a̶̶r̶̶ b̶̶e̶̶s̶̶o̶̶s̶̶ a̶̶ c̶̶a̶̶d̶̶a̶̶ r̶̶a̶̶t̶̶o̶̶ ̶y t̶̶e̶̶ l̶̶o̶̶s̶̶ d̶̶é a̶̶ t̶̶i̶̶ (Namjoonie sabía a mayonesa (◕‿◕✿) )

🌻Que se deje morder.

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ d̶̶i̶̶g̶̶a̶̶ c̶̶o̶̶s̶̶a̶̶s̶̶ b̶̶o̶̶n̶̶i̶̶t̶̶a̶̶s̶̶ d̶̶e̶̶l̶̶a̶̶n̶̶t̶̶e̶̶ d̶̶e̶̶ s̶̶u̶̶s̶̶ a̶̶m̶̶i̶̶g̶̶o̶̶s̶̶ (Namjoonie dice que no le importaría frotar mi culito :D)

🌻Que te comprenda y apoye cuando estés irritable por algún motivo.

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ t̶̶e̶̶ a̶̶s̶̶u̶̶s̶̶t̶̶e̶̶ s̶̶o̶̶l̶̶o̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ v̶̶e̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ e̶̶n̶̶o̶̶j̶̶a̶̶d̶̶@ (Sustos que dan gustos ( ͡° ͜ʖ ͡°))

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶e̶̶z̶̶c̶̶a̶̶n̶̶ n̶̶i̶̶ño̶̶s̶̶ j̶̶u̶̶g̶̶a̶̶n̶̶d̶̶o̶̶ e̶̶n̶̶ l̶̶a̶̶ c̶̶a̶̶l̶̶l̶̶e̶̶ ̶y n̶̶o̶̶ l̶̶e̶̶ i̶̶m̶̶p̶̶o̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ h̶̶a̶̶c̶̶e̶̶r̶̶ e̶̶l̶̶ r̶̶i̶̶d̶̶íc̶̶u̶̶l̶̶o̶̶ s̶̶o̶̶l̶̶o̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ h̶̶a̶̶c̶̶e̶̶r̶̶t̶̶e̶̶ s̶̶e̶̶n̶̶t̶̶i̶̶r̶̶ b̶̶i̶̶e̶̶n̶̶ (¡EL FIN DEL MUNDO ESTÁ LLEGANDOOOO! XD)

🌻Que te dé detalles sin que sea una fecha importante.

🌻Que te cuide y te proteja.

🌻Que te vea desarreglad@ y aún así le parezcas hermos@.

🌻Q̶̶u̶̶e̶̶ c̶̶o̶̶c̶̶i̶̶n̶̶e̶̶ p̶̶a̶̶r̶̶a̶̶ t̶̶i̶̶ (¡El idiota de Namjoon me ha roto la tostadora!˚‧º·(˚ ˃̣̣̥⌓˂̣̣̥ )‧º·˚ )

🌻Que te mande muchos mensajes cuando no está contigo.

🌻Que jamás se le pase decirte "Buenas noches, amor".



Dije que los caps no iban a exceder las 2000 palabras y salgo con uno de 3000 ಥ_ಥ

En finnnnnnnnnnn
Bueno, espero que os haya gustado, perdón si está lleno de clichés pero recordad esto es una historia cortita para pasar el rato, de esas que te lees cuando estás aburrido pero no quieres tener que pensar mucho ni enredarte con tramas súper elaboradas XD Por lo menos ese es el objetivo.

Quiero decir que lo del fin del mundo me pasó, o sea lo hice, con una amiga, ningún novio pq aquí hay puro Brayan reguetonero y eso yo no lo quiero XD

Espero actualizar pronto, pero no voy a dar nada por hecho porque también quiero actualizar "¡No me llames Jin!", así que, pos eso XD.

Un besazo y cuidaos mucho, mil gracias por leer 😘😘

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