cuatro
Había pasado ya un mes desde que la relación de Taehyung y Jungkook había empezado.
Solo se habían visto diez veces en ese mes y en la veces que se vieron nunca estuvieron solos. A alguno de los dos no le molesto eso, pero al otro si.
Taehyung se encontraba molesto con la situación, quería tener tiempo de calidad con su novio, pero parecía que la suerte no estaba de su lado.
También estaba el hecho que Jungkook, había marcado una línea entre los dos. El comprendía que tal vez el mayor hacía eso, ya que todavía no tenía sentimientos por él, pero no le gustaba que esté cada vez que quisiera tener un avance para la convivencia entre ellos, Jungkook, siempre cancelaba las salidas o algunas veces lo dejaba plantado.
Se sentía frustrado, pero no quería insistir mucho, podría esperar un poco más, tal vez un día de estos el mayor se levante de buenas y lo llamé para decirle que iban a tener una cita esa tarde.
Se encontraba caminando tranquilamente por todo el pasillo de aquella base su padre le había pedido que lo fuera a ver en la oficina, no le gustaba ir mucho a ese sitio, pero sabía que cuando su padre pedía algo se tenía que cumplir.
Mientras iba mirando todo el alrededor de la zona en espera de encontrarse con Jeon. Aquella hermosa sonrisa que siempre lo acompaña cada que sale se borró en menos de un segundo al ver la escena que sus hermosos ojos color verde observaba.
Hizo una mueca, su corazón dolió.
A unos cuantos metros se encontraba Jungkook y a lado de él se encontraba una hermosa mujer, tal vez eso Taehyung podría dejar pasar, pero el hecho que Jungkook le regalara una gran sonrisa aquella mujer, hacía que el corazón del joven doliera.
Quería interrumpir y reclamar al mayor cómo suyo. Pero no se sentía en posición de hacer eso, para Jungkook no era más que un niño mimado que hizo que su padre amenazara al sargento, para que saliera con él.
Posiblemente para él solo es un chiste. Sin embargo, no quería dejarlo ir.
Sabía que esa mujer no era ninguna de sus hermanas, ya que él mismo ya las conocía.
No era momento de distraerse, ahora tenía asuntos pendientes que hablar con su padre, después de que termine la charla con su progenitor, se iría tenía cosas que pensar.
¿Valdría la pena sufrir y humillarse por el sargento Jeon?
Abriendo la puerta de su casa, Jeon soltó un suspiro de cansancio. Había tenido un día muy ocupado además tenía que empezar a llenar los papeles para darles los permisos de vacaciones a los soldados que habían pedido sus permisos.
Dejó sus pertenencias en la mesa y directamente fue a tomar una ducha. Estaba muy cansado, pero también quería cenar.
Saliendo de la ducho solo se puso su bóxer y una pants, mientras bajaba las escaleras la puerta fue tocada.
Miró la hora y frunció el ceño, ya pasaban más de las diez de la noche, sabía que sus hermanas o su madre no podrían ser, ya que cada una estaba ocupada en sus asuntos y no se encontraban en Seúl.
Con pereza se acercó a la puerta y dijo ──, ya abro──. Al abrir la puerta se sorprendió al ver a Taehyung en la puerta.
Tenía días sin verse y la verdad no tenía ganas de convivir con él, estaba tan cansado cómo para pasar su tiempo libre con alguien más.
──¿Qué haces aquí a estas hora?──Preguntó directamente su voz sonaba serie.
La mirada de Taehyung nunca se levantó a pesar de que Jungkook, le hiciera la pregunta.
──Taehyung──. Lo llamó por su nombre para después con su mano derecha agarrar el rostro del menor.
El rubio se apartó rápidamente de su agarre soltando un pequeño jadeo. Su cachete lo tenía inflamado y de un tono rojizo, sus ojos brillaban haciendo entender que en cualquier momento podría llorar.
Para Jungkook ver aquella escena lo tomó por sorpresa, Taehyung, parecía podría romperse en cualquier momento.
Se veía tan débil y delicado.
Agarrandolo con cuidado de la muñeca hizo que entrará a su casa para después dirigirse hacia el mueble.
Lo sentó en el sofá, y él se puso en cuclillas──, ¿quien te hizo eso, Taehyung?──, preguntó con desesperación.
Soltando una pequeña risa Kim solo contestó con un ──. Fue un accidente, saliendo del restaurante con mis amigos un tipo que iba caminando delante de nosotros me dio un codazo, pero se disculpó──. Le restó importancia al asunto──, de hecho no vine aquí a causar preocupaciones y nada, solo que mi padre no puede verme así y podría quedarme en la casa de mis amigos, pero ellos tenían asuntos que atender, por ello vine a causar molestias a tu casa hoy──. Declaró con voz apagada.
El mayor se paró, pero antes de dirigirse a un sitio Taehyung lo tomó de la mano──. No te vayas──. Su voz sonó átona.
Agotado, Jungkook se soltó del agarre y vio al hombre débil qué se encontraba sentado en el sofá unos segundos, para después anunciar con su voz varonil, lo siguiente: ──Solo iré por un poco de hielo para ponerte en el cachete, para que no se ponga más feo de lo que ya está──. Taehyung dejó ir a Jungkook sin dejar de observarlo.
Se recostó sobre el sofá y cerró los ojos, sentía dolor de cabeza y le dolía mucho la cara.
Nunca había pensado recibir un golpe en su cara, ya había sido golpeado en el pasado en otras partes de su cuerpo, pero siempre evitaba que fueran en el rostro. Fue inevitable esta vez.
Sus párpados a cada segundo que iba pasando, pesaban más, y lo único que recuerdo era como Jungkook sostenía la bolsa de hielo sobre su cachete y le preguntaba algo, pero solo alcanzó a murmurar una respuesta para el mayor, antes de quedarse dormido.
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