Capítulo 33

No había palabras para explicar todo el desastre que vivió Reino Unido y el mundo después de las terribles declaraciones. Ni siquiera una guerra había provocado tal magnitud, ningún ataque u ofensa fue peor que ese, porque era algo tan preciado como los Beatles, como el increíble Paul McCartney, idolatrado y endiosado por millones de jovencitas. Aceptar o asimilar la realidad era imposible para el resto de la gente, pensaron que había sido un vil rumor, una broma de mal gusto. Conforme seguían avanzando las investigaciones, lo único que pasó es que le dieron la razón a John.

Y en el noticiero responsable de la transmisión:

—El día de ayer, se escuchó una grabación y se vieron terribles imágenes que daban razón en una cosa: James Paul McCartney ha fallecido y fue sustituido por un doble. Lo tuvieron aquí en directo, y aunque queramos decirles que es falso, o nos desligamos de ello, no podemos hacerlo. El doble, llamado William Shears Campbell, intentó regresar a Canadá, junto a sus secuaces. Pero todos ellos fueron capturados con rapidez. Por otro lado, el responsable de todo, un trabajador del Mi5 llamado Maxwell David Edison, decidió suicidarse y su cuerpo cayó aquí, justo en Portland Place, provocando el desconcierto de todos sus compañeros. La esposa de Campbell, Linda, declaró que ella no entregó las grabaciones, sino que John Lennon, el Beatle, las robó de su casa. De todos modos, ella también será juzgada por complicidad, y su abogado está tomando cartas en el asunto. Por otro lado, su majestad, la Reina Isabel II, ha emitido un comunicado para aclarar que ella desconocía los planes de Maxwell Edison, y que no tolerarán que esto se quede impune, así que Campbell y sus aliados recibirán todo el peso de la ley, así mismo, la policía ya busca a los otros "Pauls", a los otros dobles. Este ha sido un gran shock y lamentamos mucho lo que le pasó al Beatle, y también a la familia de John Lennon: su esposa Cynthia y su hijo Julian. Después del incidente, nadie ha visto a Lennon ni a Harrison o Starkey. Ha sido una auténtica pesadilla, pero real. Y esperemos que ustedes, queridos espectadores, puedan aceptar la realidad. Les deseamos nuestras condolencias y los mejores deseos de resignación.

Pero ¿Dónde estaban los Beatles sobrevivientes?

Ringo había huido a Cerdeña con su familia, pero después de recibir las llamadas de George, descubrió que no tenía que temer por su vida.

—Aunque te parezca imposible, pero no nos matarán, te lo juro. Ha terminado la pesadilla.

—¿En serio, George? ¿No mientes?

—Te lo juro, Ringo. John me llamó, y nos espera en Strawberry Field.

—De acuerdo, volveré a Inglaterra y los veré allá.

Así que, en el amanecer del siguiente día, los tres muchachos se reunieron en Strawberry Field. George y Ringo llegaron juntos, y ya veía a John, sosteniendo los barrotes de aquel jardín del ejército de salvación, mirando todo con melancolía, sintiendo que los recuerdos se aproximaban con violencia. Desde los buenos momentos que tuvo con McCartney original, hasta los recuerdos con Julia, y más.

—No sabemos cómo lo lograste, pero lo hiciste—dijo George cuando lo vio.

—Yo tampoco sé cómo pasó. Parece que es un sueño.

—Yo tenía mucho sueño. Sabía que, en algún momento, esta bomba iba a explotar. Por eso, me había preparado con un jet privado que nos dejó en lo más alejado de Cerdeña, pero la llamada de George me hizo sentir más seguro. Claro, que aún tengo desconfianza, pero me siento más tranquilo.

—Exacto... Para serles sinceros, muchachos, yo todavía no sé cómo lo hice. Pero le agradezco mucho a Yoko, ella no sólo preparó todo, sin su importancia, esto no hubiera sido posible. Ella me dio valor y fuerza, más allá de mi sentimentalismo y mi impulsividad. Por ahora, le mando un beso al cielo.

—¿Qué pasó?

—Murió por culpa de Faul... Encontraron su cuerpo en Tittenhurst Park, me siento responsable. Pero era momento de actuar, lástima que ella no pudo acompañarme. Pero ella logró todo esto. Es ella la verdadera heroína y la que logró acabar con esta pesadilla.

—Pero tú hiciste todo, John—dijo George.

—Sin ella, no habría sido posible. Yo sólo seguí sus órdenes. Suena cruel, pero así pasó, y por eso, estaré en deuda eterna por siempre. Yo cuidaré a su hija, Kyoko, y también veré que no le falte nada.

—Es muy bueno, John. Yo aun no entiendo qué clase de relación tenías con ella, pero si ella te ayudó a adquirir valentía, creo que la hace una excelente persona.

—Sin duda que sí, Rich...

—Creo que te debemos una disculpa por haberte abandonado así... Pero entiéndenos, teníamos mucho miedo. Yo temía por Pattie, por mi madre y mi familia. Rich por Maureen y sus hijos. No queríamos que les pasaran nada.

—Nos sentimos como basuras por haberte dejado solo y encerrado en ese hospital. ¿Crees poder perdonarnos?

—Amigos, yo los entiendo muy bien. Sé que mi proceder no fue el mejor y me falto empatía con su situación, pero les aseguro que no tengo ningún rencor. Es más, si no hubiera ido al hospital, no habría conocido a Yoko, y eso habría sido catastrófico. Dejen de disculparse por el pasado y vivan el brillante futuro.

Los tres miraron el jardín de Strawberry Field, porque sabían que ahí estaba enterrado Paul.

—Él, Brian, Cynthia y Julian ya descansan en paz. No quedaron olvidados ni fueron sustituidos. Creo que es lo mejor de todo.

—Sin duda que sí, John—dijo George.

—¿Ahora qué hacemos?

—Guardemos un minuto de silencio, por favor.

Los tres agacharon la cabeza y recordaron los buenos momentos que vivieron con todos los finados. En especial, John, que también pensó en Stuart Sutcliffe y en su madre Julia. Recordó las dulces mejillas de Paul que se alzaban cuando él sonreía. Recordó el dulce semblante de Cynthia y sus ojos llenos de amor. Recordó la dulce voz de Julian y sus sonoras carcajadas que llenaban Kenwood. Recordó la seriedad de Brian Epstein. Recordó los chistes de Stuart, y también, recordó como su madre tocaba el banjo de tres cuerdas, con su tierna y delicada voz.

—Y bueno... ¿Qué pasará con los Beatles? —preguntó Ringo.

—No tengo ganas de seguir con el grupo. Creo que ya estamos marcados—respondió George.

—Yo creo que deberíamos tomar nuestro propio rumbo, una carrera solista. Nos seguiremos apoyando, siendo amigos, pero ahora, en solitario.

—¿Estás seguro? —preguntó Ringo, sin confianza.

—¡Claro que sí! ¿Se imaginan las grandes canciones que podemos hacer?

Al decir la última pregunta, los tres amigos se dieron una gran sonrisa y decidieron marcharse de ahí, sintiendo que Paul los miraba en el cielo de la mañana.

FIN.

Nota final para los pocos lectores que quedan xd

Hola, sé que este fanfic no es ni la mitad de bueno que su antecesor, es más, ni siquiera es tan bueno como los otros, pero creo que he estado muy decaída y ya no tengo más inspiración para fanfics de los Beatles. Entonces, este se puede considerar como el último que escribí. Sinceramente, lo hubiera dejado atrás, pero no quería que se repitiera un "Faul vs Paul", así que por eso, decidí acabarlo así de la única forma posible jajaja. 

Tengo muchas ideas para fanfics que no hice, o que están incompletos. No sé si subir "Lennon|Detective Consultor" que es la continuación de "McCartney|Detective Consultor", de eso, tengo mucho avanzado. También tengo "You're a Lennon 2 (John's Life Without Julian)", pero tampoco me convence.

EN fin, les quiero agradecer a los pocos y fieles que siguieron esta historia. Espero que les haya gustado.

-Grace Lennon McCartney

PS. Si ya no subo ningún fanfic en estos días, sí pueden considerar que este es el último. (Es lo más probable)

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