Capítulo 26

Con mucha precisión y cuidado, John Lennon escuchó atentamente todas las indicaciones que su esposa le había dado. No eran fáciles de acatar, pero sabía la forma exacta en cómo realizarlas. Mientras se dirigía a los estudios EMI, recordaba cada instrucción y se preguntaba a sí mismo cómo emplearía cada una. No debía temer ni mostrarse asustado, lo esencial era hacerle creer a Faul que nada cambiaría y él tendría el nombre de Paul McCartney para siempre.

«Todo esto me parece muy descabellado. No creo que sea posible.» Pensó, justo en la entrada de los estudios. «Pero las palabras de Yoko me hacen creer, además ella dijo que tenía una carta bajo la manga. Eso me mantiene con esperanza. De cualquier modo u otro, vamos a acabar con Faul». Sonrió sólo de pensarlo.

—¡Hola! Lamento la tardanza, chicos.

—Hola, John—dijo George.

—¿Listos? Se me ocurría que podíamos ir pensando en nuevas ideas para un disco siguiente. ¿No? Tengo muchas letras, ritmos y estilos.

Ringo, George y Paul lo miraron con asombro y una gran aprobación. Era claro que estaba de buen humor. Ninguno de los tres quería hacer la pregunta indiscreta de ¿Por qué Yoko no lo había acompañado?

Así pasaron unos días. El cuarteto volvió a la felicidad de sus primeros días, las risas no se hicieron esperar y el trabajo en equipo se vio de forma significativa. Sin embargo, para John todo eso era una cruel fachada, una máscara que debía cargar. Se había convertido en un actor excelente.

—Me alegra mucho verte así, amigo—le dijo Faul, con sinceridad—. Pero ¿Me permites preguntar?

—Claro.

—¿Por qué ya no has venido con Yoko? Hace semanas que no la veo.

—Ah... —John se desanimó— Es que, me voy a separar de ella.

—¿Qué? Pero recién se casaron y se veían muy enamorados. ¿Por qué el cambio tan repentino?

—Ella está loca, Paul. Al principio, creí que sus peculiaridades eran parte de una actitud extravagante e interesante. Pero no, me di cuenta de que es una completa desalineada, en el mal sentido, y no quiero nada con ella.

—Lo siento mucho, Johnny—le puso la mano sobre el hombro.

—Sí, decidí dejarla en la casa de Montagu Square. Yo compré una nueva mansión, en Ascott. Aún le estoy haciendo unos cambios y arreglos, ya sabes... Pero me gustaría que vinieras a verla antes de hacer una fiesta de inauguración.

—¿Quieres que vaya?

—Sí. Igual, tú tienes un muy buen gusto y me ayudarás a elegir el color de las paredes, de los tapices, de los pisos... Eres un verdadero experto, Paul. Anda, ven a conocerla.

—No lo sé... Me sentiría bastante incómodo.

—¿Por qué?

—Me imagino que debe ser una casa muy grande. ¿No? Y estar allá, tú y yo, solos...

—Es una casa estilo georgiana, claro que es grande. Pero ¡No te preocupes! Es un sitio muy seguro.

—No lo sé, John.

—Oh, amigo. De verdad nunca me voy a perdonar por todo lo malo que te hice en el pasado. Jamás debí dudar de ti. Te pido que me comprendas. No volverá a pasar. Será una reunión común, como las que teníamos en los viejos tiempos. ¿No te acuerdas?

—Me sentiría más seguro si van George y Ringo.

—Ya los había invitado y no pueden. George se va a reunir con Clapton, ya sabes, parece su segunda esposa—río—, Ringo llevará a Maureen al hospital, ya sabes... Embarazo otra vez.

—¿Y qué día quieres que vaya?

—El domingo.

—¿El dos de noviembre?

—Sí.

—Pero... ¿No puede ser otro día?

—¡No! Para nada, mientras antes, mejor. Recuerda que las remodelaciones tardan un mes, y quiero que la mansión esté lista para antes de navidad—sonrió afligido.

—Mmm... Está bien, iré. Pero prométeme que no pasará nada malo.

—Te lo juro. Ahora, sigamos componiendo, querido amigo.

Tomaron sus respectivos instrumentos, guitarra y bajo, y se dedicaron a escribir al mismo tiempo de que escuchaban el acorde que tocarían. Pero la mente de John estaba pensando en otra cosa.

«Estúpido. Caíste demasiado fácil en mi trampa. Aquel día todo pasará muy normal, muy tranquilo, tú sabes. Y'know, Y'know, Y'know. Pero acabas de sentenciar tu evidente fin. No volveré a lidiar contigo y mi amigo regresará a la vida. Morirás... Morirás como el insecto que eres. Sigue con tu ridícula sonrisa. No durará demasiado.»

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top