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Junio de 1919

Los chicos van junto el Sheriff al salón del orfanato.

Al encontrarse a la señorita Daisy de espaldas a la puerta y al señor Vernon serio, sentando junto el Sheriff.

Los chicos se quedan en la entrada el uno al lado del otro bajo la mirada del Sheriff. El señor Vernon se levanta y les indica que se siente.

-Chicos, queríamos hablar con vosotros- comienza el señor Vernon.

-Ustedes, señores- dice la señorita Daisy con frialdad- con permiso- dice antes de recoger unos centímetros su vestido para irse rápidamente del salón.

El señor Vernon suspira sin apartar los ojos de la señorita Daisy y cuando ya no se la ve, sus ojos vuelven a los chicos. Ambos nerviosos, se tientan en darse la mano para buscar la calma.

-Ayer, cuando nos dijisteis que ibais al pueblo... ¿Qué hicisteis?- pregunta el señor Vernon tratando de aparentar tranquilidad y seriedad.

Thomas decide hablar para que Newt no se exponga ya que ha deducido qué ocurre.

-Fuimos a comer y después de dar un par de vueltas por el pueblo hablando y jugando, nos fuimos por el camino de siempre hasta el orfanato.

-¿A qué hora volvisteis?- pregunta el Sheriff.

-Tarde, señor- contesta Thomas serio.

-¿Cómo de tarde? Especifica, chico- le pide el hombre.

-Más de media noche- declara el castaño.

-¿A dónde fuisteis a comer?

-A un restaurante. Donde sirven comida- dice Thomas con sarcasmo.

El Sheriff bufa y el señor Vernon coge las riendas de nuevo.

-¿Estuvisteis hasta esas horas en el pueblo?- pregunta.

-Sí. Dando vueltas.

-¿Desde el mediodía hasta más tarde de la medianoche? ¿Y donde disteis esas vueltas?- pregunta el Sheriff de nuevo.

-Sí. Por el pueblo, por bares, por plazas. Caminamos y hablamos- contesta de nuevo serio.

-¿Y tú, rubito?- pregunta el Sheriff.

-Hicimos lo que está diciendo Tommy, señor- dice sin tartamudear.

-¿Hace cuánto que os conocéis?- le pregunta al rubio encendiendo su pipa.

-Desde que recuerdo, señor- vuelve a contestar el rubio nervioso.

Thomas aprieta su mandíbula enfadado.

-¿Siempre habéis vivido juntos?- vuelve a preguntar soltando humo y acomodándose en el sillón.

Newt mira al señor Vernon que le dice algo con la mirada, pero no sabe identificar qué es.

-No, señor- acaba diciendo- yo hasta hace unos años vivía en el orfanato femenino con la señorita Daisy.

-Hasta el incendio, ¿no?- pregunta fumando de nuevo.

Newt asiente lentamente.

-¿Desde pequeño has vivido con las niñas?

-Sí, señor- responde Newt sin saber a dónde quiere llegar.

-¿Viste a los niños alguna vez?

-Claro, señor. Mis amigos y los demás venían a vernos cada fin de semana.

-¿Y ahí fue donde conociste al señorito Thomas?

Newt asiente de nuevo.

-¿Qué hacías cuando vivías con las niñas?- pregunta de nuevo.

-Por las mañanas me despertaba sobre las 11 de la mañana. Desayunaba, hablaba con Tiana normalmente, estudiaba con las niñas matemáticas y lengua, comíamos y por la tarde o jugábamos o leíamos. Yo solía querer irme a leer y a veces me faltaba las clases para leer en mi cuarto.

-¿Que leía?

-De pequeño cuentos. La Sirenita, Peter Pan, alguno bonito de princesas- Thomas cierra los ojos y aprieta los puños soltando un suspiro inadvertido para todos menos para el señor Vernon- cuando era más mayor, otros libros.

-¿Cómo cuáles?- pregunta mirándolo y levantándose para dar vueltas por el salón.

-Las hermanas Brönte son de mis favoritas- dice Newt como ejemplo.

-Yo creo que eso- comienza el Sheriff- más lo que vio la gente en el pueblo.... está claro que solo tienes dos opciones, Vernon.

Va hasta el sillón, coge su maletín y lo abre. De él saca varios papeles y los separa en dos poniéndoselos delante al señor Vernon.

-Elige bien, Vernon. Yo te recomendaría el médico solo.

Con esto, cierra el maletín y se va sin decir palabra. Newt y Thomas esperan unos segundos antes de darse la mano y juntarse más en el sofá.

-¿De qué iba todo eso, señor Vernon?- pregunta Newt.

Thomas espera que el señor Vernon no diga lo que está pensando.

-Qué os vieron, Newt. Que os vieron- resopla con frustración y entra la señorita Daisy corriendo. Nada más cierra la puerta, se sienta en el sofá abrazando a Newt.

Este aturdido la mira confundido y se separa viendo lágrimas en los ojos de la señorita Daisy.

-¡Señorita Daisy! ¿Qué ha pasado? ¿Qué la ha puesto a llorar?- pregunta Newt con un puchero. El rubio la vuelve a abrazar y Thomas pone la mano encima de la señorita Daisy que está en la espalda de Newt.

La señorita Daisy mira a Thomas y abre sus brazos para que Thomas los abrace y eso hace el castaño, dejando un beso en la nuca de Newt.

Al separarse, Newt los mira confundido.

-¿Qué pasa? ¿Por qué parece que soy el único que no sabe algo?- pregunta enfadado- ¿que nos vieron?

Thomas lo agarra de la mano entrelazando sus dedos.

-Lo que el señor Vernon quiere decir, Newtie, es que ayer alguien del pueblo nos vio besándonos- dice Thomas con calma- y avisó al Sheriff. ¿Nunca nadie te dijo qué les pasa a los chicos que salen con chicos o a las chicas que salen con chicas?

Newt asiente mirando a su novio ahora con un destello de miedo en sus ojos.

-Erica y Tiana me lo contaron por primera vez. Dijeron que hasta nos podían meter en el calabozo- contesta Newt.

-Pero no harán eso. El señor Vernon creo que ha conseguido evitar eso- comenta Thomas mirando ahora para el señor Vernon.

Este suspira y mira a la señorita Daisy que no le devuelve la mirada. Solo acaricia el pelo de Newt y la mano de Thomas.

-El Sheriff nos ha dado dos opciones- empieza el señor Vernon- le primer es llevar a Newt a un médico famoso en España que lo curará. La distancia y el tratamiento ayudará con la curación mientras que Thomas se quedará con un médico de confianza del pueblo- dice rápidamente al ver que ambos chicos fruncen el ceño- y la segunda es quedaros aquí juntos llevando ambos al médico en diferentes sesiones hasta que os curéis.

-Mis niños no están enfermos, Vernon- dice la señorita Daisy con un tono frío- enferma está la sociedad por prohibir el amor.

-¡Ya lo sé, Daisy! ¿Pero qué diablos quieres que haga? Es lo que piensa la gente. Es la muerte, el calabozo o esas dos opciones y, ¡resulta que ambas desencadenan en el médico!- se enfurece el señor Vernon.

La señorita Daisy frunce el ceño y niega con la cabeza sin mirar al señor Vernon.

-Dime, Daisy. ¿Los quieres muertos, muertos en vida o en el médico por algo que no es una enfermedad?- pregunta el señor Vernon duro.

Las lágrimas vuelven a los ojos de la señorita Daisy.

-Los quiero ver felices- susurra llorando.

-Pues, querida- se levanta para ponerse de rodillas a sus pies- la mejor opción es tenerlos aquí hasta que piensen que los han curado. Aquí en sus cuartos podrán ser ellos mismos- la mira con tristeza y ella asiente lentamente.

-¿Por qué piensan que estamos enfermos?- pregunta Newt a la vez que Thomas la suya.

-¿Por qué se quieren llevar a Newt a España?

Vernon suspira y se sienta en su sillón de nuevo. Frota sus sienes y los mira.

-Porque la gente piensa que los hombres que quieren a otros hombres o las mujeres que quieren a otras mujeres están enfermas, Newt- contesta- y, Thomas, quieren llevarse a Newt de España porque ese médico es profesional. Piensan que el caso de Newt es mucho más grave.

-¿Por qué?- pregunta Thomas frunciendo el ceño.

-Porque Newt ha convivido siempre con mujeres, lee cuentos y obras para niñas o hechas por mujeres. Piensan que está afeminado y que te ha convencido o persuadido para que tengáis una relación. Llega a querer vestirse como una de las niñas y estaría ahora mismo en la horca sin yo poder hacer nada.

La señorita Daisy abraza a Newt mientras que Thomas se levanta indignado.

-¡Pero yo amo a Newt! Por cómo es, por todo lo que hemos pasado, por cómo me trata. ¿Cómo... cómo pueden pensar que ha podido persuadirme?- balbucea Thomas enfadado.

Newt coge la mano de Thomas y lo sienta en el sofá.

-Tranquilo, Tommy- susurra poniendo su mano en el pelo de este tranquilizándolo.

-Dudan de que te quiera, Newt. Dudan de que te ame más que a mi vida- susurra con la mirada vacía.

-Escuchad, chicos. Sé que no os merecéis esto y sé que es injusto lo que os provocan a hacer. Seguramente porque tendréis que fingir el doble o el triple de lo que ya estabais haciendo y aún más cuando os den el alta, pero es nuestra mejor opción para que sigáis bien y juntos, aunque sea en secreto. No sé como son las sesiones, pero estoy seguro de que podéis con ello.

Newt asiente y se levanta con Thomas.

-Nos gustaría estar solos.

Los dos adultos asienten.

-Mañana temprano iré a la habitación de Thomas a despertaros. Llamaré ahora al Sheriff para decirle que empezáis mañana temprano- termina el señor Vernon.

Ambos asiente y caminan hacia la puerta. Cuando estaban por subir las escaleras, Thomas para a Newt y este lo mira confundido.

-Tengo que avisar de algo al señor Vernon. ¿Subes y preparas la cama para los dos? Pienso matarte a besos esta noche- sonríe Thomas levemente.

Newt se sonroja y asiente bajando dos peldaños para besar lentamente a su novio.

-Te amo, no tardes- pide y sube corriendo las escaleras.

Thomas vuelve al salón y se encuentra a ambos adultos abrazados. Toca un par de veces la puerta y estos se separa mientras que Thomas entra. Se sienta en el sofá en el que antes estaba el señor Vernon.

-Ya saben que Newt a pesar de ser más mayor que yo es más... infantil- comienza Thomas y los adultos asienten- no quiero que sufra ni que lo pase mal. No quiero que vuelva a la época de Erica. Pondría mi vida por delante para que Newt no volviese a eso. ¿Me han entendido?- pregunta lentamente.

El señor Vernon asiente y Thomas devuelve el gesto para levantarse y subir a la habitación con su novio y con un interrogatorio asegurado por parte de Scott y Minho.

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