Abril de 1918

-A ver, niños- dice la señorita Daisy- es otro niño, no es ningún mono de feria.

-¿Y por qué no se despierta?- pregunta Newt con Thomas abrazándolo por los hombros.

-Solo le dio un síncope. Volverá enseguida- dice Tiana abanicándolo. Sofía le sujeta los pies un poco en alto.

-Y deberíamos estar en silencio- menciona Sofía.

-¿Por qué tú lo digas?- la mira Tiana de forma dura.

Sofía rueda los ojos y sonríe.

-Porque los doctores dicen que es bueno, cariño.

-NO... NO ME- balbucea Tiana sonrojada.

-Tiana- la advierte la señorita Daisy.

Esta bufa y se quedan en silencio todos.

-¿Crees que el chico estará bien?- pregunta Newt a Thomas en un susurro.

-Seguro que sí- sonríe Thomas- escuché que de los desmayos no se tarda en despertar ni 10 minutos.

Ambos miran para el niño. Debe de tener unos 12 años, algo regordito, mejillas sonrosadas y de pelo castaño con rizos.

Y sí, a los pocos minutos, el pequeño despierta.

-Hola, cielo- le sonríe la señorita Daisy sentándose a su lado- ¿sabes tu nombre?

El niño asiente confundido.

-Me llamo Chuck, señorita.

-Bien, Chuck. Bienvenido, te llevaremos a dentro para que te eches algo de agua. Ven- lo ayuda a levantarse con ayuda de Tiana y de Sofía, la última poniéndose detrás de la primera- Javi, ¿lo ayudas a ir hasta la cocina?

-Claro, señorita Daisy- un niño alto lo ayuda a ir hasta dentro del orfanato.

-Muy bien, cada uno a sus cosas. Creo que Chuck está algo perdido, a lo mejor no sabe que sus padres lo han abandonado- dice el señor Vernon una vez Chuck y Javi entran en la casa.

-Nosotros le explicaremos por qué está aquí. Cuando al señorita Daisy me lo dijo me pasé horas llorando- contesta Newt- será bueno que lo haga alguien solo un poco más mayor.

-Bueno, de acuerdo, Newt- dice el señor Vernon mirándolo- ven en un rato.

-Iremos- corrige Newt- no pienso ir sin Tommy.

El señor Vernon se ríe y asiente. La gente se dispersa menos los amigos de Thomas y Newt.

-¡Ya me parece adorable!- dice Teresa sonriendo- tiene unos mofletotes para achuchar.

-Bueno, Tere. Para que lo puedas achuchar todavía tienen que pasar varios días. Deja que se acostumbre a estar aquí con nosotros. Recuerda que a mí en juntarnos a todos esperamos... ¿tres años? No sé con cuántos años llegué aquí.

-Con 2- sonríe Allison- me acuerdo cuando te presentaron al día siguiente. Ibas corriendo entre nosotras tan feliz.

Newt se sonroja hinchando sus mofletes en un puchero y Thomas lo besa rápidamente.

-Tú siendo adorable desde el primer día, ¡qué extraño!- sonríe y lo abraza fuertemente.

-Tommy...- refunfuña sonrojándose más.

Thomas ríe y se lanza a su cuello besándolo en los labios.

-Ahora demás de ser adorable también eres algo pervertido- ríe Thomas entre besos. Newt le da un golpe en el hombro sonriendo dejándose besar.

-¡HOLA, CHICOS! Iros a follar a un cuarto, aquí estamos todos delante- resopla Minho riendo.

-Sí- sonríe Thomas separándose de Newt- estarás tú para quejarte- da una carcajada al ver a Minho y a Scott enrojecer.

-Corre- le dice simplemente Minho a Thomas.

Este ríe a carcajadas corriendo alrededor del orfanato escapando de Minho.

-¿A qué se referían?- pregunta Liam riendo de ellos.

-Nada, Liam. Tonterías de mi novio- ríe Newt. Thomas corre hacia el grupo y se esconde detrás de Scott.

-Scotty, bro. Protégeme- suplica el castaño.

-Realmente te lo mereces, Tom- ríe Scott, pero sin apartarse.

-Scotty, cómo no te apartas caes con él- le dice mirando a Thomas divertido.

-¿Estás seguro?- sonríe Scott poniéndose completamente delante de su vista.

Minho lo mira fijamente con su sonrisa y Isaac se pone en medio mirando a Scott.

-Déjalos que peleen, cariño. Es divertido- lo atrae de la mano hacia él dejando desprotegido a Thomas.

-GRACIAS, ISAAC. ¡YO TAMBIÉN TE QUIERO!- ríe Thomas.

-Lo siento, Tom- se ríe Isaac- yo te quiero.

-Pues lo siento, Minho. Pero Thomas se viene conmigo a ver a Chuck- dice Newt cogiéndolo de la mano y llevándolo a dentro del orfanato.

-Menos mal que tú siempre me salvas, Newtie- sonríe Thomas.

-No voy a dejar que Minho te pegue y te haga nada, no vaya a ser que me deje sin ti. Dijiste que no nos separarían nunca- sonríe Newt tímido.

-Y no lo harán. Te lo prometo- le da la mano apretándosela ligeramente.

-¡Dios, Sofía! ¿Por qué te pasas la vida aquí si trabajas en la panadería?- resopla Tiana gritando.

Newt para a Thomas en la puerta y sonríe escuchando a las dos mujeres.

-¿De verdad están discutiendo delante de Chuck? ¿No se pueden aguantar un poco siquiera?- pregunta Thomas indignado.

-Shh... calla, Tommy- sonríe poniéndole la mano en la boca para escuchar.

-De qué te quejas si te encanta tenerme aquí- sonríe divertida Sofía- no sé cuando vas a admitirlo.

-¡Nunca porque mentiría! Me irritas, me pones nerviosa, haces que pierda los nervios y quiera matarte y...

Thomas se libre de Newt y entra en la cocina.

-Tiana, Sofía- dice Thomas- ¿nos dejáis con Chuck?

-Encantada- resopla Tiana saliendo de la cocina.

-Bienvenido, Chuck. Tiana es un poco gruñona, pero no encontrarás persona con el corazón más grande- sonríe Sofía acariciando el pelo del chico.

Chuck sonríe débilmente y Thomas se sienta delante de él. Newt se coloca a su lado pegando su silla a la de Thomas.

-Hey, Chuck- sonríe Thomas- yo soy Thomas y este es Newt.

-Hola- contesta el niño mirando a ambos. Newt le sonríe.

-¿Cuántos años tienes?- pregunta Thomas.

-12- responde el niño.

-¿Sabes dónde estamos, verdad?- pregunta Newt.

-Sí. En un orfanato- conteste el niño con el labio temblando.

-¿Quieres contarnos cómo llegaste aquí?

-Ayer mi padre estaba borracho, me quiso dar una paliza y mi madre intercedió para que no lo hiciese, pero nos subió al coche y nos llevó mucho más allá de este camino. Me abandonaron al atardecer y pasé toda la noche caminando hasta que llegué aquí y cuando me vio esa chica me desmayé del cansancio.

Chuck llora un poco y Newt conmovido se acerca a él y lo abraza de pie a su lado.

-Tranquilo, Chuck. Ahora estás con nosotros. El señor Vernon y la señorita Daisy son nuestros mejores padres, tenemos muchos hermanos y hermanas. Somos felices aquí, a todos nos abandonaron de una manera u otra- lo consuela Newt abrazándolo.

-Pero mis padres...

-Nosotros los seremos- sonríe Thomas.

-¿Vosotros? ¿Quiénes?- pregunta Chuck secándose las lágrimas.

-Newt y yo- se levanta para pegarse al rubio- y seremos tus mejores amigos también- sonríe.

-¿Cómo vais a ser dos padres? Eso está mal. Dios os castigará. Mamá siempre lo dijo, trabaja con el doctor del pueblo.

Newt compone una mueca y se sienta acercando la silla al niño.

-¿Nosotros te parecemos malos? Porque nosotros nunca intentaremos pegarte, ni te dejaremos solo- responde Newt- ¿nos ves malas personas?

-No, no parecéis, pero...

-¿Y a Tiana? ¿Y a Sofía?- pregunta Newt interrumpiéndolo.

-Ellas han sido muy buenas. Me han abrazado mucho y me han dado chocolate- sonríe el niño.

-Pues ellas se gustan.

-¿Cómo se gustan papá y mamá?- pregunta Chuck.

-Estoy bastante seguro que mucho más- sonríe Newt- ven, vamos a enseñarte el edificio.

Chuck asiente y después de enseñarle y explicarle todo bien a Chuck, Newt va junto el señor Vernon dejando a los chicos a cargo de Chuck.

-Quiero que Chuck duerma conmigo- declara el rubio.

La señorita Daisy se queda igual mientras que el señor Vernon se sorprende.

-¿Contigo? ¿Pretendes que metamos al muchacho nuevo en un cuarto de niñas teniendo 12 años? Debe estar con los niños de su edad, tú te has criado con ellas, Newt. Pero Chuck seguramente sea hijo único, le será más fácil adecuarse a los niños de su edad.

-No estoy de acuerdo, señor. Los niños de su edad son demasiado crueles y lo van a ser con él. Sobretodo con el hecho de que lo abandonaron cuando ya era mayor y sus padres ya sabrían si sería ''de provecho'' o no. Y su peso, del que los niños también se burlan.

-Yo me encargaré de que nadie de meta con Chuck, Newt- contesta el señor Vernon.

-Señor Vernon, usted no está con ellos todo el día. No puede vigilarnos a todos y tampoco va a poner a todo el personal como militares. Yo cuidaré de Chuck, pero déjelo dormir conmigo. Sé que Teresa, Lydia y Allison lo tratarán igual de bien que a mí cuando llegué al orfanato. Creo que se siente cómodo con Tommy y conmigo.

-Lo subiremos con Thomas, entonces- responde el señor Vernon.

-No, lo siento, señor. No lo veo bien. ¿Sube a un niño de 12 años que aún encima es nuevo a las habitaciones de los mayores? Creo que eso alborotaría a los niños. Conmigo no está catalogándolo de ninguna forma, podré cuidar de él. Y conmigo nunca se han metido por dormir con las niñas. Con él tampoco lo harán.

El señor Vernon suspira y mira para la señorita Daisy.

-¿Tú no piensas decir nada?

-No me sorprende. Si hubiésemos sido nosotros quien hubiésemos tenido a Chuck a nuestro lado todo el tiempo también habría averiguado alguna manera de hablar con él y acabar en este mismo momento- comenta la señorita Daisy- lo conozco como si lo hubiera parido, Vernon- le sonríe dulce acariciando su espalda.

Vernon se queda callado pensando.

-Además...- añade la señorita Daisy- apareció mucho más allá del orfanato en el camino. Si nuestro orfanato siguiese en pie se lo habría encontrado antes que este. Por lo tanto podría haber tomado ahora la misma decisión que tomé con Newt en su día.

Newt sonríe orgulloso mientras que el señor Vernon resopla.

-Bien. De acuerdo. Que Chuck duerma contigo. Llamaré a Luis y a Jorge para que lleven una cama nueva a vuestro cuarto.

Newt sale contento donde están los chicos con Chuck para darles la noticia.

-¡Chuck! Vas a dormir con Teresa, con Lydia, con Allison y conmigo- sonríe Newt cuando se sienta en las piernas de Thomas.

Thomas se ríe dándole un beso en la mejilla y abrazándolo por la cintura.

-No sé cómo consigues siempre lo que quieres, Newtie- sonríe.