20
Mayo de 1917
Al acabar de vestirse, Newt sale de la habitación encontrándose con Thomas en la puerta. Está mirando para el suelo serio.
-¿En qué piensas, Tommy?- pregunta acercándose al castaño. Este da un respingo y lo mira para después sonreír.
-En nada... Ven- lo coge de la mano y lo lleva por el pasillo- bueno, ya sabes más o menos cómo funcionamos aquí. Por la mañana, nos levantamos temprano para entrenar. Nos entrenan Luis y Jorge cada mañana. Poco antes de comer estudiamos una hora más a menos cada uno en su cuarto. Al mediodía comemos juntos y después cada uno va a su aire. Unos duermen, otros siguen entrenando, otros vuelven al estudio y otros simplemente nos vamos en grupo a pasar el rato- va explicando mientras acaban el pasillo- ¡oh! Este es el último piso. El de los mayores. Ninguno de nosotros ha solido quedarse más allá de los 20 así que de los 15 a los 20 más o menos estamos aquí- bajan las escaleras a trote y Thomas sigue explicando- los viernes, sábados y domingo son diferentes, ya sabes- sonríe y le guiña un ojo- por cierto, este segundo pasillo es de los niños entre los 8 y los 14. Nos colocamos más por amigos que por edades, pero cada uno se junta con los de su edad más o menos.
Newt se para en las escaleras mirándolo. ¿Entre los 8 años dijo...?
-¿Tu antigua habitación está en este pasillo?- pregunta Newt curioso.
-Eh... sí- Thomas se rasca la nuca- al final de todo- señala una puerta que separa un lado del otro.
Newt camina un poco hacia allí.
-¿Podemos... podemos entrar?- pregunta con cuidado.
-No sé si será buena idea, Newt. Ahora es de unos niños de 13 años bastante...
-Anda, Tommy- interrumpe a Thomas mirándolo- solo un ratito.
Lo coge de la mano y Thomas suspira.
-Ni cinco minutos- protesta Thomas.
Newt tira de él rápido hacia la habitación.
-Fue donde nos dimos nuestro primer beso- dice Newt apurando más el paso.
-Lo sé, pero Newtie... Atiéndeme a cómo nos organizamos. El señor Vernon me dijo que era importante que supieses bien todo.
-Sí, sí. Yo te atiendo, Tommy- sonríe y entran en la habitación- wow- dice nada más verla- me gustaba más vuestra decoración.
Las paredes están repletas de malos dibujos y está desordenada pero a un nivel que ni puedes dar dos pasos sin pisar algo que no sea suelo.
-Ven, vamos- tira Thomas de Newt- ya la has visto y falta el piso de abajo, las cocinas y vuestra nueva zona.
Newt se deja arrastrar y al ver a Thomas algo nervioso suelta una risita parándolo justo antes de bajar las escaleras. Thomas lo mira con pánico y Newt lo atrae hacia él dándole un corto beso en los labios.
-Ibas por el fin de semana- le dice sonriendo.
-Eh... sí- se sonroja y mira al frente tirando de la mano de Newt escaleras abajo- hacemos lo mismo pero por la tarde salimos a las cuatro más o menos para ir a veros. A veces vamos todos, a veces solo nuestro grupo. Eso ya lo sabes- Newt asiente sin dejar de mirar las mejillas sonrojadas de Thomas- a partir de ahora supongo que nosotros nos juntaremos con las niñas y los niños todas las tardes para hacer algo.
Al llegar al piso de abajo se paran y Thomas se da la vuelta para mirar a Newt.
-El señor Vernon y la señorita Daisy dijeron que puedes seguir como estabas ahora (y estar con las niñas) o que puedes unirte a nosotros. Con lo de dormir es igual. Traerían una cama a nuestro cuarto para ti. Pregunté... pregunté si simplemente nos dejarían dormir juntos, pero eso me lo negaron- Thomas se rasca la nuca, de nuevo, nervioso.
-Prefiero seguir con las niñas- dice lentamente para después sonreír- además, me escaparé alguna noche a verte.
-Bien. Bien- contesta Thomas algo rígido y sonrojado- este es para los prácticamente recién nacidos hasta los 7 años. Aunque no solemos tener recién nacidos, cuando abandonan a un niño suele ser mínimo con un años. Seguramente alguien pobre que lo ve flacucho y lo abandona en este orfanato. En el de abajo es el último, están las habitaciones del señor Vernon, Luis, Jorge y el maldito que nos delató ayer, que obviamente ya no trabaja aquí. Más la cocina y el baño común, claro. No preguntes donde está el sótano porque no tengo ni idea. Solo el señor Vernon baja allí cada 500 años- comenta Thomas bajando al último piso.
-¿Dejan a los niños en el orfanato por flacos?- pregunta Newt horrorizado. ¿Y si mi madre me dejó por flaco? ¿Y si se equivocó de orfanato? ¿Y si...?
-Como me pasó a mí seguramente- contesta Thomas caminando hacia el cuarto del señor Vernon- es porque necesitan a alguien fuerte que nada más crezca un poco los ayude con las cosechas y si no es suficientemente fuerte, lo abandonan.
Newt ríe irónico caminando detrás de Thomas todavía de la mano.
-Si te vieran ahora...- suspira y ve los orejas de Thomas enrojecerse.
-¿Por qué dices eso, Newtie?- pregunta con un atisbo de sonrisa.
-Bueno...- Newt rueda los ojos sonriendo- no sé si te mirarás a menudo al espejo, pero... Te has puesto bastante bien. Muy, muy... bien.
¿Me he puesto muy bien?- se da la vuelta cogiéndolo de las dos manos y mirándolo de frente- ¿cómo de bien?
-Pues- Newt enrojece al sentir su mirada fija en sus ojos- ya sabes... fuerte, ancho, con músculo- Newt traga saliva mirando de reojo para los brazos de Thomas.
-¿Crees que atraería a cierto rubio que está mucho con las niñas?- pregunta sonriendo divertido y parándose para cogerlo por la cintura apoyándose los dos en una pared
-Oh, sí. Estoy seguro- sonríe dejándose acercar- soy amigo suyo y te aseguro que le gustarías mucho.
Acercan sus rostros sonriendo lentamente.
-¿Cuánto es mucho?- pregunta Thomas rozando sus labios con los del rubio.
-Nivel... se subiría a una habitación cualquiera con pestillo. En cuanto te viese- contesta conteniendo la respiración.
-Entonces, menos mal que las habitaciones de los mayores son las únicas con pestillo. Son los que suelen necesitar más intimidad.
-Sí- ríe Newt levemente poniendo sus brazos alrededor del cuello de Thomas- menos mal.
Sus labios se juntan del todo y después de moverse unos segundos contra los contrarios, Newt abre levemente su boca dejando pasar a Thomas quien la invade con ganas apretando más a Newt contra él. Sin dejarlo respirar mete su lengua lo máximo posible para juguetear con la del rubio.
-¡THOMAS! ¡NEWT!- les interrumpe Minho con Scott y al verlos besarse así en medio del pasillo se callan mirándolos.
Newt resopla al haber escuchado a Minho y se separa de Thomas mirándolos.
-Lo siento- se adelanta Scott riendo- no sabríamos que estaríais tan, tan ocupados. Pensábamos que solo estaríais un poco ocupados con la guía.
-Veo que Thomas prefiere guiar otras cosas- ríe Minho.
Los dos chicos suspiran separándose y Scott y Minho se acercan a ellos sonriéndoles a los dos de forma pervertida.
-¿Queríais algo?- pregunta Newt sonriendo.
-Sí. Ir al hospital- dice Minho
Thomas y Newt lo miran confundidos.
-¿Os tenemos que recordar que el incendio fue ayer y que el señor Brown está allí? Deberíamos hablar con él como dijo Newt anoche. A lo mejor ya sabe la noticia y quiere decirnos algo.
Newt abre la boca totalmente sorprendido de que se le haya olvidado el tema del señor Brown.
-Me había olvidado totalmente- confiese tapándose la boca.
-Normal- dice Minho sonriente- es imposible que pudieses pensar en otra cosa que no fuera la lengua de Thomas- Minho y Scott se echan a reír a carcajadas. Newt se acerca a pegarles.
-Joder, Newt. Deberías entrenar con nosotros, eso ni ha molestado- dice Scott sobándose el brazo divertido.
-Que vosotros seáis tres pequeños armarios no quiere decir que yo tenga que entrenar para haceros daño- vuelve a pegar a Scott y a Minho varias veces.
-Chicos- interviene Thomas- dejad en paz a Newt. Después de lo de ayer no podéis pedirle que esté pendiente de todo.
-No necesito que ningún novio me defienda, Tommy- le dice dándole con un dedo en el pecho enfurruñado.
--Espera- dice de repente Scott- ¿pero sois novios? ¿Novios oficiales?
-Claro- salta Thomas pero espera unos segundos pensando- bueno, no nos lo hemos pedido pero no nos hace falta. Somos novios.
Y a Thomas no le hace falta mirar a Newt para saber que está de acuerdo con él.
-Estoy de acuerdo con Tommy, pero tenéis razón. Debemos ir a hablar con el señor Brown. Y sin que se enteren el señor Vernon y la señorita Daisy.
-Bien, pues vamos a coger algunas cosas. Necesitarás tu libretita de siempre, Newt- dice Minho codeando a Newt. En ese momento salen Rosa y Luis riendo de la cocinan y colocándose las ropas salen por la puerta de servicio sin siquiera mirar a los cuatro niños.
-Parece que no sois los únicos con las hormonas revueltas- ríe Scott- Luis ya llevaba bastante detrás de Rosa.
-Más incluso que Sofía y Tiana- ríe Newt- vayamos a por las cosas que dice Minho, chicos.
Todos asienten y Minho tira de Newt para arriba dándoles espacio a los hermanos para hablar tranquilos.
-Enhorabuena, bro- dice Scott esperando a que Newt y Minho suban un poco más para comenzar a seguirlos.
La sonrisa estúpida que se forma en la cara de Thomas hace reír a Scott.
-Madre mía- ríe Scott- sabía que te gustaba. Desde pequeños. Pero, ¿tanto?
Thomas asiente mordiendo su sonrisa.
-Me encanta, Scotty. Lleva 14 malditos años encantándome. Hasta cuando casi no lo veíamos a mí seguía gustándome, tanto o más, como el primer día.
Caminan detrás de los otros dos niños llegando a su habitación.
-Lo sé. Aris te ha hecho ojitos de vez en cuando y estoy seguro de que Teresa y Lydia se han pensado intentar algo contigo.
-Tere y Lyds no le harían nada así a Newt, menos después de todo lo que ha pasado- dice Thomas- y yo no he notado nada.
-Déjame decirte que no sueles notar las cosas que no te interesan, Tom- ríe Scott palmeándole el hombro.
-Da igual, nunca podría estar con nadie que no fuera Newt.
Van a entrar en a habitación cuando Newt sale de ella.
-Tu abrigo, Tommy- se lo lanza sonriendo y este le devuelve la sonrisa poniéndoselo.
-Princeso- llama Minho a Scott riendo- tu abrigo.
-Gracias, chino- se ríe Scott con él poniéndose el abrigo y abrazando por los hombros de Minho.
Los cuatro se encaminan hasta el pueblo y una hora y pico después llegan al hospital.
-Disculpe- sonríe Thomas a la recepcionista- ¿la habitación del señor Brown? No nos gustaría que el pobre esté solo. Lo que le pasó fue en nuestro orfanato, bueno en el de al lado.
-Habitación 32. Piso 2, lado derecho, cielo- sonríe mirando para Thomas.
-Gracias- devuelve la sonrisa.
Van hasta el ascensor y Newt resopla.
-A la próxima tú no vas de niño bueno a ligar con nadie.
Los otros tres se echan a reír y Thomas desea abrazar a su novio.
-¿Celoso, Newtie?- pregunta Thomas sonriendo.
-Para nada- masculla Newt- pero siempre eres quién habla con todos y luego pasa lo que pasa.
-Los otros eran hombres, ¿también pasa lo que pasa con ellos?- sonríe Thomas divertido.
Newt resopla y entre en el ascensor.
-Piso 2- le dice al ascensorista. Cuando los cuatro están dentro el ascensorista los sube hasta el piso 2 mientras que Minho, Scott y Thomas reprimen una carcajada.
-Hey, Newt- le dice Minho de repente- ¿a qué diablos te habías metido ayer al orfanato?
-A por el collar de Erica- dice serio tocándose el pecho- se le debió caer al señor James y a su mujer cuando recogieron las cosas de Erica. Es lo único que tengo de ella realmente.
A Thomas se le encoge el corazón al escucharlo. Sabía que era de Erica, pero nunca pensó que fuera lo único que le quedase. Con disimulo y sin quitarle ojo al ascensorista, que parece ignorarlos, lo coge de la mano para infundirle apoyo y cariño.
Newt lo mira sonriendo y le da un apretón en la mano. En cuanto las puertas se abren, Newt sale el primero disparado hacia la habitación 32.
-¿No dijo lado izquierdo?- pregunta Scott perdido.
-Newt siempre tiene razón. Lado derecho- dice Thomas siguiendo al rubio.
-No creo que Julieta tenga siempre razón, pero... aquí sí la tiene- ríe Minho cogiendo a Scott para llevárselo por el lado derecho.
Al llagar a la habitación 32, ven a Thomas y a Newt parados esperando por ellos.
-¿Listos?- pregunta Newt respirando profundo. Los otros dos asienten mientras que Thomas lo mira fijamente.
-En el primer segundo en el que te alteres o te encuentras mal te saco de la habitación para que sigan Minho y Scotty, ¿vale?
Newt sonríe tierno y asiente.
Nada más entrar un periódico vuela a sus pies. En la camilla observan a un señor Brown rojo de ira. Scott lo recoge leyendo la fecha.
-1915- declara dejándoselo leer a Minho.
-ESE TRAIDOR, HIJO DE PERRA- se comienza a alterar el señor Brown- NOS AMENAZA, NOS MALTRATA Y NOS CHANTAJEA PARA QUE CUMPLAMOS SUS ÓRDENES Y DESPUÉS SE INTENTA DESHACER DE NOSOTROS COMO SI FUÉRAMOS POLVO.
Empieza a maldecir a su jefe hasta que se calla y Newt se acerca nervioso.
-¿Señor Brown? Respire hondo. ¿Qué quiere decir? ¿De quién habla?- el señor Brown sin poder respirar solo lo coge por los hombros acercándose a él y Thomas se acerca corriendo a ellos intentando que suelte a Newt- ¡SCOTT! ¡MINHO! ¡LLAMAD AL DOCTOR! ¡ESTÁ TENIENDO UN ATAQUE RESPIRATORIO!
Los dos echan a correr al pasillo dejando caer el periódico.
-Debimos esperar más días a que sus pulmones se recuperasen, Tommy- dice alternando la mirada entre Thomas y el señor Brown que sigue apretándole los hombros con fuerza.
-EL RICO- jadea el señor Brown- es el rico.
-¿Quién diablos es el rico?- pregunta Thomas cuando entra varias enfermeras y un doctor alejándolos del señor Brown y cerrándoles la puerta en las narices. Newt da una patada a la pared y Thomas lo para tranquilizándolo.
-Tranquilo, Newt. Lo averiguaremos. Preguntaremos por el pueblo. Si lo dijo así tal y cómo se puso es porque lo deben conocer de esa manera- le dice Thomas acariciando sus hombros y abrazándolo- un apodo o así.
Newt suspira y enseguida se les acercan Scott y Minho. Los ponen al día y esperan a que el doctor y las enfermeras salgan de la habitación.
Varios minutos después sale el doctor secándose la frente.
-Quiero saber- comienzo mirándolos uno por uno- cómo ese hombre, que no ha recibido visitas desde ayer, ha muerto por dificultad respiratoria de lo mucho que se ha extasiado.
Newt palidece y se deja caer en el suelo.
-¿Ha muerto?- pregunta Minho sin creérselo.
-Sí, chico, sí. Ha muerto. ¿Quiénes sois? ¿Se puede saber que le habéis dicho?- pregunta el doctor serio- tal y como estaba necesitaba otros tres días de reposo sin hablar.
-Lo... lo sentimos- tartamudea Thomas levantando a Newt del suelo- sentimos mucho la pérdida del señor Brown y sentimos no poder decirle nada.
Los cuatro echan a correr por el hospital adelante atajando por las escaleras y desapareciendo por un par de calles. Se refugian en un callejón a recuperar aire.
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