16

Octubre de 1915

-Eh... chicos, ¿cómo queréis hacer para colaros en la policía?- pregunta Scott nada más divisarla por la calle.

-Veamos- dice Newt- es una comisaría pequeña. Suele haber dos policías, uno vigilando las calles y otro dentro atendiendo a quien entre. Yo tenía pensado distraer al de dentro fingiendo que el que patrulla está ocupado diciendo que están robando. Eso es lo que haréis vosotros- señala a Scott y a Minho y ellos se sonríen contentos de ayudar- Tommy y yo nos colaremos en el despacho para buscar la ficha policial.

Los dos chicos asienten. Thomas y Newt se quedan al lado esperando a que salga el policía de turno.

Minutos después, sale apurado calle abajo seguido por Minho y Scott. Nada más pasar por su lado, Scott les guiña el ojo. Ellos sonríen y entran a la comisaría.

-¿No no ponemos guantes como en las películas?- pregunta Thomas sonriendo. Newt se fija bien en la habitación con una pequeña mesa, justo detrás hay una puerta, camina hacia ella concentrado- ¿Newtie?- le pregunta de nuevo.

-No seas tonto, Tommy. No vamos a robar nada, no nos importa dejar huellas. No registrarán nada- dice simplemente intentando abrir la puerta.

No da.

-Rayos- dice Newt- cómo se haya llevado la llave la cagamos- intenta forzarla mientras que Thomas, detrás de él, ve una pequeña llave en el borde de la ventana que da al pequeño despacho.

Thomas sonríe y se pone delante de esa parte cogiendo la llave con disimulo.

-Déjame a mí, Newt- se pone delante de él impidiendo que vea como abre la puerta con la llave. Nada más abrirla, mira para Newt con una sonrisa y este lo empuja dentro del oscuro despacho.

Ya dentro, Newt cierra la puerta y se pone en la ventana para comprobar que el cuarto de la comisaría sigue vacío.

-Muy bien, Tommy- lo felicita unos segundos después sonriendo- tú mira en aquellos archivos- señala un mueble con diferentes cajones- yo miraré en el escritorio.

Thomas asiente y cuando se va a dar la vuelta para decirle a Newt que no encuentra la luz y que no podrá ver, este le lanza una linterna, pero a Thomas se le cae haciendo ruido.

Newt corre hacia él tapándole la boca antes de que grite por el susto. Espera unos segundos mirando para la puerta y al final le quita la mano de la boca mirándolo fijamente. A apenas unos centímetros de separación Thomas sonríe como pidiendo perdón y algo travieso por estar tan cerca del rubio casi a oscuras.

Newt se separa de él y sin decir nada se pone por el escritorio a buscar a Brian Adams encendiendo su propia linterna. Thomas sonríe y recoge la linterna del suelo para encenderla y apuntar a Newt. Este lo mira rodando los ojos pero, nada más Thomas se da la vuelta conteniendo un resoplido, sonríe mirándolo un rato para después volver a su búsqueda.

Después de varios minutos en silencio, Thomas sonríe triunfante y se separa del mueble dejando encima del escritorio una carpeta marrón. Apoya sus manos en el escritorio con la misma sonrisa mirando para Newt que al escuchar el ruido de la carpeta contra el escritorio, levanta la cabeza.

La abre mirándolo sorprendido y nada más ver el nombre, suelta un jadeo incrédulo. Pensaba que llevaría más tiempo.

-Dios, Tommy. Te besaría ahora mismo- sonríe abriéndolo sin darse realmente cuenta de lo que ha dicho.

El rostro de Thomas enrojece mientras Newt lee con detenimiento las hojas. Coge de su mochila un lápiz y una pequeña hoja y empieza a apuntar cosas del documento.

-Pues hazlo- dice Thomas viendo que Newt no se ha dado cuenta de su reacción.

Newt sube la cabeza confundido y al mirarlo las dudas se disipan.

-No digas tonterías- responde simplemente apuntando más cosas.

-Has dicho que me besarías ahora mismo. Quiero mi beso- dice echándose para delante.

Newt lo ignora leyendo las acusaciones.

-Este hombre tenía de todo. Robo, acusaciones por maltrato y por violaciones...

-Newt...

Sin hacerle caso, apunta una última cosa subrayándola y cierra la ficha policial.

-Déjala en su sitio, Tommy. Por favor- le pide sin mirarlo alcanzándole la carpeta.

Guarda todas sus cosas mientras Thomas resopla y deja todo como estaba.

-Vamos, tengo la dirección de su casa y su último trabajo- abre la puerta y Thomas lo sigue de cerca. Nada más salir Thomas cierra la puerta y sin que Newt se de cuenta, la cierra de nuevo con la llave colocándola en su sitio.

Cuando se iba a dar la vuelta por no notarlo a su lado, Thomas se pega a él poniendo su mano en la espalda baja del chico haciendo que apure el paso para no sentir ese escalofrío.

Al salir a fuera iban a caminar hacia donde escapó corriendo el policía, pero se encuentran a Scott y a Minho volviendo corriendo hacia el lado contrario.

-¡Nos ha pillado!- ríe Scott mientras sigue corriendo.

Thomas se echa a reír siguiendo a sus mejores amigos y tirando de Newt agarrándolo de la mano. No paran hasta haber pasado varias callejuelas esperando que despistando al policía.

-¿Habéis... habéis descubierto lo que queríais?- pregunta Minho regulando la respiración.

-Sí- dice Newt haciendo igual- tenemos dirección de casa y de trabajo. Tenía ya antecedentes. Quiero ir a su trabajo primero. Luego pasaremos por la casa para mirar si podemos averiguar algo.

Los otros tres chicos asienten y después de descansar un poco y reír por la situación se encaminan a la ferretería donde trabajaba.

-Oye, chicos... Gracias- dice Newt rascándose la nuca con vergüenza- gracias por ayudarme con todo esto. De verdad- dice lo último mirando a los ojos de Thomas directamente.

-Para esto estamos, amigo- dice Minho poniendo su brazo por los hombros del rubio- estaremos contigo a las buenas y a las malas como amigos tuyos que somos.

Newt sonríe dejándose abrazar contento por Minho. Al separase, Scott lo abraza y después de unos segundos atrae a Minho al abrazo de nuevo. Thomas se les queda mirando riendo.

-Ven aquí, bro- dice atrayéndolo también al abrazo.

Al separarse, el moreno y Minho caminan hacia la dirección que dijo Newt. Los otros dos siguen parados mientras se abrazan pegando sus cuerpos como si de una necesidad se tratase.

-Gracias, Tommy- susurra en su oído suspirando haciendo que Thomas se estremezca- por todo. No sé que sería sin ti- se agarra bien al castaño resistiendo las ganas de echarse a llorar.

-De nada, Newtie- dice besándolo en el cuello dándose cuenta que no debe decir nada más.

Se separan y continúan su camino sonriendo. Llegan a la tienda y Thomas les dice que lo dejen hablar a él. Newt asiente dando un leve apretón a su mano para dejarlo entrar primero.

-Buenos días, señor- sonríe Thomas nada más entrar.

-Buenos días, muchachos. ¿Qué os trae por aquí?- pregunta el señor de la tienda amablemente- ¿alguno recado para vuestros padres? ¿Trabajo?

-Ninguna de las dos, señor- sonríe Thomas notando que Newt no se separa de él en su espalda- somos del orfanato. Es que hace una semana murió su empleado y nos enteramos hace poco, queríamos darle nuestras condolencias.

-¿Condolencias? ¿Por ese desgraciado?- pregunta el hombre desde el mostrador sorprendido.

-¿Desgraciado?- pregunta Thomas sorprendido.

-Lo siento si le teníais cariño, muchachos. Pero por aquí no era nada querido, durante años se ha rumoreado que ha intentando propasarse con varias señoritas del pueblo. Antes era un hombre normal, pero hace unos 8 años se empezó a juntar con ese mal hombre, empezaron a ir a los mismos bares y le metió cosas extrañas en la cabeza. Siempre trabajó aquí, sí. Pero en esta última década era un empleado horrible, venía borracho, trataba mal a los clientes... vivía de noche con el tipejo ese bebiendo y hablando sin parar. No lo eché nunca porque no lo cogerían en ningún otro sitio y moriría de hambre.

Los cuatro se miran.

-¿Sabría por casualidad el nombre de ese hombre?- pregunta Newt.

-Claro, chico- ríe el hombre- todos lo conocen aquí. Pregunten en el bar de la esquina por Brown y Adams. Les hablará de ellos mejor que yo. Si no me equivoco, era su bar favorito.

-Muchas gracias por su tiempo, señor- Thomas sonríe y coge a Newt de la espalda para lllevárselo de la tienda- sentimos habérselo hecho perder.

-Para nada, encantado de ayudaros- sonríe el hombre metiéndose en la trastienda.

Newt y Thomas salen detrás de Minho y Scott.

-Tenemos que separarnos- dice Newt- o se darán cuenta de que no estamos. Minho, Scott y tú id a la casa de Adams. Tommy y yo iremos al bar a preguntar por ambos.

-¿Qué hacemos si descubrimos algo?- pregunta Scott.

-Nos veremos aquí en una hora, miradlo bien todo- contesta Newt- después decidiremos por donde seguir.

Newt y Thomas se encaminan al bar. Thomas pasa disimuladamente un brazo por la cintura de Newt provocando que el segundo suspire al sentir la mano del castaño.

-Relájate- susurra en su oído- está muerto, ¿vale? No te va a pasar nada. No nos va a pasar nada.

Newt asiente y llegan al bar, al entrar Thomas sonríe al camarero mientras se sientan en una mesa. Newt se siente en uno de los bancos apoyando su mochila a su lado pensando que Thomas se sentaría en frente pero se sorprende al darse cuenta de que se coloca a su lado.

-¿Que quieren?- pregunta con la bandeja bajo el brazo el camarero.

-Dos cervezas y respuestas- sonríe inocente el castaño.

-Hablaré con el jefe- ríe el camarero.

Thomas sonríe mirando para Newt, apoya el codo en la mesa y su cabeza en la mano para mirarlo más detenidamente. Newt traga saliva e intenta ignorarlo sacando su libretita para apuntar lo que el hombre de la ferretería les dijo.

-Tommy... deja de mirarme por favor- pide Newt cerrando los ojos. Thomas sonríe. Se acerca más a Newt y pone su mano por debajo de la mesa en la rodilla de Newt haciendo que su cuerpo reciba una oleada de calor. Sube la mano por el muslo lentamente.

-¿¡Qué haces!?- pregunta Newt alarmado mirándolo y alternando su mirada con la mano de Thomas- estamos en un bar. En público- dice Newt intentando apartar la mano de Thomas, pero este hace fuerza y se lo prohíbe. Mira para todas partes desconfiado.

-No pasa nada. Solo te estoy dando mi apoyo debajo de la mesa- sonríe Thomas inocente.

-¿Sí? ¿Y ''tu apoyo'' tiene que estar tan cerca de mi...?- traga saliva sin poder continuar.

Thomas sonríe juguetón y pega su cuerpo al de Newt.

-¿Cerca de dónde, Newtie?

-De...- se pone nervioso antes las caricias del castaño por su muslo- cerca de...

Un nuevo hombre los interrumpe y Thomas aparta su mano rápidamente de Newt.

-Vuestras cervezas- sonríe el hombro sentándose en frente de ellos- ¿qué necesitáis?

Los dos adolescentes sonrojados dan primero un trago a su cerveza reprimiendo una mueca de asco para dar la impresión de ser más adultos.

-Queríamos saber si nos podría hablar de dos hombres que solían venir por su bar- comienza Thomas.

El hombre abre los brazos esperando los nombres.

-Brown y Adams.

El hombre bufa escuchando solo el primer apellido.

-Son dos maleantes- contesta- venían a beber todas las noches desde hace 8 años. Armaban pelas y jaleos cada sábado. Los demás días se sentaban a emborracharse hasta el coma en aquella mesa de allá- señala para detrás de los chicos y estos giran sus cabezas para ver una mesa vacía al fondo del local- estaban serios hasta que el alcohol hacía sus efectos y dejaban de tener su conversación seria, cualquiera que fuese, para convertirse en risas molestas.

-¿Alguna vez escuchó parte de su conversación?- pregunta Thomas mientras seguía bebiendo a su pesar la cerveza.

-Nunca tuve intención la verdad. Tal y cómo es el señor Brown no me esperaba nada bueno.

-¿Por qué lo dice?- vuelve a preguntar.

-Ha estado varias veces en el calabozo, chico. No puedes esperar nada bueno de él. Además, dicen que cada persona lo conoce por otro nombre.

-¿Qué?- pregunta Newt de repente- ¿cómo por otros nombres?

-Sí, he hablado con algunos clientes de ellos. Muchos los llaman Brown y Adams cómo vosotros me habéis dicho, pero otros le cambiaban el nombre a Brown. Por Andrew, Edward, no sé. Las mujeres lo llamaban el hombre de mil nombres. ¿Vuestras madres nunca os han dicho que no juguéis más de las 10 de la noche en la calle por el mil nombres?

-Somos del orfanato- comenta Thomas simplemente.

-Oh- dice serio el tabernero- lo siento, chicos. No era mi intención ofenderos si lo hice.

-No se preocupe- se adelanta Thomas a Newt viéndolo beber de la cerveza sin parar- Newtie...

Newt no dice nada.

-¿Sois hermanos?- pregunta de repente extrañado.

-No- lo mira Thomas confundido- ¿por qué lo dice?

-Por vuestra familiaridad- responde escudriñando los ojos.

-Ah- Thomas se pone nervioso y empieza a mover la pierna debajo de la mesa- será porque hemos vivido toda la vida juntos. Somos amigos, no tenemos ningún lazo familiar.

El tabernero relaja el rostro y asiente como si ahora lo comprendiese todo.

-¿Y no os han llevado a ninguno a que conozcáis a las mozas del orfanato femenino? Me han dicho que están de muy buen ver- guiña un ojo a los chicos y Newt siente ganas de vomitar solo de escuchar aquel viejo hablar de sus amigas.

-Solo en un par de excursiones- dice Thomas acabando con el tema- ¿sabe si volverá esta noche el señor Brown? ¿Cómo es físicamente?

-¿Qué?- ríe el tabernero- oh no, no, no. Los eché de mi bar hace 6 meses prohibiéndoles el paso. Después de aguantarlos tantos años acabaron con mi paciencia. No sé donde andan esos dos desde hace 6 meses. Brown es alto, moreno y fortachón. Fuma como un carretero, se le nota en la voz ronca y en su tos seca. Ojos negros como el carbón, para nada agraciado.

-Pues uno como que ni anda- suelta Newt bebiendo de su cerveza de nuevo quedándose con la descripción del hombre- hace una semana y pico lo degollaron en su casa.

El tabernero palidece.

-¿De verdad? Nadie me dijo nada por el bar. ¿Cuál de los dos?

-El señor Adams- dice Thomas- ¿que antecedentes tiene el señor Brown?- pregunta de nuevo curioso.

-Poca cosa. Robo, agresividad verbal, peleas y alguna que otra denuncia por escándalo.

-Gracias por la información, señor. Y sentimos haberlo molestado- dice Thomas levantándose.

Se acaba su cerveza mientras Newt recoge sus cosas.

-No es molestia, muchacho. Invita la casa, no me fijaré siquiera que sois bastante menores.

-Gracias- dice Thomas una última vez, tirando de Newt con prisa, que se acaba la cerveza de un trago.

-A más ver- se despide el tabernero limpiando la mesa.

-A más ver- responde Thomas de vuelta y Newt solo levanta la mano.

Caminan un poco por la calle hasta alejarse del bar. Newt se sienta a escribir toda la información en su libreta.

-No lo entiendo, Tommy- suelta Newt- ¿cómo se conocieron? ¿Que tendrá que ver con nosotros? ¿Por qué nos vigilaban? ¿Que les pasó en esos seis meses? ¿Y quién asesinó al señor Adams? ¿Dónde se ha metido el señor Brown desde entonces?- miles de preguntas vuelan por la mente de Newt acabando de escribir la cantidad de información recibida.

-Hey, Newtie. Llegaremos al fondo de esto, ¿vale?- dice Thomas cogiendo de las manos a Newt para que deje de escribir.

Newt solo suspira apartando sus manos de nuevo. Guarda sus cosas y se levanta.

-Antes sospechó de nosotros- suelta Newt.

-Lo sé- le contesta Thomas.

-No deberíamos... no deberíamos...- comienza Newt nervioso.

-Newt, ya está. Aunque no sintiésemos lo que sentimos también seríamos muy cercanos. Habría sospechado de igual manera con Scott y con Minho.

-Eso es mentira y lo sabes- repone Newt caminando hacia el lugar donde quedaron con los chicos- puedes comportarte con Scott como si os quisieras follar el uno al otro pero no estáis 24 horas del día así. A mí a veces me cuesta un mundo mantener las manos apartadas de ti y...- calla sabiendo que se está metiendo en terreno peligroso y hablando de más.

-¿No puedes mantener las manos apartadas de mí?- sonríe Thomas feliz por la información.

-Yo... mira, mi punto es que no es lo mismo. Tú y yo no nos comportamos entre nosotros de la misma forma que con los demás.

-Por lo que sentimos, ya- le interrumpe Thomas sonriendo al borde de la risita tonta.

-Yo ni sé lo que siento...- dice Newt en un susurro.

Al ver a Minho y a Scott viniendo hacia ellos dejan el tema, pero Thomas se recuerda a sí mismo volver a retomarlo. Parece que el rubio va soltando pequeñas cosas, poco a poco.

-¿Qué habéis averiguado?- pregunta Scott al verlos.

-Muchas cosas, yendo para casa os ponemos al día. ¿Qué tal la casa de Adams?- responde Newt caminando hacia el camino de vuelta al orfanato.

Minho y Scott se miran y vuelven a mirar para los dos chicos.

-Mañana tenéis que ver lo que hay ahí dentro- contesta Minho serio.

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