Capítulo XXXIV

—Aquí está todo lo referente a NaYeon.

Por el despiste que le provocó el diálogo de BaekHyun dejó que su hija le quitase la cuchara de plástico de las manos para ser ella quien comenzase a comer sola, cosa que su exnovio le pidió que no hiciese porque a la pequeña le encantaba golpear la cuchara contra la comida batida. A ChanYeol incluso le llegó algo de comida a la cara y no pudo hacer mucho más que apretar los labios y contener la maldición porque la pelinegra seguía riéndose frente a él al igual que BaekHyun, quien estaba de pie.

—¡NaYeon! —regañó el contrario y ChanYeol solo crispó los labios, sabiendo que el otro se estaba aguantando la risa—. Dale un beso a papá para disculparte. —BaekHyun se sentó y le dio un sonoro beso en la mejilla a la pelinegra—. Así.

Se quedó mirando todo con atención y estuvo tentado a reírse, pero la pequeña abultó los labios y lo miró, al parecer esperando que se acercase porque seguía entre el acorralamiento de su silla para comer. Ante lo mismo no hizo más que inclinarse, pero NaYeon hizo una mueca y él estuvo listo para protestar, pero BaekHyun le pasó una servilleta por la mejilla, dejándolo confundido y con los ojos puestos en el tipo, ligeramente hipnotizado por como su corazón revoloteó.

El beso en la mejilla fue sonoro y lo dejó baboso, pero se sintió satisfecho por el cariño, más aún por la sonrisa que le dio BaekHyun mientras le aplaudía a su hija, felicitándola.

Se preguntó entonces si era necesario enfadarse tanto con su exnovio por lo que pasó. Aquel día, cuando recién se enteró, por supuesto que la pasó mal, la información fue demasiado impactante y quiso partirle la cabeza contra la pared. No obstante, la intensidad de la situación pasó y durante la semana en la que estuvo intentando asimilarlo todo lo albergó una serie de procesos donde se pasó unos días buscando números de abogados y otros de psicólogos. Se sintió solo porque todos sabían menos él, se convirtió en un maldito idiota porque BaekHyun lo permitió y probablemente eso le jodía aún más.

Sin embargo, BaekHyun amaba a su hija a pesar de que no lo amara a él y eso debía ser suficiente para quedarse tranquilo, ya que incluso él mismo pensó que sería mucho llegar hasta un fiscal para decirle que se sentía ofendido con su exnovio por no haberle contado que era padre. Moralmente era una falta, sí, y perdió algunos beneficios que podría ofrecerle la paternidad, pero no se vio afectada su integridad ni la de la bebé en ningún momento, por lo tanto, solo sería idiota quejarse del otro frente a tribunales.

—Creo que sería bueno que primero vieras el diario de vida de NaYeon.

Curioso elevó una ceja por sobre la mesa y el contrario le acercó lo que pareció un libro ancho con pájaros dibujados en el exterior de un color gris y celeste claro.

—¿Diario de vida? —preguntó burlón y el castaño se puso de pie luego de chasquearle la lengua.

—Consideré oportuno ponerle así. Solo léelo y no me preguntes nada hasta que lo termines. —El hombre se acercó a la cocina, dándole la espalda—. Mientras tanto prepararé el almuerzo para nosotros.

Con interés abrió el libro, encontrándose con una foto de NaYeon sonriendo hacia la cámara. Tenía un vestido de tul celeste pastel y una corona en la cabeza. Supuso que fue de su primer cumpleaños por el cartel que estaba detrás de la pequeña.

Hola, soy Byun NaYeon. Actualmente vivo solo con mi papi, pero ya pronto llegarás...

—¿Por qué escribiste esto? —preguntó por lo bajo, sintiéndose avergonzado incluso porque fue obvio que aquello los escribió BaekHyun, quien pareció sentirse aludido y solo le envió una mala mirada.

—Continúa.

Ya conocí a mis abuelos, tías y primos. La tía YooRa es la más bonita y le gusta leerme cuentos. Mis primos juegan conmigo y me enseñan siempre algo nuevo.

Aún no sé hacer muchas cosas y a veces pongo nervioso a papi, pero él debe entenderme porque hay cosas que yo tampoco sé cómo explicar, aunque cada vez nos entendemos mejor.

Aquí tengo una foto de la familia de papá Baek. Fue a los dos meses de haber nacido que nos reunimos. Papi no quiso sacarme antes de casa porque temía que me pasara algo, pero llegó la abuela Bae y le pegó con el cojín del sofá porque no quería hacerle caso.

Río suavemente al leer lo que estaba pulcramente escrito con tinta negra sobre la hoja gruesa. Más abajo del párrafo había una fotografía ajustada a la página gracias a unas ranuras. Efectivamente estaba la familia Byun con la pequeña, quien era sujetada por BaekHyun. Todos sonreían, pero notó la extraña expresión de su exnovio.

Esta es tu familia, papá. Espero que no tengas problema para incluirme a mí también.

Apretó los labios y sin poder contenerse mucho más dejó las lágrimas caer, totalmente emocionado porque había una foto de toda su familia y estaba NaYeon ahí, sentada sobre las piernas de YooRa en el sofá del que fue su antiguo departamento entre sus dos sobrinos, los cuales eran cargados por sus abuelos.

Faltas tú, así que dejaré un espacio para sacarme una foto con todos ustedes, ¿sí? ¿Me prometes que lo harás?

—BaekHyun —susurró casi sin voz, aún demasiado conmocionado con todo lo que estaba leyendo.

—¿Ah? —El aludido se giró a verlo y frunció el ceño, yendo de inmediato a su lado para ver a NaYeon, quien pareció teñirse el pelo con el almuerzo licuado—. Pero mira qué te hizo papá... —se burló el castaño, quien le dio una media sonrisa que borró apenas se dio cuenta de su estado—. ¿Qué pasó?

—¿Por qué hiciste todo esto si no querías contarme de NaYeon?

—No se trata de que no haya querido contarte, ChanYeol. Sino que no me salió cuando se debió. —El hombre se sentó y se concentró en limpiar a su hija con unas cuantas servilletas—. Debí obligarme a decirte desde el primer momento.

—¿Siempre lo supiste?

—Sí. Solo tú podías ser el padre. Luego que me revolqué contigo en la cama mientras YiXing y JunMyeon estaban teniendo sexo no quise hacerlo con nadie más. —El contrario soltó una risa, divertido con su propio comentarios.

BaekHyun tomó a NaYeon y salió de la habitación, dejando a ChanYeol plantado ahí donde estaba sentado, completamente ido porque lo que dijo el otro le pareció demasiado irreal.

—¡Papá Yeol!

Su cuerpo se movió como si de un reflejo se tratase y antes de que fuese consciente de sí mismo ya estaba en el pasillo frente al baño, encontrándose a su hija dando manotazos al aire mientras BaekHyun la llamaba por su nombre e intentaba afirmarla.

—¿Qué pasa?

—No le gusta bañarse —se quejó el otro sin mirarlo, al parecer demasiado concentrado en quitarle los pinches a su hija—. Es igual de sucia que tú.

—¿Cómo que sucio? —Fingió estar ofendido, pero estuvo tentado a soltar una carcajada cuando la pequeña le pegó un manotazo en la cara a su padre—. Soy un chico de la costa. Amo mojarme en el mar y odio estar con arena, así que me baño seguido.

—Tu hermana no dice lo mismo.

Lo escuchó carcajearse y de seguro él debió defender su punto de vista, pero no pudo evitar sonreír también.

—BaekHyun —lo llamó mientras el nombrado sentaba a su hija en el lavamanos para quitarle la ropa—, ¿qué planeas hacer?

—¿A qué te refieres?

Para su sorpresa la pelinegra tomó el dispensador plástico de jabón líquido y lo estampó con la cabeza de BaekHyun, quien rápidamente se quejó y se fue ligeramente hacia atrás por el impacto.

—¡NaYeon! —la regañó fuertemente, sorprendiéndose a sí mismo por ser tan exagerado.

—¡Papá! —La pequeña se largó a llorar y el castaño suspiró antes de acercarse para tomarla y llevarla contra su pecho, donde la acobijó.

—Es normal, ChanYeol. Es pequeña aún.

—Casi te parte la cabeza —susurró sorprendido, pero acabó riéndose porque al hombre se le puso roja la zona y amenazaba con salirle un chillón.

—Ambos contra mí. Genial.

ChanYeol se movió de forma inconsciente y terminó junto a BaekHyun con una sonrisa amplia, casi llegando al punto de pasarle las brazos por la cintura para abrazarlo. Sin embargo, logró detenerse a tiempo.

—¿Qué planeas hacer? —volvió a preguntar.

—¿Con qué?

—Con tu vida —soltó con suavidad y el castaño solo se movió, esa vez dirigiéndose hacia la cocina.

—Pienso trabajar y cuidar de NaYeon, por supuesto —le dijo hablando alto desde el otro lugar. A los pocos minutos pasó frente a él hacia la habitación de la menor—. Me gustaría conseguir una casa con patio. Creo que tener un perrito sería una buena experiencia para ella como niña. —Se acercó al cuarto y miró como el otro desnudaba a la pequeña, quien pareció dejarse hacer debido a que no estaba en el baño—. ¿Y tú qué tal, ChanYeol? Te vi de chef. Me alegra mucho saber que te ha ido bien.

El hombre envolvió a la pelinegra en una toalla rosada estampada con patitos de hule amarillos y se dirigió hacia el baño, lugar que apenas la niña reconoció empezó a moverse con la intención de escapar. ChanYeol solo suspiró, pero recordó a YooHyuk y su trauma con el agua debido a que casi se quemó cuando intentó abrir la llave de la ducha por su propia cuenta.

Se sacó la camiseta, haciéndole fruncir el ceño a BaekHyun, pero a él le dio completamente igual porque NaYeon era su hija y él era el hombre más feliz del mundo por tener la oportunidad de hacer ese tipo de ridiculeces por la niña.

Se sacó las pantuflas, las calcetas y los jeans, quedando solo en ropa interior y debió quizás reparar un poco más en el sonrojo de su exnovio y esa expresión tan estúpida donde boqueaba, pero le dio igual y pasó por un lado de él para adentrarse a la tina que previamente llenó un poco el castaño. Una vez dentro del pequeño lugar se sentó y le extendió los brazos a la pequeña con una sonrisa.

—Ven, NaYeon. No tienes que tener miedo.

—Eres ridículo —le soltó BaekHyun casi sin aire, pero se permitió sorprenderse cuando la pelinegra abrió y cerró los puños en su dirección, imitando su gesto.

BaekHyun se acercó y con cuidado se la entregó sin la toalla. ChanYeol tuvo precaución al tomarla y puso la espalda de la niña contra su pecho para bajarla lentamente, haciendo que la punta de sus dedos tocaran el agua tibia, ante lo cual levantó rápidamente los pies para no mojarse.

—¿Qué tal si intentas con las manos? —propuso BaekHyun suavemente en un susurro mientras se acuclillaba del otro lado de la tina, al parecer estando realmente interesado en que su hija superase aquel miedo—. No sé por qué le tiene tanto miedo, pero siempre fue así y la primera vez que la bañé estuve con mi madre para que no se me pasase nada.

—Lo hiciste bien, BaekHyun. No es tu culpa.

Le dio una sonrisa que probablemente no debió dar porque él debería de estar furioso con el otro, pero después de todo su exnovio no fue tan malo, al menos su hija aún seguía de una sola pieza y eso era lo que a ChanYeol debía importarle.

Sujetó a la pequeña de mejor forma y la ayudó a inclinarse para que tocara el agua únicamente con las manos, algo que al parecer no le atrajo mucho hasta que BaekHyun lo hizo a su lado, moviendo suavemente los dedos en el líquido y sonriéndole a la pelinegra, enseñándole que estaba bien. Luego el castaño hizo que el agua que tenía en los dedos salpicase hacia ellos. ChanYeol solo hizo una línea con los labios al sentir la cara mojada, pero rápidamente olvidó aquello cuando escuchó a NaYeon reírse.

—Hazlo tú —insistió el otro y él volvió a inclinar a la pequeña para que pudiese alcanzar el agua.

La pelinegra metió las manos y las movió con alegría por el lugar, golpeando la superficie luego y haciendo que el agua saltase para todos lados y mojase la alfombra del baño, pero a BaekHyun no pareció importarle absolutamente nada porque su sonrisa era muy grande y sus ojos brillaron mucho. ChanYeol estaba por burlarse, pero lo notó llorar y eso lo confundió.

—Me costó tanto —le susurró el otro sin mirarlo, aún concentrado en la niña.

—Entra. —Le sonrió y recibió un ceño fruncido.

—¿Estás loco? Iré a terminar con el almuerzo.

Lo tomó suavemente de la muñeca para detenerlo—. Entra, BaekHyun. A mí sí me interesa que NaYeon tenga una crianza que sea fruto de ambos.

No lo dijo con la intención de ofenderlo, pero supo que el castaño se sintió mal porque solo le dio una de esas sonrisas extrañas y negó con la cabeza antes de salir de la pequeña habitación, dejándolos solos.

—¡Papi!

Para su sorpresa NaYeon empezó a llorar con fuerza y pataleó, aunque no se movió tanto cuando BaekHyun volvió a aparecer en el baño con rapidez y el rostro fruncido en preocupación.

—¿Qué pasa?

—Te está manipulando —susurró e intentó mantenerse serio, pero rio de igual forma cuando el otro se mostró confundido—. Entra con nosotros para que se bañe. Ya tiene el pelo duro por la comida.

El castaño chasqueó la lengua y se irguió—. No quiero.

—Hazlo por NaYeon.

ChanYeol realmente creía que no debía preocuparse por él, pero aparentemente el contrario parecía preocuparse por ello.

BaekHyun suspiró—. Primero déjame sacarles una foto. NaYeon necesita ponerlo en su diario.

Estuvo de acuerdo así que llamó a su hija para que le pusiese atención al otro hombre, quien sacó su celular y se acuchilló cerca de la puerta para estar a su altura.

—Deberíamos al menos mojarla, ¿no crees?

—Pero no quiere.

—Ven. —Sonrió y BaekHyun chasqueó la lengua, pero terminó haciéndole caso.

El hombre dejó las pantuflas a un lado y se sacó las calcetas, aunque le frunció el ceño cuando estuvo por sacarse la camiseta.

—No me mires.

—Pero sí te he visto ya.

—Aun así —susurró sin mirarlo y se sacó la camiseta.

ChanYeol no entendió por qué si incluso lo vio desnudo hace una semana, cuando estúpidamente se acostó de él como un imbécil, cuando aún no tenía idea de nada. No obstante, no reparó tanto en BaekHyun como en ese momento. Estaba delgado, demasiado; sus costillas sobresalían ligeramente y los muslos perdieron bastante carne, mostrando una imagen que contrastaba con aquella cicatriz de sonrisa que tenía en el vientre bajo.

Quiso decirle algo, preguntarle o regañarlo quizás, pero no tenía derecho y debía importarle absolutamente poco lo que le pasase a BaekHyun, así que solo esperó a que este tomase asiento sobre el lugar.

—Estamos apretados aquí —se quejó.

—Da igual. Solo incentiva a NaYeon.

Increíblemente terminaron con la pelinegra mojándose por completo y lavándose el cabello solita, o al menos intentándolo. ChanYeol quedó tan fascinado con ella que no le importó tener que mojarse el pelo para que ella no tuviese miedo de mojarse la cabeza.

—La foto —recordó.

—¡La comida!

BaekHyun intentó salir, pero lo evitó porque la foto era prioridad y la cocina ni siquiera estaba encendida, así que luego de sacarse unas cuantas fotos el contrario salió, se envolvió con una toalla y vistió a su hija mientras ChanYeol se vestía a sí mismo, maldiciéndose cuando tuvo que deshacerse de los bóxers y conformarse con un bañador que a su exnovio le quedaba grande.

—Este es el álbum de fotos de NaYeon. Están absolutamente todas las fotos donde sale ella —le comentó BaekHyun mucho después cuando eran cerca de las seis de la tarde y NaYeon estaba tomando su siesta.

Una vez que abrió el objeto se encontró con un recién nacido y supuso entonces que era su hija, al menos sus ojos eran los mismos y con las fotos posteriores logró notar todo ese progreso.

—¿Por qué no hay tantas fotos con tus padres? —preguntó mientras continuaba revisando.

—Están enojados conmigo, así que no nos vemos muy seguido —le mencionó el contrario mientras trapeaba el piso, al parecer aprovechando que su hija estaba durmiendo para ordenar algo el departamento—. De igual forma BaekYi la viene a buscar los sábados temprano para ir con ellos, así que ve a sus abuelos toda las semanas. Acordamos que los domingos serían para tu familia porque YooRa trabaja los sábados.

—¿Y tú por qué no vas con ellos? ¿De verdad están enojados contigo? —Espero una respuesta concisa, pero solo recibió un asentimiento de cabeza sin que siquiera le dirijan la mirada—. ¿Por qué?

—Mis padres no me quieren ver —murmuró el contrario sin dirigirle la mirada, al parecer demasiado entretenido quitando los juguetes de su hija del mueble de la televisión—. Después de lo que pasó contigo me declararon la guerra. Incluso BaekYi no me habla mucho más de lo necesario.

—¿Conmigo?

—Desde que te alejé —soltó despacio y se mantuvo dandole la espalda, acuclillado a un lado del equipo de música—. Asumieron mi error como algo imperdonable y lo entiendo. Si pudiera haría lo mismo. —ChanYeol quiso hablar, pero el otro soltó un suspiró y se alzó dándole una sonrisa, al parecer satisfecho porque terminó de acomodar todo—. De igual forma han ayudado mucho a NaYeon y me ayudaron mientras me recuperaba de la operación, pero ya luego simplemente me echaron de casa. —Estuvo dispuesto a reclamar, pero el otro solo le hizo un gesto de manos—. No a NaYeon, por supuesto. Mis padres dijeron que siempre sería bienvenida, pero no yo. Incluso hicieron mi habitación su habitación y ahora es celeste y tiene hadas dibujadas en todas las paredes.

Soltó una suave risa a pesar de todo porque le enterneció la información—. ¿Por eso vendiste el auto?

—Exacto. —El castaño se encogió de hombros, demostrándole que le importaba bastante poco el deportivo rojo.

ChanYeol lo encontró ligeramente distinto y entendía por qué, después de todo el nacimiento de NaYeon lo hizo cambiar por completo, incluso puede que él mismo haya influido en la vida del más bajo, pero consideró que fue para bien a pesar de todo lo que sufrieron ambos. BaekHyun parecía ser alguien mejor, más visiblemente sensible y afectado, pero más humano que nunca.

Pasó las páginas y se encontró con más y más fotos de su hija, aunque no hubieron muchas más de su primer cumpleaños y solo se encontró con la palabra "fin" escrita elegantemente en la última hoja.

—¿Cómo que fin? —se burló—. NaYeon aún tiene mucho que vivir.

—Sinceramente pensé que vendrías a verla en su cumpleaños, así que lo hice hasta allí. —El castaño le hizo una mueca, aunque acabó sonriendo—. De igual forma ya estás aquí, así que podrás construir un diario de vida con ella, como debió ser desde el inicio. —El hombre entrelazó sus propios dedos y bajó la mirada mientras perdía la sonrisa. La próxima vez que se encontró con sus ojos los halló acuosos—. Lamento mucho haberte privado de todo eso.

Suspiró y miró el objeto entre sus labios antes de cerrarlo. Dejó el álbum de fotos sobre la mesilla de centro y le sonrió suavemente al contrario con la intención de tranquilizarlo. La verdad era que ChanYeol ya no se sentía tan enfadado como quizás debería estarlo.

—Está bien. Al menos ahora sí puedo aprovechar el tiempo con ella.

BaekHyun solo asintió con lentitud y el ambiente casi se volvió incómodo e incluso tenso sin NaYeon entre ellos, pero el castaño pareció recordarse de algo y con rapidez fue hacia el pasillo, volviendo luego con una serie de cosas entre las manos, algo que parecían libros, carpetas y una cajita de madera.

—Estas son otras cosas de NaYeon.

El hombre se puso de rodillas a su lado y dejó todo sobre la mesilla de centro, ante lo cual ChanYeol lo ayudó a ordenar para que no se le cayesen las cosas de las manos.

El otro le ofreció otro libro—. Álbum de fotos. Ahí están absolutamente todas hasta los seis meses. Lo restante está en el álbum de perrito. NaYeon lo escogió.

Sonrió junto a BaekHyun ante la información y abrió el libro, encontrándose de inmediato con una foto del contrario junto a la pequeña, los dos sentados en un parque junto a sus dos sobrinos, todos posando para la foto y sonriendo.

—Perdón que esté yo, pero se vuelve algo inevitable —le susurró el otro con una sonrisa ladeada y él quiso decirle que no se preocupara por eso, pero no le dio tiempo porque una carpeta celeste se extendió hacia él—. Son todos los papeles médicos de Nayeon. Absolutamente todos. —El castaño arrastró una carpeta rosa en su dirección—. Esta es la información que recolecté mientras buscaba un jardín infantil. —El hombre abrió la carpeta y le entregó un folleto—. Tu madre prometió ayudarme la próxima semana para ir a ver este. Lo acordamos cuando aún no llegabas.

Asintió y pestañeó unas cuantas veces mientras tenía el pequeño papel entre las manos y vio todo sobre la mesa, repleto de información, fotografías y juguetes para morder.

—¿Quieres que revise todo o...?

—No. —Recibió una sonrisa preciosa por parte de BaekHyun—. O sea, puedes hacerlo. Pero todo esto es tuyo. Para que lo tengas contigo.

—¿Le sacaste copia a todo?

—Sí. —El hombre asintió y su sonrisa se perdió cuando sus ojos se encontraron—. ¿Quieres los originales? Los iré a buscar.

Frustrado tomó el brazo de BaekHyun para hacer que este se volviese a sentar—. Así está bien.

—No tengo problema en pasártelo. Lo que me interesa es que ambos tengamos la misma información.

—Supongo que lo consideraste desde el minuto uno porque incluso tienes una copia del listado de los posibles nombres que estabas por ponerle —se burló y el contrario solo chasqueó la lengua, aunque solo notó sus sonrojo—. ¿Por qué escogiste NaYeon?

—ChanYeol.

Elevó ambas cejas en espera de que le respondiera, pero el castaño únicamente le dio una sonrisa tímida y le quitó la hoja de cuaderno arrancada y lo dio vuelta, mostrándole su nombre y más abajo el de NaYeon.

—Suena al tuyo —le explicó. El chico luego soltó una risa extraña, como si estuviese afectado por la situación—. Byun NaYeon no queda bien y lo sé. P-pensé que el tuyo quedaría mejor... p-por si quieres que quede con tu apellido.

Sus ojos quedaron fijos en la hoja cuadriculada y vio el trazado sobre el papel mientras intentaba recolectar todo el dolor que sintió en algún momento para darse una razón por la cual debía odiar a BaekHyun. Sin embargo, solo lo odió por pensar en él, por considerarlo cuando se supone que realmente no fue así.

—Ya lo tenías pensado —susurró para sí mismo sorprendido cuando notó la mancha roja en la esquina de la hoja, recordando cuando ambos estuvieron sentados en la mesa de la antigua cocina que compartían trazando nombres para escoger el del bebé, momento que a BaekHyun se le dio vuelta el vaso de bebida sobre los papeles—. ¿Por qué no me lo comentaste?

—¿Y si no querías o no te gustaba la idea? Puede que fuese fácil para ti estar a mi lado durante el embarazo, pero ¿crees que hubiese sido lo mismo si te esterabas antes? —Guardó silencio y se quedó mirando al contrario, notando el miedo en los ojos de este, aunque luego el hombre solo suspiró y bajó la mirada, fingiendo estar interesado en buscar algo entre las cosas que trajo—. Preferí que no lo supieras, pero que te quedaras conmigo durante el embarazo para que vivieras eso. Después de todo, solo en ese periodo tendrías que soportarme a mí, ya después podrías estar solo con la bebé.

—¿No me dijiste porque temías que me enojara contigo?

—No por mí, sino por ella. —El hombre tomó aire profundamente—. No quería que te vieras obligado a estar conmigo para estar con NaYeon.

—Que lógica más estúpida —escupió con cierto enfado y el contrario solo hizo una mueca y bajó la mirada.

—Perdón.

Notó a BaekHyun jugar con sus propios dedos y él desvió la mirada hacia la ventana, de repente molesto con el otro como si recién se hubiese enterado que sería padre y la cosa resultaba hasta ridícula porque a tan solo unos minutos pensó que la situación no era tan mala del todo.

—Toma. —Los dedos ajenos arrastraron un pequeño cofre de madera hacia él. Cuando lo abrió se encontró con una serie de memorias USB que le hicieron fruncir el ceño—. Son todos los vídeos que tengo de NaYeon y otras tantas fotos. —Se sorprendió y de inmediato dirigió su mirada a BaekHyun, quien solo evitó sus ojos—. Están la mayoría de sus primeras veces grabadas; su primera risa, la primera palabra, la primera fiebre, la primera caída... No todas son primeras veces porque fue difícil captarlo, pero todo está ahí.

—¿Lo hiciste pensando en mí o eres un padre loco? —intentó bromear, pero BaekHyun no pareció captarlo porque solo se encogió más en su lugar.

—Perdón. No quería que te perdieses de nada.

—Ajam. ¿Entonces por eso me pediste que me fuera?

Lo escuchó tomar aire profundamente y notó que se pasó con la brusquedad de sus palabras cuando vio que el otro apretó sus propias rodillas sin levantar la mirada.

—Perdón.

Suspiró y sin prestarle atención al contrario le dio un vistazo a la serie de objetos, encontrándoselos envueltos en cinta adhesiva que sujetaba un papel que ponía la edad de NaYeon, su cumpleaños y sus primeras veces.

—Esto también es tuyo. Pensaba devolvérselo directamente a tu madre, pero ya que te estoy pasando tus cosas supongo que está bien dártelo.

Frunció el ceño al reconocer el objeto—. ¿Es mi álbum de fotos? —Con cierta urgencia lo abrió y se encontró con una serie de fotos suyas, mayormente cuando estuvo en la escuela secundaria—. ¿De dónde sacaste esto?

—Tu madre me lo prestó. Quería que NaYeon te conociera, pero no tenía muchas fotos tuyas. Perdón.

—Si me hubieras dicho desde un inicio no sería necesario hacer esta mierda —espetó al notar el interés que tuvo el otro por mantenerlo presente, casi como si se tratase de alguien muerto.

—Por último me gustaría mostrarte el cuento favorito de NaYeon.

Para sus sorpresa se encontró con aquel conocido cuadernillo que una vez compró en un pasado luego de ver fotos por internet y se sorprendió al abrirlo, ver fotos de BaekHyun de pequeño, adolescente y también de él, todo adornado y narrado hacia la pequeña, aún sin definir género.

Papá Yeol es alto, sonriente y muy guapo. Papá Baek lo quiere mucho y también quiere mucho a bebé.

Más y más de papá Yeol y papá Yeol hasta el punto en que se sintió mareado de ver su nombre tantas veces, pero su concentración se enfocó en otra cosa cuando se encontró con una serie de fotografías de la evolución del embarazo de BaekHyun, luego las pocas imágenes que se sacaron juntos, fotos de su departamento, de la universidad, el auto rojo...

—¿Es nuestra historia? —preguntó incrédulo.

| ••• |

¿Qué les parece el desenvolvimiento que están teniendo los personajes? 👉🏻👈🏻

Este es el penúltimo capítulo, así que es ahora o nunca para que me den sus reclamos y recomendaciones. (?) 😂

Muchas gracias por leer, votar y comentar.
Saludos y besos, Ary. 💖

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