Capítulo XXX
—¡Oh, por Dios! ¿Estuviste consumiendo esteroides?
—Imbécil —insultó a JongDae y este solo se largó a reír.
Se dejó caer pesadamente en la silla y tiró luego de KyungSoo, quien tenía cara de querer matarlos a todos y ChanYeol entendía por qué, después de todo se encontraban ahí como si de verdad fuesen amigos y se echasen de menos cuando en realidad solo estaba feliz de ver a YiXing y JunMyeon, los cuales tenían las manos entrelazadas por sobre la mesa, mostrando así los anillos de matrimonio.
Para KyungSoo fue más difícil relacionarse con JongIn ahí, sentado del otro lado de la mesa, pero aparentemente el chico le prometió que no lo hostigaría de ningún modo, así que el pelinegro se sintió más cómodo cuando empezó a hablar con ZITao, quien les dio la buena noticia de que estaba embarazado.
ChanYeol, por otra parte, se mantuvo distante y no bebió como los otros porque sencillamente no tenía ganas de hacerlo. Después de lo que le dijo JongIn hace unos días no supo cómo sentirse y BaekHyun no estaba ahí como para que pudiese pedirle explicaciones, aunque aún no sabía si debía buscarlas o no.
Quien alguna vez fue su novio siempre le dijo que podía irse como si su presencia no fuese importante, por lo que no entendía por qué hizo mal al irse, cómo llegó a ser un "mal padre" cuando realmente nunca fue padre siquiera.
—Perdón por la tardanza.
Desde donde estaba miró al recién llegado, quien les dio una sonrisa avergonzada y tomó asiento delante de él. ChanYeol no le prestó atención y volvió a posar sus ojos en la pantalla que estaba en la otra dirección, donde MinSeok cantaba en el karaoke junto a LuHan, teniendo a JongDae aplaudiendo cada vez que los otros dos no abrían la boca.
No supo por qué se esforzó en convencer a KyungSoo en ir hasta allí. Era verdad que se sentía bastante alegre al ser considerado por los chicos, pero realmente no se sentía cómodo con BaekHyun mirándolo de una forma tan constante desde el otro lado de la mesa, notándolo ahí tan precioso con esos ojos suyos y lo maldijo muchas veces porque al estar ahí, ya sin ninguna preocupación o acto urgente de por medio, se dio cuenta que aún no terminaba de superarlo por completo.
Planeó escapar, pero se las aguantó porque nadie le pedía que hablase ni que participase de ninguna forma, así que solo se concentró en quienes salían a cantar sencillamente porque no quería encontrarse con los ojos de quien estaba sentado frente a él. Sin embargo, cuando lo llamaron para que saliese a cantar deseó haber escapado antes.
—ChanYeol, te toca.
—No, gracias. —Negó con la cabeza y jugó con el vaso de cerveza a medio beber.
—¿Baek? —Miró al castaño, encontrándose con sus ojos nuevamente. El hombre asintió—. ¿ChanYeol?
Quiso gritarle improperios a JongDae que insistía tanto, pero JunMyeon lo sorprendió al hablar—: Vamos, ChanYeol. No seas aburrido.
Que fuese ese hombre quien le pidiese que se parase ahí a cantar lo impresionó, especialmente porque debía plantarse junto a BaekHyun cuando el ahora psicólogo siempre fue sumamente objetivo respecto a su relación, aunque fue eso lo que lo hizo ponerse de pie; pensó que si JunMyeon lo alentaba a ello era por algo.
—¿Qué quieres escoger? —le preguntó BaekHyun en un susurro mientras revisaba la tableta digital que tenía en las manos con la intención de buscar algo para cantar.
ChanYeol quiso reírse porque la situación no pudo parecerle más irreal—. Me da igual. Escoge tú.
—Pero ayúdame —gimoteó el otro.
—No te estreses —se burló al ver a BaekHyun con el ceño fruncido y le quitó el dispositivo para buscar una típica canción que se escuchaba por todos lados.
A pesar de que no se lo esperó se divirtieron mucho, especialmente porque a él, debido a la costumbre de estar un tiempo lejos, se puso a cantar en chino, ya confundido con la canción interpretada en los dos idiomas. Por lo mismo, YiFan se burló un rato de él y comenzó a traducirle, inventándose traducciones cuando a él se le escapaban improperios latinoamericanos que le sacaron carcajadas solo a KyungSoo.
—ChanYeol —Pestañeó y confundido miró hacia BaekHyun, quien le regaló una sonrisa tambaleante—, ¿podemos hablar un momento?
Ya se encontraban saliendo del local donde se entretuvieron y la mayoría de ellos se emborracharon, aparentemente porque fueron con la intención de reunirse para beber y no realmente porque ellos regresaron.
—Claro.
Tomó sumamente poco alcohol y sabía que BaekHyun no bebió mucho más que él tampoco, así que de inmediato se puso nervioso cuando el otro tuvo intenciones de apartarse del grupo de chicos, los cuales caminaban hacia el estacionamiento.
—Toma. —La mano blanquecida del contrario mostró una memoria USB negra y pequeña, cosa que lo hizo fruncir el ceño—. Por favor velo.
—Ehh... —Dudoso tomó el objeto y acabó asintiendo—. Claro.
—Que no se te olvide, por favor —le susurró y lo vio inestable ahí frente a él, como si se estuviese forzando a sonreír y eso hizo a ChanYeol querer huir.
Solo dio otro asentimiento de cabeza y miró hacia abajo, fingiendo que le interesaba el dichoso objeto cuando lo único que quería era que el otro desapareciera de una vez.
—¿Quieres que te lleve a casa?
Frunció el ceño y miró a BaekHyun—. Debo irme con KyungSoo.
—¿Que no se irá con JongIn?
Miró hacia el grupo de amigos y notó que su compañero de departamento se subía al auto de quien era su ex novio, cosa que no le pudo parecer más humillante. Ya tenía pensando todo lo que se burlaría de KyungSoo, aunque justo en ese momento le llegó un mensaje de parte del tipo.
Soo: No vuelvas al departamento. Llevaré a JongIn.
¿Me estás echando de mi casa? Yo pago la mitad de esa mierda.
Soo: Ve con tus sobrinos o métete entre las piernas de BaekHyun.
Jódete.
—¿Están saliendo? Pareces enojado.
—¿Ah? —Levantó la cabeza y se encontró con los ojos de BaekHyun. Para su sorpresa recibió un sonrojo.
Al ver eso le costó demasiado dar una respuesta, así que solo negó con la cabeza y el contrario le mostró una sonrisa pequeña—. ¿Quieres que te lleve?
—Bebiste.
—Fue poco.
Suspiró y acabó por asentir, después de todo ya se fueron todos los otros y él sentía la mente demasiado cansada de tanto pensar como para quedarse mucho más tiempo despierto.
Una vez dentro del vehículo se metió al chat de su hermana y le pidió la dirección, pero recién ahí se dio cuenta de que eran pasado las tres de la mañana y YooRa debía trabajar aquel día sábado. Frustrado se echó hacia atrás y bufó en un intento de hacer memoria del sector donde vivía la mujer, pero apenas recordaba cómo se pronunciaba su nombre en coreano.
—¿Hacia dónde?
—Ay, no sé —gimoteó y se metió al mapa de su celular.
BaekHyun rio—. ¿Cómo no sabes donde vives?
—KyungSoo me mandó a dormir con mi hermana y no recuerdo la dirección.
—¡¿Vives con KyungSoo?!
El frenazo casi lo hizo golpearse con la guantera del auto y ante lo mismo se apresuró en ponerse el cinturón de seguridad antes de darle una mala mirada al contrario, quien solo apretó los labios y se disculpó por lo bajo.
—Puedes quedarte en mi departamento si quieres. Tengo una habitación disponible.
—No, gracias —se apresuró en decir sin mirarlo, demasiado concentrado en buscar en el chat de su hermana por si le pasó la dirección en algún momento. Él era más bien de las personas que hablaban por teléfono y anotaban en papel, pero tampoco era como si anduviese con su agenda.
—¿Entonces qué hago?
Se volteó a mirar a BaekHyun al escuchar su tono tosco al hablar y lo encontró serio, con la mirada fija hacia el frente mientras estaban detenidos en un semáforo.
—Déjame aquí y vete a casa.
—No te dejaré aquí. Solo ven conmigo
—¿Cómo no me puedo acordar de la dirección? —se dijo a sí mismo en un susurro, ignorando al otro, e ingresó a los contactos para llamar a su hermana. Para su sorpresa le quitaron el celular.
—No molestes a YooRa. Trabaja de lunes a sábado y tiene dos niños que criar. ¿Sabes lo difícil que es criar a un niño?
—¿Cómo sabes que mi hermana está trabajando?
BaekHyun no le prestó atención y solo se concentró en el camino, así que él no hizo mucho más que guardar silencio y contenerse de interrogar al otro. No quería pensar más de lo que ya estaba haciéndolo.
Una vez que el castaño estacionó el auto se encontró con una hilera de departamentos de no más de cinco pisos. Era un lugar agradable y mucho menos ostentoso que el departamento donde solían vivir.
—¿Vives solo? —preguntó cuando subieron las escaleras, hablando solo por hablar.
—Sí, con NaYeon.
—Pensé que vivías con tus padres —comentó en un susurró, más para sí mismo que para el otro.
—Perdón por el desorden.
El castaño abrió la puerta y su ceño se frunció de inmediato. El departamento del contrario estaba lleno de juguetes por todos lados, pero aquello quedó rápidamente en segundo plano cuando logró poner atención en la pequeña acostada entre los brazos de una mujer, ambas tiradas en el sofá.
—¿Esa es BaekYi? —preguntó burlón para sí mismo y se sacó los zapatos para ingresar por detrás de BaekHyun, quien tomó a su hija con cuidado.
—BaekYi, ya llegué.
La aludida gruñó y pegó manotazos al azar. BaekHyun solo la dejó ahí, se dirigió al pequeño pasillo e ingresó en una de las habitaciones probablemente para recostar a la pequeña. ChanYeol se entretuvo molestando a la mujer que seguía dormida.
Tuvo contacto con BaekYi esporádicamente durante todo ese tiempo con la promesa de no hablar de BaekHyun ni de su hijo —o hija realmente— y supo entonces algunas cosas de la mujer más bien por cortesía, pero no sabía que se dejó el pelo crecer y que se lo tiñó castaño también. Parecía mucho más elegante y madura.
—¿ChanYeol? —Rio suavemente al ver la sorpresa en el rostro ajeno, aunque la sonrisa se le fue de inmediato cuando sintió que la mujer lo tomaba por el cuello de la chaqueta y lo sacudía—. ¿Cuándo llegaste?
—Hace unas semanas.
—¿Y por qué estás aquí? —La boca de BaekYi se abrió con asombro—. ¿BaekHyun te contó?
—¿Contarme qué?
—No hables tan fuerte que NaYeon está durmiendo —regañó BaekHyun con voz seria y le pegó un suave manotazo a su hermana—. Suelta a ChanYeol.
—Claro. —La mujer pasó distraídamente las manos sobre su chaqueta para eliminar las arrugas provocadas por el agarre—. Ya que estás aquí me iré entonces. Me están esperando en casa.
El castaño solo asintió sin siquiera mirarla por estar más concentrado en ordenar los cojines del sofá y la mujer no hizo más que tomar su cartera y salir, al parecer urgida por llegar a su destino.
Una vez que se quedaron solos la situación fue sumamente incómoda y ChanYeol se preguntó por qué mierda aceptó ir ahí en primer lugar. Hubiese llegado a su departamento, joderle la noche a KyungSoo de seguro no sería tan malo como eso.
—¿Quieres algo para beber? —BaekHyun terminó de ordenar los juguetes del suelo y lo miró.
—Claro. —Asintió y lo vio caminar hacia la cocina. Suspiró cansado—. ¿Tú quieres comer? Puedo preparar algo.
Se pudo de pie y fue detrás del otro, de repente debatiéndose entre la costumbre de estar con BaekHyun y aquella incomodidad que le generaba el chico debido a todo lo sucedido. Sin embargo, dejó de pensar en todo ello y se metió al pequeño espacio, encontrándolo desordenado, pero no por eso sucio. Las cosas de bebé estaban por todos lados y probablemente eso era lo que generaba tanta conmoción.
—Disculpa —susurró el castaño y procedió a ordenar los biberones—. Con NaYeon debo correr para todos lados y ahora tiene la costumbre de lanzar todo al suelo.
Se rio al verlo rabiando con la pelota de goma que se quedó enganchada en lo bajo del refrigerador. ChanYeol mientras tanto procedió a ordenar los tarros de leche, los cuales eran cinco y tenían muchas cucharas dentro. Se quedó ahí quieto sin saber si quitar los pequeños recipientes del interior o no.
Escuchó a BaekHyun reír por detrás suyo—. Déjame preparar la leche.
—¿Preparar?
El castaño le enseñó unos recipientes y con un ligero empujón por la cadera lo hizo hacia un lado para tener una mejor vista de los tarros.
—Son dosificadores de leche en polvo. Los preparas y luego solo los echas al agua, así puedes salir con ella sin tener que detenerte a preparar.
Asintió y le quitó el compartimiento al contrario para tomarlo él. Agarró una cuchara de uno de los tarros.
—Quiero hacerlo. ¿Cuánto le echas?
BaekHyun rio enternecido—. Ese no. Empieza por el tarro amarillo.
—Pero yo quiero empezar por este.
—Pues no creo que a NaYeon le guste mucho la harina en su biberón.
El contrario apretó los labios para no reírse y él frunció el ceño, aunque acabo posando el dedo sobre el polvo antes de llevárselo a la boca, cosa que le provocó una mueca.
—¿Por qué tienes esto aquí?
—¿Dónde debería meter la harina? ¿En el baño? —se mofó.
—Deja de burlarte de mí —amenazó, pero lo hizo en broma y en respuesta solo recibió una sonrisa bonita que lo dejó completamente loco.
Aquello se sentía igual que antes, cuando estaban juntos. Sin embargo, también era distinto. Podía conversar así con BaekHyun sin mayor problema, probablemente por costumbre, pero no por eso lograba sacarse de la cabeza todo lo que pasó entre ellos.
—Déjame ordenar un poco y te enseño eso. —BaekHyun se movió para guardar las cosas, aunque notó sus brazos cruzados y su mueca en los labios—. Si gustas puedes ir preparando algo para comer. No sé si para beber quieres té, jugo o vino. Revisa por ahí, siéntete como en casa.
—¿Tienes idea del tic que me dará si encuentro algo caducado? —bromeó mientras abría el refrigerador, encontrándolo lleno de lácteos y papilla.
—Sí, chef Park, puedo imaginármelo.
—Aún no soy chef —musitó un poco avergonzado, agradecido con la pared del electrodoméstico que lo cubría.
—Pero ya lo serás. —Sonrió inconscientemente al escuchar al otro—. El uniforme te queda bastante bien, aunque con el gorro te ves como de tres metros.
Se alzó y estuvo dispuesto a discutir con el castaño, pero se lo encontró de espaldas a él, mirando hacia los muebles y moviéndose ágilmente por la habitación para ordenar. Estaba mucho más delgado, aunque BaekHyun siempre lo fue a excepción del embarazo, su color de cabello lo hacía ver más joven y su ropa cambió totalmente; usaba prendas a su medida, pero estas eran muchísimo más formales.
Se entretuvo con los ojos puestos en el otro, pero rápidamente se obligó a cambiar de enfoque cuando el contrario se giró a mirarlo, al parecer curioso de que no le respondiese.
—¿Qué harás?
—¿Qué quieres? —preguntó y el hombre pareció pensárselo.
—¿Me haces algo que nunca he probado?
ChanYeol sabía que la pregunta fue inocente, pero no pudo evitar sentir su cuerpo estremecerse y un ligero bochorno en la cara que lo hizo volver a concentrarse en el refrigerador, donde aprovechó de sacar algunos vegetales.
—Haré lo que pueda con lo que tienes.
—Genial.
Miró al chico de reojo y notó su inmensa sonrisa, cosa que lo hizo sonreír a él también, pero por alguna razón se sintió obligado a ocultar el gesto, por lo que se apresuró a dar un vistazo confianzudo por el lugar para ver las cosas que habían.
En ese momento, cuando se encontró preparando la imprevista cena a las cuatro de la mañana, se dio cuenta que estaba haciendo algo sumamente estúpido como sentir confianza con BaekHyun, con quien cruelmente le rompió el corazón no solo como pareja, sino que también como confidente y... padre. No, no lo era y probablemente pasará un tiempo que no lo será, pero en su momento cumplió un papel como tal, aunque le costó darse cuenta de ello. Por lo mismo no supo qué hacer cuando se encontró solo friendo los vegetales junto a la carne.
Sabía que BaekHyun le gustaba todavía, pero no podía ser tan idiota como para abrirse nuevamente al otro de un día para otro. Sentía que aún debía mantenerse un poco orgulloso, tenía que respetarse más a sí mismo porque se prometió en su pasado que no volvería a ser pasado a llevar como sucedió hace un año atrás.
—¿Quieres vino? —La copa con vino tinto se deslizo frente a él con cuidado.
—Gracias.
Volvió a probar la comida luego de agregar los aliños y le dio un trago al líquido antes de recargar desinteresadamente la cadera sobre la encimera para quedar mirando a BaekHyun, quien se sentó desinteresadamente sobre la pequeña mesa que había en el lugar. Apenas eran separados por dos metros porque el sitio era pequeño, pero ChanYeol de igual forma se sintió cómodo ahí, después de todo estaba haciendo lo que le gustaba y, para su desgracia, también estaba con la persona que le atraía.
—¿Me enseñarás a preparar el biberón? —mencionó con burla y él castaño se bajó con una risa en la garganta antes de llegar a su lado.
—Hay que hervir el agua primero para lavarlos bien. —El más bajo se movió por la cocina con agilidad y él solo lo vio de reojo con una sonrisa en los labios que no notó hasta cuando el otro se detuvo a mirarlo y le sonrió de vuelta—. Luego ponle cuatro cucharadas.
Frunció el ceño—. ¿Tanto?
—Sí, NaYeon está en una edad donde se agiliza su sistema motor y necesita alimentarse bien.
Se quedó mirando el polvillo amarillento dentro del tarro y recordó lo que leyó en los desaliñados apuntes del padre.
—¿Se han alimentado bien? —preguntó con suavidad porque no quería ofender al contrario, pero al parecer este no lo entendió porque le frunció el ceño.
—¿A qué te refieres?
—Soy estudiante de cocina, supongo que me llama la atención saber qué come la gente —mintió y le dio una sonrisa extraña que para su mala suerte BaekHyun reconoció de inmediato, generándole una mueca.
—Estamos bien —le susurró el castaño y este sin mirarlo quitó el pote de su mano para ser él quien dosificara.
ChanYeol suspiró y se hizo a un lado para darle más espacio. Dudó en si preguntar o no—. ¿Necesitas ayuda de algún tipo?
—No.
El hombre ni siquiera lo miró y él solo se mordió el labio inferior para no maldecirse a sí mismo en voz alta. Sabía que su comentario fue demasiado... ofensivo, quizás. Su intención no fue herirlo, pero le preocupaba el otro y por supuesto que su hija también.
Al escuchar los ingredientes friéndose más de la cuenta se apresuró en llegar a un lado del castaño para sacudir el sartén. El contrario, por otro lado, terminó con el dosificador y procedió a guardar los tarros.
—Deja de mirarme.
Sorprendido de su propio actuar pestañeó y volvió a concentrarse en los vegetales dentro del sartén. BaekHyun soltó un suspiro a su lado y tomó lo que le quedaba de su copa de vino antes de dejar el objeto de lado.
—Fui yo quien tuvo problemas alimenticios luego de tener a NaYeon. Eso ocasionó inconvenientes en mi producción de leche y luego de los seis meses no pude continuar amamantándola.
—¿Por qué no me avisaste? —espetó con molestia.
—¿Cómo te iba a avisar si estabas del otro puto lado del mundo? —le soltó entre dientes, desconcertándolo al instante porque no esperó un reclamo como ese y al parecer BaekHyun también se dio cuenta de ello porque tomó aire profundamente—. Disculpa. Es estresante para mí. En su momento me acostumbré a ti y cuando no estuviste fue difícil.
—Perdón.
—Perdóname tú a mí. Fui yo quien te apartó.
Se encontró de inmediato con los ojos del otro, tan brillantes y sinceros que su corazón latió como loco, pero se esforzó en apartar la mirada de ellos para no perderse a sí mismo y apagó la cocina. Sin embargo, se detuvo tan solo unos segundos para darse cuenta de que no, lo que dolió no fue lo que el contrario le dijo en su pasado, lo que realmente dolió fue separarse de él y de la bebé. No se dio cuenta hasta ese momento, donde no le importó lo que dijo, sino quien lo hizo.
—Comamos. —Le sonrió con la finalidad de alentarlo de algún modo y se sentaron en la pequeña mesa a comer.
—Cocinas tan bien como siempre —le comentó el otro con una sonrisa luego de probar la comida y él sonrió a modo de agradecimiento—. ¿Te molesta si pongo una película? Estoy acostumbrado a verlas cada vez que como porque entretienen a NaYeon y no me gusta comer en silencio.
Asintió con cierta diversión y el contrario programó la tableta digital que tenía en la mesa. Ni siquiera reparó en ella antes, pero al parecer el contrario estaba más que ansioso por poner Toy Story.
A pesar de que aquello resultado sumamente infantil se divirtió con BaekHyun, todo él siendo sonrisas, ojos brillantes y sensaciones varias. Sí, porque a ChanYeol le producían una y mil sensaciones, aún cuando pasaron meses desde que se dijo a sí mismo que dejaría de amarlo.
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Dejaré esto por aquí y me retiraré lentamente porque sé que me llegarán las patadas voladoras... 😁
Muchas gracias por leer, votar y comentar. 💖
Les comento que les estoy preparando algo, así que ojito... 👀🌝
Saludos y besos, Ary. ♥️
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