Capítulo V

—¿De verdad tenemos que hacer esto? —preguntó BaekHyun con una mueca en los labios mientras caminaba a su lado.

Ambos se encontraban en el centro comercial. ChanYeol decidió que sería un buen lugar para empezar con sus aparentes citas ficticias.

—Ya estamos aquí —susurró con una sonrisa y lo miró de reojo. El chico bufó—. Como pareces tan molesto te haremos escoger a ti primero. —Se puso delante de BaekHyun, deteniendo su paso—. ¿Dónde te gustaría ir?

El rubio elevó ambas cejas, aparentemente escéptico de su propuesta, pero de igual forma pareció pensárselo durante unos segundos hasta que finalmente sonrió—. Tengo un lugar.

Para su sorpresa BaekHyun se encontró mucho más emocionado de lo que estuvo hace unos minutos, cosa que extrañó a ChanYeol. Y la situación se volvió aún más confusa cuando el pequeño chico tomó su brazo y tiró de él. ChanYeol no supo si tomárselo como un gesto infantil o como algo que haría el contrario para que no se escapara, aunque probablemente fuese la segunda opción porque cuando llegó al lugar no se sintió para nada tranquilo y tuvo unas inmensas ganas de huir. Lo peor de todo es que BaekHyun parecía estar bastante consiente de lo que provocaba en él aquel local.

Aquel letrero neón rosado que detallaba aquella Sexshop pareció querer dejarlo ciego.

—BaekHyun... —gimoteó al notar cómo el chico con una sonrisa maliciosa lo ingresaba al lugar. Ambos se dirigieron de inmediato hacia un costado de la tienda.

El lugar no era muy amplio, pero sí tenía bastantes cosas. De paredes rosa pastel y techos altos, con la caja registradora al centro y al fondo.

—BaekHyun —lo volvió a llamar mientras se acercaba a su oído, estando el rubio bastante concentrado en los consoladores, aparentemente—, este no es un lugar adecuado para nuestra primera cita.

—Ni siquiera es una cita de verdad, ChanYeol —le reprochó el chico y luego bufó de tal manera que algunos de sus cabellos se movieron—. Solo estamos haciendo esto para demostrarme lo romántica que puede ser la vida.

—Pero esto no es para nada romántico. —Apuntó distraídamente hacia la tienda.

—Vamos... Sí puede serlo —susurró BaekHyun con voz maliciosa y cuando se volteó a verlo pudo darse cuenta de que tenía un dildo contra el rostro.

—Saca eso —le pegó un manotazo al juguete y BaekHyun rio.

Se quedó mirando al chico un momento mientras este observaba las cosas que se exponían. No pareció tener ningún tipo de malicia o algo semejante, incluso a ChanYeol pensó que de verdad a BaekHyun le llamaba la atención el lugar.

¡Daddy kink!

Frunció el ceño al escucharlo gritar y correr hacia el otro lado de la tienda. ¿De verdad le emocionaban tanto ese tipo de cosas?

—¿Hay un consolador con la forma de la Torre Eiffel?se preguntó a sí mismo mientras tocaba la caja del consolador rosa.

—ChanYeol —lo llamó BaekHyun desde el otro lado. Con rapidez dejó el consolador y fue hacia el más pequeño—. Mira esto.

El chico se puso un cintillo de orejas rosa de gatito en la cabeza y él se quedó mirándolo con el ceño fruncido.

—¿Usan eso para el sexo? —Le quitó las orejas y se las puso él.

BaekHyun rio en aquel momento—. Eso suelen usarlo los pasivos.

Frunció el ceño. El rubio entonces apoyó las manos sobre sus hombros y se puso de puntillas para acercarse hasta su oreja.

—Eso lo usan las personas como yo —ChanYeol le dedicó una mirada—, personas a las que les gusta que se lo...

—¡Cállate! —Le tapó la boca de inmediato, alejándolo luego, casi como si el contacto le quemara. BaekHyun solo rio.

—Hay muchas cosas aquí. —El rubio se dio la vuelta y miró lo que había en las estanterías. Todo era rosa.

—¿Para qué son estas cosas? —Tomó un collar de cuero rosa con una argolla en el medio.

BaekHyun sin decir ninguna palabra apretó los labios, le quitó el objeto y se lo puso alrededor del cuello, aparentemente amarrándolo al final. ChanYeol lo miró atentamente entonces y pasó el dedo índice por la argolla que quedaba delante, provocando que el chico tuviera la necesidad de acercarse a él en cuanto tiró. A pesar de que lo hizo con la intención de bromear no se esperó que el chico terminara tan cerca de él y al parecer el contrario tampoco lo pensó.

Rápidamente quitó su dedo de ahí y se apoyó de manera casual en las repisas en un intento de no demostrar lo incómodo que estaba siendo todo. El rubio se llevó las manos con rapidez al cuello para quitarse el collar y ChanYeol solo lo miró de reojo, notando lo difícil que se le estaba haciendo quitarse aquello del cuello.

Suspiró—. ¿Te ayudo?

—Por favor. —BaekHyun entonces le dio la espalda y ChanYeol posó los dedos sobre el cuero, tocándole por accidente la piel.

No entendió por qué todo se sentía tan... extraño.

Una vez que quitó el objeto lo dejó sobre el mueble, donde se encontraba otra variedad de accesorios, si es que podían llegar a llamarse así.

—¿Por qué dijiste lo de Daddy kink? —preguntó más que nada por curiosidad mientras miraba las medias de encaje que estaban en los maniquís al otro lado de la tienda.

—La mayoría de las cosas que están aquí son para eso —susurró BaekHyun mientras le daba un vistazo a los collares.

—Pero ¿qué es?

El rubio lo miró sorprendido—. ¿No sabes qué es? —Se encogió de hombros—. Es un fetiche. —Esta vez fue el momento de BaekHyun de escogerse de hombros—. Una parafilia.

—¿Y en qué consiste? —Miró detrás suyo, dándole la espalda a los collares para así notar entonces la variedad de esposas de cuero rosa y algunos látigos más tiernos que nada—. ¿Donde todo es rosa?

BaekHyun rio suavemente—. No. —Se giró a mirar al chico—. A mi perspectiva es donde uno cuida mucho del otro, donde lo trata como su bebé.

—¿Como una relación romántica?

—No. —Al parecer el rubio supo que no se estaba explicando bien porque se pasó la lengua por sobre los labios y miró a su alrededor, al parecer buscando algo que lo pudiera ayudar a explicarse—. Haremos un ejemplo, que seremos nosotros dos. —BaekHyun le puso la mano sobre el pecho durante unos segundos, al parecer queriéndole confirmar de que se trataba de él, cosa estúpida porque eran la única pareja en la tienda—. Yo soy el pasivo... —El chico intentó continuar, pero se detuvo abruptamente—. Sabes qué es el pasivo, ¿cierto?

—Me lo acabas de explicar hace un momento —dijo con el rostro serio, incluso a pesar de que estaba bastante avergonzado.

—¿Si yo soy el pasivo tú qué serías? —Abrió la boca, de repente sin palabras porque estaba demasiado sorprendido. De verdad BaekHyun lo estaba poniendo a él como ejemplo—. Tú serías el activo —terminó por decir el chico al ver que no contestaba—. ¿Yo sería tu bebé entonces...?

—¿Y yo tu... papi?

Daddy es más bonito.

—Bien. Daddy. —Rio suavemente al notar lo tonto de la situación—. ¿Y aparte de eso qué?

—El daddy tiene que consentir a su bebé, cuidarlo y hacer todo lo que este quiera —Elevó ambas cejas—, pero siempre que este se porte bien. Si no lo hace recibirá un castigo.

—¿Esto no te recuerda a la pedofilia?

—Entre nosotros no lo sería. —BaekHyun bufó y el rio.

—¿Y te gusta eso? —El rubio pareció confundido—. El Daddy kink, quiero decir.

El chico se encogió de un hombro—. Sí.

—¿Sueles hacerlo mucho con... tus chicos? —preguntó un poco inseguro de si haber usado el término correcto.

BaekHyun volvió a bufar y quitó la mirada de él para posarla de manera distraída sobre las esposas.

—No lo he hecho de esa manera con nadie. —Se sorprendió, cosa que BaekHyun pareció notar y por la cual quiso explicarse—. Para hacer eso necesitas tener a alguien de confianza...

—¿Una pareja? —lo interrumpió elevando ambas cejas, esperando que BaekHyun aceptara que una pareja era buena para algunas cosas.

—No debe ser necesariamente una pareja. —El rubio rodó los ojos—. Solo alguien que no te termine matando.

Guardó silencio, de repente sintiéndose inseguro por la manera como se comportaba BaekHyun—. ¿Nunca has salido con alguien de confianza?

El contrario se encogió de hombros—. No que me haya dado la suficiente confianza como para dejarme expuesto de esta manera.

—¿Expuesto por qué?

—¿Acaso no crees que es vergonzoso decir que me gusta algo como esto?

Guardó silencio en aquel momento, atento en los ojos brillantes del contrario y por alguna extraña razón a ChanYeol le pareció tan indefenso que se sintió emocionalmente inestable.

—Debates entre lo sexy y lo que quieres, ¿no? —BaekHyun pareció sorprenderse y ChanYeol entendió entonces que dio en el clavo—. Porque los chicos no se acostarían contigo si les dices que quieres ponerte cosas rosas en la cabeza y que te consientan en todo lo que pidas. —El rubio no pudo quitarle los ojos de encima—. ¿Tengo razón?

—La tienes —terminó de susurrar el chico después de un momento, casi como si estuviese sorprendido por todo lo que le dijo.

—¿Por qué me contaste esto si te avergüenza? ¿Acaso no deberías debatirte conmigo también?

BaekHyun bufó al ver su sonrisa por lo bajo—. Prácticamente es imposible que tenga sexo contigo.

—¿Por qué?

—Porque no pareces una persona que sedería fácil y yo no trabajo mucho en mis conquistas. Además, ya conoces mis fetiches.

Rio con suavidad y pasó un brazo por sobre los hombros de BaekHyun, atrayéndolo hacia así más que nada por acción involuntaria porque ChanYeol siempre fue una persona de mucho contacto físico y normalmente actuaba sin siquiera darse cuenta. Aún estando en esa posición tomó el cintillo con orejas que se puso BaekHyun y ambos se fueron acercando hacia la caja.

—Espera. —BaekHyun detuvo el caminar de ambos—. ¿Podrías escoger algo por mí?

ChanYeol lo miró curioso y el chico entonces lo llevó hasta otras repisas, las cuales estaban más cercanas a la caja. Solo para ese momento ChanYeol se percató de que habían tres chicas detrás del mesón mirándolos atentamente, casi pareciendo emocionadas.

De la manera más disimulada que pudo quitó el brazo sobre los hombros de BaekHyun, quien le frunció el ceño, aparentemente más extrañado de cómo estuvo cuando tomó aquella postura en primer lugar. El rubio fijó los ojos en la caja registradora y luego lo miró a él para finalmente bufar con una sonrisa.

—No podrás conquistar a ninguna de ellas de igual modo —dijo el peliblanco por lo bajo mientras miraba los productos que estaban en la repisa, cosas a las cuales ChanYeol no le prestó ni un poco de atención.

—¿Por qué lo dices? —Se giró a mirar al contrario con interés.

—Porque probablemente piensen que somos una pareja y por eso se ven tan... excitadas.

ChanYeol volvió a dirigir la mirada hacia las chicas y entonces pudo notar aquello de ellas, como si suspiraran cada vez que ellos interactuaban.

—Son raras.

—Sí —concordó BaekHyun sin apartar la mirada de los productos, a los cuales les puso atención por primera vez.

Se trataban de pequeñas botellitas con líquidos de colores. Parecían botellas de champú—. ¿Es espuma de baño?

—Es lubricante. —El rubio miró atentamente los productos, al parecer indeciso de cuál escoger—. ¿Cuál te gusta más?

Ni siquiera se sorprendió por saber lo que contenían realmente aquellas botellas y solo puso atención en ellas para buscar alguna que le gustara.

—Este. —Tomó uno de frutilla y BaekHyun entonces se giró a mirarlo con ojos brillantes, algo que le iluminó todo el rostro y no pareció querer ocultar.

—¿Seguro que no quieres acostarte conmigo? —Bufó mientras ponía los ojos en blanco, pero lo hizo con una sonrisa. En consecuencia BaekHyun solo rio—. Me encanta este.

—¿Y por qué no escogiste ese desde un principio entonces?

—Porque quería probar con algo nuevo, pero es así como terminamos. —El chico se encogió de hombros y caminó hacia la caja.

ChanYeol se quedó mirándolo desde la distancia, fijándose en sus pantalones ajustados, su camiseta ancha y su cabello desordenado, pero sexy. BaekHyun se dio vuelta a mirarlo y le sonrió suavemente sin ningún tipo de malicia, haciéndolo ver tan distinto que por un momento pensó que no estaba con su compañero de piso.

—¿Quieres que lo compre por ti? —Llegó a su lado y sacó la billetera de su bolsillo trasero. BaekHyun lo detuvo suavemente con una mano y le sonrió, cosa que lo confundió.

—Hagamos que sean felices.

Durante unos segundos no comprendió lo que el contrario quiso decir, pero en cuando este miró hacia las chicas lo entendió de inmediato y lo peor de todo es que se atrevió a jugar con el contrario, maldición. Le pasó una mano por la cintura, cosa que al parecer ni BaekHyun se esperó porque se sobresaltó.

—Lo compraré yo —susurró con voz ronca, esperando sonar de manera distinta y pudo sentir al contrario estremecerse entre sus brazos. Dejó el cintillo que llevó todo ese tiempo sobre el mesón a un lado del lubricante—. Quiero llevar esto, por favor.

La chica que estaba más próxima a la caja hizo todo el trámite de manera rápida, ansiosa. ChanYeol terminó de pasarle la tarjeta para luego ser él quien recibiera la bolsa color rosa pastel con aquel logo aparentemente neón que estaba en el medio, cosa que no combinaba para nada, según ChanYeol.

—Hoy la tienda está de aniversario —dijo una de las chicas que no los atendió—. Y ustedes son la primera pareja que compra el día de hoy, por lo que fueron premiados.

ChanYeol miró a BaekHyun sorprendido, preguntándose internamente si cada vez que compraría con BaekHyun se ganaría algún tipo de descuento. Quizás estando juntos tenían suerte o algo así.

—Podemos regalarles un set de alguna de las áreas.

—¿Puede ser Daddy kink? —preguntó ChanYeol de inmediato, recibiendo una mirada amenazante por parte de BaekHyun y un codazo en las costillas que lo hizo doblegarse, pero también acercarse más al chico que tenía entre sus brazos.

—Claro. —La chica de la caja les regaló una sonrisa encantadora y otra de las chicas salió de detrás del mesón—. Tienen la opción de escoger cinco artículos.

Al ver que la chica caminó hacia la sección ChanYeol le dio un empujoncito a BaekHyun—. Ve a escoger.

El rubio lo miró de mala manera, como si estuviese molesto por haberlo puesto en aquella situación. En el fondo a ChanYeol se le hizo bastante divertido y lo disfrutó aún más cuando vio al pequeño BaekHyun caminar por detrás de la chica hasta la sección, pareciendo tan tímido que le costó creérselo.

—Hacen bonita pareja. —Se giró a mirar a la chica que estaba detrás de la caja, quien se apoyó  ligeramente en el mesón y lo miró con una sonrisa, aunque pareció más enternecida que nada—. Para nosotras es agradable cuando vienen en parejas.

—¿A qué te refieres?

—Por lo general siempre vienen solos, especialmente en el caso de los hombres gais. —Frunció el ceño sin comprender—. No a todos los homosexuales les gusta que los demás sepan que lo son, así que es difícil verlos por aquí, especialmente si vienen en pareja.

—Comprendo —susurró dirigiendo la vista hacia BaekHyun, quien hablaba con la chica que lo atendía.

—A él lo hemos visto unas cuantas veces. —Sorprendido apuntó hacia BaekHyun, pero se ahorró el decir su nombre. La chica solo asintió—. Es la primera vez que viene acompañado.

Abrió la boca con la intención de decir algo, pero justo en aquel momento el rubio llegó a su lado y pareció tan desesperado que por un momento lo asustó.

—Ayúdame. No sé qué escoger. —El chico lo tomó de la mano, dispuesto a tirarlo y llevarlo hacia el otro lado de la tienda.

De manera silenciosa le hizo un gesto a la chica como despedida y fue detrás del contrario para ayudarlo, inclusive a pesar de que ChanYeol no sabía prácticamente nada de aquello.

Le miró la nuca al rubio y se preguntó si aquella de verdad era la primera vez que llevaba a alguien a ese lugar. Comprendía que su compañero de piso no fuese acompañado por alguno de los chicos con los que se acostaba, pero no entendía por qué no iba con uno de sus amigos, cosa que podría ser más normal. Llegó a preguntarse si BaekHyun le habrá comentado de ese tipo de gustos a sus amigos porque, de no ser así, ¿por qué se lo contó a él?

—ChanYeol —lo llamó el más bajo, dándole una mirada que denotaba urgencia.

—¿Qué tal una correa? —dijo al azar, sin saber si ya estaba en el canasto o no.

BaekHyun miró entonces a la chica que les atendía y asintió. ChanYeol elevó ambas cejas, sorprendido porque el contrario haya aceptado.

Para finalizar una de las vendedoras les metió todo en una bolsa y les dio un pequeño papel con el número de teléfono junto con el nombre de la página web del local por si tenían deseos de hacer un pedido desde su hogar, según les dijeron.

Se despidieron rápidamente de las chicas de la tienda una vez que estuvieron listos y salieron del local. Una vez que ChanYeol estuvo expuesto al mundo exterior le dio muchísima vergüenza estar con una bolsa de aquel estilo entre sus manos y caminando al lado de un chico, quien parecía estar perdido entre las personas que caminaban aquel sábado por la mañana dentro del centro comercial.

—¿En qué piensas? —se atrevió a preguntar.

—No sé por qué recibimos estas cosas —susurró BaekHyun sin mirarlo—. Supongo que tendré que venderlas.

—¿Por qué? —Detuvo al chico.

Probablemente no debió comportarse de aquel modo, pero durante el poco tiempo que estuvo con BaekHyun dentro de aquella tienda comprendió que al chico le hacía ilusión aquel tipo de cosas.

—¿Con quién piensas que voy a usarlo?

—Podrías conocer a un chico y confiar en él...

BaekHyun bufó, interrumpiéndolo—. Es más fácil que se me pegue una infección de transmisión sexual a formalizar con alguien.

—No se trata exactamente de formalizar. —El chico elevó una de sus cejas, escéptico—. Puedes conseguirte a alguien solo para eso.

—¿Para qué? ¿Para que folle conmigo?

—Exacto. No tienes por qué ir buscando chicos distintos, puedes simplemente quedarte con uno que te guste.

BaekHyun lo miró atentamente durante aquel momento y él volvió a sentirse inestable ante aquellos ojos brillantes—. ¿No quieres ser ese chico, ChanYeol?

Guardó silencio y se quedó completamente estático. Lo más extraño de todo era que aquella no fue la primera vez que ChanYeol recibía aquel tipo de propuesta por parte de BaekHyun, pero por alguna razón la situación fue más seria esa vez, quizás sea producto del tema que estaban hablando o simplemente haya sido consecuencia de aquella mirada seria por parte del rubio y sus ojos ligeramente distintos.

—No me gustan los hombres —fue lo único que logró decir.

BaekHyun tomó aire profundamente y lo miró con ojos tristes antes de continuar con su camino, dejándolo atrás y obligándolo a correr ligeramente para alcanzarlo. Se puso delante de él para detenerlo.

—¿Por qué me lo pides a mí? —BaekHyun no le dirigió la mirada cuando le habló—. Hay muchos otros chicos que desearían tener ese tipo de relación contigo. ¿Por qué...?

—¡No sé! —gritó el chico exaltado, sorprendiéndolo—. ChanYeol, ni yo sé por qué te lo pregunto a ti.

El más pequeño tuvo intenciones de continuar con su camino, pero él fue mucho más rápido y lo tomó del brazo, deteniéndolo y obligándolo a mirarlo, notando entonces los ojos del chico, los cuales portaban aquella vez un brillo extraño, casi triste. Para ese momento se preguntó entonces cuánto daño le habrán hecho a BaekHyun para que este tuviese esa impresión de las relaciones.

—¿Por qué no formalizas con alguien, BaekHyun? —preguntó suavemente, sin tener ninguna intención de herir u ofender al contrario, simplemente por curiosidad.

El chico miró hacia otro lado, apartándose de sus ojos y por un momento temió que se pusiera a llorar.

—¿Quién te rompió tanto el corazón como para que tengas esa idea del amor?

Los ojos de BaekHyun se dirigieron de inmediato a él y fue entonces que ChanYeol lo vio tan indefenso y algo inexplicable se movió dentro de su pecho, algo que lo hizo agarrar la mano del contrario con suavidad y darle un pequeño apretón.

—Yo lo haré por ti.

—¿De qué hablas?

—Seré tu amigo con derechos o como sea que se llame —susurró serio, pero el contrario dejó escapar una risa.

—¿Estás loco? —El chico le soltó la mano—. Has dicho durante todo este tiempo que no te gustan los hombres. Entonces ¿por qué harías algo como eso?

—¿Y por qué no podría? —Se alejó un paso del chico, temiendo asustarlo—. Estoy en Seúl, lejos de mis padres y el lunes entro a la universidad. ¿Por qué no podría hacerlo? —Soltó una suave risa, aunque todo lo que dijo lo hizo muy en serio y por primera vez se dio cuenta de aquello, de que ya era alguien completamente libre—. Puedo acostarme con quien yo quiera, ¿no?

—¿Siquiera te gusto?

—Eres guapo —soltó de inmediato, arrepintiéndose de nuevo porque pudo ver la incomodidad en el rostro de BaekHyun—. Aunque confieso que sería un poco difícil acostarme contigo.

Solo en el momento en que BaekHyun miró a su alrededor él se obligó a hacer lo mismo, dándose cuenta que nadie se detuvo a mirarlos a pesar de lo fuerte que estaban hablando.

—¿Porque soy hombre? —preguntó el chico con suavidad, al parecer ya más consiente de su alrededor.

Dejó la bolsa sobre el suelo y entre sus piernas antes de tomar la mano de BaekHyun para obligarlo a que se acercara hasta él. Una vez que lo tuvo así de cerca lo tomó de las mejillas y acercó su rostro solo un poco, más que nada con la intención de ver sus perfiles.

—Ahora que te miro mejor... —susurró mientras lo seguía observando—. Tienes facciones delicadas.

—¿Como una chica?

—Claramente no eres una chica. —Se topó entonces con los ojos del contrario, aunque no se detuvo mucho en ello—. Simplemente eres un hombre hermoso.

—¿No como una chica?

Se encogió de hombros—. Si te pones una peluca y un vestido probablemente te parecerás a una chica.

—¿Entonces no lo parezco?

—¿Quieres parecerte a una chica o qué? —se burló.

BaekHyun rio con suavidad y él sonrió—. Solo quería confirmar.

—¿Qué cosa?

Suavemente tomó la mano del peliblanco con el corazón latiéndole velozmente dentro del pecho, pero hizo todo lo posible para no demostrarle nada de ello a quien estaba a su lado. Por suerte BaekHyun no le dio ningún tipo de rechazo y solo pareció ignorar su acción. En aquel momento volvió a tomar la bolsa para caminar junto al chico por entre las pocas personas que estaban en el centro comercial a esa hora de la mañana.

—Confirmar que no eres un frustrado bisexual que quiere acostarse con un hombre para olvidarse de su exnovia.

—¿Te pasa mucho eso?

—Y lo peor de todo es que insisten con que soy una chica. Incluso me dicen el nombre de ella. —BaekHyun bufó, pero pareció más divertido que ofendido.

—Debe ser molesto.

—¡Lo es!

—Me acostaré contigo —susurró, provocando que el otro se sorprendiera y lo mirara con las cejas alzadas.

—No es necesario que te comprometas con algo así. Si va a pasar algo dejemos que simplemente pase.

Sonrió por lo bajo y tiró de su mano que se unía con la de BaekHyun para hacer que este volviera a caminar junto a él.

—Perfecto —susurró casi para sí mismo—. Hagamos que simplemente pase.

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