Capítulo III
—¿Nos puedes enseñar la carta? —preguntó ChanYeol con suavidad al ver cómo la cabeza de BaekHyun se agachaba y este luego miraba hacia la reja baja que bordeaba el área de fumadores, la cual parecía perderse entre las enredaderas del lugar.
El mesero les dejó la carta sobre la mesa y se retiró.
—¿BaekHyun? —lo llamó con preocupación.
El chico pareció cambiar su expresión de un momento a otro, haciéndolo de una manera tan brusca que lo preocupó de una forma inexplicable.
—¿Pasa algo? —El rubio no le contestó—. ¿No te gustó el lugar?
—El mesero no me gustó —susurró entre dientes sin mirarlo.
Dirigió la mirada hacia el mesón donde estaba la caja registradora y se ubicaba el bar. Algunos de los meseros que no tenían nada que hacer se encontraban ahí hablando entre ellos, pero aquel que los atedió no apartaba la mirada de donde estaban.
—¿Pasó algo con él?
—Me acosté con él. —BaekHyun se llevó la mano al pelo y suspiró frustrado—. No sabes cuánto me arrepiento.
—Supongo que es un poco incómodo encontrarse con tu ex pareja —habló con suavidad mientras se pasaba la mano por el cuello, de repente sintiéndose incómodo por la situación en la que se encontraba.
—No es mi ex. Solo se trata de un tipo con el que me acosté unas cuantas veces.
A pesar de que pensaba que no tenía por qué sentirse sorprendido no pudo evitar hacerlo. Aunque después de todo BaekHyun le dio esa impresión desde el primer día. ChanYeol sintió algo extraño dentro del pecho en aquel momento, como si estuvieran restregándole en la cara una verdad que a él le era difícil aceptar.
—¿Y cuál es el problema entonces? —preguntó con un poco de brusquedad, sorprendiendo a BaekHyun.
—El tipo fue un imbécil.
Su ceño se frunció en aquel momento, probablemente molesto—. ¿Te hizo algo?
—¡Me ofendió! —Bufó, cruzó sus brazos y se hizo hacia atrás en la silla. BaekHyun desde el otro lado lo miró con atención—. Me dijo cosas desagradables.
—¿Agresión verbal?
—Algo así —murmuró inseguro.
—¿Qué te dijo exactamente?
—Que era una puta zorra por no querer formalizar con él. —Elevó ambas cejas sorprendido—. Bueno. Dijo eso y otras cosas, pero no quiero recordar eso ahora.
ChanYeol jugó con el cabello largo de su patilla de manera distraída y luego dirigió la mano hacia el mesero que los atendió para pedirle con un gesto de manos que se acercara. BaekHyun lo miró furioso desde el otro lado de la mesa.
—Decídete por algo —susurró entre dientes sin mirar al rubio y le sonrió al chico que iba hacia ellos.
—¿Ya desean ordenar?
ChanYeol asintió—. Yo quiero esto, por favor. —Apuntó hacia un platillo al azar en la carta, algo no muy costoso tampoco—. ¿Y tú, corazoncito? ¿Qué pedirás?
BaekHyun lo miró boquiabierto por lo que pareció ser una eternidad, momento en el cual se arrepintió mucho por haber hecho semejante tontería pensando que así ayudaría al contrario a sentirse mejor. Después de todo ChanYeol había visto muchos dramas junto a su madre y todos los buenos hombres hacían algo como eso.
—Bueno... —BaekHyun titubeó un poco al hablar y luego apuntó hacia su carta—. Yo quiero esto.
El mesero se quedó un rato en silencio, mirándolos atentamente a ambos y ChanYeol pidió internamente que el chico no los haya descubierto o algo.
—¿Me dejaste por un pueblerino?
Apretó los labios en una línea recta ligeramente ofendido porque lo hayan llamado de aquella manera solo por su manera de hablar, no incorrecta, pero sí con un acento casi indescifrable.
—Primero que nada, nunca empezamos —susurró BaekHyun con la mirada fija en el mesero, dispuesto a discutir.
ChanYeol miró hacia otro lado y suspiró de manera imperceptible, optando por hacerse a un lado y dejar que el contrario resuelva sus propios problemas, pensamiento que probablemente surgió luego de que no haya recibido ningún tipo de gratitud por su intención de ayudar.
—Y no le digas así a mi novio.
Se giró a mirar a BaekHyun, quien le dedicó una rápida mirada nerviosa y ChanYeol casi pudo ver unas mejillas sonrojadas, casi.
—¿De verdad estás saliendo con él? —preguntó el mesero con incredulidad.
—¿Acaso no lo puedo hacer?
Levantó la mano en aquel momento. Su principal intención era llamar la atención de los meseros que se encontraban al lado de la barra, cosa que hizo, pero el gesto también llamó la atención del mesero que estaba junto a ellos y de BaekHyun. Ambos se callaron y quedaron atentos a él ante su repentino gesto.
Un mesero que se encontraba del otro lado del local caminó hacia ellos—. ¿Sucede algo?
—Este hombre está incomodando a mi pareja —habló ChanYeol con voz seria, pareciendo mucho más maduro de lo que realmente era—. Pido amablemente que nos atienda otra persona, por favor.
El mesero que los atendió en primer lugar abrió la boca entre sorprendido y ofendido hacia él. Quien estaba a su lado le dedicó una mala mirada a su colega y ChanYeol solo en ese momento se dio cuenta de la etiqueta de gerente que tenía sobre la camisa blanca. En aquel instante fue su oportunidad de flaquear, temeroso de haber cometido un error.
—No se preocupen. Otra persona los atenderá. —Ambos se retiraron en ese momento y ChanYeol siguió con la mirada cada uno de sus pasos. Una vez que confirmó que ya estaban lo suficientemente lejos suspiró de alivio.
—Wow —fue lo único que susurró BaekHyun sin quitarle la mirada de encima, pareciendo mucho más sorprendido de lo que realmente debería de estar—. Mi héroe.
Bufó al ver esos ojos maliciosos y burlones. Se sorprendió de sí mismo cuando se dio cuenta que pudo reconocerlos.
—Solo quería ayudar —susurró fingiendo estar ofendido.
—Gracias —murmuró BaekHyun y le dedicó una mirada brillante, casi esperanzadora. O puede que simplemente hayan sido cosas que ChanYeol supuso ver; no estaba seguro respecto a eso tampoco.
Otro mesero se plantó frente a ellos—. ¿Qué desean ordenar?
Ambos soltaron una suave risa y volvieron a pedir algo, estaba vez un poco más consientes y con tranquilidad.
Respecto a ese día no pasó mucho más. Contrario a como lo pensó BaekHyun era una persona muy agradable cuando se lo proponía, especialmente cuando dejaba ese coqueteo de lado.
Una vez que pagaron a medias y salieron el local fueron hasta el estacionamiento dispuestos a volver al departamento porque al parecer BaekHyun tenía unas cosas que hacer durante esa tarde y ChanYeol no quería aprovecharse del muchacho y quitarle todo su tiempo a pesar de que lo estuviese pasando genial con él.
—Hay algo que se me olvidó —susurró justo cuando dejó su computador en el maletero del auto. BaekHyun lo miró curioso en ese instante—. ¿Podrías llevar mis cosas al departamento? Yo iré a hacer lo que me falta.
—¿No quieres que te acompañe?
—No es necesario. —Le dio una sonrisa al chico mientras se acercaba nuevamente hacía la entrada del centro comercial—. Nos vemos en el departamento.
—¡Ten cuidado con las escaleras mecánicas!
Luego de reír se despidió de BaekHyun a lo lejos y entró al lugar. Una vez en el interior se dirigió hacia una peluquería que por suerte estaba en el primer piso, la cual vio antes con BaekHyun.
En palabras sencillas pidió un corte a la moda. Algo sencillo y corto que estuvo viendo en la mayoría de los artistas. Corto a los lados y largo arriba.
Una vez que terminó y salió del local le dio un frío inmenso en la nuca que lo obligó a comprarse una gorra. Para cuando tuvo que volver al departamento la cosa fue mucho más difícil porque no sabía cómo llegar y se arrepintió mucho el no haber hablado con BaekHyun respecto a eso. Además, tampoco tenía su número o el de YiXing, así que nuevamente se las tuvo que ingeniar para preguntar la dirección, la cual estaba escrita en el papelito que por suerte aún tenía guardado en la carcasa de su celular. Al menos logró llegar.
—¿ChanYeol? —le preguntó BaekHyun apenas entró al departamento.
El chico se delineó los ojos y se cambió de ropa, estando vestido con unos jeans apretados de color negro y una camiseta blanca suelta. De esa forma se parecía demasiado al BaekHyun que conoció por primera vez.
—¿Vas a salir?
—¿Qué te pasó en la cabeza?
Rápidamente se llevó inseguro la mano a la gorra—. Me corté el pelo.
—¿En serio? —El chico pareció sorprendido, cosa que lo confundió durante un momento.
—No es la gran cosa —susurró con una sonrisa nerviosa.
—Déjame ver.
—No... —Se alejó un paso del chico cuando este extendió las manos hacia él queriendo quitarle su única protección.
—Vamos. Déjame ver.
El timbre sonó en ese exacto momento. BaekHyun pareció olvidarse completamente de él y se dirigió hacia la puerta para abrir esta. Del otro lado se encontraban dos chicos agarrados del brazo, uno pelinegro y el otro rubio con raíces oscuras.
—¡Mis niños! —El dueño de hogar abrazó a los otros dos invitados con efusividad y ChanYeol se dio media vuelta, incómodo con la situación y dispuesto a dirigirse a su habitación.
Como sabía que BaekHyun estaba pendiente de los otros chicos se sacó la gorra mientras iba caminando hacia el pasillo y se pasó la mano por el pelo, un tanto incómodo por los cabellos cortos que quedaron en su cuello y ropa.
—¡Te vi!
Se giró asustado, notando cómo BaekHyun lo estaba apuntando con su dedo índice. Una vez que sus ojos se encontraron la sonrisa del rubio pareció flaquear y el corazón de ChanYeol latió nervioso.
El chico se acercó lentamente a él, ignorando ahora a sus invitados, quienes al parecer conocían el departamento mejor que él porque cerraron la puerta y se digirieron hacia la sala, mirando la escena que BaekHyun parecía estar montando junto a él.
—Tienes las orejas grandes —susurró su compañero de piso sin dejar de mirarlo.
ChanYeol hizo una mueca, lamentándose y recordando por qué no se cortaba el pelo en primer lugar. No acostumbraba a tenerlo demasiado largo de igual forma, generalmente solo le llegaba más arriba de los hombros y es así mismo como llegó a Seúl.
Tosió incómodo al darse cuenta que BaekHyun no le quitaba la mirada de encima.
—Me gusta —susurró bajo, solo para él. Le dio nuevamente una sonrisa con ojos brillantes y luego se dio vuelta para llamar la atención de sus amigos—. Este es ChanYeol. —BaekHyun apuntó hacia él, presentándolo—. Estos dos son mis amigos, MinSeok y LuHan. —El primero era el pelinegro mientras que el segundo era rubio con raíces oscuras.
Se inclinó ligeramente como saludo, al igual que los otros dos chicos.
—¿Te unirás a nosotros? —preguntó MinSeok con una sonrisa con encías a la vista. ChanYeol sonrió ante lo tierno que parecía.
—¿Qué harán?
—Veremos unas películas. —LuHan se encogió de hombros con una sonrisa.
ChanYeol optó por aceptar, pensando que efectivamente verían una película, pero al cabo de unas horas, y de ver dos películas románticas donde LuHan y BaekHyun se la lloraron de principio a fin, llegó un nuevo invitado que pareció cambiarlo todo, el cual aparentemente se llamaba Kim JongDae, o al menos así lo presentaron. Se enteró mediante susurros que era el crush de MinSeok y al cabo de un rato terminó dándose cuenta que JongDae era un idiota y que le daba un poco de pena el pelinegro que era amigo de su compañero de piso.
JongDae, un chico castaño y bajito, pero con hombros ancho, ingresó al departamento hablando hasta por los codos, exigiendo que prendieran el equipo de música y cargando una cantidad considerable de bolsas negras que ChanYeol temió por el contenido de esta, aunque al cabo de unos segundos las botellas de alcohol parecieron no caber en la mesilla de centro.
—YiFan y YiXing vienen en camino —anunció BaekHyun mientras miraba su celular.
ChanYeol deseó que su otro compañero de departamento llegara lo antes posible, ya que, según él, este parecía ser mucho más responsable que BaekHyun, pero luego de recordar cómo se comportó ese mismo día en la mañana no pudo evitar dudar.
—BaekHyun —lo llamó cuando este se dejó caer a su lado en el sofá con una lata de cerveza—. ¿Por qué estabas discutiendo con YiXing esta mañana?
El chico rio—. Rompí por accidente un florero que le regaló su madre.
Bufó con un poco de burla y bebió de su vaso con alcohol que le preparó LuHan, del cual no tenía ni idea del contenido.
ChanYeol no era bueno para beber. Lo único que conocía de ese estilo eran las botellas de soju que bebía con su familia de vez en cuando. Aparte de eso fue a unas cuantas fiestas, que no eran más que reuniones para celebrar algún cumpleaños o algo de ese estilo. No había muchas posibilidades de salir en aquel pueblo donde vivían, así que su experiencia era casi nula.
Pero de igual forma ahí estaba, charlando con algunos chicos, aunque para ese momento no sabía con quiénes porque de un momento a otro llegaron más personas de las que ChanYeol podía reconocer. Entre ellos solo podía identificar a BaekHyun, MinSeok y LuHan, los dos últimos sentados sobre la mesilla de centro ahora prácticamente vacía mientras que él estaba sentado en el sofá con BaekHyun a su lado y con una pierna ajena por sobre una de las suyas, la cual aún no estaba identificada, pero ChanYeol tampoco le puso atención a ello ysolo se dedicó a propinarle pequeñas caricias en el muslo.
—¡Vamos a jugar! —gritó uno de los chicos que estaba a su lado, haciéndolo sobresaltar y reír.
Se hizo una especie de caos a partir de ahí, pero él simplemente se mantuvo calmo. Desde hace bastante rato que llegaban ante sus manos los vasos servidos, así que no estaba para nada preocupado.
—¡Yo primero! —BaekHyun gritó sobre su oído. Pudo identificar perfectamente su voz—. Yo quiero jugar con ChanYeol.
—Sí. Hagan equipos.
Él simplemente rio, disfrutando de las caricias sobre su nuca por parte del chico que estaba a su lado.
A partir de ese momento ChanYeol pareció estar sumergido en otra especie de... sensación. Suaves besos llegaron sobre su cuello y él no hacía más que reír, disfrutar de las caricias.
—¡Sírvanse un vaso! —volvió a gritar ese chico que desconocía, pero al cual aprendió a conocerle la voz.
—ChanYeol, come algo —le susurró esta vez MinSeok extendiéndole un trozo de queque.
Aceptó con gusto y se comió el bizcocho con rapidez.
Un cálido aliento chocó contra su oído.
—Vamos a jugar, ChanYeol. —Sonrió al identificar a BaekHyun—. Lo único que tendrás que hacer es cuidar de esto. —Recibió en sus manos el cuarto de un limón—. Ponlo en tu boca, mordiendo la cáscara.
Y así lo hizo. Luego pasó todo demasiado rápido. Sintió una lamida en el cuello y posteriormente un pequeño polvillo sobre la zona húmeda que al cabo de un rato BaekHyun le explicó que era sal. Después del grito del chico desconocido empezó el juego; una lamida en el cuello y luego un sonido que le daba a entender que alguien estaba tragando un líquido para finalmente acabar con unos labios sobre los suyos, quitándole el limón. BaekHyun le dijo que lo único que tenía que hacer era encargarse de aquello, así que estando aún un poco desorientado se acercó hacia quien le robó su preciado limón para arrancárselo de los labios y luego botarlo al suelo, sintiéndose asqueado por haber mordido la amarga cáscara de una manera tan brusca.
—¡Yo quiero jugar!
Un cuerpo cayó sobre su regazo en ese momento, pero ChanYeol no se preocupó, después de todo la tela del pantalón ajeno seguía siendo la misma que estuvo tocando todo ese tiempo. Otro cuerpo cayó a su lado, hundiendo el sofá.
—ChanYeol, estás hecho mierda.
Le sonrió a YiXing, quien improvistamente apareció a su lado. Agradeció que el chico no estuviera enfadado.
—MinSeok —llamó con voz gangosa—. Quiero más.
Y sin necesidad de explicarse volvió a recibir otro queque en la mano.
La noche sencillamente continuó así, con la música moderna sonando fuertemente por los parlantes que estaban a un lado de la televisión encendida, donde por alguna razón pusieron un canal infantil, aunque de este no se escuchaba nada. Anocheció hace bastante rato, según pudo notar cuando miró hacia las ventanas, aunque luego, cuando se fijó en el reloj que había en la pared, se dio cuenta que aún era temprano y, según como escuchaba gritar a JongDae, aquello recién estaba comenzando.
—Tengo hambre —arrugó la nariz y apretó ligeramente el muslo del cuerpo que estaba sobre él—. Cariño, déjame salir.
Por suerte le dieron el espacio suficiente como para levantarse e ir a la cocina, aunque primero se dirigió al baño al ver que la luz estaba encendida, de repente sintiendo unas inmensas ganas de orinar.
Una vez que entró a la pequeña habitación se encontró con unos pies sobresaliendo por la bañera, así que con mucho cuidado se acercó a esta e hizo correr la cortina, dándose cuenta que había un chico recostado en el interior mientras bebía una botella de cerveza.
—Hola —saludó para después reír.
—Hola —le correspondió el saludo el contrario y le hizo un gesto de amor y paz.
Aún teniendo la puerta abierta se dispuso a orinar, olvidándose de tirar la cadena una vez que terminó, pero por ninguna razón se olvidó de lavarse las manos. Para cuando salió del baño se aseguró de cerrar la puerta, aunque no apagó la luz. Una vez a mitad del pasillo caminó hasta la cocina.
Sus piernas estaban muy inestables, así que se vio en la necesidad de apoyarse en la pared y por aquello mismo rio sin control alguno.
Cuando llegó a la cocina se dirigió de inmediato hasta el refrigerador, no sin antes pasar por el cajón de los servicios, donde sacó una cuchara. Para cuando la puerta del refrigerador estuvo abierta se sentó en el suelo y sacó uno de los tantos potes que le dio su madre para que no muriera de hambre, aunque ahora que estaba ahí en el suelo se estaba muriendo de sed.
—¡BaekHyun! —gritó al verlo pasar hacia el pasillo. El chico se detuvo y se giró a mirarlo. ChanYeol rio al notar sus ojos rojos y aquel pelo tan desordenado—. Tengo sed.
El chico lo apuntó y sonrió—. Ya vengo.
Prácticamente luego de un segundo el chico le entregó una botella de cerveza individual y se apoyó en la mesa que había en la cocina, subiéndose sobre esta.
—¿No tienes hambre? —preguntó con la boca llena, curioso. Él sentía que moriría si no comía.
—Puede que sí —el chico susurró y ChanYeol se sintió estremecer ante aquellos ojos brillantes—. ¿No quieres darme un poco?
Con cuidado se puso de pie, teniendo bastante dificultad para mantener todo entre sus manos. Una vez que estuvo estable caminó hacia BaekHyun, poniéndose de manera cómoda entre sus piernas, las cuales estaban abiertas debido a su posición relajada, y le dio un poco de la comida del pote. Cuando BaekHyun rodeó la cuchara con los labios lo miró con unos ojos tan intensos que se sintió estremecer nuevamente y el hambre pareció desaparecer.
—¿No quieres comer otra cosa? —La voz sensual del chico lo hizo suspirar.
Dejó el pote junto con la cuchara sobre la mesa de la cocina y luego agarró firmemente la cerveza con la mano izquierda mientras que con la derecha ayudaba a BaekHyun a bajarse de la superficie.
—¿Qué quieres comer? —preguntó con suavidad, aún demasiado afectado por todo.
—A ti.
Se perdió completamente en los ojos ajenos y dejó que el chico lo tomara de la mano y lo sacara de la cocina. Lo hizo recorrer el pasillo antes de llegar hasta su habitación, lugar donde ni siquiera se vio en la necesidad de abrir la puerta porque justo en ese preciso momento alguien del interior abrió, un chico.
A pesar de que ChanYeol debería no le dio ni la más mínima importancia el encontrarse con un desconocido dentro de su habitación, ni tampoco que este estuviera tomado de la mano de una chica. De hecho, no hizo más que sonreír y hacerles un gesto de despedida con la mano mientras que con la otra tomaba a BaekHyun por la cintura y se apegaba a su espalda.
Una vez que los desconocidos salieron completamente de su habitación fue su momento de entrar, haciéndolo con un poco de dificultad porque aún estaba apegado a BaekHyun.
—Cierra la puerta. —Así lo hizo—. Y ponle pestillo.
Apretó el pequeño botón que hacía de seguro en la puerta y BaekHyun se alejó ligeramente de él para ponerse en el centro de la habitación. ChanYeol mientras tanto se apoyó en la puerta a la vez que bebía de su cerveza y sonreía, disfrutando de la mirada que le propinaba el contrario.
—Desnúdate —le pidió. Sí, joder. Fue ChanYeol quien se lo pidió.
BaekHyun le sonrió desde el otro lado de la habitación y le hizo caso de inmediato, pasándose las manos con suavidad por sobre el pecho hasta que estas llegaron al inicio de su camiseta.
—Hay algo que quiero hacer contigo antes de desnudarme.
Frunció el ceño cuando vio que BaekHyun se acercó hasta él y de manera instintiva se hizo hacia un lado, dejando que este tomara la manilla de la puerta y que saliera de la habitación, haciendo el bullicio de la sala mucho más fuerte.
Se quedó ahí amurrado y totalmente desencantado, extrañando a BaekHyun de una manera inexplicable, cosa de la que no se dio cuenta hasta que volvió a ver al chico delante de él, esta vez llevando un pequeño vaso con un líquido transparente junto con unos trozos de limón y un salero pequeño.
—¿Jugaremos de nuevo? —preguntó al ver cómo el chico ingresaba a la habitación para luego cerrar la puerta detrás de él.
—Eso planeo hacer —susurró con una sonrisa entre los labios.
ChanYeol se encogió de hombros y sonrió antes de sentarse en la cama, donde vio cómo el contrario ponía las cosas sobre el escritorio y luego se dirigía hacia él.
—Querías que me desnudara, ¿no?
Se echó ligeramente hacia atrás en la cama, apoyando las palmas abiertas sobre esta para así mantener su propio peso. No fue necesario decir ninguna palabra ni hacer ningún gesto, BaekHyun pareció comprenderlo con una simple mirada y procedió a desnudarse.
Comenzó quitándose la camiseta, todo con lentitud, para luego proceder con sus zapatillas, calcetas y pantalones. Una vez que quedó solo con la ropa interior se acercó hasta él.
—¿Tú no te desnudarás?
Rio y se enderezó. En ese momento procedió a quitarse la camiseta y luego se dejó caer de espaldas a la cama para quitarse los pantalones, todo esto por debajo de la atenta mirada de BaekHyun.
—Ahora me toca a mí cuidar del limón, ChanYeol —susurró el chico con picardía.
El rubio lo tomó de la mano y lo obligó a ponerse de pie. Una vez que estuvo de esa manera fue BaekHyun quien se recostó en la cama.
—Trae las cosas. —Así lo hizo—. Pon un poco de sal sobre mi cuerpo, donde tú quieras.
ChanYeol lo miró atentamente desde lo alto y procedió a dar vuelta el salero para dejar caer un poco de sal sobre un costado de su ombligo, llegando a la curva de la pelvis.
—Ahora dame el limón.
BaekHyun puso con cuidado el limón sobre su ombligo luego de recibirlo, dejando la cáscara contra la piel.
—Debes chupar aquí —El rubio apuntó donde estaba la sal—. Tomar eso —señaló el vaso que ChanYeol aún tenía en las manos—. Y luego morder esto sin usar las manos. —Finalizó apuntando hacia el limón—. ¿Puedes hacerlo?
ChanYeol asintió con una media sonrisa.
| ••• |
Dejaré unas imágenes para que se imaginen a ChanYeol antes de cortarse el pelo. 😂
Sí, pueden reírse todo lo que quieran. 👀😂
Bueno, dejando eso de lado, quiero darle las gracias. De verdad muchas, pero muchas gracias. 🙇🏻♀️💕
Siempre suelo regalarles algo cuando alcanzamos cierta cantidad de seguidores, pero no me ha dado el tiempo para preparar algo que sea digno de regalo para ustedes, así que esto es lo único que les puedo traer por el momento. Lo siento tanto por esto. 😭
Les prometo que trabajaré en algo. De hecho, ya había empezado, pero solo tengo como mil palabras y me falta mucho. 😰😭
Nuevamente quiero agradecer por estos 5.000 seguidores. Este mensaje fue escrito el 2018, por lo que ahora me toca agradecer por los 7.000 seguidores. 😱
🙇🏻♀️💕
Llegué hasta el especial de 4k, así que me falta el 5, 6 y 7. Dejen sus ideas que siempre hago cositas fuegito. 👀🔥
Saludos y besos, Ary. ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top