Capítulo II

—Me encantan los productos del mar —susurró BaekHyun mientras se llevaba los palillos a la boca con comida entre ellos.

—Y lo mejor de todo es que ChanYeol trajo mucho de ello, ¿no? —comentó YiXing. En consecuencia el rubio rio y asintió. El pelinegro esta vez se dirigió directamente hacia ChanYeol—: Traducción: BaekHyun se comerá todo lo que trajiste.

Se encontraban en la cocina. BaekHyun y ChanYeol sentados en la mesa mientras que YiXing ya estaba cambiado, vestido elegante, pero casual, y con el pelo peinado hacia atrás. El chico les comentó que aquel día tenía un almuerzo en la casa de los padres de su novio y que tendría que pasar a comprar unas cosas antes de llegar al lugar, así que saldría temprano. Por eso mismo el pelinegro salió del departamento demasiado pronto a como le hubiera gustado a ChanYeol. Después de todo seguía sintiéndose incómodo con BaekHyun, aunque al parecer este ni siquiera parecía recordar lo que hizo la noche anterior, o aquel mismo día en la madrugada en realidad, porque terminó dándose cuenta que BaekHyun llegó al departamento un poco después de las tres de la mañana.

Lo peor de todo es que ChanYeol tenía intenciones de pedirle a ayuda a YiXing, ya que se dio cuenta que estaba mucho más cómodo con este que con BaekHyun, pero al parecer aquel último chico era lo único que le quedaba.

—¿Estás ocupado hoy? —preguntó mientras jugaba con los palillos.

Para su parte empezó a sentirse satisfecho desde hace un tiempo. Por el contrario, BaekHyun seguía comiendo con bastantes ganas.

—Me encanta la comida —comentó el peliblanco, desconcertándolo un poco porque aquello no era una respuesta para lo que él preguntó—. ¿La hizo tu madre?

—Sí —susurró.

—Me gusta. —BaekHyun elevó un trozo de comida que estaba en su plato para mostrárselo, como señalando que se refería a la comida.

Él se mordió el labio inferior y agachó la cabeza pensando si realmente el contrario escuchó su pregunta o no.

Lamentablemente o no, no pudo continuar pensando en aquello porque sucedió algo que lo sorprendió de inmediato. El rostro de BaekHyun de un momento a otro apareció frente al suyo, haciéndolo sobresaltar. Aunque aquello no era lo más sorprendente de todo, sino que el hecho de que estaba tan jodidamente cerca que ChanYeol estaba seguro que si se acercaba solo unos cuantos centímetros podría besarlo. Al estar consiente de aquel pensamiento se hizo hacia atrás, provocando que la silla hiciera un sonido feo contra la cerámica blanca.

—Eres atractivo —soltó BaekHyun.

El chico dejó los palillos lentamente sobre la mesa para posteriormente apoyar los codos sobre esta. Entrelazó sus propias manos y apoyó la barbilla sobre las extremidades. A partir de ahí lo miró fijamente con esos ojos tan hechizantes que ChanYeol no pudo sostenerle la mirada y se vio en la necesidad de tomar aire profundamente, aunque de una manera poco perceptible.

—Gracias, supongo —susurró bastante avergonzado al notar por dónde iba la situación.

—¿No dirás nada respecto a mí? —El chico le regaló una sonrisa en aquel momento.

—No me gustan los chicos.

El ceño contrario se frunció de inmediato y BaekHyun se enderezó sobre la silla en la que estaba sentado, pero no pasó mucho tiempo antes de que volviera a sonreír, esta vez por lo bajo.

—Será un poco difícil, pero no imposible. —El rubio elevó la barbilla en aquel momento, mostrándose seguro de sí mismo y tan decidido que hizo a ChanYeol estremecer—. Y sí. Estoy desocupado hoy. ¿Por qué? ¿Me invitarás a salir?

Se rascó la nuca, un poco nervioso—. Podría decirse que sí.

Sorprendió al chico en aquel momento, cosa que le provocó una satisfacción inexplicable.

—¿Pensé que no te gustaban los hombres? —El rubio ladeo la cabeza, coqueto—. ¿Ya te he conquistado?

Soltó una suave risa, no con la intención de ofender a BaekHyun, pero después de todo le parecía cómica la situación.

—No se trata de eso. —Se puso de pie en aquel momento con la intención de llevar las cosas sucias hasta el lavaplatos, pero procurando dejar esas que BaekHyun estaba comiendo por si este quería seguir desayunando—. No conozco Seúl y necesito ir a comprar algo.

—¿Qué necesitas comprar? —BaekHyun ni siquiera le dejó responder antes de continuar hablando—: Conozco una buena SexShop.

ChanYeol guardó silencio por un momento, optando por ignorar al contrario, al menos lo último que este dijo.

—Tengo que comprar un computador portátil.

BaekHyun elevó ambas cejas sorprendido—. ¿Aún no tienes uno?

Negó suavemente con la cabeza y esperó que BaekHyun le dijera algo más. Ambos aún continuaban en pijama y ChanYeol quería encargarse de comprar todas aquellas cosas que necesitaba.

—No tengo problema en acompañarte. —El chico se encogió de hombros y se puso de pie.

En un inicio ChanYeol pensó que este acercaría las cosas sucias que utilizó al lavaplatos, pero el rubio simplemente se levantó y se fue.

—¡Me bañaré primero! —gritó desde el pasillo.

Suspiró y miró todo lo que quedó sucio y a medio comer. Optó por ponerse a lavar las cosas sucias con la intención de hacer tiempo para cuando a él le tocara bañarse. Después de todo, YiXing limpió las cosas el día anterior y suponía que algún otro día le tocaría a BaekHyun.

Para su desgracia su compañero se estaba tardando demasiado en el baño, tanto así que ChanYeol tuvo la necesidad de ir hasta la puerta para tocar esta.

—¡Ya salgo! —gritó el chico desde el interior.

A pesar de que no se escuchaba el agua correr pensó que el contrario se tardaría mucho más en salir, no que chocaría con él al abrir la puerta, cosa que no le dio ni un poco de tiempo para huir a su habitación.

Más allá de tener el cuerpo mojado contra su cuerpo era el olor a jabón y productos para el pelo lo que lo hizo quedarse momentáneamente estático, cautivado por el sorprendente olor.

—ChanYeol —canturreó el chico con voz suave y una sonrisa entre los labios.

De una manera lenta y delicada el chico fue pasando los brazos por sobre sus hombros, provocando que él se quedara completamente estáticos y que sus ojos viajaran de manera inmediata hacia los contrarios en busca de algún tipo de explicación.

—¿Solo te gustan las chicas? —volvió a hablar BaekHyun, acercando más el cuerpo al suyo—. Yo puedo ser tan bonito como una, ¿no lo crees?

La sonrisa del rubio lo dejó aún más sorprendido, si es que realmente podía estarlo.

—Tócame y siénteme. —El chico se acercó hasta su oreja para susurrar—: Ya verás cómo te terminará gustando.

De manera inmediata dirigió los manos hasta los brazos del contrario para quitar estos sobre su cuerpo.

—¿Cómo puedes ser tan desvergonzado? —preguntó de manera brusca, muy choqueado por la manera de ser del contrario.

BaekHyun ante su pregunta no hizo nada más que encogerse de hombros—. Supongo que es un talento.

El chico le dio una sonrisa antes de entrar a su habitación, dejando a un ChanYeol muy descolocado en medio del pasillo. Una vez que salió de su estupor entró al baño tan ensimismado en lo que pasó que ni siquiera procuró llevar una toalla, cosa de la que se dio cuenta solo cuando estuvo listo luego de una rápida ducha porque la verdad es que en el pueblo pesquero donde vivía el agua caliente era demasiado custodiada. Esto no impedía que se bañara seguido, pero sí tenía que hacerlo de manera rápida.

De igual forma ahí estaba, ocultándose detrás de la puerta mientras abría ligeramente esta solo para echar un ojo al pasillo y darse cuenta que la puerta de su habitación estaba abierta.

Repasó todo en su mente. YiXing salió, por lo que el único que estaba en el departamento debía ser BaekHyun, quien probablemente estaría cambiándose de ropa en aquel momento. Solo tenía que dar un largo paso y llegaría a su habitación. Solo eso.

Tomó aire profundamente y, aún teniendo el cuerpo húmedo por la reciente ducha, salió al pasillo, quedándose estático al sentir una presencia a su lado. Ante aquello cubrió su entrepierna de inmediato.

Al girar un poco el rostro se encontró con BaekHyun, quien ya estaba vestido y tenía una toalla sobre la cabeza, al parecer con la intención de secarse el pelo. Aparentemente el chico iba hacia la sala.

—ChanYeol —lo llamó suavemente sin quitarle la mirada nunca de los ojos—. ¿Seguro que no quieres follarme? ¿Aunque sea una vez?

Abrió la boca totalmente sorprendido, quedándose sin ningún tipo de palabra. Al parecer BaekHyun tampoco esperaba algo de él porque el chico le dio una sonrisa de medio lado y continuó caminando por el pasillo.

Para ese momento no sabía si el contrario dijo aquello con la intención de ponerlo más incómodo o si de verdad hizo esas preguntas por gusto.

—Apúrate en vestirte para que compremos lo que quieres antes del almuerzo —gritó el chico desde la sala.

De una manera un tanto estúpida se dio cuenta en dónde estaba, pero, sobre todo, cómo estaba.

De la forma más rápida que pudo caminó hasta su habitación y cerró la puerta, dando un portazo sin querer. Una vez en el interior del cuarto tomó una profunda respiración y se llevó las manos al rostro, cubriéndose este como si con eso pudiese hacer desaparecer la vergüenza que sentía en ese momento.

Una vez que pudo tranquilizarse se acercó hasta su armario y sacó rápidamente la ropa, poniéndose unos jeans y una camiseta suelta. Al ver su propia ropa bien doblada dentro de los cajones se dio cuenta que necesitaría ropa nueva. Comparada con la de BaekHyun y YiXing, incluso la de JunMyeon, su ropa era muy... desaliñada.

Suspiró una vez que estuvo listo y pasó nuevamente al baño, esta vez para peinarse, aunque referente a eso no hizo más que pasarse la peineta que uso la mayor parte de su vida y luego pasarse las manos por el cabello para desordenarlo un poco. Luego tuvo intenciones de volver a su habitación para echarse un poco de perfume, pero se encontró con BaekHyun recostado en la pared justo al lado de su puerta. El chico tenía los brazos cruzados y una ligera sonrisa.

—Te ves mejor desnudo —le comentó, cosa que lo hizo poner los ojos en blanco, pero sonrojarse a la vez. Fingió que no lo escuchó y caminó hasta su habitación para hacer lo que anteriormente tenía planeado—. ¿Nos vamos ya?

Asintió mientras se dirigía a la entrada sin poder mirar a BaekHyun a la cara en ese momento porque la vergüenza era demasiada.

Una vez que pasó por la sala se detuvo para confirmar si el rubio venía detrás de él.

—YiXing me dijo que te pasara esto. —El chico le extendió un llavero—. Son las llaves del departamento.

—Gracias. —Tomó el objeto y luego le hizo un gesto para que saliera del departamento.

—¿Quieres que vayamos en mi auto?

Se quedó estático en medio del pasillo ante el ofrecimiento de BaekHyun.

—¿Tienes auto? —preguntó sorprendido, a lo que el chico solo se encogió de hombros.

—No es algo muy extraño —susurró el rubio para sí mismo con una sonrisa en sus labios.

Al ver que el contrario pasó por su lado él se apresuró en seguirlo.

—Ni siquiera mis padres tienen uno —dijo por lo bajo, probablemente por aquello mismo BaekHyun no alcanzó a escucharlo, o al menos aparentó no hacerlo.

Fue consciente de su alrededor en aquel momento, dándose cuenta que parecía estar frente a una caja metálica que lo asustó de sobremanera.

—¿Qué haces? —le preguntó BaekHyun con cierto grado de brusquedad—. Entra.

Le hizo caso a al rubio, aunque no tenía idea de qué se trataba aquello.

—BaekHyun —lo llamó en un susurró mientras se apegaba a una de las paredes y se daba cuenta que las puertas por donde entraron se estaban cerrando—. ¿Dónde estamos?

El chico se quedó mirándolo durante un rato con los ojos abiertos—. No me digas que nunca...

—¡Ah! —La máquina aquella empezó a moverse en aquel momento.

—ChanYeol —lo llamó BaekHyun y se puso delante de él, agarrándolo por los codos—. Mírame.

No había que ser muy inteligente para darse cuenta que ChanYeol estaba nervioso, pero sobre todo asustado.

—Es un ascensor —le explicó el más pequeño, quien a pesar de querer tranquilizarlo parecía asustado, como si no supiera cómo sobrellevar la situación—. Está bajando.

—¿Cayendo?

—No —se apresuró en contestar y ChanYeol entrecerró los ojos y se dejó recostar en la pared.

BaekHyun temió que se fuera a desmayar o algo.

—¿No conoces los ascensores? —El contrario le pasó las manos por el pelo con suavidad, como si mediante ese gesto intentara calmarlo.

—Los conozco por la televisión, pero nunca me subí a uno.

—No te asustes. No nos va a pasar nada.

ChanYeol abrió la boca con la intención de hablar, probablemente de reprochar o quejarse, pero el ascensor no le dio tiempo de aquello porque justo en ese momento abrió sus puertas. BaekHyun lo tomó rápidamente de la mano y lo sacó de la caja de metal. Esperó unos segundos fuera con la intención de que ChanYeol pudiera tranquilizarse para luego ser llevado hasta un auto de un hermoso y brillante color rojo. Para ese momento parecía estar demasiado pasmado por lo sucedido, tanto así que BaekHyun se vio en la necesidad de sentarlo dentro del vehículo.

ChanYeol se llevó las manos a las rodillas para apretar estas con la intención de controlarse un poco.

—Está todo bien —susurró BaekHyun, sorprendiéndolo—. No pasa nada.

El chico puso la llave del vehículo con rapidez mientras respiraba agitadamente y por un momento pensó que lo llevaría corriendo al hospital o algo.

—Estoy bien —dijo antes de que el chico tomara la manilla de cambios.

El rubio le dedicó una importante mirada—. Debes ponerte el cinturón —le dijo el más bajo con lentitud.

El contrario entonces se inclinó cerca de él, alcanzando el cinturón de seguridad y poniéndolo correctamente. Para aquel momento ChanYeol no pudo despegar la mirada del contrario.

—Me asustaste —confesó el chico mirándolo a los ojos y haciéndolo sentir de una manera protegido, pero tan culpable a la vez, siendo el punto fijo de aquellos hermosos ojos brillantes.

—Tienes unos ojos muy lindos.

BaekHyun se sorprendió. El chico se enderezó en su asiento, aunque no le quitó nunca la mirada de encima.

—Es la primera vez que me dicen algo como eso. —Elevó ambas cejas asombrado—. La gente suele decir que soy bonito, tierno, caliente, sexy, o lo que sea. Pero nunca se han detenido en un detalle como ese.

Inmediatamente se sintió avergonzado con lo que dijo. ChanYeol no tenía por qué decir ese tipo de cosas después de todo. Ahora probablemente se vería aún más raro ante los ojos del contrario, aunque después de lo que pasó en el pasillo del departamento que compartían no creía que hubiera algo que pudiese superarlo. O quizás sí lo había... Descubrió esto cuando entró al centro comercial, y no por su exagerada expresión al ver cada tienda, sino que por el escándalo que hizo sobre las escaleras mecánicas. Tampoco las conocía y no pudo haberlo pasado peor cuando pisó donde no tenía que pisar y casi cayó rodando por las escaleras. Por suerte BaekHyun fue lo suficientemente rápido como para sostenerlo y no hacerlo pasar más vergüenza a pesar del grito que soltó.

—Eres un caso —le comentó esta vez el contrario entre risas mientras iban caminando por el centro comercial..

ChanYeol no hizo más que bufar sintiéndose ofendido. Caminó a la par del peliblanco, el cual lo llevaba hacia una tienda grande que por suerte ChanYeol conocía porque había una en un pueblo cercano donde él vivía.

—¿Vienes con efectivo? —le preguntó BaekHyun mientras ingresaban al local.

—Tarjeta. —De manera instintiva se llevó la mano hasta el bolsillo, confirmando que estaba ahí su billetera.

El contrario le asintió y luego le hizo un gesto para que se dirigieran hacia las escaleras mecánicas. ChanYeol ya les pilló el truco, pero se veía en la necesidad de afirmarse de las dos barandas para no caer.

Para su suerte la compra del computador no fue mucho problema. BaekHyun le recomendó algunas marcas y modelos, así que podría decirse que el chico sí le sirvió bastante.

—Antes de irnos quiero hacer algo —le dijo BaekHyun una vez que él recibió la bolsa con el computador dentro.

Asintió. A pesar de que aún quería comprar otras cosas también era correspondiente que acompañara a BaekHyun, aunque este no fue muy lejos, de hecho solo bajó al segundo piso para ingresar a una de las tiendas. Se dirigieron de inmediato a la sección de ropa masculina y a partir de ese momento BaekHyun empezó a mirar a su alrededor, perdiéndose por entre la ropa. ChanYeol no hacía nada más que mirarlo desde lejos. Veía cómo el chico levantaba una prenda que le interesaba y luego la volvía a dejar.

—Ven aquí —lo llamó y él se acercó, notando entonces que tenía una chaqueta entre las manos—. ¿Te gusta?

Era una tela bonita, de color negro y borgoña. Parecía algo ligera, pero vio que estaba a la moda, y a juzgar por la temperatura que estaba haciendo durante aquellos días, también estaba de acuerdo con la temporada.

—Es bonita —susurró dudoso, después de todo BaekHyun no parecía ser una persona que pediría su opinión.

—Pruébatela. —Elevó ambas cejas sorprendido—. Vamos. Pruébatela.

—¿Por qué quieres que me la pruebe? —preguntó inseguro, pero ante la insistente mirada de BaekHyun no dudó en hacerlo.

El chico se quedó mirándolo durante un momento. La chaqueta le quedaba bien, un poco ancha, pero para su cuerpo estaba bien.

—Eres tan guapo —habló BaekHyun y le sonrió con aquella sonrisa tan suya—. Será un regalo para ti.

—No la quiero —dijo de inmediato mientras se la sacaba.

—¿Por qué? —El rubio fingió estar ofendido.

—Voy a ser sincero. —Tomó un poco de aire antes de continuar, aunque el contrario lo interrumpió.

—No pienses que te estoy regalando esto porque quiero acostarme contigo. —El rubio le frunció el ceño en aquel momento y pareció tan serio que ChanYeol por un momento temió—. Puedo acostarme con quien quiera sin necesidad de poner dinero de por medio.

Para aquel momento BaekHyun tomó la prenda e hizo golpear esta contra su pecho. Luego de ese momento se acercó hasta él de forma coqueta—. ¿O no es así, ChanYeol? —El chico pasó un brazo por sobre su hombro, haciéndolo inclinarse un poco para que acercarse a su oreja—. ¿O crees lo contrario?

Tragó grueso y sintió un suave beso en la mejilla antes de que el rubio se aleja. Ahora estaba aún más confundido por la respuesta de BaekHyun.

—Lo más irónico de todo es que después vas a ser tú quien me pida que le chupe la polla —exclamó el chico entre dientes mientras miraba hacia otro lado, provocando en él un sonrojo.

BaekHyun se quedó  ensimismado mirando unos colgadores, aunque más que nada parecía no querer dirigirle la mirada.

—¿Lo llevarás o no? —le preguntó entones con brusquedad.

Se sobresaltó ante la repentina pregunta del otro y al ver su insistente mirada no hizo más que asentir.

—Tómalo como un regalo de bienvenida —susurró el chico.

El rubio pasó con cierta molestia por su lado, dejándolo solo. Suspiró entonces y tocó con suavidad la chaqueta que tuvo que afirmar contra su pecho.

Bien. Quizás se pas. Podría decirse que era normal que BaekHyun se sintiera ofendido.

Respiró profundamente y se dio vuelta, dándose cuenta que su compañero de departamento estaba merodeando cerca de la caja, posiblemente esperándolo. Caminó hacia allá y una vez que llegó a su lado el chico le elevó ambas cejas, haciéndole una pregunta muda que ChanYeol logró responder de inmediato.

—La voy a llevar. —Esperó que BaekHyun le dijera algo más, pero el chico solo hizo un gesto para que se acercara a la caja registradora.

—¡Buenos días! —saludó la chica y ambos hicieron una inclinación de cabeza a modo de saludo—. Hoy tenemos una pequeña promoción para las parejas. —Ella apuntó hacia unas cajitas de color violeta que estaban apiladas sobre el mesón—. Llevando cualquier producto de nuestra tienda, pero siendo una pareja, puede tener este juego de cartas con el 70% de descuento.

—No estamos interesados, gracias —susurró BaekHyun con desgano, al parecer ni siquiera reparando en el hecho de que supusieron que eran una pareja.

—Pero es un juego de cartas para parejas. —La chica los miró con una sonrisa mientras batía las pestañas, persuadiéndolos.

BaekHyun miró sobre su propio hombro, poniendo atención en él—. ¿Qué dices?

No pudo evitar boquear. Le costaba creer que el rubio estuviera pidiendo su opinión siendo que no eran realmente su pareja.

—Yo... —Su compañero volvió a mirar al frente y pareció tener intenciones de hablar, pero ChanYeol fue mucho más rápido—: Llevémoslo. Podría ser divertido.

El chico volvió a mirarlo y esta vez, para su sorpresa, pareció confundido.

—Lo llevaremos —susurró finalmente BaekHyun mientras entregaba la tarjeta.

La chica les sonrió, probablemente feliz por haber vendido aquel mazo de tarjetas, con las cuales no les debió de haber ido muy bien, ya que estaban tan baratas.

BaekHyun fue quien recibió la cajita violeta por parte de la chica, pero una vez que estaban caminando hacia la salida de la tienda este le pasó aquella pequeña e inútil compra a ChanYeol.

—¿Qué es?

El rubio llevaba la chaqueta mientras que ChanYeol el computador, así que con su mano libre se dedicó a mirar la caja.

"¿Qué es lo que más te gusta de mí?" —leyó, llamando la atención de su acompañante.

—¿Son ese tipo de preguntas? —BaekHyun le quitó la caja de las manos, viendo los ejemplos que se exponían en el reverso de esta—. Incluso hay preguntas sobre sexo.

—¿De verdad?

ChanYeol se apegó a la cabeza del rubio para alcanzar a leer, confirmando que efectivamente uno de los ejemplos consistía en una pregunta de ese estilo. No era algo muy explícito, pero hacía referencia al tema de igual modo.

—Supongo que será un buen juego —susurró BaekHyun antes de dirigir una mirada hacia él.

Debido a la cercanía que tenían la nariz del rubio chocó con la mejilla de ChanYeol, quien dio un paso atrás con rapidez, aunque producto de esto casi cae.

BaekHyun se quedó mirándolo durante un momento y luego soltó una suave risa—. Es tan cómico cuando pareces huir de mí.

Bufó y miró hacia otro lado, aparentando estar ofendido, aunque la verdad es que también se le hacía un tanto ridículo el darse cuenta cómo se comportaba ante BaekHyun.

—¿Hay algo más que tengas que comprar? —le preguntó el chico mientras salían por fin de la tienda.

—Solo unas pequeñas cosas.

Luego de un asentimiento de cabeza por parte del más bajo ambos se dirigieron hacia otras tiendas que podrían llegar a servirle a ChanYeol, quien simplemente quería comprar artículos básicos para la universidad. Ante esto BaekHyun también le ayudó bastante. Una vez que estuvieron listos se dirigieron hacia un pequeño y elegante restaurante que estaba dentro del centro comercial. Era un sitio bastante vintage que tenía un área de fumadores hermosa, así que BaekHyun insistió en ingresar.

—Es realmente bonito —susurró el rubio y él lo miró con el ceño fruncido desde el otro lado de la mesa, viendo cómo el chico miraba a su alrededor totalmente emocionado, casi como un niño pequeño.

—¿Qué desean ordenar?

Las miradas de ambos se dirigieron hacia el delgado joven que los estaba ateniendo y el brillo en los ojos de BaekHyun cambió de inmediato en aquel momento.

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