☁️Capítulo 9☁️
El corazón de Jungkook pareció detenerse por un milisegundo cuando Jimin le pidió un beso de amor, lo miró cerrar los ojos mientras sonreía, desde que subió al auto quiso darle un beso, pero no quiso aprovecharse de la situación, luego cuando lo abrazó después de pasar la seguridad del parque, también cuando estaban arriba de la rueda de la fortuna, incluso instantes atrás cuando cubría sus labios con las manos para que sus amigos no los encontraran. Todo el tiempo quiso besarlo, sin embargo no quería parecer un aprovechado porque su intención no era esa. Que le pidiera el beso lo conmovió porque de esa manera supo que los sentimientos de amos eran uno mismo.
—¿Un beso de amor? —Jungkook susurró al acercar sus labios hacia Jimin.
—Sí. —Jimin seguía con los ojos cerrados, incluso las manos le estaban sudando.
—¿Puede ser un muy largo beso de amor? —murmuró a escasos centímetros de sus labios.
—Mjm...
Con delicadeza tomó las mejillas de Jimin, después sucedió: Le dio un beso.
Jimin amplió los ojos al sentir el choque de los labios de Jungkook junto a los suyos, de una manera dulce sincronizaron sus movimientos para hacer de ese beso algo más intenso, era el primer beso de Jimin, por eso se apresuró queriendo probar más de Jungkook poniéndose de puntitas y tomando con la mano del brazo herido el cuello del muchacho.
—Tranquillo —susurró Jungkook tomándolo de la cintura con fuerza sin despegar sus labios.
Los dedos fríos de Jungkook lograron escabullirse debajo de la blusa de Jimin para acariciar su espalda baja, pero el muchacho no quiso ir demasiado rápido con porque le había pedido un beso de amor, un beso como en los cuentos de hadas, un beso inocente y él trataría de comportarse como el príncipe que Jimin anhelaba. No quería defraudarlo. Apartó las manos de su espalda, al mismo tiempo que finalizaba el beso, lo miró a los ojos mientras se relamía los labios y Jimin sonrió ruborizado.
—¿Los niños de papel pueden dar besos? —preguntó él tomando un mechón del cabello de Jimin para pasarlo detrás de su oreja. Él sonrió con timidez al mismo tiempo que bajaba la mirada—. Estuvo estupendo, Jimin. Ahora tenemos que irnos a la siguiente parada.
—¿Siguiente parada? —preguntó confundido.
—Te llevaré al parque que está frente a tu casa. ¿Cuántas veces lo viste sin poder subir a un columpio?
—Jungkook... —susurró en un hilo de voz.
Ambos caminaron juntos al exterior del parque, dirigiéndose al estacionamiento. No sin antes pasar a comprar un último par de conos de nieve. Jimin se despidió mentalmente del ruido y caos de la feria anhelando regresar algún día. Al llegar al auto, Jungkook le abrió la puerta e hizo una reverencia sobreactuada. Jimin estaba a punto de subir al auto, sin embargo Taehyung apareció de atrás de un auto vecino, pues los estaba esperando.
—¡Así que él es Jimin! —Jungkook maldijo en su interior al escuchar la voz de Taehyung, y se tocó el rostro con fastidio.
—¿Cómo nos...
—¿Encontré? —No lo dejó terminar la frase—. Hobi, Seokjin y Namjoon los están buscando en el interior de la feria, soy más listo así que salí al estacionamiento a buscar tu auto: ¡Y bingo! —Jimin se aferró al brazo de Jungkook de nuevo, no conocía a ese chico y le tenía un poco de miedo.
—Hola, soy Taehyung, pero me puedes decir Tae... —Extendió la mano hacia Jimin. Al ver qué él no respondía añadió—: Soy amigo de Jungkook.
Jimin miró a Jungkook a los ojos buscando su aprobación, él sonrió, para después hablar.
—Es el amigo que quería presentarte. ¿Recuerdas? —Jimin asintió con la cabeza y extendió la mano para devolverle el saludo al muchacho.
—Me llamo Jimin —murmuró.
—Listo, ya se conocen. Tenemos que irnos antes de...
—Ya lo sé. Además, ahí vienen nuestros amigos. —Señaló al trío que iba saliendo de la feria para dirigirse a ellos.
—¡Mierda! —gritó Jungkook.
El muchacho tomó a Jimin de la mano, lo subió al auto, cerró la puerta y se subió al asiento del piloto, ni siquiera le abrochó el cinturón de seguridad. Simplemente arrancó el auto y se fueron, a lo lejos escuchaban los gritos maldicientes de sus amigos y a Taehyung partirse de la risa.
—Ellos son un dolor de muelas, lo juro —masculló entre dientes—. Si te conocen van a invadirte de preguntas innecesarias que atormentarán tu linda cabecita.
—Me agradó Namjoon y Tae.
—¿Tae? —Lo miró de reojo mientras conducía—. ¿Te pareció atractivo?
—Es atractivo —contestó, Jungkook se mordió el labio evitando decir barbaridades a causa de los celos.
—¿Te gustaría besarlo? —preguntó con la mirada fija en el camino.
—¡Dios, no! —Jimin soltó un grito agudo—. Me gusta su cabello voz, es amigable, como un payaso. —Jungkook rio—. Además... —Comenzó a jugar con sus dedos nervioso—. Tú y yo nos hemos dado un beso de amor, por eso no quiero besar a nadie más.
—Me parece espectacular, mi príncipe. —Jungkook sonrió feliz, mientras conducía cayó en cuenta y llegó a la conclusión de que se estaba enamorando de Jimin.
El resto del camino Jimin disfrutó de la vista nocturna mientras el viento golpeaba su cara. Observó a detalle cada casa, cada puesto, cada persona que veía caminar, trató de grabar en su memoria el sonido de los cláxones, de los autos y el aroma del exterior. Deseaba poder ser una persona normal para no perderse de la maravilla que era vivir. Después de que Jungkook aparcara cerca de la casa de Jimin caminaron juntos al parque. Jimin no pensó en lo que iba a hacer, él iba decidido a subirse a los columpios. Desde su ventana veía a centenares de niños subir y despegar sus pies entre risas. Quería experimentar ese sentimiento, y gracias a Jungkook ese pequeño gran sueño se estaba convirtiendo en realidad.
—¿Te empujo? —preguntó Jungkook cuando se sentó en el columpio verde de en medio, y él negó con la cabeza.
—He visto muchos niños caer por culpa de quienes los empujan. —Él rio y se sentó en el columpio azul al lado de Jimin.
Ambos comenzaron a mecerse, Jimin tenía un poco de miedo al inicio, pero luego de varios segundos el miedo desapareció transformándose en una felicidad que no le cabía en el pecho. Jungkook admiró la alegría de Jimin, las ganas que tenía por vivir, por disfrutar conmovieron su corazón y se juró una vez más que lo sacaría de esa prisión disfrazada de hogar. Cuando el chico se cansó de mecerse quedó en quietud y giró el rostro para ver a Jungkook.
—Gracias. —Estaba siendo realmente sincero.
—No hay de qué. —Suspiró audiblemente.
—Quiero contarle a mamá lo sucedido, pero... —Bajó la mirada—. Si lo hago no podré volver a salir, ni verte, ni probar un helado.
—Hablando de helado, ¿de verdad comes únicamente papillas? —Jimin negó con la cabeza.
—Mi dieta es variada, pero todo es saludable. Hace mucho tiempo enfermé y un doctor dijo que tenía úlceras en el estómago porque no era alimentado correctamente, además mamá me daba nutrientes escasos.
»Entonces con ayuda del doctor me hicieron una dieta más variada. Pollo, carne, papillas de verduras, sopas, frutas. Pero todo me lo prepara ella... Es comida sana que cuida además de mi estómago: Mis dientes.
»En ocasiones soy premiado con cereales de colores en forma de Donuts y en mi cumpleaños mamá de deja comer Donuts del sabor que yo elija.
—Ese doctor... ¿Él fue a tu casa o saliste al hospital? —Jungkook quiso indagar para averiguar quién era ese doctor y así contactarlo.
—Se supone que no puedo salir de casa, Jungkook. Es obvio que el doctor fue a verme.
—¿Sabes el nombre de ese doctor? Quizás si lo encuentro puedo hablar con él.
—Han pasado años, pero puedo preguntarle a mamá con sutileza.
—Solo asegúrate de no ser castigado. —Lo miró directo a los ojos—. No me gustaría ver más heridas en tu cuerpo.
—Seré cuidadoso. —Jimin se molestó porque Jungkook creía que su madre lo hirió a propósito, pero para él no era así. El muchacha creía que era una reacción de su cuerpo por ser de papel.
—Recuerda que si las cosas se ponen feas y tu madre te reprime puedes llamarme e iré de inmediato a salvarte.
—No necesito ser salvado. —Se puso de pie frunciendo el ceño—. ¡Es mi mamá, Jungkook!
—Lo sé, lo sé. No te enojes. —Se puso de pie y avanzó hacia Jimin, tomándolo del mentón con suavidad.
—Entonces no digas que mamá va a lastimarme, porque no es así.
—Eres extremadamente dulce, a veces creo que sono il tuo angelo custode —susurró a medida que pegaba su frente con la de Jimin.
—No es correcto hablar en italiano y no explicar lo que significa —murmuró al ser derretido con el acto amoroso de Jungkook.
—Dije: A veces creo que soy tu ángel de la guarda.
—No lo eres, Jungkook. Porque no necesito ser cuidado, necesito conocer lo que hay en el exterior. Eso te lo agradezco, también agradezco que me quieras. ¿Me quieres, verdad? Por eso me... Diste un beso de amor.
—Te quiero, príncipe. ¿Tú a mí?
—Mucho. —Jimin acarició las mejillas de Jungkook con ambas manos—. Tanto que quiero besarte todo el tiempo. Eso jamás me había sucedido.
—¿Será porque no conoces a otro hombre? —susurró burlón mientras se acercaba peligrosamente a los labios de Jimin.
—No lo creo. —Jimin se relamió los labios.
—Jimin... Dammi un bacio. —Él sonrió sin entender lo que decía—. Eso significa: Dame un beso.
Sin dudarlo fue Jimin quien lo besó en esa ocasión, un beso puro y casto invadido de sentimientos genuinos por parte de ambos corazones. Cuando separaron sus labios Jimin dijo:
—Es difícil estar conmigo, pero si nace en tu corazón quiero permanecer a tu lado lo que me queda de vida.
La confesión de Jimin le pudo parecer apresurada a cualquier persona, estar encerrado durante tantos años podía hacer que pareciera que era tonto y que le estaba entregando su corazón a un sujeto que acababa de conocer. Sin embargo, amaba con la intensidad de un huracán, era sincero como un niño, e inteligente como una enciclopedia. Además tuvo la suerte, la fortuna de encontrarse con Jungkook. Un hombre honesto que haría todo lo que estuviera en su alcance para que estuviera bien, un hombre que también se enamoró de él de la manera más pura, inocente y poderosa.
—Voglio passare il resto della mia vita con te —Al decir eso lo abrazó con fuerza deseando que ese abrazo fuera infinito.
Traducción italiano al español.
Italiano: Sono il tuo angelo custode.
Español: Soy tu ángel de la guarda.
Italiano: Dammi un bacio.
Español: Dame un beso.
Italiano: Voglio passare il resto della mia vita con te.
Español: Quiero pasar el resto de mi vida contigo.
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