☁️Capítulo 13☁️

El par de hermanos Jeon caminaban por las iluminadas calles de Manhattan. Yoongi era bailarín profesional de ballet, por eso bailaba en círculos alrededor de su hermano a medida que avanzaban. Jungkook harto de las piruetas de su hermano rodaba los ojos cada cierto tiempo y exhalaba para darle a entender que parara.

—En la academia lucías feliz de verme bailar, además Nam dice que todos están contentos por tenerme en su equipo de trabajo. —Se cruzó de brazos y se detuvo abruptamente frente a su hermano.

—Número uno: No te veía a ti, veía a las sexys bailarinas que tienes como compañeras. —Yoongi frunció el ceño con desagrado—. Número dos: Claro que deberían estar contentos, de todos eres el mejor.

—¿Cómo sabes que soy el mejor? Creí que no me veías bailar. —Rio ante la incoherencia de su hermano y lo golpeó amistosamente en los hombros.

Yoongi no se parecía tanto a Jungkook físicamente a pesar de haber crecido en el mismo vientre, sin embargo, ambos tenían los ojos color miel, piel blanca, la punta de la nariz parecía estar rosada todo el tiempo, cabello café oscuro lacio y largo, Jungkook medía 1.80, Yoongi 1.78. Ambos eran delgados y les gustaba ejercitarse juntos todas las mañanas, y llevar una vida saludable.

—Si te veo, solo que a veces eres un poco cansón con el tema del baile. ¿Qué harías si me paso todo el día hablando de derecho? —Alzó las cejas y comenzó a caminar de nuevo dejándolo dos pasos detrás de él.

—¡Pues te escucharía las horas necesarias! —gritó quedándose estático. Jungkook se giró y ambos quedaron a un metro de distancia mirándose bajo la luz sintética de la lámpara callejera que los alumbraba.

Ambos sonrieron al comprender que tenían a alguien en quien confiar por el resto de su vida. Alguien que festejaría sus triunfos y lloraría sus fracasos como propios. Ser hermano de un mellizo era un vínculo fuerte que difícilmente podría romperse, un vínculo de amor infinito que ninguno de los dos quería romper. Pero la vida era jodida, cambiante y hacía lo que mejor le pareciera. Por eso todo estaba a punto de cambiar en ese mismo instante... Una camioneta Van blanca con vidrios polarizados aparcó frente a ellos a una velocidad impresionante. Del interior bajaron cuatro sujetos con el rostro cubierto con mascarillas negras para llevarse a Yoongi. Lo tomaron con fuerza de los brazos, Jungkook al ver a su hermano en peligro golpeó a los sujetos, pero eran cuatro, y él uno. La probabilidad de ganar era poca.

—¡Jungkook, no! —gritó Yoongi.

—¡Suelten a mi hermano! —gritó soltando golpes aquí, y golpes allá.

—Súbelo y amordázalo —dijo el que parecía ser el líder, él estaba sentado en el asiento del copiloto de la Van.

—¡Malditos! —gritó Jungkook.

—¡Déjalo vivo, no... No lo mates! —el grito desesperado de Yoongi se perdió en el interior de la camioneta.

Dos hombres comenzaron a golpear a Jungkook, quien yacía tirado en el piso. Él ya no se estaba defendiendo porque los secuestradores eran profesionales a la hora de pelear y él era un chico que apenas podía defenderse.

—No lo maten —ordenó el jefe desde su asiento y los sujetos pararon de golpearlo—. Vámonos antes de que llegue la policía.

Jungkook miró el rostro del jefe grabándolo en su memoria para quizás, toda su vida. El muchacho intentó levantarse, pero le dieron un golpe en la cabeza que desestabilizó su cuerpo, al ver la camioneta alejarse lloró de impotencia... Si tan solo hubiera sido más fuerte, si tan solo hubiera dejado que Yoongi siguiera bailando ya habrían llegado a casa en lugar de quedarse ahí hablando, y nada de eso hubiera sucedido. ¿Qué le iba a decir a sus padres? ¿Cómo iba a recuperar a su hermano? La vista del muchacho se nubló de poco en poco a medida que la camioneta desaparecía de su vista... Hasta que por fin se dejó llevar quedando inconsciente en el pavimento.

Pasaron varios días desde que Jungkook encontró el consultorio del doctor Samuel, pero no había tenido oportunidad de encararlo porque la agenda del bufete estaba completamente llena. Él acababa de terminar un juicio del que salió victorioso junto a su padre quien palmeaba su espalda. Ambos avanzaron a la salida del juzgado siendo halagados por sus clientes. De pronto una llamada entrante de Taehyung hizo que Jungkook se apartara para atenderlo.

—¡Al fin lo encontré! —gritó del otro lado de la bocina del celular.

—¿De verdad? ¡No dejes que se vaya, voy para allá!

Jungkook se despidió de su padre y de sus clientes, Olivia subió al asiento del copiloto de su auto y juntos viajaron hacia el consultorio del médico.

—¿Puedo preguntar por qué es tan importante el doctor Samuel Davenport?

—Te enterarás pronto.

Las puertas del consultorio estaban abiertas. El lugar era un local pequeño de paredes blancas con una puerta de madera enorme, al entrar había una pequeña sala de espera, una recepción y una puerta blanca que guiaba al consultorio principal. La secretaria de Samuel los guío al interior, Jungkook sonrió de lado al ver que Samuel tenía los brazos peludos como Jimin le contó días atrás. Él y Taehyung estaban sentados ante el escritorio tomando una taza de té, el primero en romper el silencio fue Jungkook.

—Samuel Davenport. ¿Sabe usted cuántos delitos ha cometido a lo largo de su vida? —Samuel tragó saliva.

—¿Puedo saber tu nombre? —contestó Samuel con mirada fría.

—Mi nombre es lo de menos. Quiero saber cierta información, y usted va a decirme toda la verdad o de lo contrario revelaré los pequeños fraudes que ha hecho. Por consiguiente su consultorio cerrará.

—¿Fraudes yo? —cuestionó indignado.

—Para empezar no veo su cédula médica por ningún lado. ¿Por qué la esconde?

—Largo muchachos, no tengo nada para ustedes. —Samuel se puso de pie golpeando el escritorio.

—No nos iremos hasta obtener las respuestas necesarias. —Taehyung se puso de pie golpeando la mesa igual que Samuel.

Olivia amplió los ojos sin entender lo que estaba pasando, pero en apoyo a su jefe cruzó los brazos mirando con severidad al doctor. Samuel suspiró sentándose en la silla y con la mirada en el techo dijo:

—Ya veo que no han venido a consultar. ¿Qué quieren? —Jungkook avanzó frente al escritorio, Taehyung se hizo a un lado parándose atrás de su amigo.

—Enfermedad de piel de papel. ¿Le suena? —Samuel fijó la vista en Jungkook sin comprenderlo—. Seré directo. Soy amigo de Jimin. —Samuel amplió los ojos—. ¡Bingo, sí lo conoces!

—Ese niño no debería salir de su casa. ¿Dónde lo conociste? —Se puso de pie exaltado.

—¿Por qué lo diagnosticaste con ese síndrome? Investigué y pregunté a doctores amigos míos. Epidermólisis bullosa es una enfermedad que no tiene cura, también conocida como piel de mariposa, o piel de papel.

—Veo que estudiaste sobre el tema. —Samuel apretó los puños para ocultar su nerviosismo.

—Conozco a Jimin, estoy seguro de que su piel no es distinta a la mía. ¿Por qué le diagnosticaste eso?

Samuel exhaló al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

—Si no hablas presentaremos cargos contra ti. Además de no tener en orden el consultorio, diagnosticaste a un paciente con una enfermedad que no tiene. ¿Sabe usted que puede perder su cédula profesional? O peor aun. ¿Sabe usted que puede durar años en la cárcel por un delito como ese? —preguntó Olivia. Samuel pasó su mano por encima de su cabello.

—Fue su madre, ella me lo pidió —soltó de pronto

—¿La madre de Jimin? —preguntó Taehyung, el doctor asintió con la cabeza.

—Ella cree que protege a su hijo al mantenerlo en casa. Por eso hizo lo que hizo... Por eso hace lo que está haciendo. —Jungkook tomó al doctor del uniforme blanco con brusquedad.

—¡¿Por qué hace eso?! ¡Jimin es dulce, inocente, y ama a su madre! —gritó desesperado.

—Si me sueltas voy a contarte. —Jungkook aflojó lentamente el agarre hasta soltarlo por completo—. Conocí a Camile en un burdel, en ese entonces ella estaba embarazada de un cliente muy importante que resultaba ser un matón.

»Camile se enamoró del padre de Jimin, pero él ya estaba comprometido y lo único que le interesaba de ella era su hijo. Quería convertirlo en heredero de la mafia o algo por el estilo, él es un sádico.

»Por eso Camile me pidió ayuda, quería que a la hora del parto dijera que el producto estaba muerto. Y así lo hice, para el mundo entero Park Jimin murió el 29 de enero del año 1996, el mismo día que nació.

»Por fortuna el pequeña Jimin era silencioso. Hasta pareciera que fue cómplice porque no lloró al nacer, simplemente hacía pucheros. Lo metí a una bolsa trayéndolo al consultorio, después Camile vino por él.

»Constantemente visitaba su hogar para revisar al niño, pero Camile se educó para ayudar ella sola a su hijo, incluso se metió a maestrías para enseñarle matemáticas. Es una buena madre que trata de salvar la vida de su hijo, por eso la ayudé.

»Cuando Jimin cumplió seis años comenzó a querer salir al parque porque veía a los niños jugar, por eso Camile le dijo que era de papel. "Si sales podrías romperte." Le decía constantemente.

»Entonces un día el niño me preguntó que si era cierto eso y qué tan peligroso era. No contradije a su madre, por eso le dije que sí, que era de papel.

Jungkook, Olivia y Taehyung quedaron boquiabiertos al escuchar las revelaciones que Samuel les hizo. Jimin estaba siendo ocultado de su padre, pero eso no era justificación para el mal trato que recibía. ¿Por qué privarlo de sus derechos? ¿Qué no era eso una especie de secuestro? Además, Jimin no tenía veinte años, él tenía veintitrés.

—Camile cortó el brazo de Jimin con un bisturí. ¿Crees que eso es bueno?

—No me entrometo en la forma de castigar de los padres hacia los hijos. —Levantó las manos con inocencia fingida.

—¡Hijo de puta, eres cómplice del secuestro de Jimin! —gritó Jungkook enrojecido del rostro.

—Si quiero puedo llamar a Camile para decirle que vinieron a mi consultorio, de esa manera estoy seguro que desaparecerá junto con Jimin en menos de lo que canta un gallo.

—¡No te atrevas! —gritó Taehyung.

—Como soy bondadoso les daré información a cambio de mi bienestar.

—El tipo es inteligente, a pesar de lucir patético, es inteligente —soltó Olivia con veneno en la voz.

—¿Qué clase de información?

—El burdel donde trabaja Camile, ahí podrán saber qué clase de mundo es el que le es ocultado al chico, y créanme que el burdel es lo más ligero que frecuenta su padre. No querrán toparse con él.

—¿Qué quieres a cambio? —preguntó Jungkook apretando los puños.

—Mantenme fuera de esto. Si quieres liberar a Jimin de las faldas de Camile, no me metas en tus asuntos que si se entera el jefe estoy muerto.

—Hecho. —Jungkook apretó la quijada.

—Te estaremos vigilando, desde hoy me encargo que no salgas del país. Ni siquiera podrás dejar la ciudad. —Taehyung se acercó a él golpeándolo amistosamente en el pecho.

—Eres el soplón del caso, más te vale no arruinar las cosas, Samuel. O te juro que la prisión será tu morada —Jungkook lo amenazó.

—¡Tranquilo amigo, soy hombre de palabra!

—No confío en los hombres de palabra, por eso estarás vigilado las 24 horas por mi equipo de seguridad. —Taehyung le guiñó el ojo al salir.

—¡Ah por cierto, tengo todo grabado! —dijo Olivia—. Por si se le ocurre llamar a Camile, usted ya es un soplón.

Jungkook le dio el paso a Olivia, y salió atrás de ella. Afuera del consultorio, escondidos entre los árboles estaba el equipo de seguridad de Taehyung que vigilaría al doctor para asegurar que no intentara escapar ya que era un testigo valioso del caso. Minutos después Samuel les envío la ubicación del burdel a través del equipo de seguridad de Taehyung. Esa misma noche Jungkook presentó a Olivia y Namjoon. Ambos ayudarían para llevarlos al burdel, el plan era el siguiente: Olivia conducía, Namjoon de copiloto, Taehyung, Hobi, Seokjin y Jungkook entrarían al burdel. Si se encontraban en problemas saldrían corriendo, Namjoon le avisaría a Olivia y ella encendería el auto para irse rápido.

—Imaginé algo distinto —murmuró Namjoon al ver el elegante edificio de espejos negros que impedían ver hacia adentro.

—Es lujoso y costoso —dijo Hobi al encontrar el sitio web del lugar.

—Y al parecer tiene todo en orden, no incumplen ninguna norma —musitó Jungkook al revisar la calificación del lugar.

—Pues bajemos. Ya es hora. —Seokjin parecía emocionado.

—Trata de no babear cuando veas a las chicas desnudas, Jin. —Namjoon rodó los ojos luego de decir eso.

—¡Lo intentaré! —dijo al salir del auto.

El interior del lugar era lujoso, habían funcionarios públicos, diputados y personas de clase alta. No era un burdel cualquiera, era un burdel de calidad.

Minutos después Jungkook y Hobi se encontraban en una habitación que era iluminada únicamente por luces neones rojas. El piso era de mármol blanco, en medio una cama con sábanas del mismo color, frente a la cama un sillón erótico color rojo carmesí, habían vigas con esposas, a la derecha una vitrina con látigos, y elementos de tortura para sexo masoquista. A la izquierda un clóset con vestuarios de distintas tallas y temáticas para que el cliente lo usara como mejor le pareciera. Hobi parecía fascinado con la idea y servicios que ofrecía el lugar. Jungkook se acercó a la mesita de noche que estaba a un lado de la cama para tomar un papel que tenía escrito el paquete que ellos compraron.

Tiempo del servicio: 24 horas.

Tipo de contrato: Placer infinito (El cliente podrá hacer cualquier pedido y nuestra estrella complacerá sus deseos)

Límites: La muerte.

Test de sangre del cliente: Aprobado.

Test de sangre de nuestra estrella: Aprobado.

Pago por los servicios: Realizado.

Jungkook devolvió el recibo de pago a la mesita de noche cuando la puerta se abrió dando paso a una hermosa mujer que vestía una bata de seda color coral que le llegaba hasta los talones, ella se paró ante los muchachos sonriendo de oreja a oreja. Su cabello era rubio, llevaba una coleta alta que hacía resaltar sus finas facciones, tenía la piel tan blanca que sus venas se reflejaban incluso con la luz tenue, pecas en todas partes, era muy delgada, con las clavículas muy marcadas, pero elegante y parecía inteligente.

—Hola, caballeros. Soy la estrella de esta noche, pueden llamarme como deseen y darme el uso que les plazca. ¿Me quito esto? —Lentamente se desabrochaba el cinto de seda que rodeaba la elegante bata para dormir. Hobi tragó saliva enrojecido por el momento erótico que estaba presenciado. ¿De verdad la verían desnuda? ¿De verdad aprovecharían para disfrutar de los servicios previamente pagados?

OKAY!!!

Esto se está poniendo turbio...

SIGAMOS!!!

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