♡ 4 ♡
Los dos hombres quedaron congelados uno delante del otro, no podían creer que otra vez estaban frente a frente.
La voz de Forth no lograba salir desde el momento que vio a ese hombre hermoso delante de él. No sabía cómo enfrentarlo.
Por la parte de Beam, no sabía que decir o como enfrentar a este hombre que hace tantos años no mira después de todo lo que ocurrió entre ellos dos.
Los dos recordaron lo que había ocurrido entre ellos dos hace casi tres años.
Beam.
Es increíble él está aquí en mi casa después de estos años que no lo había visto, nunca pensé que lo volvería haber en mi vida, mucho menos en mi casa.
- Jay, ¿Quién es el señor? - Preguntó a Jay como si no lo conociera y no me acordara de él, pero la verdad si no sabía que hacía en mi casa sólo si fuera.... No puede ser.
- Es el niñero de sus hijas, señor.- Responde Jay muy tranquilo.
- Nunca dijiste que hibas a contratar un niñero, no era una niñera. - Dije con enojó.
- ¡Oh! lo siento por no cumplir con sus altos estándares de una niñera, otra vez no estoy en sus estándares - Este hombre hace que me enoje y mi sangre hierve.
- Altos estándares, ciertamente tu no llegas a ellos. Sólo debías cumplir tu trabajo al pie de la letra no tenías porque llevarte a mis hijas, no se a donde. - Dije alzando mis voz.
- ¿Hijas? Si son tus hijas pero dime ¿Las amas como tal? - Dice el acercándose a mi y mirándome con una mirada llena de ira y enojó.
- ¿Cómo te atreves a cuestionar mi forma de educar a mis hijas? Sólo te pago para que cuides a mis hijas no para que te hagas su amigo. - Digo enojado.
- Claro el dinero lo soluciona todo - Dijo en forma sarcástica.
- Sólo vete de mi casa, si no te gusta como se hacen las cosas aqui - Mi voz subió un poco pero estaba enojado.
- ¿Cómo tu? Que desapareces sin decir nada y abandonas antes de enfrentar los problemas. - Dice él muy cerca de mi.
- Nunca abandono a nadie.
- ¿Enserio? Ese día que fue, si lo recuerdo bien tu me abandonastes en esa habitación y amanecí sólo después de haber pasado muchas noches contigo. - Dice él y todas las imágenes de ese día regresan a mi mente.
Forth.
Quiero saber porque me abandono ese día habíamos pasado toda una semana juntos pero un día desperté sólo en esa habitación de hotel sin nadie a mi lado.
- Lo siento, pero tenía que hacerlo. No quería perder lo que más amaba - Su mirada refleja que dice la verdad, quizás él no quería perder a su familia.
- No podemos cambiar el pasado, pero por favor permíteme estar con ellas ¿Sí? Permiteles ser niñas al menos unos días. - Quiero que ellas sean niñas al menos una semana.
- ¿Por qué? ¿Qué ganas con eso?
- Nada, sólo quiero que ellas sean felices. Y se diviertan. - Sólo quiero eso, ellas están tan pequeñas que necesitan disfrutar y jugar como dos niñas normales.
- Mis hijas están bien como estan no necesitas preocuparte por ellas. - Su voz es fuerte y hermosa.
- Solo quiero que me des la oportunidad de estar con ellas, dos semanas para que se diviertan, después de eso puedes hacer lo que tu quieras. - Digo rogando e implorando a este desalmado hombre, pero hermoso.
- Si no quiero darte esa oportunidad te irás y nunca volverás. - Él es serio y no piensa en dejarse vencer por mi.
- Si lo aré, si decides que no a esa oportunidad me iré porque nada me va a detener en este lugar.
- Esta bien lo haremos así, tienes dos semanas para que mis hijas se diviertan y jueguen como dos niñas sin responsabilidad. - Al escuchar eso fui feliz, ellas van a estar feliz.
- Gracias, señor se lo agradezco mucho. - Digo muy emocionado.
- ¿Por qué estas tan feliz? - Pregunta ya él confundido.
- Por que ellas serán felices, por eso son feliz. - Digo muy alegre.
Él camina y esta a pocos centímetros de distancia nuestras narices casi se tocan, su mirada es tan hermosa y sus labios se miran tan suaves y besables, él se inclina sobre mi y cuando menos acuerdo sus labios besan los míos. Sus besos son dulces y suaves, los extrañaba tanto y después de tanto tiempo estos labios me besan otra vez. Respondí a su beso y dio paso a mi lengua para que juege junto a la de él. Mis manos lo sostienen de la cintura y sus manos me abrazan mi cuello y juega con mi cabello.
Sus besos son tan buenos tan dulces y suaves que me vuelven adicto, su beso empezó suave y dulce pero yo lo volví áspero y dominante se sentía tan bien besarlo de nuevo. Lo levante de donde estábamos y lo senté en el escritorio era algo que no podía describir todo era como un sueño mi primer y único amor estaba de regreso después de tres años.
- Papi- Fuimos devueltos al mundo real cuando esa dulce voz hablo desde atrás. Beam y yo nos separamos, nos faltaba el aire. Beam se bajo del escritorio y se dirigió a Nia que estaba parada justo atrás de nosotros.
- Mi princesa ¿Ocurre algo malo? - Pregunta su agitado a Nia.
- Papi, Tú y P'Forth estaban besándose. Estoy soñando papi porque tengo mucho sueño. - Dice ella frotándose los ojitos hermosos que ella tiene.
- Puedes dormir princesa, mañana hablaremos de esto si - Beam agarra a Nia en sus brazos y la lleva a su habitación.
Antes que se fuera dijo:
- No te atrevas a irte, si no quieres morir. - Él es tan lindo y hace amenazas tan lindas.
Pasaron veinte minutos y aún lo seguía esperando en su oficina caminando por toda la oficina esperando a que Beam volviera y terminar lo que empezamos.
Beam llego minutos después, al tan sólo entrar él se abalanzó sobre mi capturando mis labios contra los suyos, saboreo sus deliciosos labios, de manera lenta. nos separamos cuando necesitábamos aire, aún manteniendo nuestras frentes juntas y nuestras narices se tocan entre sí.
- Aún es tan bueno como lo recordaba- Dice con la respiración entrecortada.
- Contigo todo es bueno - Lo lleve en mis brazos y lo recoste sobre el sofá mis labios besaban cada parte de su hermoso cuerpo, savoreaba sus hermosos labios. Beam habré la boca para permitirme explorar su boca, ni siquiera intenta luchar por el dominio.
Él es tan hermoso como lo recuerdo esa vez se fue de mi lado pero esta vez no lo voy a dejar ir nunca el es mío, siempre a sido mío...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top