Capítulo 7. La ninfa
Ismael tenía una capacidad de resistencia increíble pese a todas sus recaídas. Su comportamiento se estaba tornando agresivo y se sentía incómodo todo el tiempo. Para Ryan era muy difícil ver en lo que se estaba convirtiendo y no poder hacer nada más que esperar. Durante esos días, estuvo a su lado, intentando que no se apagara ese chico noble que aún veía en él y a quien había decidido aferrarse.
La llegada de Darys y Gabita los llenó de esperanza a todos.
—¿La encontraron? —preguntó Elena mientras de un súbito acercamiento se abrazó al cuello de Gabita —¿Cómo estuvo el viaje?
—Sí —responde la bruja asombrada por dicho gesto y a la vez incómoda por la presencia de Mell ante el imprevisto—, tenemos el tónico.
—El viaje fue bueno —intervino Mell haciendo notar su presencia—, aunque no dejo de sentirme apenada por la actitud de mi madre.
El té que les había hecho tomar Ela durante la visita, no era ni más ni menos que un tónico con el que olvidarían las horas previas a dar con la barrera en el bosque. Justo como les comentó durante su despedida: se había asegurado de que no volvieran a encontrar esa casa. Todos ignoraban el hecho de que Darys había alcanzado ver las energías del bosque, incluso ella misma.
—¡Oh! casi lo olvido —interrumpe Darys—. Elena, Ismael, Ryan, ella es Mell, la hija de Ela y novia de Gabita.
Todos quedaron sorprendidos, aunque la más impactada fue Elena, quien llevaba un tiempo albergando, en silencio, sentimientos hacia Gabita, y ahora, veía su deseo hundirse en lo más profundo de su frustración.
Estuvieron hablando durante horas, puesto que todos tenían preguntas, pero antes...
—...solo tres gotas al día —recalca Mell a Ismael—, no más.
—¿Crees que de resultado? —preguntó el chico preocupado.
—Confío en el talento de mi madre —expone ella—. Las ninfas de bosque somos las mejores en Herbología. Es nuestro talento —Se regodea agradablemente mientras sonríe.
—He leído que se pueden comunicar con las flores y los animales —comentó Ryan—. ¿Es eso cierto?
Ante tal comentario, todos echaron a reír, pues, en los libros de Historia, a menudo, son reconocidas como "hadas"; y en las mitologías, suelen ser representadas como criaturas diminutas, con alas y orejas puntiagudas, que ejercen una influencia especial en los procesos naturales de los seres vivos. Pero en realidad, las ninfas, físicamente no son diferentes a los magos, aunque no se encuentran en la misma categoría. Los magos, junto a los brujos y los psiphores, pertenecen a los hechiceros, quienes pueden realizar encantamientos de palabra. Las ninfas fueron criaturas creadas por la naturaleza en respuesta a la creación vampírica, para mantener el balance entre la luz y la oscuridad. Siempre son mujeres muy hermosas y talentosas que poseen una conexión extremadamente fuerte con la naturaleza que les rodea. Sus conocimientos se basan fundamentalmente en la Herbología y la Alquimia, por lo que pueden realizar pócimas, tónicos y rituales donde utilizan la fuerza de los elementos naturales para muchos fines, incluso, para los que aún no se ha descubierto un encantamiento mágico.
—Gabita... —interrumpe Darys la educativa charla—, creo que es hora de explicarles algunas cosas.
—¿Qué pasa? —preguntó Ryan preocupado, mientras saltaba la mirada entre la vidente, la bruja y la ninfa— ¿Tuvieron que pagar algún precio por el tónico?
—No es eso —Gabita hizo una pausa—. Me llevé a Mell de su casa sin el consentimiento de su madre —explica mientras observa los preciosos y cristalinos ojos de Mell.
—¡¿Qué?! —exclamó Ismael— Si hay algo que los libros dejan bien claro es que cada ninfa solo puede tener una hija y se vuelven muy sobreprotectoras.
—Necesitaba huir —explicaba Mell—. Necesito protegerme con magia de verdad.
—¿Protegerte de qué? —preguntó Elena desconfiada— ¿De tu madre? —Para esta pregunta, Elena usó un tono muy irónico que todos pudimos notar.
—No —intervino Gabita —. Necesita protegerse del Oscuro y ahora mismo, su madre no puede protegerla.
—¿El Oscuro? —Curioseó Ryan— ¿Qué quiere el Oscuro de ti?
Resulta que cada linaje de ninfas contiene una energía que va pasando de madre a hija. Este ardor inigualable las mantiene conectadas a la naturaleza, así como los vampiros están conectados al Oscuro.
—Hace mucho tiempo el Oscuro quiso a mi madre —compartió Mell—, pero no pudo alcanzarla —Se puso de pie y les dio la espalda—. Ahora viene por mí.
—Pero —Ismael tenía otra duda—, ¿para qué quiere tu energía?
—Quiere usar su vínculo con la naturaleza para corromperla —respondió Gabita—, y no es mediante su método tradicional.
—¿A qué te refirieres? —pregunta Elena.
La ceremonia consistía en sacrificar a una ninfa que aún no hubiese sido madre. Al ser la última de su linaje, la energía abandonaría su cuerpo y quedaría expuesta. El Oscuro pretendía corromperla y de esa manera, contaminaría con oscuridad ciudades y bosques, todos los seres de luz que estuvieran a su alrededor, en un radio que comprendía kilómetros.
—Nunca había escuchado acerca de algo parecido siquiera —compartió Ismael—, pero no suena bien. Para ser magia oscura, es muy rara, por lo que debe ser bastante antigua.
—No es de este mundo —interrumpe Gabita—, el Oscuro volvió del purgatorio, ¿cierto?
Y la chica tenía razón. El Oscuro tenía conocimientos únicos de la magia, adquiridos en el otro lado, que ni siquiera ellos alcanzaban imaginar.
—Eso no es todo —dijo Darys—, Gabita continuará su camino —Todos se miraron, mientras un silencio inundó la sala.
—¿Te vas? —preguntó Ismael— Pero, eres mi amiga y yo te necesito aquí —reprocha con mucha fuerza.
—Ismael, tu nos tienes a todos —le recordó Ryan—, y Mell solo la tiene a ella —Hizo una pausa mientras observaba a la ninfa—. Mell la necesita más que nosotros ahora.
Durante las siguientes horas, se dedicaron a conocer un poco más a Mell, quien resultó ser una chica muy dulce. Incluso, les confesó que tenía mucha más edad de la que aparentaba, ya que, al igual que su madre y cada ninfa, la naturaleza les provee longevidad así como belleza y sabiduría.
No pasó mucho tiempo cuando, Ryan abandonó la conversación para ir a la cocina y preparar unos platillos para ellos. Gabita, justo como en la noche de la discoteca, se ofreció a acompañarlo. Esta vez, quería hablar con él en privado pero sin llamar la atención de los demás.
—Tengo que contarte algo, solo porque creo prudente que al menos uno de ustedes lo sepa —confesó Gabita entre dientes—, pero debes jurar por el alma de tus ancestros, que no se lo contarás a nadie aún.
—No tengo problemas para guardar secretos —comentó—, puedes hablar.
—¿Alguna vez escuchaste acerca de La Sociedad de la Luz? —preguntó mientras se acercaba a él para hablar más bajo.
—Claro —confirmó—. Fue un entendimiento entre magos y némacos, creado para luchar contra las fuerzas oscuras opositoras en la antigüedad; entendimiento que años después desapareció.
—Así es —prosiguió—, o al menos, así debe parecer. La Sociedad de la Luz no se disolvió del todo, sino que sus sucesores la han ido reformando durante años, pero en secreto —Tomó un respiro—. Actualmente se nombra Sociedad (Secreta) de los Cinco y sus integrantes se autodenominan T5.
—Eso es buenísimo, Gabita —susurró con una alegría desbordada que apenas podía contener—. Tal vez nos puedan ayudar contra el Oscuro. Pero... —pensó—, si dicha sociedad es secreta, ¿cómo es que tú sabes?
—Porque soy una de ellos Ryan. Soy una T5.
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