Al desilustre universo,
gran mentiroso en su anverso,
doy feliz año nuevo.
¡Feliz año nuevo!

Pero el año se va,
pasan los días.
Las campanas suenan,
las familias se alegran;

pero lamentables duendes,
sabiduría conjunta que no entiendes,
¿No ves que tu año se anda
con las desgracias que carcomen
a los siguientes en la lista?

Inmune vicio de un veneno oscuro
añora que se acabe un año, el que sigue
con tal de vender mercancía,
con tal de cegar la mente.

Es bello el año que es viejo más
que el nuevo porque las penas
que iban a pasar en el anciano año
ya sucedieron, ya no existen.

En cambio, del año que sigue
la incertidumbre nos persigue,
no sabemos si a nosotros en la noche
nos agarrarán a pedradas de fuego.

No sabemos si nuestro tercer mundo
nos condenará por fin,
si la lucha que llevamos cesará de forma ruin.
Lejos del centro de la fiesta,
incluso en la misma se quiebran a alguien.

No conformes con el chiste
de que tragando uvas te salvas del chisme
para que te asfixies sin generar gastos,
ahora te aseguran con armas y maltratos.

Sería bella la fiesta si la seguridad hubiera
de que natural la muerte el próximo año vendría,
pero no la disfruto al total, estoy en riesgo mortal,
quizá se acerque el final, a lo mejor y me toma el mal.

No razona el mundo entero de su crueldad infinita,
mas la tierra del nopal, es cierto, lo hace en menor medida.
El año nuevo de muchos hará temblar a pocos
siendo que nunca debió asustar a ninguno.

Sí, el futuro es oscuro, duro, espanta, arranca
con navajas la vida, pero tú canta, baila,
eres el pueblo, con pan y circo feliz estás.

Al fin que las penas con pan son menos.