Capitulo 3: Cazador y Presa

Capítulo 5: Cazador y Presa

El hedor de las alcantarillas de Raccoon City era nauseabundo, una mezcla de desechos humanos y fluidos biológicos que se filtraban desde los laboratorios subterráneos de Umbrella. Claire Redfield avanzaba a toda prisa por los oscuros túneles, con el sonido de su respiración compitiendo con el eco lejano de los tentáculos de la criatura que la perseguía.

Había enfrentado a Lickers, zombies, incluso a un Tyrant en la comisaría, pero nada se comparaba con esto. El Carrion no era simplemente un monstruo; era una fuerza de la naturaleza. Una masa amorfa y hambrienta que no se detenía ante nada.

Claire sostenía con fuerza su pistola y su último cargador de munición, consciente de que las balas apenas servían para retrasar al monstruo. Su único plan era llegar al incinerador subterráneo, una instalación que había descubierto en los planos del sistema de alcantarillado. Sabía que esa sería su mejor oportunidad de destruir a la criatura.

La Cacería Comienza

El Carrion se movía con una velocidad antinatural, sus tentáculos extendiéndose y adhiriéndose a las paredes y techos del túnel. Su cuerpo amorfo se desplazaba de manera fluida, llenando el espacio con un ruido húmedo y viscoso. No era solo hambre lo que lo impulsaba; era la resistencia de Claire. Había algo en ella que lo intrigaba, algo que no podía comprender, pero que lo llevaba a continuar la persecución.

A medida que avanzaba, el Carrion absorbía los restos de los muertos en el camino: un zombie aquí, una rata allí. Cada bocado lo hacía más grande, más fuerte, más consciente. Su cuerpo, que ya se había regenerado del daño causado por la granada de Claire, ahora brillaba con un tono rojo aún más intenso, como si estuviera alcanzando una nueva etapa de evolución.

En el túnel principal, Claire llegó a una bifurcación y se detuvo un momento, mirando el mapa que había tomado de la comisaría. "Por aquí", murmuró, eligiendo el camino a la derecha. La entrada al incinerador no estaba muy lejos, pero cada segundo contaba.

El sonido de un golpe masivo detrás de ella la hizo voltear. Un muro de concreto que separaba el túnel principal de una sala de mantenimiento se derrumbó, y la criatura emergió, bloqueando el camino por el que había venido.

"¡Mierda!", exclamó Claire, levantando su pistola. Disparó varias veces, apuntando a los tentáculos más cercanos. Aunque las balas atravesaron la masa de la criatura, no parecieron causarle daño significativo. El Carrion rugió, un sonido gutural que resonó en el túnel, y avanzó hacia ella con una furia implacable.

Claire giró y corrió, el sonido de los tentáculos golpeando las paredes y el suelo llenando el aire detrás de ella.

El Refugio de las Máquinas

Después de una frenética carrera, Claire llegó a una sala más amplia, llena de maquinaria oxidada y tuberías que goteaban. Esta era la antesala del incinerador, según el mapa. Pero para llegar allí, necesitaba cruzar una serie de plataformas metálicas suspendidas sobre un pozo profundo lleno de aguas residuales.

El Carrion apareció en la entrada del túnel, llenando el espacio con su masa pulsante. Claire se giró y vio cómo la criatura comenzaba a moverse hacia ella. Sin tiempo que perder, se subió a la primera plataforma y comenzó a cruzar.

El monstruo la siguió, extendiendo sus tentáculos para alcanzar las plataformas. Su peso hizo que las estructuras metálicas se tambalearan y crujieran bajo la presión. Claire miró hacia atrás y vio cómo el Carrion se extendía, su cuerpo fluido adaptándose a las limitaciones del espacio.

"Vamos, Claire", se dijo a sí misma, saltando a la siguiente plataforma justo cuando una de las anteriores se desplomó bajo el peso de la criatura.

El Carrion no se detuvo. Aunque una parte de su masa cayó al pozo, se regeneró rápidamente, extendiendo más tentáculos para estabilizarse. En ese momento, Claire tuvo una idea. Miró las tuberías que colgaban del techo, muchas de las cuales contenían líquidos inflamables utilizados para alimentar las máquinas del incinerador.

"Esto puede funcionar", murmuró.

Con rapidez, disparó a una válvula cercana. Un chorro de vapor a presión salió disparado, golpeando una parte del cuerpo de la criatura. El Carrion se retorció, soltando un rugido ensordecedor. Claire aprovechó el momento para disparar a una segunda válvula, liberando un líquido inflamable que se esparció por la plataforma.

Cuando la criatura intentó avanzar, Claire lanzó su última granada al líquido derramado. La explosión fue ensordecedora. El fuego envolvió parte de la masa del Carrion, que se retorció violentamente, tratando de apagar las llamas.

"¡Eso es!", gritó Claire, corriendo hacia la salida.

El Incinerador

Claire llegó a una sala grande con un enorme horno industrial en el centro. Las paredes estaban cubiertas de hollín, y el calor era sofocante. Sabía que si podía atraer al Carrion aquí, tendría una oportunidad real de destruirlo.

Corrió hacia el panel de control y comenzó a activar los sistemas. Las luces del incinerador se encendieron, y un zumbido resonó por toda la sala mientras el horno comenzaba a calentarse.

El Carrion llegó poco después, su cuerpo aún humeando por el daño causado en la sala anterior. Aunque había perdido parte de su masa, seguía siendo enorme y aterrador. La criatura se detuvo un momento, como si analizara el nuevo entorno.

"Ven por mí, maldito monstruo", murmuró Claire, atrayendo la atención de la criatura.

La criatura se lanzó hacia ella, pero Claire corrió hacia el otro extremo de la sala, saltando por encima de una tubería rota. El Carrion la siguió, y su masa amorfa comenzó a llenar el espacio.

Cuando la criatura estuvo lo suficientemente cerca del horno, Claire activó el sistema de gases, liberando una enorme cantidad de combustible en el aire. Luego encendió las llamas principales del incinerador.

El Carrion, atrapado en el centro de la sala, fue envuelto por el fuego. Su rugido fue más fuerte que nunca, un sonido que parecía mezclar dolor y furia. Sus tentáculos golpearon las paredes, tratando de escapar, pero las llamas eran implacables.

Claire observó desde una plataforma elevada, con el corazón latiendo a toda velocidad. Aunque el Carrion se retorcía y quemaba, tenía la sensación de que no sería suficiente.

"Vamos, ¡muere de una vez!", gritó.

De repente, el cuerpo del Carrion comenzó a cambiar. Su masa amorfa parecía endurecerse, formando una especie de caparazón para resistir el fuego. La criatura estaba adaptándose, evolucionando incluso en medio de la destrucción.

"¡No puede ser...!", murmuró Claire, horrorizada.

Con un último rugido, el Carrion rompió parte del caparazón que lo contenía y comenzó a moverse de nuevo, más lento pero aún vivo. Las llamas lo habían debilitado, pero no destruido. Claire sabía que tenía que actuar rápido si quería sobrevivir.

La Última Jugada

Con el incinerador aún activo, Claire corrió hacia un contenedor lleno de químicos industriales. Recordó un aviso en los planos: esos químicos eran altamente reactivos cuando se mezclaban con fuego. Sin pensarlo dos veces, abrió el contenedor y empujó los barriles hacia el centro de la sala, donde estaba la criatura.

"Esto tiene que funcionar", dijo, disparando a uno de los barriles.

La explosión fue devastadora. Una onda expansiva sacudió toda la sala, y Claire fue lanzada contra una pared. El Carrion quedó envuelto en una mezcla de fuego y químicos corrosivos, su cuerpo amorfo desintegrándose lentamente. Esta vez, no podía regenerarse.

Cuando el ruido cesó, Claire se levantó con dificultad. Miró hacia el centro de la sala y vio que no quedaba nada del Carrion, solo un charco humeante de líquido negro y restos de carne calcinada.

Había ganado. Pero sabía que este no era el final de su lucha.

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Próximo capítulo: Mientras Claire intenta escapar del sistema de alcantarillado, descubre que Umbrella no ha terminado con ella. Los restos del Carrion podrían ser el comienzo de algo aún más aterrador.

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