⫸Muro⫷
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Narrador Omnisciente
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Unos meses en la universidad habían sido agotadores y a la vez emocionantes. Cada uno estaba comenzando a acostumbrarse a su propio ritmo, pero el que logró asimilar más rápido la nueva situación que vivían fue Nathaniel.
Luego del primer mes en la universidad, Nathaniel, se había acostumbrado a su horario y actividades, sin mencionar que parecía lleno de vida y entusiasmo. Nadie comprendía que pasaba en la cabeza del pelirrojo para poder haber asimilado todo en tan poco tiempo.
Él tampoco lograba entender por completo su comportamiento, tampoco se esforzaba mucho en descubrirlo o entenderlo, aun así, era consiente que cierto pelinegro de bellos ojos esmeralda tuvo algo que ver en su repentino cambio de ánimo.
Dicen que cuando alguien está enamorado, pierde parte de su concentración, atención y razonamiento, ya que su cabeza y corazón están concentradas en una persona. Y cuando estudias, los sentimientos y emociones pueden llegar a ser completamente problemáticos.
Bueno... Nathaniel rompía con esa regla. Y esa era la razón por la que nadie pensaba que estaba completamente enamorado.
Esta vez era diferente a la primera vez que se sintió atraído por alguien, cuando Marinette le gustaba la veía como una chica dulce, amable, gentil. Para él, su compañera azabache, era una joven casi perfecta, alguien muy admirable y aunque era algo torpe logró ver encanto en esa personalidad pura.
Ladybug también fue alguien que ocupó su corazón por mucho tiempo, aunque era consiente de que el sentimiento era mucho más de admiración, eso no quitaba que la heroína de París le pareciera alguien espectacular.
Cuando conoció a Marc simplemente existió una conexión instantánea, a pesar de haber comenzado con el pie izquierdo. Su primer proyecto les dio muchas oportunidades, ambos pasaban demasiado tiempo juntos y, para el azabache, fue imposible comenzar a sentir algo más. Por otra parte, Nathaniel, se mantenía al margen, los sentimientos confusos eran los causantes de la mezcla de emociones en su corazón, no lograba comprender nada acerca de lo que sentía por su compañero y amigo. Ahí fue donde comenzó su pequeña historia de "amor".
Solo eran unos chicos de 14 años cuando se conocieron y comenzaron a trabajar juntos, la creatividad era complementada de manera perfecta. Con el pasar de los días se convirtieron en buenos amigos y su confianza incrementó. Nathaniel se sorprendió cuando Marc le contó acerca de su orientación sexual, no lo criticó ni tampoco lo trató como si fuera otra persona luego de enterarse y mucho menos dijo algo que solían repetirle a Marc cuando hablaba acerca de sus preferencias: "No te vayas a enamorar de mi", aquello ni siquiera había pasado por la mente del pelirrojo.
Hace 4 años...
(Semanas después de que Marc fuera akumatizado)
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, conocer los gustos de su compañero, tal vez, fue el detonante de sus sentimientos. Nathaniel se sentía atraído por el azabache.
Llegó una tarde en la que todo su grupo de amigos deseaba salir, después de todo, eso hacían los adolescentes, fue una tarde llena de diversión luego de la increíble batalla que dieron Ladybug y Cat Noir contra Miracle Queen, Mayura y Hawk Moth; aun recuerdan ese día y suelen hablar seguido sobre lo ocurrido.
Primero comieron helado a orillas del río Sena, luego pasearon cerca a la Torre Eiffel, vieron una película y por último fueron a la Plaza de la Concordia, claro que eso es lo que hicieron entre amigos ya que cada uno sabe lo que hizo durante su tarde.
Marc y Nathaniel habían estado algo callados durante todo ese paseo, luego de comer helado no volvieron a intercambiar muchas palabras, ¿Por qué? Nathaniel conversaba con Alix y Marc no estaba en una situación diferente, él hablaba animadamente con Luka porque Marinette se encontraba muy apegada a sus amigas. Todos notaban esa distancia entre ambos amigos, pero nadie decía nada, al menos no en frente de ellos.
Sabían que ambos habían comenzado a sentir algo por el otro y planeaban hacer que estén juntos, todos aceptaron ayudar a Marinette para unir a ambos chicos, quienes a vista de todos, se verían muy lindos como pareja. Poco a poco comenzaron a apartarlos del resto y cuando llegaron a la plaza no les quedó de otra más que estar juntos.
El ambiente no era realmente incómodo, pero aun así se notaba la lejanía entre ambos. La incomodidad estaba a un paso de ser alcanzada pero fue evitada por cierto chico de mechones turquesa. El plan de Marinette estaba en su segunda fase.
Ella sabía perfectamente que Marc había llegado a sentir algo por el músico, pues lo compartió con ella durante un momento en el que ambos deseaban hablar de todo lo que sentían. Luka también era consiente de ello y no le molestaba haber causado tan bello sentimiento en su amigo, tal vez porque se enteró luego de que Marc quedara flechado por alguien más. Como sea, estaba dispuesto a hacer lo necesario para que su amigo esté bien y si eso implicaba provocarle celos a cierto pelirrojo, Luka estaba dispuesto.
-Ten Marc, sé que es tu favorito.
Luka le entregó una manzana bañada en chocolate y chispas de colores, un bocadillo que le gustaba mucho a Marc cuando era más pequeño.
-¡Gracias! Luka, no era necesario.
-Solo quería hacer algo lindo por mi mejor amigo, mi Marc.
Abrazó a Marc sujetando su hombro y apegándolo a él, Nathaniel solo vio la escena con algo de incomodidad y solo apartó la mirada, él tambien sabía que a Marc le gustaba comer aquella manzana bañada en chocolate y se regañó internamente por no haber pensado en comprarle una al chico y así terminar con su incomodidad.
Fase dos del plan, completada. Que comience la siguiente parte.
Marc comía gustosamente su manzana mientras apreciaba el cielo que comenzaba a llenarse de estrellas. Luka se había alejado un poco para hablar un poco más con Adrien y Kagami, que milagrosamente habían obtenido permiso para salir.
Marinette se acercó con rapidez a Nathaniel junto con Alya y ambas comenzaron a hacerle plática. Sabían que sería difícil poner celoso a Marc, ese no era su objetivo tampoco, lo que querían era que el azabache notara que Nathaniel estaba cerca y que estaba algo molesto porque Marc prácticamente lo ignoraba y querían que se acercara.
Cuando notaron que Nathaniel aun parecía algo molesto por sus celos recurrieron a alejarse lentamente porque Marc tambien notó dicha molestia.
Sus miradas se cruzaron y Marc sonrió, con ese pequeño gesto, la molestia y los celos de Nathaniel desaparecieron en un instante.
Se acercaron el uno al otro y después de tanto por fin comenzaron a hablar como siempre.
Durante diez minutos acordaron que cada quien iría a hacer lo que quisiera y se reunirían en la fuente de la plaza. Marc y Nathaniel caminaron hacia dicha fuente y simplemente se quedaron en silencio, esta vez no era incómodo sino todo lo contrario.
Apreciaban el cielo y el sonido del agua era un complemento bello y perfecto para el momento. Sin darse cuenta comenzaron a mirarse el uno al otro y sonrieron bobamente al encontrarse con los ojos contrarios.
No habían muchas personas en la plaza y sus amigos estaban lejos. La luna, era su único testigo y cómplice en aquella escena, iluminaba ambos rostros sonrojados que poco a poco se acercaban.
Tal vez el momento era algo forzado, pero ambos habían esperado mucho tiempo por eso y no dudaron en aprovechar su soledad.
Sin embargo, antes de hacer lo que tanto esperaban se vieron interrumpidos por algo o mejor dicho alguien. Chloe Bourgeois estaba armando una escena frente a sus padres quienes habían decidido cenar en un restaurante popular de la zona.
No le tomaron mucha importancia, pero aun así el momento se había arruinado y Marc simplemente abrazó a Nathaniel y escondió su rostro en el cuello del pelirrojo. Ante el acto, Nath, no se quedó sin hacer nada, tomó posesivamente la cintura de Marc y correspondió gustosamente el abrazo.
Marinette que había presenciado como el momento se arruinaba gracias a aquella rubia, sintió su sangre hervir en cólera. No era la primera vez que Chloe arruinaba un momento especial.
Pero, cuando vio como ambos se abrazaban no pudo evitar suspirar, al menos había un progreso en aquellos chicos.
Presente...
Durante su descanso, el pelirrojo, había recordado aquel día en el que casi besa a su amigo. Se sentía fatal al saber que esa fue su única oportunidad, no había sucedido nunca más ni aunque tuviera suerte.
¿Por qué? Él lo tenía claro, pero le costaba aceptar todo lo que había sucedido.
Luego de aquel día, mil y un cosas sucedieron. Hawk Moth se había vuelto poderoso y el peligro acechaba casi a diario, era una verdadera pesadilla y Marc... no era tan valiente en esos momentos. Sus padres comenzaron a protegerlo y no lo dejaban salir más que para asistir a la escuela. Cuando necesitaba trabajar con Nathaniel, existían pequeña excepciones una o dos veces al mes, por esa razón se la pasaban creando durante sus tiempos libres en clases.
Algo desafortunado para Nathaniel fue que el azabache estuviera rodeado de "pretendientes" cuando visitaban convenciones de arte o reuniones de jóvenes artistas. En una de esas oportunidades, Marc, se vio interesado en el talento para escribir de un chico y comenzó a contactarse con él hasta volverse amigos y, la cereza del pastel, aquel chico era vecino de Marc.
Al poco tiempo sucedió lo que el pelirrojo temía. La distancia entre él y Marc se hacía cada vez más grande y el azabache se había convertido en la pareja de ese escritor. Con el paso del tiempo, los sentimientos se hacían confusos entre ambos y eventualmente terminaron.
Pero esa no era la única vez que algo así sucedía, y para Nathaniel, no era sorpresa que algún chico cayera "completamente enamorado" por su amigo.
Ahora que ambos se encontraban en la misma universidad no permitiría que algo así pasara, no ahora que estaba completamente seguro de lo que quería y sentía.
Marc por otro lado había cambiado mucho desde que conoció a Nathaniel. Por primera vez se había comprometido seriamente en algo, el comic. Al comienzo ese fue el primer lazo con el pelirrojo.
Mientras más trabajaban, más se sentía importante. Nathaniel le hacía sentir especial e indispensable para su trabajo, y al comienzo, Marc, sentía completa admiración.
Cuando se dio cuenta que la amistad había llegado no dudó en intentar ser más interesante y comenzaba a cambiar para bien. Comenzó a ser más extrovertido, al menos en presencia del pelirrojo, cada vez se esforzaba más porque sus historias fueran interesantes y desarrolló su talento como escritor, siendo convencido por Nathaniel a dedicarse a escribir.
Los días pasaban y comenzaba a sentir atracción hacia su compañero.
Todo había comenzado en una agotadora tarde de trabajo en la que se habían quedado hasta muy tarde, ambos estaban agotados pero satisfechos con su trabajo. Se miraron el uno al otro y simplemente sonrieron. Pero esta vez había algo diferente, no era como cuando Marc lo miraba antes.
Cuando sus ojos se encontraron, Marc, había quedado completamente hechizado por el brillo de los ojos azules de Nathaniel, sintió como su corazón se aceleró y como el calor se apoderaba de sus mejillas tiñéndolas de color rojo.
Era tan diferente a como cuando se había sentido atraído por Luka, esta vez el sentimiento era mil veces más fuerte en un par de segundos que en casi dos años.
Y fue mucho más fuerte cuando estuvo a punto de besar al pelirrojo. Aquella noche, al regresar a casa y al preparase para dormir, no dejó de tocar sus labios mientras sonreía como un tonto.
Cuando comenzaron los ataques de Hawk Moth con sus nuevos poderes, él comenzó a tener más restricciones para estar mucho más seguro y eso solo lo alejó del pelirrojo.
La distancia le había hecho daño a su amistad y no hubo algún progreso. Además, alguien había aparecido en su vida, un chico castaño con un gran talento para escribir. Aquel joven se había interesado en Marc desde que lo vio y cuando se hicieron más cercanos no dudó en preguntarle por sus gustos y así intentar conquistarlo.
Muchos factores influyeron en la relación que el azabache había comenzado, tal vez el chico no le gustaba como Nathaniel pero de alguna manera se sentía atraído.
Pasaban los años y Nathaniel tambien había comenzado una relación con una compañera de su clase, esa fue otra razón por la que Marc decidió continuar con su vida y amistad con el pelirrojo.
Pero, tal y como el pelirrojo, Marc tomaría la distancia que existía entre París y Londres como ventaja.
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Narra Nathaniel
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Estábamos sentados en una de las mesas de la cafetería, almorzando con tranquilidad porque todos terminamos nuestras clases de esta semana, una muy agotadora semana llena de trabajos.
-No creo poder soportar la semana de exámenes.
Marinette en verdad lucía muy cansada, su rostro o más específicamente aquellas bolsas bajo sus ojos reflejaban que no había podido dormir durante algunas noches.
A lo mejor su compañera de cuarto es quien se lo impide, después de todo ambas estudian carreras diferentes. Tengo suerte de vivir solo.
Solo...
Levanté ligeramente la mirada y observé como Marc comía con entusiasmo su almuerzo, debe estar hambriento. Él tiene clases a primera hora los viernes, solo así sale más temprano, pero no desayuna.
Aun recuerdo cuando desayunamos juntos cuando se quedó a dormir en mi departamento, se veía lindo recién despertado.
-¿Qué proyecto les asignaron para las prácticas de mitad de semestre?
La pregunta de la azabache me sacó de mis pensamientos. Recordé como esta mañana se acercó para pedirme ser su compañero en el proyecto.
-Tuvimos suerte de que en nuestras facultades trabajen juntas en el proyecto -mencioné- Es un alivio que pueda trabajar contigo Marinette.
-Lo mismo digo.
-Tienen suerte -Marc había dejado de lado su comida y se metió en la conversación, se veía realmente desanimado- Ustedes se conocen y pueden trabajar juntos, en cambio yo no soy tan afortunado... Aun no consigo un compañero para el proyecto...
-Tranquilo, me pasó lo mismo el año pasado. Créeme, es una gran oportunidad para hacer amigos.
Luka intentó animarlo pero no parecía funcionar.
-¿De que trataba tu proyecto el año pasado? -cuestionó Marinette.
-Mi facultad y la de canto debían trabajar juntas, el proyecto consistía en interpretar una canción del siglo pasado con un toque moderno. En ese proyecto yo conocí a Micaela, nos fue muy bien para ser de primer año... ¿Qué harán ustedes?
-Bueno... -comencé a responder- Para nuestro proyecto, tengo que hacer un dibujo de un animal en peligro de extinción que nos asignarán y Marinette tiene que confeccionar una prenda que tenga el diseño y la temática del dibujo. Es algo relativamente fácil...
-Estamos seguros de que nos saldrá bien.
-Y tú, Marc, ¿Qué tienes que hacer?
Él me miró y luego sonrió, de inmediato su mirada regresó a su plato de comida.
-Tengo que encontrar un compañero de la facultad de teatro, escribir un monólogo con ayuda de mi compañero sobre una emoción asignada por el decano y él o ella lo interpretará. Pero será imposible avanzar algo sin compañero...
Lucía realmente preocupado de no tener a alguien con quien trabajar. Aun recuerdo cuando lo vi así por primera vez.
Marc se había enfermado y durante una semana no pudimos hacer mucho en el comic, cuando se recuperó nos pusimos manos a la obra porque un editor quería ayudarnos con el proyecto. Él estaba muy desesperado y estresado, en lo único que pensaba era en entregar el trabajo a tiempo. Luego de eso, él nunca más se enfermó.
-Estoy seguro de que encontrarás a alguien con quien trabajar.
A pesar de que intenté animarlo con aquella frase tan mediocre él sonrió y asintió.
-¿Dijiste facultad de teatro? -Marc asintió ante la pregunta de Luka- Yo tengo un amigo en esa facultad, es talentoso y con suerte aun no tiene un compañero, ¿te interesa trabajar con él?
-¡Claro que sí! Estoy muy desesperado.
-Entonces déjame preguntarle.
Luka dejó su manzana a medio comer en la mesa, sacó su teléfono y, luego de unos segundos, comenzó a escribir.
Marc lucía nervioso, en sus ojos se veía que rogaba con todo su ser que el extraño no tenga un compañero. Como él dijo, estaba desesperado; yo creo que tambien estaría así si me enfrentara a la misma situación.
Pasaron un par de minutos y Luka seguía metido en su teléfono.
-Mejor no me hago ilusiones... Iré a dejar esto en su lugar.
Se levantó junto a Marinette y ambos caminaron llevando sus bandejas de comida vacías.
-¿Te respondió? -le pregunté.
-Si... Pero...
-¿Ya tiene compañero?
-No es eso... Él dice que primero quiere conocer a Marc para saber si podrán trabajar juntos.
-¿Y por qué no le dijiste nada a Marc?
-Porque le estoy preguntando a Matteo cuando tiene tiempo libre para que se reúna con Marc lo antes posible. Tú viste lo nervioso que está. ¡Oh! Ya respondió.
-¿Quién respondió?
Marc se había acercado a Luka e intentaba ver la pantalla de su teléfono.
-Mi amigo, dice que no tiene un compañero y que quiere conocerte antes de tomar alguna decisión.
-¡¿Enserio?!
Luce tan feliz...
-Así es, dice que puede reunirse contigo esta tarde.
-Dile que sí por favor.
-Ya se lo dije, no te preocupes.
Pero... Se suponía que todos iríamos al cine hoy, ¿soy el único que lo recuerda?
Salimos de la cafetería y cada quien comenzó a irse por su lado, Marinette dijo que iría a su habitación a descansar, Luka fue a reunirse con su compañero de proyecto y Marc y yo estábamos caminando hacia la biblioteca porque él necesitaba encontrar un libro.
Ambos caminamos sin decir alguna palabra, o al menos yo no me sentía valiente como para iniciar una conversación.
-Ey... Lamento no haber pensado en nuestra salida esta tarde... Estaba preocupado por el proyecto y yo solo... Perdón.
Su repentina disculpa me sorprendió, no necesitaba disculparse pero aun así lo hizo.
-Marc... No te preocupes, el proyecto es más importante.
-Tal vez, pero debí pensarlo mejor antes de dejar que la emoción me ganara.
-Está bien, yo tambien hubiera reaccionado así si no tuviera un compañero para trabajar.
-Te prometo que hablaré rápido con el chico y podremos salir en la tarde. No me levanté a las 5:00 de la mañana para no disfrutar mi viernes.
Ambos reímos ante su comentario y continuamos con la conversación hasta llegar a la biblioteca.
(...)
Los cuatro nos encontrábamos sentados en una de las bancas cerca a los jardines de la universidad. Esperaban al amigo de Luka para después ir a la ciudad y disfrutar de nuestra tarde.
-Creo que llegamos algo temprano.
-No Marc, es él quien está tardando -respondí.
Se suponía que el chico llegaría aquí antes de las 4:00 p.m y ya pasaron 10 minutos.
-Ahí está -Luka se levantó y comenzó a caminar hacia chico que se acercaba corriendo.
Poco a poco ambos se acercaban, volteé a mirar a Marc quien parecía algo nervioso por conocer al chico que tal vez sería su compañero.
Ambos se detuvieron en frente de nosotros, Luka estaba siendo abrazado con un brazo de su amigo. El chico estaba recuperando el aire, se nota que corrió demasiado.
-Nathaniel, Marinette, Marc... Él es Matteo Marchetti, un amigo de la facultad de arte dramático y es primo de Jessica.
Marinette ya había dicho un par de veces que Jessica no era la mejor compañera del mundo y ver su expresión me confirmó que, desde ya, no tenía una buena primera impresión del chico.
Por mi parte, conocí a Jessica hace algunas semanas, no era desagradable del todo. Puedo decir que estaba muy comprometida con lo que hacía, sí, ella era algo arrogante pero fuera de eso parecía una buena persona. Ahora que veo a su primo, puedo sentir un gran parecido entre ambos, al menos uno físico.
Al igual que Jessica, Matteo, es castaño solo que su cabello es mucho más claro que el de la chica, ambos tienen ojos de color ámbar y piel algo pálida. A primera impresión, Matteo, tambien parece tener la misma personalidad de Jessica.
Espero que eso sea bueno, porque según Marinette, la chica es completamente diferente a la faceta dulce que le muestra a los demás.
Marc, por otra parte, luce un poco más tranquilo. Supongo que el susto de conocer a su posible compañero ya desapareció.
-Matteo, él es Marc Anciel. Mi mejor amigo y uno de los escritores más talentosos que he conocido.
Marc se levantó mientras Luka lo presentaba. Pude sentir que estaba intentando ser lo más valiente posible. No era la primera vez que alguien se acercaba por su talento pero a pesar de eso, Marc sigue actuando como si fuera la primera vez, como cuando ambos nos conocimos.
-Es un gusto Matteo.
Sonrió levemente, vaya que me equivoqué. Creo que esta vez no quiere "arruinar" la oportunidad.
Vi a Matteo, quien poco a poco se acercaba a Marc. Esa mirada... Esa mirada la conozco perfectamente...
Él miraba a Marc como si no creyera que él fuera un chico, resumiendo, Matteo quedó completamente atrapado por la belleza de Marc... ¿Quién no?
Pero como siempre, Marc no se daba cuenta, creo...
-E-el... El gusto es mío Marc. Espero... que me des la oportunidad de trabajar contigo.
Marc lucía algo sorprendido ante las palabras de Matteo, sentí como me miraba de reojo y luego yo asentí. Aunque me moleste un poco que el chico se haya fijado de forma tan descarada en Marc, prefiero eso a que nos siga quitando el tiempo de nuestra tarde.
-Me gustaría trabajar en el proyecto junto a ti. Gracias por la oportunidad.
-No agradezcas...
Un pequeño silencio incómodo se formó durante unos segundo hasta que por fin Marinette intervino.
-Bueno si eso es todo -ella tomó la muñeca de Marc y comenzó a caminar jaloneándolo para que avanzara- ¡Un gusto conocerte Matteo! -se despidió sin voltear mientras levantaba su mano libre.
Creo que... No, estoy seguro de que no le agradó Matteo.
Me levanté yo tambien y me dispuse a caminar detrás de ellos, no di ni tres pasos y escuché algo que me dejó sorprendido y enojado.
-¿Por qué no me dijiste que tu amigo era tan lindo?
O no... Ese idiota de seguro solo aceptó trabajar con Marc por su belleza...
Ni siquiera yo caí tan bajo. Y eso que me enojé por una completa estupidez el día que lo conocí.
-Sí te lo dije, pero creo que no entendiste.
-Pensé que exagerabas...
-Lo que sea... ¡Ah! Casi lo olvido, que ni se te ocurra hacer algo estúpido. Él es... algo reservado y no es solo una cara bonita por si eso piensas, créeme que se llevará un muy mal recuerdo de ti si intentas hacer una idiotez. Ahora vete a hacer tu tarea o yo que sé... Y busca una forma de compensar tu tardanza, nos vemos.
Me hice el loco y continúe caminando escuchando aquellas últimas frases mientras me alejaba, esos dos deben aprender a susurrar.
Aunque me enojó la actitud de ese chico, debo admitir que me agradó saber que Luka defendía a Marc de esa manera... Estoy de acuerdo con él en que Marc no es solo una cara bonita, es hermoso, claro que sí... Pero tambien es un chico muy talentoso y lleno de imaginación.
Juro que si ese idiota se sobrepasa con Marc será lo último que cuente.
Aceleré el paso y alcancé a ambos azabaches que solo reían mientras caminaban.
-¿Cual es el chiste? Yo tambien me quiero reír -interrumpí acercándome por detrás.
Solo toqué sus hombros y ambos dieron un pequeño saltito por el susto.
-¡Hey! No hagas eso nunca más.
Reí ante la queja de Marc. Mi risa provocó una fingida molestia en él, que ahora tenía un lindo y adorable puchero formado en su rostro.
• • •
Salí de mi clase y me encaminé hacia la cafetería para comer algo junto a Marc, como cada martes.
Grande fue mi sorpresa al no encontrarlo solo, él parecía estar manteniendo una animada charla con Matteo.
-Es la quinta vez que pasa...
A penas habían pasado tres semanas desde que se conocieron y comenzaron a trabajar juntos. No me molesta para nada que Marc avance con su proyecto, pero si me incomoda que ni siquiera lo deje cuando se supone debe descansar.
Me acerqué a la mesa y al parecer estaba completamente equivocado. Ambos para nada hablaban del proyecto, parecen amigos de toda la vida...
-¡Nath! Llegaste -Marc sonrió, tomó mi mano y me sentó a su lado- ¿Qué tal tu clase?
-Bien y... ¿A ti como te fue?
Intenté devolverle la sonrisa pero en verdad me sentía incómodo con la presencia del castaño.
-Yo... Ya me retiro, tengo clase -Matteo se levantó y comenzó a retroceder lentamente- Nos vemos luego Marc.
-Adiós Matteo.
A pesar de que sentí algo de alivio al saber que se retiraba, me sentí algo ofendido al ser prácticamente ignorado.
-¿Qué tal va el proyecto? -pregunté.
-Va bastante bien... Ya estamos terminando de escribir el monólogo. Siempre que creemos haber terminado se nos ocurre algo más. ¿Qué tal todo con Mari?
-Nos está yendo bien, el animal que nos asignaron fue un ave bastante interesante. Un ave de Centroamérica. Déjame mostrarte mi dibujo.
Saqué mi libreta y comencé a hojear buscando, entre todos mis intentos fallidos, el dibujo en el que estuvimos trabajando.
-¡Aquí está! Mira Marc
Puse la libreta en un lugar en la que pudiéramos verla ambos . Volteé a mirarlo y el parecía bastante sorprendido con el dibujo.
-Es muy hermoso...
-¡Te quedó increíble!
-Gracias. Fue algo difícil al principio porque no tenía mucha práctica dibujando animales. Además aun me falta terminar de pintarlo...
-Sin duda alguna les irá muy bien en el proyecto.
-Eso espero... ¿Me podrías mostrar algo de su avance? o al menos decirme que tema les asignaron.
-Me gustaría mostrarte el avance pero, como te dije, lo cambiamos muy seguido. El tema es, algo que es bastante fácil o al menos eso pensábamos hasta que comenzamos.
-¿Qué...?
Me quedé algo confundido con la respuesta de Marc, creo que él desea que yo adivine el tema pero aun así hay muchas emociones que cumplen con la descripción que él dio.
Él solo rio ante mi expresión llena de confusión.
-El tema es... El amor.
Me quedé congelado, estoy seguro de que mi rostro no reflejaba como me sentía realmente ante la respuesta. Marc tenía razón.
El amor puede poder parecer algo sencillo de explicar, pero cuando intentas profundizar te das cuenta que es verdaderamente complicado. El amor es algo indescriptible, no todos tienen el mismo concepto de lo que es el amor y comprendo perfectamente porque cambian frecuentemente su monólogo.
-¿Nath...?
Sacudí la cabeza para concentrarme, lo miré y sonreí.
-Estoy seguro de que el monólogo será increíble.
-Eso espero... Solo nos falta la última parte y tenemos una semana. Matteo está ensayando constantemente y los cambios no ayudan mucho... No te puedo mostrar el escrito porque siento que no está listo, pero si deseas te puedo mostrar los primeros borradores.
-Me gustaría leerlos.
-Matteo y yo escribimos, cada quien, el concepto que teníamos sobre el amor. ¿Quieres que te muestre ambas partes o solo lo que yo escribí?
-Lo que mejor te parezca Marc.
-Entonces... -él metió sus manos a su mochila y sacó su libreta y un cuadernillo anillado- Lo que yo escribí está en mi libreta, por las últimas hojas. Ya llené todas las páginas.
-Esa es la novena libreta que terminas desde que nos conocimos.
Marc cerró sus ojos y rio algo avergonzado.
-Lo sé... Es inevitable escribir cuando llega la inspiración. En el cuadernillo está lo que escribió Matteo.
-¿Y el monólogo?
-Está en mi laptop. Escribimos a mano porque así es mucho más fácil escribir con sinceridad y se nota cuando borras algo, aun así es visible lo que escribiste antes. No como en las computadoras, si algo no te gusta o te equivocas en algo simplemente lo borras y lo corriges, como si nada hubiera pasado. Escribí el monólogo en mi laptop porque necesito entregarle el archivo al profesor.
-Entiendo...
-Bueno, Nath, ya tengo que irme. Mi clase comenzará en unos minutos y quiero preguntarle algo a la profesora.
-Nos vemos más tarde.
Se levantó y se despidió con una sonrisa.
Yo aun tengo bastante tiempo, mi profesor pescó un resfriado y hoy no dará la clase. Puedo leer con tranquilidad lo que Marc y Matteo escribieron.
Tomé la libreta y el cuadernillo que me entregó Marc, los guardé en mi mochila y caminé hacia la biblioteca.
Ingresé al edificio con cautela, intentando ser lo más silencioso posible porque la bibliotecaria es una anciana que se la pasa enojada incluso por el ruido que provoca una alfiler al caer al suelo.
Caminé hacia una de las mesas en lo más profundo de la biblioteca, un lugar del edificio que se había convertido en mi lugar favorito para leer. ¿Por qué? El lugar es poco conocido, silencioso y la luz del sol entra por el ventanal que tiene una vista con dirección hacia uno de los jardines más grandes del campus.
Me senté y saqué primero la libreta de Marc, comencé a hojear lentamente. En aquel pequeño libro se encontraban distintos escritos de Marc. Algunas narraciones cortas, historias que se le ocurrían, pequeños poemas, versos y estrofas. Básicamente el corazón de Marc estaba en mis manos.
Llegué a las últimas páginas y, tal y como lo mencionó, aquí se encontraba todo lo que había anotado.
¿Qué es el amor?
El amor es un sentimiento, una sensación tan única y maravillosa. Una calidez tan reconfortante que envuelve el corazón llenándolo de ilusión y fantasía.
Es una emoción que no solo es compartida en una pareja, el amor existe entre una madre y su hijo, entre una niña pequeña y su amiga. Es algo que es diferente dependiendo de la persona, algo que solo el corazón sería capaz de explicar y entender, pero aun así para el mismo corazón el amor es complicado.
Cuando una persona se enamora, todo el mundo se vuelve una utopía, un verdadero sueño en la realidad.
A veces ese sentimiento desconocido es aterrador, y simplemente se puede hacer hasta lo imposible para que el amor desaparezca. Lamentablemente, nosotros no podemos tomar esa decisión.
Cuando te enamoras es inevitable sonreír cuando escuchas el nombre de esa persona. Es imposible no sentir los latidos del corazón cuando se está cerca. Es muy complicado pensar en cada pequeño detalle de esa persona especial y es mucho más complicado intentar ocultar el hecho de saber cada pequeño detalle de esa persona especial.
Es tan fantástico sentir una corriente eléctrica con el más mínimo rose. Sentir una calidez en las mejillas cuando esa persona dice algo relacionado con nosotros, es...
Maravilloso, esa es la palabra perfecta cuando sabes que el sentimiento puede ser o es correspondido.
Es como caminar en las nubes, rodeados de una atmósfera llena de felicidad y dicha.
El amor puede parecer algo tan fácil y complicado al mismo tiempo. Es algo muy difícil de encontrar y tan fácil de perder.
Es un sentimiento que simplemente no escogemos sentir, tampoco tenemos la libertad de escoger a quien amar o a quien nos debe amar.
Es un mal que no distingue entre lo bueno y lo malo y a la vez es una bendición concedida para llenar el corazón de gozo, ilusión y esperanza.
El amor entre pareja es algo tan complicado y peligroso, ya que puede ser confundido muchas veces. Sobrellevar un problema y, a veces, aceptar que en realidad no era amor, es una idea aterradora.
Pero también, puede ser simplemente una prueba para fortalecer ese bello lazo.
El amor es confianza y respeto.
En el amor, solo una gota de mentira basta para contaminar todo un mar de confianza.
El amor es cálido y reconfortante.
En el amor, ambas partes son importantes, con un solo desbalance todo puede irse a la ruina para siempre.
El amor es admiración y aprendizaje.
En el amor, las personas deben complementarse de una manera única, algo que los hará crecer como personas.
En el amor, nadie es más y nadie es menos.
El amor es comprensión.
En el amor, no siempre existirán acuerdos.
El amor no es perfecto.
En el amor, es imposible tener la relación perfecta, los altibajos siempre estarán ahí. Idealizar algo solo hará más daño.
Encontrar la perfección es imposible, y por más que queramos. El amor. Nunca será algo perfecto.
¿Qué es el amor?
Marc Anciel
Leí cada palabra detenidamente. Es increíble lo bello que escribe Marc. No importa cuantas veces vea su trabajo, siempre estaré encantado con su talento.
Su concepto sobre el amor en verdad es algo muy... Especial.
De alguna u otra forma logró hacerme sentir tan... tan... tan cautivado.
Me siento hechizado por sus palabras...
Tal y como el escribió... Se me es imposible sacarlo de mi mente al leer sus bellas palabras. Justo ahora me es difícil dejar de pensar en esos encantadores ojos de esmeralda.
Nunca lo diría en voz alta pero... Él me tenía embelesado con su belleza y completamente cautivado con su personalidad.
No podría soportar estar demasiado lejos de él... No, eso sí puedo hacerlo, lo que no soportaría es volver a verlo al lado de alguien más.
Matteo... ¿Cuál es la probabilidad de que la historia se repita?
No me arriesgaré a descubrirlo...
Necesito... Necesito buscar la forma de decirle lo que verdaderamente siento...
Temo... Tengo miedo de guardarlo y que cuando quiera expresarme ya sea demasiado tarde... No pasará otra vez.
Una semana después...
Me encontraba sentado en la cuarta o quinta fila de asientos del auditorio, lugar en donde se estaba desarrollando la presentación del trabajo colaborativo de las facultades de arte dramático y literatura.
-El amor es la llama más ardiente del sentir humano, y a la vez puede ser una cruel y fría ventisca de decepciones. Es algo tan inexplicable de explicar, algo tan complicado de expresar. Pero aun así, el amor siempre será y seguirá siendo lo más hermoso jamás vivido. Gracias.
Matteo hacía una reverencia mientras el poco público presente aplaudía.
-Joven Marchetti, joven Anciel. Su trabajo fue simplemente exquisito, no necesito contabilizar los puntos de los demás como para saber que ustedes ya obtuvieron la nota más alta.
Marc estaba muy alegre ante la reacción positiva de su maestra, quien no paraba de alagar el trabajo que hicieron. Debo admitirlo, salió increíble.
-Esperen noticias pronto, estoy segura de que esto puede traerles muchas oportunidades. Por ahora solo vayan a descansar y disfruten de su tarde. Gracias por la magnífica presentación.
Ambos le agradecieron a la mujer y comenzaron a caminar hacia la salida. Marc me miró con una sonrisa y yo tambien me apresuré a ir con él.
Cuando llegué a la salida unos momentos luego de que ellos se retiraron me vi obligado a ver una escena incómoda. No era algo incómodo para mi y no lo era mucho para Marc, pero si para Matteo.
Él le había pedido a Marc salir a "festejar" a una fiesta que se realizaría por las pequeñas vacaciones que nos dieron para la próxima semana. Lamentablemente Marc estaba intentando negar la invitación, lo logró pero lo hizo de una manera algo dura.
-Ya terminamos el trabajo... La verdad justo ahora, no veo la necesidad de estar juntos y mucho menos en una fiesta.
Esas palabras, hasta a mi me dolieron.
Matteo parecía no darse por vencido tan pronto y continuó insistiendo. Hasta que...
-Vamos Marc... Si deseas, puedes venir con tus amigos para no estar tan incómodo. Estoy seguro de que Nathaniel aceptará acompañarnos.
Me tenía que meter a mi...
Marc me miró con algo de pena, no parecía estar seguro de la idea y solo me miraba pidiendo ayuda.
-Lo consideraré, pero ya deja de insistir.
Matteo se tranquilizó con su repentina respuesta y luego solo se fue.
-Parece que en verdad quiere que vayas a la fiesta.
Comencé a hacer plática mientras caminábamos hacia la salida de la universidad. Ambos necesitábamos caminar por las calles de Londres justo ahora.
-Así parece... Sinceramente no deseo ir, no es como que las fiestas sean algo que yo disfrute.
-Comprendo eso... No juzgo a las personas que lo disfrutan pero yo no veo la necesidad de salir a beber e ir de fiesta cada que se pueda.
-Lo sé... Matteo dijo que le gustaba ir de fiesta de vez en cuando pero en verdad lucía muy entusiasmado esta vez...
-¿No será... su cumpleaños?
Dije sin pensar.
-No, su cumpleaños ya pasó, fue hace como un mes.
Me quedé en silencio ante la respuesta y continuamos caminando en silencio durante algunos minutos.
-Oye Nath... -levanté la mirada del suelo y lo vi a él- ¿Qué te pareció el monólogo?
Sonreí ante su pregunta, fue muy tonto de mi parte no haber dicho nada antes.
-¡Me encantó Marc! ambos hicieron un trabajo increíble... De alguna forma pienso que lograron explicar el amor de una manera impresionante. Te juro que había olvidado felicitarte, escribiste algo magnífico. ¡Eres tan talentoso!
-G-gracias Nath.
-No agradezcas, es la verdad. Tendrás un gran futuro como escritor.
-Futuro...
(...)
Nuevamente nos encontrábamos caminando cerca del río Támesis. Hace poco que el sol se había ocultado.
El cielo presentaba bellas tonalidades de violeta que poco a poco se degradaban hasta convertirse en azul. Las estrellas aparecían y la luna hacía presencia.
Es ahora o nunca...
-Marc...
-¿Hmm?
-Hace ya bastante tiempo me preguntaste cual fue mi primera impresión al conocerte.
-Sí, lo recuerdo pero... ¿Por qué lo mencionas tan repentinamente?
-Quiero responder esa pregunta... -respiré hondo y junte todo el valor que tenía- Recuerdo que cuando entraste por la puerta del salón de arte... Te veías tan nervioso por lo que podríamos llegar a pensar de tu trabajo. En verdad, justo en ese momento me resultaste alguien tierno y adorable, parecías... no sé... Y cuando viste mis dibujos te acercaste sin temor alguno y alagaste y apreciaste mi trabajo como nunca nadie lo había hecho.
Él parecía recordar ese día tan bien como yo, en verdad esta algo avergonzado.
-Luego... Sucedió lo que sucedió y yo... Marc -tomé sus manos y nos miramos el uno al otro- No tienes idea de cuanto me lamenté luego de haberte hecho daño. Me alegró mucho saber que estabas considerando trabajar conmigo y no dudé en tomar la oportunidad. El tiempo fue pasando y yo... Me fue imposible no notar todo de ti, cuando nos hicimos amigos, simplemente no podía dejar de admirarte. Eras una persona tan bella, con un corazón lleno de calidez y tenías un gran talento para escribir. Oh Marc... Con cada día que pasa no dejo de admirar tu maravilloso trabajo, no dejo de admirarte...
-Nath...
-Con el paso de los días yo... Solo... Un día no dejaste de rondar por mi mente, cada día solo rogaba por que llegara la hora de reunirme contigo. Mi corazón no dejaba de acelerarse cuando estabas junto a mi y me sonreías, sentía que estando contigo podría hacer cualquier cosa. Así paso... Gracias a ti estoy en la universidad de mis sueños junto a ti... El chico de mis sueños... Marc yo... Te juro que estaba tan... tan celoso cuando te veía junto a otros chicos. Siempre que intentaba acercarme simplemente algo me lo impedía y me arrepentía, pero ya no. No quiero que eso vuelva a pasar, no te volveré a perder...
Él me miraba con un brillo tan especial en sus ojos, apretaba mis manos con fuerza y pequeñas lágrimas se formaban. Con una de mis manos tomé su mejilla y comencé a acariciarla lentamente para continuar.
-Ha pasado tanto desde que quiero decirte esto... No sabía como hacerlo, pero... Todo lo que escribiste, todo tu trabajo en el monólogo me dio el valor para por fin decirte que eres alguien muy especial para mi... Cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo que estoy contigo es un sueño... Marc Anciel... Mi bello y dulce Marc... Tú... Tú me encantas. Marc... Me gustas... ¡Me gustas!
Las lágrimas no solo escaparon de sus ojos, tambien lo hicieron de los míos. Ambos nos mirábamos mientras llorábamos.
-Me gustas mucho Marc.
-Nath... No puede ser... Dime por favor que no es mentira, dime que no es un sueño o una broma.
-No lo es, lo juro...
Marc me abrazó con fuerza, se inclinó un poco y ocultó su rostro en mi pecho.
-Tú tambien me gustas Nath... Lo haces desde hace tanto... Me fue imposible no enamorarme de ti. Cada pequeño gesto, cada palabra, cualquier cosa que hiciéramos juntos era tan significativa para mi. Yo simplemente no pude evitar inspirarme en mis sentimientos hacia ti para escribir gran parte del monólogo... Cuando te conocí yo... Me sentí tan bien a tu lado... Me gustas mucho Nathaniel... Nunca me importó todo lo malo que pasó, nunca me importó que salieras con alguien más. Simplemente nunca puede dejar de sentir algo por ti.
-Oh Marc... Mi bello chico.
-Nath... Me he estado guardando esto por tanto tiempo... Yo... No sabes cuanto he querido hacer esto.
-Marc-...
Me fui interrumpido por el repentino contacto entre nuestros labios. Sería muy idiota de mi parte negarme a algo que yo tambien he querido hace tanto.
El movimiento entre nuestros labios era delicado y algo torpe, pero simplemente perfecto. Sus labios son tan suaves, tan cálidos y hermosos. El suave sabor a fresa sobre su belfo fue lo último que necesité para insistir con el contacto.
Era una pequeña y delicada danza, una que no podía ser más perfecta. Se sentía tan malditamente bien.
Él abrió con algo de temor la boca y fue el primero en intentar tener más contacto, eso me encantó. Le seguí el beso, ahora nuestras lenguas jugueteaban entre si, invadiendo la boca contraria.
El beso, nuestro beso, era más de lo que yo hubiera pedido. Tal vez nos estamos adelantando pero es imposible seguir conteniendo esto. Me siento tan bien sintiendo este calor.
No comprendo como pude aguantar tanto tiempo sin probar sus preciosos labios. No quiero que esto termine.
Luego de unos momento el enemigo llegó, la falta de aire nos invadió y obligó a separarnos.
Aun nos encontrábamos muy cerca, nuestras miradas conectadas. Ambos con rostros pintados de escarlata y con las respiraciones medianamente agitadas.
Mi corazón latía tan rápido, siento que explotará en cualquier momento.
Una vez un poco más tranquilos, nos volvimos a besar, esta vez fue un contacto más suave y tranquilo. Nos separamos a los pocos segundos y simplemente nos abrazamos.
-¿Quieres... quedarte a dormir conmigo?
Él volvió a ocultar su rostro en mi pecho y asintió.
Ambos caminamos hacia mi departamento tomados de las manos, no tardamos mucho en llegar.
No era la primera vez que Marc se quedaba a dormir, ya había pasado más de diez veces, pero esta vez sería diferente.
Ambos caminamos hacia mi habitación y él entró al clóset para cambiarse de ropa, pues ya había dejado unas cuantas de sus cosas aquí.
Clóset... Que ironía...
Una vez que él salió, yo entré a cambiarme. Al salir me encontré con una imagen algo tierna, él sostenía una libreta en sus manos y sonreía.
Me acerqué y me senté a su lado mirando el contenido de aquella libreta. Mierda... Es mi libreta. Él miraba con atención aquellos dibujos que había hecho de él.
-P-pue-do explicarlo...
Él me miró y comenzó a reír.
-No te preocupes Nath... No es como si yo no hubiera escrito algunas cosas sobre ti... Me gusta mucho que me hayas dibujado.
Ambos nos quedamos hablando durante casi dos horas, el sueño nos estaba venciendo hasta que llegó.
-Antes de dormir... Yo necesito saber algo... -sus ojos amenazaban con cerrarse así que contesté de inmediato.
-¿Qué ocurre?
-Lo que pasó en la tarde... -sentí mi corazón acelerarse.
-¿Pasa algo?¿te arrepientes?¿no te gustó?
-No, no es eso -rió un poco- es solo que... ¿Qué se supone que somos?¿amigos... amigos con derechos?
-Creo que es una pregunta algo tonta -interrumpí- aunque hubiera sido interesante que tan bello chico fuera mi amigo con derechos... Yo creo que somos pareja, somos novios.
-No me lo pediste... -dijo una vez más con el sueño a punto de dominarlo.
-Entonces lo haré ahora.
Me senté y tomé sus manos, podía notar como él luchaba por no cerrar sus ojos.
-Marc Anciel... ¿Me harías el gran honor de dejarme ser tu novio, pareja o como prefieras decirle a nuestra futura relación amorosa?
Escuché su bella risa, tan leve y delicada. Me usó para levantarse y me abrazó.
-Claro que acepto, tomatito -volvió a reír- y antes de que caiga...
Se separó del abrazo y me robó un pequeño beso, luego solo cayó sobre la almohada y cerró sus bellos ojos.
Marc fue el primero en rendirse ante el sueño. Se recostó y acurrucó junto a mi... Esto es algo apresurado pero me importa un comino.
Me recosté mirándolo, se ve tan bello durmiendo. Cerré mis ojos y me quedé con esa imagen, sus palabras y su tierno gesto. Todo dominó mis pensamientos hasta ser vencido por el sueño tambien.
Al día siguiente...
Desperté comprobé que todo lo vivido no había sido un sueño. Marc se encontraba nuevamente con mi libreta entre sus manos, tenía una hermosa sonrisa decorando su rostro, sus ojos brillaban como nunca y su cabello despeinado lo hacía ver adorable.
De pronto dejó de lado la libreta y tomó su celular, esta vez luciendo algo preocupado.
-13 llamadas perdidas de Matteo -susurró.
Aun no se había dado cuenta de que había despertado.
-Marc... -él dio un pequeño saltito en su lugar al escuchar mi voz, solo me miró y sonrió- Te quiero~
Una vez más había logrado que se sonrojara.
-Yo tambien te quiero Nathaniel.
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