siete.
Josh y yo nos detuvimos al llegar a la puerta de mi apartamento, giré para observarlo e inevitablemente, ambos sonreímos tal como habíamos hecho la noche entera.
—¿Te gustaría pasar?
Pregunté un tanto insegura, definitivamente no queriendo ser quien terminara con la cita. Él, por su parte, suspiró para mirar la puerta y regresar su mirada a mí.
—Me encantaría... pero creo que es un poco tarde y no quisiera molestar a tus padres.
Asentí. La realidad era que no habíamos seguido la orden de Shawn y nos habíamos quedado en el lugar de karaoke hasta que este cerró y, ¿cómo no hacerlo? Estábamos pasando la mejor noche de nuestras vidas.
—Sé que ya lo dije pero —siguió—. Fue una noche increíble.
Sonreí—. Sí, definitivamente lo fue.
Josh me devolvió aquella sonrisa, pero luego de un par de segundos de puro silencio y solo sonrisas, la suya se desvaneció como si algo no terminara de cerrar en su cabeza lo cual solo hizo que la confusión creciera en mí.
—Quiero hacer las cosas bien, Maya, así que tengo que decirlo... —confesó haciéndome fruncir el ceño—. No pude evitar notar que al momento en que Lucas entró al lugar algo cambió en ti y me gustaría saber si hay algo que debería saber.
Bajé mi mirada un tanto avergonzada. Realmente estaba pasándola increíble con Josh, obviamente era un chico maravilloso y claramente me gustaba, y más importante que eso, él tenía razón, necesitábamos hacer las cosas bien y si de verdad quería que supiera que había madurado, necesitaba ser honesta con él, porque sabía que había sido más que obvio que al apenas ver a Lucas llegar había comenzado a actuar diferente.
—Hace una semana Lucas y yo casi nos besamos.
Confesé volviendo a mirarlo a los ojos pero fue él quien apartó estos de los míos ante mis palabras, como si hubiera esperado que dijera cualquier cosa menos lo que había dicho.
—¿Es por eso que actuó de esa manera el otro día en Hunter's? —preguntó luego de una larga pausa a lo que asentí.
—Sí, pero fue él quien intentó besarme. Te prometo que nada ha pasado entre nosotros luego de eso y acordamos que fue todo un error así que... —me apresuré a aclarar.
—Maya —me interrumpió en un tono suave—. Está todo bien.
—¿Lo está? —fruncí el ceño de nuevo y él dejó escapar una pequeña risita.
—Hace una semana nada había pasado entre nosotros así que sí —respondió—. Pero luego de que me dijiste esto necesito preguntarlo... ¿sientes algo por él?
No sé exactamente porqué pero mis ojos se cristalizaron ante la pregunta de Josh. Quizá porque sentí que podía perderlo luego de haber sido honesta con él y eso era lo último que quería que pasara.
Negué—. No. Pensé que sí pero ahora sé que solo estaba confundida. Tú eres el único chico que me gusta, Josh.
Josh suspiró nuevamente y acortó distancia conmigo, suficiente para posar sus manos sobre mi rostro y limpiar una lágrima que de algún modo había salido de un ojo, obligándome a mirarlo directamente a los suyos.
—Tú también me gustas, Maya y realmente aprecio que seas honesta conmigo.
Sonrió sinceramente bajando sus manos de mi rostro a mi cuello y, con su mirada aun unida a la mía, se aproximó a mí de nuevo haciéndome sentir un escalofrío recorrerme el cuerpo entero pensando que, esta vez sí pasaría, que la tercera sería la vencida, inevitablemente forzándome a cerrar mis ojos.
Sin embargo, en vez de apartarse o huir del lugar, sus labios pasaron junto a los míos hasta posarse sobre la comisura de mis labios, depositando un beso en esta.
Tomó distancia y no pude evitar mostrar un rostro confundido al abrir mis ojos y él apartar sus manos de mi cuello.
—No te preocupes, será pronto solo que... no creo que este sea el lugar ni el momento para eso.
Aclaró de nuevo al claramente notar la decepción en mi rostro. Esta no era la primera vez que pensaba que sería besada pero definitivamente era la primera vez que deseaba con todas mis fuerzas que en verdad hubiera sucedido.
—Eso no cambia lo que siento por ti, recuerda que apostamos por el juego a largo tiempo.
Rodé mis ojos dibujando otra sonrisa en mi rostro y él imitó mi acción. Bueno, quizá no fue mi primer beso pero sabía que este se acercaba.
—Bueno, saluda a tu madre y a Shawn de mi parte.
—Lo haré.
—Espero que podamos repetirlo pronto.
—Eso es seguro —continué, aun no queriendo ser quien terminara con la noche.
—Buenas noches, pequeño hurón.
—Buenas noches, Josh.
Me miró por última vez antes de comenzar a caminar por el pasillo y oficialmente dando fin a la que definitivamente se había convertido en la mejor noche de mi vida.
•••
Cerré la puerta de mi apartamento soltando un profundo suspiro que de algún modo logré contener aquellos últimos minutos en los que Josh y yo nos despedimos. Cerré ahora mis ojos permitiendo que una enorme sonrisa cubriera mi rostro. Esta sin lugar a dudas había sido una...
—¿Gran noche?
Me sobresalté aterrada al escuchar la voz de mi madre en la oscuridad de la cocina ya que pensaba que ambos estarían profundamente dormidos para ahora.
—Dios, mamá, casi me matas del susto —murmuré recuperando el aliento.
—Lo lamento, mi amor, no fue mi intención hacerlo.
—¿Qué haces despierta? —cuestioné caminando hasta llegar a su lado.
—Es-Estaba un poco ansiosa por ti que no podía dormir así que decidí bajar y prepararme una taza de chocolate caliente, ¿quieres una?
—Claro.
Solté una corta risa despojándome de mi abrigo y colocándolo en una silla mientras que yo tomé asiento en otra a medida que mi mamá terminaba el chocolate caliente entregándome una taza y tomando asiento a un lado mío.
—Así que, ¿no podías dormir pero Shawn sí?
—Oh, le puse una píldora para dormir en su té o de otro modo sabía que no me dejaría dormir... ahora pienso que debí hacer lo mismo con el mío.
Confesó tomando un sorbo de su chocolate haciéndome fruncir el ceño un tanto asustada, ¿realmente me había confesado haber drogado a mi papá? Sip, ella definitivamente era mi madre.
—Y bien... a juzgar por la sonrisa en tu rostro al entrar podría apostar que pasaste una gran noche, ¿cómo estuvo mi amor?
Preguntó y de nuevo, aquella misma enorme y brillante sonrisa fue dibujada en mi rostro, me sentía como Riley sonriendo tanto como lo estaba haciendo y definitivamente lo amaba. Ahora entendía porque le gustaba sonreír tanto.
—Fue increíble, ma. No sabía que se podía sentir tanto por una persona, es demasiado que ni siquiera lo puedo describir... pero se siente maravilloso.
Mi mamá sonrió también—. Estoy tan feliz por ti, mi amor —tomó mi mano—. Y sé que es un Matthews y que parece ser un buen chico, pero soy tu mamá, él es un universitario y necesito preguntarlo... ¿te trató bien?
—Sí, es el chico más bueno del mundo, mamá.
En definitiva lo era. Lo supe desde el primer momento y hoy lo confirmé. No existía un chico más perfecto que Josh.
—Muy bien, porque eres joven, mi amor y necesitas cuidarte...
Inició y no pude evitar denotar un rostro de disgusto puro, ella no podía estar hablándome de esto ahora. Primero Riley, luego ella.
—¡Mamá!
—No hablo de eso, aunque nunca es suficiente para...
—Mamá —supliqué de nuevo.
—Lo que quiero decir es que tienes dieciséis, mi amor, aun estás muy chica y estás aprendiendo a controlar estos sentimientos que apenas descubriste. Él tiene diecinueve, él ya pasó por esto y solo no quiero que te vaya a herir de algún modo.
Entendía el porqué de la preocupación de mi mamá pero no podía siquiera imaginar un mundo donde Josh pudiera lastimarme. Incluso cuando no gustaba de mí, aun se preocupaba por mí.
—No tienes nada de que preocuparte mamá, en serio es un gran chico.
—Lo sé, solo me gustaría que pudieras estar feliz siempre.
—No podría imaginar esta noche siendo más perfecta... y estoy realmente feliz.
—Entonces eso es todo lo que importa.
Sonrió y le devolví aquella sonrisa.
Mi mamá tenía razón, quizá aun estaba aprendiendo a controlar mis sentimientos, es por eso que no lograba entender algunas cosas que había hecho hasta ahora. Quizá es por eso que a pesar de estar feliz como nunca antes, muy en el fondo mío, tenía un sentimiento extraño, ese mismo sentimiento que había estado dentro de mí desde que había visto a Lucas llegar con esa chica. ¿Él habrá sentido lo mismo el día que nos había visto con Josh y es por eso que actuó de esa manera?
•••
—¿Tienes tus notas?
Preguntó Lucas obligándome a levantar la mirada ya que me había mantenido bastante ocupada en el libro con la intención de evitar cualquier conversación posible entre nosotros.
Por mucho que quisiera haber evitado este momento, tarde o temprano tendría que suceder, Lucas y yo éramos compañeros en el estúpido proyecto de historia y como fui yo quien evitó nuestra sesión de estudio ayer, no pude cancelar esta hoy y era ese el motivo por el cual nos hallábamos hoy sentados uno al lado del otro en Hunter's.
Bufé y arranqué la página de mi cuaderno donde había anotado el resumen de uno de los capítulos en los que se suponía que debíamos trabajar, para entregársela sin decir una sola palabra.
—Gracias.
Simplemente dijo sin siquiera mirarme. Continué escribiendo las notas del siguiente capítulo mientras que él comenzó a pasar mis notas a su computadora donde se hallaba trabajando en la presentación del proyecto.
Bueno, al menos encontramos un modo de triunfar en clase de historia: estar furiosos.
El sonido de un mensaje en mi celular me hizo apartar la mirada del libro por primera vez para enfocarlo en este que se hallaba junto a la computadora de Lucas, volviéndole imposible no mirarlo, percatándose de quién era la persona que me había mensajeado incluso antes de que yo pudiera hacerlo.
Lo tomé y maldije internamente al leer el nombre de la persona que me acababa de mensajear: Josh.
No me malinterpreten: estaba emocionada que Josh me estuviera escribiendo, no solo porque logró que sonriera en medio de mi miseria, sino porque aquello significaba que estaba pensando en mí del mismo modo que yo estaba pensando en él. Sin embargo, ahora Lucas sabía eso.
—¿Así que ahora se mensajean?
Soltó Lucas justo al terminar de escribir mi mensaje para Josh, aun sin dirigirme la mirada.
—No quiero hablar contigo de Josh —respondí devolviendo mi celular al lugar en el que se hallaba antes, de igual forma, sin molestarme en dirigirle la mirada.
—Solo estoy haciendo conversación... realmente no me importa.
Replicó aun escribiendo en su computadora y sus palabras me obligaron a mirarlo por primera vez. ¿En verdad había dicho que no le importaba? Sí... no lo creía.
—Oh, ¿no lo hace? —pregunté en un tono burlón.
—¿Qué se supone que significa eso?
Replicó de nuevo y por primera vez, giró para observarme, frunciendo el ceño como si no supiera a lo que me refería. Por favor.
—No lo sé, dime tú, tú eres quien primero hizo todo un drama al vernos juntos por primera vez y luego te presentaste exactamente en el mismo lugar, exactamente a la misma hora en la que nosotros estábamos ahí con quien-sabe-quién.
—Primero que nada, se llama Ellie y es mi amiga de detención —aclaró como si aquello fuera lo más importante de todo—. Segundo, ¿en verdad crees que fui hasta ahí solo para que pudieras verme con ella?
—No lo sé, dime tú... ¿por qué de todos los lugares de Nueva York fuiste a ese en específico?
—Ella lo sugirió y dije que sí porque si recuerdas que no soy de Nueva York, ¿cierto?
Por favor, había vivido aquí por más de cuatro años ya, era más neoyorquino que los Yankees.
—Era viernes por la noche, estaba aburrido en mi habitación, le llamé a Farkle pero estaba camino al cine con Smackle y no tenía ganas de ser mal tercio así que le llamé a Ellie y resulta ser que ella era la única amiga que tenía que no tenía planes, ella sugirió ese lugar y fuimos, créeme, estaba igual de sorprendido que tú de verte ahí.
Como si fuera a creerme aquel cuento. Farkle no era su único amigo, ¿qué había de Zay? Él quería pasar tiempo con todos nosotros así que, ¿por qué no llamarlo y pasar tiempo con el chico que solía ser su mejor amigo? ¿Qué había de Yogi? ¿Billy Ross? ¿O incluso Charlie Gardner?
—Sí, definitivamente lucías así.
Dije rodando mis ojos e intentando concentrarme en el libro nuevamente pero apenas y pude dar un parpadeo antes que Lucas continuara hablando.
—Y qué... ¿crees que hackeé tu celular? ¿Te stalkeé en redes sociales? ¿Te seguí hasta ese lugar solo para que pudieras verme con Ellie porque qué... quería darte celos o algo?
Sip, es exactamente lo que creía que había hecho. Había llegado horas después de que Josh publicara aquella fotografía de nosotros juntos, suficiente para que él pudiera crear ese estúpido plan solo para ponerme celosa. Aunque sonara demente.
—No lo sé... ¿lo hiciste? —él rodó sus ojos ante mi pregunta.
—Sabes qué, estábamos mejor sin hablar y aun nos queda medio proyecto por hacer así que, ¿por qué no volvemos a cómo estábamos antes?
Pidió para comenzar a escribir de vuelta en su computadora apartando su mirada de mí. Tenía razón. Definitivamente si queríamos terminar con este estúpido proyecto necesitábamos cerrar la boca.
No obstante, acaba de confirmarme lo que había pensado al verlo entrar a ese lugar: quería darme celos con esa chica. Era venganza por el otro día en Hunter's con Josh y eso me enfurecía.
Pero lo que me molestaba en serio era que verlo con esa chica me afectaba de algún modo. En definitiva no eran celos, es decir, ¿por qué demonios me pondría celosa cuando estaba con un chico perfecto como Josh? Pero, si no era aquello, ¿entonces por qué me molestaba tanto?
•••
—Y... ¿qué tal?
Josh inquirió mientras me daba una cucharada de su helado luego de burlarme de él desde el momento que había ordenado este.
Sip, estaba pasando, Josh y yo estábamos ahora en nuestra segunda cita.
Afortunadamente, Lucas y yo logramos finalizar el estúpido proyecto de historia horas luego de que acordáramos dejar de hablar, dejándome el domingo entero para mí y hallé el modo perfecto de pasarlo: con Josh.
—No puede no gustarte. Es el mejor helado del mundo.
—No está mal —respondí—. Pero no confío en helados que tienen más de de tres palabras en su nombre... ¿helado de caramelo salado y brownie con chispas de chocolate amargo?
—Definitivamente mejor que helado de vainilla, ¿podías haber elegido un sabor más aburrido?
—No es aburrido, es solo que... me gustan las cosas simples. Además, es el más barato así que no me duele hacer esto...
Dije y antes que pudiera notarlo, mi cono se hallaba en su boca haciendo abrir esta en asombro logrando que suelte en carcajadas y no pasó mucho antes que se me uniera.
—Ahora tienes que tener cuidado, pequeño hurón.
Soltó limpiando su boca y dejé escapar una risita más que prontamente se silenció al momento en que mis ojos se enfocaron en el mural frente a nosotros e inevitablemente, solté una bocanada de aire contemplando esta.
—¿Estás bien? —cuestionó Josh un tanto preocupado por mi repentina reacción.
—Sí —murmuré girando para observarlo—. Es-Estaba muy concentrada en nuestra charla que no noté que nos dirigíamos aquí.
—¿Vienes seguido a este parque?
Solté otra corta y silenciosa risa ante la pregunta de Josh y sin dudarlo, caminé hasta el banco para tomar asiento y Josh, sin cuestionar nada, me siguió e imitó mi acción.
¿Qué si venía seguido al Parque Christopher? Sí, casi todos los días desde que tenía memoria. Había pasado un tiempo desde que lo había visitado por última vez.
—Solía pasar mucho tiempo aquí cuando era muy pequeña. Está cerca de mi viejo apartamento —una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro—. Dejé de venir hace un tiempo.
—¿Y eso? —frunció su ceño—. Es un parque muy lindo.
—La última vez que estuve aquí fui detenida por la policía.
—¿Qué? —exclamó atónito—. ¿Te detuvo la policía, Maya? ¿Cuando?
—Hace casi un año.
—¿Pero qué fue lo que hiciste?
—Eso.
Apunté al mural frente a nosotros haciendo que Josh levante la mirada para observarlo. Lo aprendí esa noche: clave de Nueva York 145. Vandalismo.
Josh lo miró detenidamente antes de que su mirada regresara a mí como si no creyera lo que recién le había confesado.
—T-Tú... ¿tú hiciste eso?
—Esperanza —asentí—. Algo que solía pensar no existía. Ya no más. La vida me probó que estaba equivocada.
—No puedo creerlo —soltó en un hilo de voz—. Vengo aquí todo el tiempo. Recuerdo el día que vine y vi este mural por primera vez y pensé que la persona que lo había hecho debía ser un gran artista o un activista tratando de hacerse escuchar.
—Bueno... no sé si soy una gran artista y definitivamente no soy una activista pero sí que quería hacerme escuchar.
—¿Y qué intentabas decir?
—Hice esto cuando me encontré a mí misma. No a la vieja Maya... a la verdadera Maya, la Maya que soy hoy. Recuerdo que al estar haciéndolo solo podía pensar en cómo hubiera sido mi vida de no ser por Riley, por tu familia, por mis amigos... y quería que la gente supiera que hay esperanza para todos, hay esperanza en este mundo aunque a veces no lo pareciera. Ahora tengo esperanza por muchas cosas que no tenía antes.
—Este parque es un símbolo de la esperanza, ¿lo sabías?
Asentí—. Lo sé. Representa a una comunidad que siempre me ha inspirado.
—Son valientes y resilientes como tú. Son dos cosas que siempre me han gustado de ti.
Era la primera vez que lo escuchaba decirme algo así. ¿Siempre le han? ¿Eso significaba que siempre se había fijado en mí incluso cuando pensaba que no?
—¿Qué más te gusta de mí? —pregunté realmente intrigada—. Es decir, te he dicho lo que me gusta de ti pero... ¿qué es lo que te gusta a ti de mí?
—¿En serio quieres saber? —asentí y él suspiró—. Obviamente tienes un gran sentido del humor, no sé como pero siempre consigues hacer a la gente sonreír —inevitablemente sonreí—. Tienes el más grande sentido de empatía que he visto en mi vida que incluso cambiaste quien eras por tu mejor amiga, solo para que pudieras protegerla —mi sonrisa lentamente se esfumó recordando lo que eso me hizo hacer—. Eres la amiga más leal que alguien pudiera tener y aunque intentes ocultarlo... siempre buscas la manera de verle el lado bueno a las cosas.
—Eso es culpa de Dorothy —ambos reímos—. Ahora sé que Riley también tiene su propia Maya en su cabeza.
—Las personas cambian a las personas —soltó y fruncí mi ceño ante él causando que riera de nuevo—. Es mi hermano. Tuve todas sus lecciones gratis mientras crecía.
Reí un poco de nuevo. Él tenía razón. También había asistido a la misma escuela que nosotros: las lecciones de vida de Cory Matthews, quizá ese era el motivo por el que él actuaba siempre tan maduro. Él tenía mi misma edad cuando comenzó a gustarme y no creía ser ahora lo suficiente madura como él aparentaba serlo en ese entonces. Supongo que es por eso que insistió tanto en que debíamos apostar por el juego a largo tiempo. Supongo que no estaba lista entonces pero realmente creía estarlo ahora.
—Agradezco que tengas esperanza ahora, Maya —volvió a hablar—. Porque si no fuese por eso no estaríamos aquí ahora y no podría hacer esto...
Fruncí mi ceño ante sus palabras sin saber a qué se refería pero, antes que pudiera reaccionar o algo, lo vi. Lo vi acortando distancia conmigo suficiente para que nuestros rostros se hallaran solo a centímetros de distancia y por primera vez, no sentí escalofríos recorrer mi cuerpo, lo único que pude sentir fue el tiempo detenerse porque muy dentro de mí sabía que esta vez sí pasaría.
Y pasó.
Ocurrió. Sus labios lentamente tocaron los míos. Me besó y no pasó mucho para que le correspondiera el beso. Lo estaba besando. No más casi besos, este realmente estaba sucediendo: mi primer beso.
Y era más que perfecto.
••••
Mi corazón Joshaya está completo y es feliz, no sé el suyo qué tal.
-valeequi.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top