Capítulo 9

—Muy bien Desdentao, quieto.

Me he llevado a Desdentao al bosque para probarle su nueva cola, después de dos días y medio de trabajo en la fragua y por supuesto, las tareas de la aldea también han requerido de mi presencia. Tengo que ver si tengo que hacerle a la nueva cola algunos arreglos.

Le quito la vieja cola roja, dejándola a un lado y le coloco la nueva. Le ajusto el cinturón, la amarro con fuerza y despliego la aleta para ver si es funcional.

—Parece que las medidas que te tomé aquella vez, me han servido de mucho.

Desdentao salta de la alegría moviendo la cola y sin querer sale volando. Se deprime al ver que se ha caído. Yo le acaricio la cabeza.

—No te preocupes campeón. Solo hay que hacerle algunos ajustes y pronto podrás volar.

Desdentao saca la lengua y me lame la cara. Me quito su saliva como puedo, con la manga de mi túnica.

—Ugh, ¿cuándo vas a dejar de hacer eso?

Lo digo riendo, y Desdentao suelta una risilla a su modo.

Desdentao se sobresalta y yo también cuando escuchamos unos pasos venir de entre los árboles. Esperamos un segundo y vemos a Astrid salir detrás de uno de ellos con la cola en la mano. Desdentao se relaja y se pone contento al ver a Astrid.

—Vaya, venía a buscarte cuándo he visto esto tirado a un lado. ¿No le gusta la cola?

Se acerca más a nosotros y mientras lo hace, su pelo limpio y dorado se mueve con sus andares. Deja la cola en el suelo y acaricia la cabeza de Desdentao. Por el amor de Thor, por qué me distrae tan fácilmente. Reacciono y contesto a su pregunta.

—Oh bueno, en realidad sí que le gusta. Sólo tengo que darle algunos retoques.

—Menos mal. Espero que pronto consiga su deseo.

—Y yo.

Me quedo pensando por un segundo. ¿Estaré preparado para dejarlo volar solo? Siempre le ha gustado volar conmigo y ahora... ¿Cambiarán las cosas ahora que la furia diurna ha aparecido? Me da miedo pensarlo.

Astrid me saca de mis pensamientos poniéndome una mano en el hombro.

—Hipo, estás raro ¿qué te ocurre?

Intento disimular para no preocuparla.

—No lo estoy. Estoy bien, de verdad.

Astrid se cruza de brazos.

—Te conozco perfectamente. Sé que estabas dándole vueltas a algo.

Suspiro y para esquivar un poco el tema, cojo la cola de siempre de Desdentao y se la pongo otra vez.

—Hipo, mírame.

Me incorporo y lo hago. Astrid me acuna la cara entre las palmas de sus manos. Yo me inclino hacia su mano izquierda. No me había dado cuenta de que estaba tan cansado. Debo de estar hecho un asco. Mi madre ya me lo dijo el otro día.

Me abrazo a Astrid descansando la cabeza en su hombro. Cierro los ojos por unos momentos y me relajo con la calidez que desprende su cuerpo. Ella me envuelve la espalda con sus brazos y me acaricia la cabeza.

Necesitaba un momento de tranquilidad. El dulce olor del pelo de Astrid hace que me entre sueño. Se está tan bien aquí.

Casi estoy por quedarme dormido cuando Astrid me dice algo.

—Necesitas descansar. He venido para decirte que me encargaré de las tareas pendientes mientras descansas.

Me separo del abrazo para mirarla.

—No hace falta que hagas nada en serio...

—Sí que lo voy a hacer porque soy tu prometida y me preocupo por ti. Así que, deja un momento la cola de Desdentao y vete a dormir y a lavarte.

Siento una pizca de orgullo y emoción cuando la escucho decir que es mi prometida. Pruebo a tomarle el pelo.

—¿Mi prometida está insinuando que huelo mal? —le dedico una sonrisa divertida.

—Bueno, tu olor siempre me ha gustado y parece que está desapareciendo, porque no hueles precisamente a hierbas. —se sonroja un poco mientras finge ser indiferente a la conversación.

—Ah, ¿con qué esas tenemos eh?

La cojo por la cadera, la pego a mí y restriego mi cara por la suya haciéndole reír aún más. Intenta apartarme de ella.

—Hipo, para. Pinchas un poco. Y además estás llenándome de babas.

Vuelvo a reír más fuerte y despego mi cara de la suya.

—Ahora tendrás que lavarte tú también.

Se sonroja y finge estar indignada.

Llevo mis labios a su cuello, ahora descubierto, inconscientemente. Le doy un beso y ella suelta un suspiro. Me gusta su reacción. Le doy algunos más hasta que siento que tira de mí para alejarme.

Le miro la cara y está muy roja. Mierda, ¿le he hecho sentir incómoda?

—Lo digo en serio, vete a dormir. Yo te sustituyo durante lo que queda de día. —dice rápidamente mientras se aleja por dónde ha venido antes.

Dejándome confuso, miro a Desdentao.

—¿He hecho algo mal? —pregunto refiriéndome a Astrid.

Desdentao gruñe mientras huele la cola nueva.

—Lo siento campeón. Te prometo que la terminaré mañana.

Después de dormir desde el mediodía hasta por la noche, me siento mucho mejor y con más energía. También he tomado un baño, ya me hacía falta.

Me dirijo para cenar a la Gran Sala con Desdentao. Entro y veo a los chicos sentados donde siempre, incluida Astrid, que está hablando con mi madre. Espero que ya se le haya pasado lo de antes, fuese lo que fuese.

—Hola, chicos.

Astrid y mi madre me miran. Los demás siguen comiendo y charlando.

—Hola hijo, te veo muy bien.

—Gracias, la verdad es que si que me hacía falta un buen descanso y un buen baño.

Me siento al lado de Astrid y ella se aleja un poco. Ya no huelo mal, para que me rehuya.

—Astrid, ¿ha pasado algo?

Ella me mira de reojo, parece un poco nerviosa.

—No, todo ha ido genial. He ayudado en la fragua con los encargos, he ayudado a algunas familias con algunos recados y he arreglado los tejados de los establos de los dragones.

No me refería a eso. Pero se lo agradezco de todas formas.

—Gracias por hacerlo por mí. —le doy un beso en la mejilla y pongo mi mano sobre la suya.

—No tienes que agradecérmelo, sabes que estoy para todo lo que necesites. —ella me sonríe, mientras termina de comer con la otra mano que tiene libre. Yo me quedo embobado mirándola durante un rato.

Salgo de mi trance cuando miro a mi madre y ella me sonríe, Patán y Patapez también se han quedado mirándome.

—¿Qué pasa? —les digo, llamando también la atención de Astrid.

—Un poco más y te la comes. —dice Patán.

Me ruborizo levemente y dejo ir la mano de Astrid. Ella me mira sin saber de que estamos hablando.

—Eres un idiota Patán. —digo sin poder evitarlo.

—Ya lo sé. No hace falta que me lo recuerden.

—No, sí que hace falta. —dice Patapez mientras termina de darle de comer al mismo bebé que llevo a la batalla y que se supone que es de Barrilete.

Patán se cruza de brazos indignado.

—¿Me he perdido algo? —dice Eret que acaba de llegar y se sienta en la mesa con su comida.

—Sí, Hipo casi se come a Astrid. —suelta Chusco.

No sabía que ellos también estaban mirándome y escuchando la conversación. Me sonrojo todavía más si es posible.

—Eso sería algo digno de ver.

—Ya te digo hermana, canibalismo de primera.

Astrid se ha puesto igual o peor que yo de roja. Se levanta de la mesa. Me mira por un momento.

—Nos vemos mañana. Buenas noches.

Me da un beso rápido en la mejilla y se va, saliendo con tormenta de la Gran Sala.

—Gracias por hacerme pasar un momento incómodo.

—De nada, querido jefe. Nosotros nos vamos al sobre que estamos cansados.

Los gemelos se van, mientras ríen.

—Hijo, no tienes por qué avergonzarte. Todos sabemos que la quieres. Es normal.

Me siento un poco incómodo.

—Ya lo sé, pero no es sólo eso. Todos esperan que nos casemos. Y cada vez que estamos en público, nos hace sentir incómodos.

—Oh bueno, no tenéis por qué sentiros así. Que hablen lo que quieran. Ya llegará cuando estéis listos. —dice Eret.

Mi madre asiente.

—Pues como esperéis más, os va a salir canas y ya no podréis tener hijos.

—¡Patán! —suelta Patapez mientras se sonroja.

—Es la verdad. No tendrás muchas ganas de hacer...

Lo corto antes de que vaya a más. No sé por qué ha salido este asunto de repente.

—Podemos dejar el asunto por favor.

—Claro. —dice mi madre que también se ha puesto incómoda.

Volvemos a nuestra comida y yo trato de relajarme.

—Bueno chicos, me voy que mi querido tiene sueño. Buenas noches.

Patapez se va con el bebé y con Barrilete. Ahora solo quedamos mamá, Patán, Eret y yo.

—¿De verdad qué no habéis hecho nada todavía?

Me frustro ya, por el descaro de Patán. Está claro que no hemos hecho nada. Y no se lo pienso decir. Además que hasta que no podemos llegar a nada extremo hasta que no nos casemos. Lo sabe perfectamente y lo hace para frustrarme.

—Patán déjalo ya. —dice Eret.

—Vale, vale, sólo tenía curiosidad. Me voy a casa. Hasta mañana.

Lo sigo con una mirada de pocos amigos hasta que sale fuera con Garfios.

—Hijo, no hagas caso a lo que te diga Patán.

—Intento ignorarlo como he hecho la mayor parte de mi vida.

Mi madre y Eret ríen. Yo sonrío también a mi comentario.

—Bueno mamá, me voy a casa. Aunque haya dormido toda la tarde, todavía tengo algo de sueño.

—Vale, está bien. Descansa todo lo que puedas.

—Nos vemos en casa.

—Claro.

Me levanto de la mesa y hago un ademán a Desdentao para que me siga.

—Adiós Eret.

—Hasta mañana jefe.

Salgo de la Gran Sala y nos dirijamos a casa. Espero que Astrid no se haya enfadado conmigo por lo que ha pasado. Ella no se suele enfadar por tonterías. Además que ya sabe de sobra cómo son los gemelos y Patán.

Cuando estoy a unos pasos de la puerta de casa, escucho un ruido proveniente de dentro.

Desdentao y yo nos quedamos quietos. Saco mi espada de fuego, que gracias a Odín llevo conmigo, y me dispongo a entrar en casa.

~~~

¡Hasta aquí llegó el capítulo! Creo que es uno de los más largos que he escrito 🙈 Espero que los hayáis disfrutado, pronto viene lo interesante....

Os recuerdo que esta es mi versión de la tercera peli, obviamente 💁🏼‍♀️ ya que hay cosas que Dean Deblois, el director, no pondría ni en broma jajaja como por ejemplo, tanto Hiccstrid o alusiones al contacto íntimo, diciéndolo con otras palabras... 😂

Bueno, os vuelvo a dar las gracias a los que leéis mis historias y a los que me seguís ❤️

Antes de acabar, quería preguntaros sobre los One-Shots de Hiccstrid que os mencioné 🌚 ¿queréis que empiece a subir capítulos antes de que se estrene la peli en Estados Unidos el 22 de febrero, o después de que se estrene para evitar los daños colaterales por SPOILERS? 😜 Porque obviamente para hacerlo tendré que poner uno o dos spoilers que he visto por ahí, ya que quiero ser lo más fiel posible a la historia 😉 ya me decís 😘

Nos leemos, a ser más posible, la semana que viene durante el finde x

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