28
El viejo Florián hacía más de veinte minutos que me había dejado sentado en una silla muy incómoda dentro de una habitación blanca, que daba dolor de cabeza de la claridad que tenía.
Me encontraba encerrado en esta sala. ¿Cómo lo sabía? Estaba cada dos segundos levantándome de la incómoda silla y dando vueltas por el espacio reducido que tenía, y siempre que llegaba a la puerta la intentaba abrirla y eso que era consciente de que estaba sellada.
—¿Cuánto tiempo me van a dejar aquí? ¡Me estoy agobiando! —parezco un loco hablando conmigo mismo en voz alta.
No se cómo logran que no se abra la puerta si no hay cerradura para que una llave cierre el cuartucho.
Aunque quizás con estas modernidades de hoy en día, usan una tarjeta como llave. Seguramente sea lo más probable.
En cuanto pongo de nuevo mi culo toca la silla, la puerta blanca se abre dejándome ver a Aleksy, Bogdan y Eunika.
Intento levantarme de nuevo pero algo no me deja, miro a mis manos y las tengo atadas a los posa brazos de la silla en la que me encuentro.
—¿Cómo te encuentras "querido amigo"? —cuando pueda librarme se llevara una paliza por esto. ¡Este gran idiota! — ¿Cómodo? —se burla poniéndose delante de mí.
—¿Qué tal te sentó la siesta? —le sonrió de oreja a oreja, mientras intento colocarme mejor.
—Mejor de lo que te va a sentar a ti quedarte ahí sentado como un intruso.
—Eso es lo que soy, aparte de estar como un rehén aquí. ¿Qué pensáis hacerme? ¿Matarme? ¿Sacarme información? Y si es así, ¿de dónde? Si mal no recuerdo, yo en estos momentos no me acuerdo de absolutamente nada, es como si hubiera perdido la memoria.
—No te subestimes a ti mismo Zarek —Aleksy habla por primera vez desde que entró.
—¿Y por qué?...Si se puede saber claro —sé que ellos saben que estoy empezando a recordar al menos algo, y que Florián me ha contado alguna cosa.
—Zarek, Zarek, Zarek —repitió mi nombre un par de veces — ¿Te piensas que no sabemos nada? A diferencia que a ti, a nosotros si nos informan —gruñí.
Hago caso omiso a lo que me dice Aleksy y me centro en la única mujer que está dentro de la habitación y todavía no se ha dignado a hablar.
Ella tiene la mirada puesta en el suelo, no quiere mirar hacia arriba porque sabe que se va a encontrar con mi mirada, y no va a ser muy bonita de ver.
—¿A estas alturas no te interesa mirarme o no te atreves? —Se mantiene igual que hace un minuto antes — ¡Hey, te estoy hablando! ¿Aun mantienes algo de educación? —su cara se vuelve tensa al decirle cada palabra, se está aguantando. No quiere explotar, pero que pena; yo quiero que lo haga —. Te estoy hablando a ti Eunika, ten la decencia de mirarme por lo menos.
Pensaba que no me iba a hacer el menor de los casos, pero esta vez mis instintos fallaron. Sus ojos dieron a parar a los míos, sus ojos echaban fuego.
—¿Qué quieres que te diga? ¿Qué? No me vengas a tocar los ovarios a estas alturas Zarek — ¿Y a esta que le pasa? Siempre ha sido a ella la que me ha cabreado siempre, ¿y me viene con esas? ¡Asquerosa!
—Pues desde un principio me podríais haber dicho la verdad, pero no, preferís torturarme. Y para colmo yo no recordaba nada.
—¿Y ahora sí? —pregunta con desdén Eunika
—Pocas cosas. No te pases Eunika, tú eras mi mano derecha y te has aliado con Florián, que le deje absolutamente todo lo mío. ¿Tan rencorosa eres? Seguro que tuve mis motivos para hacerlo.
—¿Qué era tu familiar más directo? —Ironiza —Es la peor persona que podrías haber elegido para que te llevara todo el cotarro. Si tú eras un ambicioso, multiplica eso por mil y ese mismo será Florián —cada vez me enredo más con las cosas que pasan y casi no entiendo nada, pero hago el intento.
—¿Y si en vez de decirme esto a mi vais directamente a donde él? —Ninguno contesta —¿Acaso le tenéis miedo a una persona?
—No es solo una persona y tú más que nadie lo sabe. Es Florián Chlebek, el viejo Florián; como lo quieras llamar. Es peligroso. No más quie tú, pero sigue siéndolo.
—¿Y por miedo a que os haga algo le complacéis en todo? —Vuelven a quedarse callados — ¡Bravo! Sois un par de miedicas.
Sé que no podía confiar mucho en ellos, quizás esto lo habían hablado anteriormente con Florián y creo que ahora intentan que crea que no están de parte de él.
—¿Os pensáis que soy un idiota y me voy a creer toda esta farsa que me estáis diciendo? No soy una persona desconocida a la que le podáis mentir. Estáis muy equivocados.
—¿En qué te vasas para decir eso? —pregunta serio Aleksy.
—¿Cómo creéis que no voy a pensar que me estáis mintiendo en todo?
—¿Te piensas que somos felices obedeciendo órdenes? —me dice Bogdan en forma de pregunta, y yo me encojo de hombros.
—¿Si? —más que una pregunta, lo decía como afirmación.
—Te equivocas completamente —niega con la cabeza.
Me conocía a mí mismo, y también los conocía a ellos o por lo menos pensaba que los conocía; al menos menos a Eunika y Bogdan que se supone que eran mis amigos.
Sin embargo de Aleksy no se mucho de él. Lo conocí el día que desperté en el palacio. Jamás en mi vida lo había visto.
Aunque como dice el dicho; mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos.
Una pregunta rondaba casi siempre en mi mente. ¿Enserio que ellos eran los enemigos? La pregunta más sonada en mi cabeza.
—¿Puedo hacer una pregunta? —no miro a nadie en particular.
—Adelante —poso mis ojos en el suelo de mármol, también blanco y empiezo a formular la pregunta.
—Sabiendo que hay tanta seguridad y no me voy a escapar —medio sonrío cuando digo las palabras — ¿Por qué no me dejáis que explore todo ese lugar? Me da curiosidad.
—Florián no confía en lo que puedas hacer —me responde Aleksy serio.
—Era lógico —me rio —pero con seguridad no voy a ninguna parte, así que no debería de desconfiar tanto. ¡Se volverá más paranoico de lo que ya lo está!
—Aun así te advertimos —no soy un inepto que no entiende nada.
—Perdéis el tiempo gastando saliva y abriendo la bocaza —me remuevo de nuevo en la silla, estaba demasiado incómodo. Y me estaban empezando a doler las muñecas y los tobillos de la fuerza que ejercía la cuerda en esos lugares.
—Si te mueves más de lo normal, te va a doler cada vez más, además de que te vas a hacer heridas —Aleksy intenta acercarse con la mirada atenta de Bogdan y Eunika.
—Si no quieres que cuando este liberado de estas ataduras te de la paliza del siglo, te convendría retroceder unos cuantos pasos —digo entre dientes con la mirada fija en él.
—Relájate que nosotros no te hemos hecho nada —pongo los ojos en blanco al escuchar lo que acaba de decir Bogdan.
—Bogdan, Bogdan; no me hagas reír por favor. Estoy aquí, ¿verdad? ¿Lo habéis impedido acaso? —Mira hacia otro lado —Ahí tienes tu respuesta.
—Tú tampoco has hecho las cosas a la perfección. Te tiraste al vacío sin saber si las cosas iban a salir bien, y ahora se sabe el resultado.
—Según tu... ¿Cuál es el resultado? —le pregunto a Eunika.
—Desastroso.
—¿Por qué le di todo a Florián vez de a ti? ¿Acaso me has estado atormentando y metiéndote conmigo por eso mismo?
—Por una parte puede que si —confiesa —y lo demás lo tenías muy bien planificado tú. Quizás haya cambiado alguna que otra cosa Florián, aunque casi todo es obra tuya —subo mis dos dejas sin dejar de sorprenderme.
—Si estas exagerando las cosas te sale de lujo Eunika. Yo no tengo tanta imaginación para hacer todo esto...y si te digo la verdad todavía no se realmente lo que hice ni lo que planee y porque lo hice. ¿Qué me hicieron ellos para que quisiera vengarme? Y sin que ellos sepan absolutamente nada, ya que supuestamente confían plenamente en mí.
—Eso es fácil de responder —empieza a explicar Aleksy —tu nunca les has dado ningún razón para que desconfíes de ti. Siempre te han tenido respeto.
—¿Entonces como explicáis que me quiero vengar de ellos? No me entra en la cabeza.
—Jamás dijiste la razón —dice Eunika —. Ni a mí, que se supone que era tu "mano derecha".
—Hay cosas que jamás se dicen, simplemente se guardan para uno mismo —le digo —, tranquila que si no te lo dije a ti, tampoco se lo dije a nadie más —sonrío abiertamente.
—Eres un puto cabrón de mierda. ¡Te odio!
—Gracias, me lo tomare como un halago, cariño —lo último lo digo sarcásticamente, y en eso veo que se lo toma demasiado mal. Ella bufa y mira hacia otro lado, sin querer tener contacto conmigo en estos momentos, aunque seguro que el cabreo se le pasa rápido.
Nos quedamos en silencio por unos momentos y me doy un descanso, cierro los ojos echando la cabeza para atrás y expulsar todo el aire que mantenía retenido en los pulmones. En eso, oigo la puerta cerrarse de un golpe. Eunika salió de la sala.
—¿Nunca sabes medir tus palabras? —me reprocha Aleksy.
—Según quién sea —pongo la cabeza recta y sonrío mientras abro los ojos, poniéndolos fijos en él.
Intuía que Eunika había ido directamente a donde Florián a decirle o llorarle por lo que dije. ¿Para qué? Para que yo pase un mal trago por un buen rato. Contaba los segundos para que el viejo entrara por la puerta. Y como deduje no tardó mucho.
¡Tendría que haber nacido vidente!
—Ni aunque estés atado de pies y manos dejas de dar el coñazo hombre. Deja de fastidiar un rato.
—Desátame de una puñetera vez entonces —le contrataco —, no se puede tener todo en esta vida tan miserable. Si quieres que me mantenga callado, desátame —lo desafío. Sabe perfectamente que si lo hace no me voy a mantener con el pico cerrado ni mucho menos, pero como estoy tampoco le conviene tenerme. Puedo ser un dolor de cabeza para él.
Se lleva sus manos a la cabeza; no sabe qué hacer.
—¿Me vas a retener toda una vida aquí? —me mira entre sus dedos, que los tiene en su cara, privándoles casi toda la visión.
—Ganas no me faltan.
Teniendo al hermano tan bueno que tiene, no sé cómo salió Florián tan vengativo y tan malo. Sin embargo; si vamos un poco más allá, yo soy peor que él, supuestamente.
¿Cómo estarán los chicos? ¿Habrán ido a buscar a Julek y Alenka? Tanto pensar en esta mierda que cada vez me consume más que he dejado de lado a los demás. Quiero creer que todo les vaya bien, saben hacerlo muy bien sin mí, son una piña. Yo sin embargo era el que siempre los retrasaba.
Mis pensamientos quedan en un segundo plano, cuando Florián decide abrir su boca para decir comentarios que simplemente no me gustan.
—¿En qué piensas tanto? —hurga, queriendo saber todo.
—En ti no, pero eso ya debes saberlo.
—Para colmo me sales graciosillo.
—Alguien tenía que ser gracioso en la familia, ya que el puesto de amargado lo tienes tú —a él no le hace ni pizca de gracia mi respuesta. Se le refleja en la cara totalmente desde que finalice de decirle el comentario. Tenía intenciones de abalanzarse encima de mí, pero Bogdan y Aleksy lo retuvieron bien —. Calma esa fiera que llevas por dentro, puede ser que mates a alguien.
Lo increíble era que el si podía decir de todo y le daba igual que se cabreara la otra persona, pero cuando se lo hacían a él, ponía todo patas arriba.
—¿Te crees muy gracioso?
—No. Simplemente intento bajarte esos humos que siempre se te suben cuando hay público —hago que pienso un poco y sigo —, aunque pensándolo mejor, sin público también te vienes arriba.
Miro a las tres personas restantes en la habitación y ponen caras de lo que digo es cierto e intentan no hacer conexión con Florián, no directamente al menos. Intentan también no reírse, pero no lo logran.
De un momento a otro, noto mis muñecas y tobillos liberados y lo agradezco.
—Gracias, aunque no mereces que te lo diga.
—Solo lo he hecho porque nos conviene saber dónde está el libro —solo sabe hacer las cosas para su beneficio.
—Solo sabes hacer todo para tu propio interés. Además, ¿cuándo entenderás que yo no sé dónde está ese maldito libro?
Sabe a la perfección que yo no me acuerdo, mi memoria no recuerda eso y la gran mayoría de las cosas que me pasaron anteriores a mi cumpleaños.
—¡Levántate ya! —Resoplo fuertemente me levanto para no empezar una discusión con él — ¿Ves que es fácil hacer caso?
—Lo he hecho porque no tengo ganas de que hables más de la cuenta, no por hacerte caso, ten eso en cuenta.
Salimos todos de la habitación y nos incorporamos al pasillo, no hay demasiada gente circulando, solo dos o tres personas que pasan de aquí para allá llevando archivadores con papeles. Lo que no tengo ni la menor idea que serán esos papeles, que información tendrán en ellos. ¿Sera valioso saberlo o no?
—¿A cuanta gente tienes aquí trabajando? —espero que haya entendido la pregunta y no la malentienda.
—¿Estas preguntando si los obligo a trabajar para mí? —tengo ganas de partirle la cara en estos momentos. Sabía que no iba a asimilar bien la pregunta que le había hecho.
—Tu trasversas todo a tu antojo Florián. No he dicho ni he dado a entender eso. Simplemente era una simple pregunta ya que he visto pasar a algunas personas pero no demasiadas y creo que la mayoría del tiempo los pasillos están desolados.
—Más de trescientos trabajadores —dice cortante y con desinterés.
¿Todos los trabajadores serán nuevos o son los que trabajaban para mí también? ¡La pregunta del millón!
—¿Y ellos están contratados por ti? —pregunto quizás con algo de "temor" por si me dice algo brusco.
—Si te refieres a que si trabajaban para ti, si lo hacían.
—¿Y todos se han quedado por voluntad propia? —me estoy metiendo en un volcán a punto de echar lava, y no me convenía.
Mis ojos buscan ver su cara y lo espero a su reacción y era la que me esperaba. ¡Furia total!
Bogdan, Aleksy y Eunika, estaban haciendo oídos sordos, como que no escuchaban la conversación, pero a la vez estaban muy atentos.
—Solo es una simple pregunta.
—Me estas acusando de tener a personas aquí trabajando a la fuerza o bajo amenaza previa. ¡Estas zumbado de la cabeza! —Aunque lo dice en un tono serio, puedo apreciar su nerviosismo ante lo que dice.
—Te voy a decir una cosa solamente, con tu vida haz lo que quieras, pero a personas inocentes como son la mayoría de los que trabajan aquí, libéralos, no tienen que pagar por tus platos ratos.
—¡Son tus hombres!
—No te engañes a ti mismo. Tú eres el que das órdenes ahora mismo. Yo soy solo un simple rehén en todo esto —señalo a todas partes.
—Ahora, antes no. Antes eras el cabecilla.
—¿Siempre vives en el pasado o qué? Aparte seguro que algunos los tienes engañados para quie no se fueran, cuando yo hice lo que fuera que hiciese, que seguramente se hubieran ido.
Miro a Eunika y tengo mi respuesta. He acertado.
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