20

He perdido la cuenta de las veces que he llamado a mi hermana y no me la ha devuelto ni una mísera vez. ¿Dónde diantres mete esta chica su móvil? Quiero saber dónde está y porque se ha ido junto a los demás.

Esta vez no me había encerrado en mi habitación y me encontraba cómodamente tumbado a lo largo del sofá. Dagmara también estaba conmigo, pero ella estaba sentada en una de las butacas individuales viendo la televisión atentamente, mantenía la mirada fija ahí sin quitarla.

—Deja de llamar Zarek. ¿No te has dado cuenta que quizás haya apagado el móvil para no escuchar tantas llamadas tuyas?

—¿Me estás diciendo que está ignorando mis mensajes? —resoplo, que pérdida de tiempo, haberla llamado una infinidad de veces.

—Eso mismo acabo de decir. No te preocupes, tienen que volver.

¿Habrán ido a ver a Iwona, Dyzek y Cibor? Si fuera así yo también quería ir a verlos. Estos pensamientos me vienen a la cabeza de un momento a otro y pueden ser la razón del porque se hayan ido así de improvisto.

—¿Y si han ido a ver a mis padres y a Cibor? —pregunto.

—Me hubiera enterado —le quita importancia.

—¿Y sin han salido de emergencia y no lo han podido hacerlo? —estoy demasiado preguntón. Ella

por fin despega los ojos de la pantalla y se fija en mí.

—Me estás haciendo dudar en estos momentos Zarek.

Nos quedamos callados por un buen rato, ella de nuevo pone atención al programa que están echando que no tengo ni idea de cuál es. Me pongo los auriculares para poder escuchar un poco de música y no tener que escuchar el ruido de la televisión.

Aleksy, Bogdan y Dagmara no sé qué estarán haciendo pero desde que los escuche en esa habitación hace apenas tres horas no los he vuelto a ver.

Las canciones al ser pegadizas las voy cantando en voz baja sin querer molestar a Dagmara. Mi dedo índice va golpeando el sofá al son de la canción, lo hago inconscientemente al ritmo de la canción.

Alguien me quita los cascos pero no me doy la vuelta. Si me quieren provocar que provoquen, aunque ya me están cansando un poco tanta idiotez de parte de ellos.

—¿Qué escuchas Zarek?—la voz de Eunika llega a mis oídos, que raro que ella sea quién haga estas cosas, hablando irónicamente claro.

—¡Eunika déjalo en paz! —habla demasiado seria Dagmara cuando nota lo que puede pasar.

—Que aburrida eres amiga, solo he preguntado algo y no ha sido para que la tomes así, aparte se lo he preguntado a él, no a ti.

—Ya sabemos cómo empiezan y acaban esas preguntas, y tu tono de voz indica otra cosa. Así que largo de aquí.

Ella refunfuña pero hace caso, me devuelve los cascos malamente y se va por donde ha venido, al menos no he caído en su juego, no la he mirado. Aparte que Dagmara ha ayudado bastante.

—Gracias —no suelo agradecer mucho, me cuesta un mundo hacerlo. Y esta es una de las pocas veces que lo hago.

—Era lo que debía de hacer —le resta importancia.

La puerta de la entrada se abre y empiezo a escuchar jaleo proveniente de las personas que acaban de entrar.

—¡Zarek! —llama una voz de niña. Nadzia.

—Aquí, estoy en el salón—hablo en un tono más alto para que escuche donde estoy.

Me incorporo en el sofá justo cuando entra como un terremoto Nadzia, los demás entraron seguidos de ella y los miro con mala cara.

—¿Os parece bonito irse sin avisar? —creo que he sonado muy dramático, tengo que calmarme.

—Hemos salido de emergencia, señor dramático. No veo que te estés muriendo porque te hayas quedado solo con Dagmara y los otros tres —me dice Witold.

—¿Qué emergencia era? ¿Teníais que salir todos? —niego con la cabeza con una media sonrisa viéndolos —. Y seguramente tan grave no era la cosa.

—¿Eres medico acaso? —pregunta Julek con el semblante serio.

—No.

—Entonces mantente calladito por favor, hemos ido a por Nadzia, ya que tu bisabuelo cada vez está peor y Minka no puede cuidar de los dos a tiempo completo.

—¿Entonces Nadzia se quedara aquí junto a nosotros? —pregunto

—Sí, mientras sigamos el viaje también, solo depende de tu bisabuelo —me informa Witold.

Todos distribuyen sentándose en las butacas y los sofás que se encuentran por el salón. Dagmara ha silenciado la televisión parta que pudiéramos hablar.

—¿Ves que no era para tanto? Eres un exagerado —se dirige a mí.

Me quedo en silencio mirando como hablan los demás, y a mi lado Nadzia intenta hacerme sonreír y distraerme, que al final consigue lo que quería.

Y como si los hubiéramos llamado Aleksy, Bogdan y Eunika aparecen por el umbral de la puerta.

—¿Y esta niña? —dice borde Eunika. ¿No la conoce? ¿Y que hace hablando así de mal cuando hay una niña pequeña delante y hablando tan malamente? ¿Su educación donde ha quedado?

—¿Tu educación donde ha quedado Eunika? —dice serio Miloslaw —. Si no vas a saber comportarte como una chica de tu edad te pido que te retires —le indica con una mano.

Se va indignada con ella misma y los chicos se acercan algo más "amigables" pero yo los detengo con el brazo.

—Hasta ahí —les digo —, ni un paso más.

Me fijo en la cara de Nadzia y ya no es de alegría, si no de seriedad. Creo que no le han caído bien estas dos personas; y bien que hace. Aleksy se intenta acercar pero le pongo de nuevo mi brazo.

—Habla desde ahí —todos los demás estaban alerta y a la espera de que pasase un segundo después.

—Hola Nadzia — ¿Cómo sabe su nombre? Abro los ojos.

—¿Cómo sabes su nombre? —se adelanta a decir Witold.

—Estamos mejor informados que vosotros —dice con un deje de arrogancia el pelirrojo.

—¿Así? ¡Desembuchad! ¿Qué sabéis que nosotros no sepamos? —pregunto yo.

Sonríen pareciendo unos maniáticos que dan hasta miedo.

—No te lo puedes imaginar —sube sus dos cejas retándome Bogdan.

—Largo —dictamina Miloslaw. Ninguno de los dos se mueve y él se pone de pie, Se acerca a ellos a paso lento y cuando está en frente de ellos se para —. Fuera de esta propiedad, y llevaros a Eunika con vosotros —vocifera. Aleksy y Bogdan retroceden un par de pasos pero no se marchan.

—Chicos es mejor que os vayáis, no es fácil colmar la paciencia de Witold y vosotros lo habéis hecho, iros y llevaros con vosotros a Eunika —las palabras de Rafal salen un poco más tranquilas pero aun así no hacen caso.

¿Estos que quieren una invitación escrita para poderse ir?

—¿A qué esperáis para largaros? ¿Una maldita invitación o una patada en el culo? —Esta vez es Dagmara la que habla desde el sofá. Después me dicen a mí que estoy de mal humor, ellos hoy están sacando su carácter con Aleksy y Bogdan.

—A que no podemos irnos sin las manos vacías —cada vez que alguno de los dos abría la boca para hablar no entendía ni media palabra.

—No sé a qué os referís con eso —no sé porque pero no le creía del todo. Bogdan estaba mirando en mi dirección, pero se perfectamente que a mí no me miraba.

¡No se llevaran a Nadzia!

—Antes de llevaros a Nadzia tienes que pasar por todos los presentes —no estaba furioso, estaba un nivel más. Me miro mal y yo lo ignore, aunque no se iban a librar fácilmente.

Respire fuertemente para intentar que mis ojos no se pusieran rojos, tenía la cabeza gacha mirando al suelo, Nadzia todavía seguía a mi lado sin soltarse de mi brazo. Abro los ojos completamente y subo la cara lentamente hacia Aleksy y Bogdan. Ahora sí que les ha cambiado su semblante, y este momento es el mío. Sonrío siniestramente hacia ellos mientras me levanto del sofá.

—Salid de aquí y llevaos a Nadzia por favor —hablo con voz potente, intentando que no sea tan dura.

Raramente me hacen caso y salen todos sin reprocharme nada. Alenka y Dagmara intentan separar a Nadzia de mí, ya que se ha levantado junto conmigo del sofá sin querer separarse. De mala gana y llorando se marcha en los brazos de mi hermana.

El humo sale por todo mi cuerpo dejando me una visibilidad a mí, sin embargo ellos están en completa desventaja, no ven tres en un burro. Su visibilidad es nula.

—Por favor no nos hagas nada —suplica a unos metros de mi Aleksy.

—¿Ahora rogáis? ¿No os hacéis los machitos? Esta vez no está Dagmara ni Eunika para que me detengan, esta vez no hay nada a vuestro favor —necesito saber por qué necesitan a Nadzia —. ¿Porque necesitas a la pequeña? —se mantienen callados, no responden.

Echo mi cabeza hacia atrás y suspiro fuertemente, en cuanto vuelvo a la misma posición de antes, la misma humareda forma los seis brazos, a cada uno los cogen tres brazos, uno les "abraza las piernas", el otro el tronco y los dos restantes, les aprisiona a los dos por el cuello sin hacerles daño ni ahogarlos, aunque ganas no me falten.

—P-pa-pa-ra —habla entrecortadamente Aleksy, casi no tiene oxígeno, aunque no el brazo que le rodea el cuello no le aprieta.

—¿Para qué queréis a Nadzia? Hasta que no respondáis, los brazos no aflojaran su agarre —dictamino con la voz tan diferente que me sale cuando el humo aparece.

—T-t-te de-de-vi-lita-ri-ri-a —alcanza a decir Bogdan. Los seis brazos que la humareda forman, van desapareciendo con forme llegan a mí.

—No os la llevareis a ninguna parte, antes debéis pasar por encima de todas las personas que estamos aquí. Así que ya no tenéis nada que hacer aquí, largaos de una santa vez. No os quiero volver a ver vuestras caras.

El humo va desapareciendo poco a poco de todo el salón, Bogdan y Aleksy se encuentran en el suelo con la mirada perdida, no saben qué hacer, creo que su "amo" por no llamarlo de otra forma, tomara represarías después de esto, y será contra mí, así que debo estar atento. De una forma o de otra atacara.

De un momento a otro me tengo que sentar en el sofá y cerrar los ojos.

Siempre haciendo las cosas más difíciles Zarek, me complicas todo. ¿No podías hacer lo que pido? ¡Déjame a la niña y os dejare en paz!

No me gusta hacer la vida fácil a alguien que solo quiere ver sufrir a la gente, si tú eres mi pariente y tienes tantas ganas de aniquilarme, ven a donde estoy y enfréntate a mí, no tienes por qué llevarte a la chiquilla para debilitarme. ¡Cobarde!

Mi respiración iba acelerada. Esta vez había sido demasiado diferente, Florián me había hablado directamente a mí, pero yo también. Esto ya me está dando miedo.

—Necesito a todos aquí —sé que los dos siguen en el suelo aunque observándome atentamente —, id rápido.

Los escucho levantarse e irse del salón, me paso una de mis manos por el pelo revolviéndolo más, me he quedado anonadado con lo que me acaba de pasar.

¿He respondido? ¿O es fruto de mi imaginación? Ya no sé si me estoy volviendo loco y me deben meter a un manicomio o psiquiátrico.

Escucho pasos acercarse y el cuerpo de mi hermana se pone frente a mí, me abraza y yo la dejo, aparte de corresponderle el abrazo.

—¿Qué ha pasado? —me susurra al oído.

—Después de que la humareda se fuera he escuchado de nuevo a Florián —hablo en voz alta para que todos escuchen.

Echo un vistazo a todos los que se encuentran en la sala, y también se encuentra en ella Eunika. No digo nada.

—Eso ya te ha sucedido varias veces, no veo el motivo por el cual estés tan desencajado.

—Esta vez ha sido distinta la situación —aclaro. Mi hermana se sienta a mi lado y deja que vea a todas las personas que esperan a que dé una explicación más detallada —Florián me ha hablado directamente, y yo le he respondido —todos están con la boca abierta pero algo me dice mi instinto que ellos ya sabían que podría hacerlo.

—¿Qué te ha dicho esta vez? —cuestionó Miloslaw.

—Que siempre hago las cosas para que sean más difíciles para los demás y que quiere a Nadzia, aparte de que se está furioso —digo lo último medio sonriendo. ¡A cabrón no me gana nadie!

—Tú encuentras algo gracioso donde no lo hay. Qué sorpresa, ¿no? —Añade Rafal — ¿Qué le dijiste tú? —insiste en saber.

—Que no me gusta hacer la vida fácil y de rosas a alguien que no se lo merece y que si quiere verme muerto o por los suelos, que venga él personalmente a donde estoy yo y acabe conmigo. No hace falta que se lleve a Nadzia.

—Te la has jugado demasiado al decirle eso Zarek, si no viene aquí, es porque todavía no quiere ver el mundo arder, además de que todavía no estas a su "altura" y ganaría fácilmente. Lo que quiere es provocarte, se más inteligente y no lo hagas —me dice Witold demasiado serio.

Después me dicen que soy un monstruo, pero al final deje que ayer que se quedaran a dormir el trío. Eso sí, con la condición que se fueran hoy de la cabaña.

Hoy el tiempo no es que sea muy favorable para ir a alguna parte; no llovía si no que está diluviando, caía litros y litros de agua. La cabaña se podría inundar en pocos minutos, si no fuera resistente a este tipo te temporales.

Raramente hoy me he despertado temprano y como no puedo salir fuera me he quedado en mi habitación encerrado, sentado en el suelo con los auriculares puestos y reproduciendo canciones una detrás de otra. Mi cabeza va de un lado a otro al ritmo de la canción. Alguien toca la puerta de mi habitación varias veces.

—Pasa —indico a la persona que está detrás de ella. Abren la puerta y por ella aparece Alenka, cierra esta cuando pasa. Se acerca muy despacio para mi gusto.

¡Aquí ha pasado algo! Lo presiento. Se sienta en el suelo frente a mí y me observa en silencio. Nos quedamos así alrededor de dos minutos, hasta que yo lo rompo y hablo.

—Di lo que tengas que decir Alenka. Lo que no puedes hacer es venir aquí y quedarte callada y solo verme.

—No sé cómo decírtelo sin que te cabrees. Sé exactamente cómo vas a reaccionar, y no me gusta absolutamente nada.

—¿Cómo crees que me voy a poner? —pregunto.

—Energúmeno.

—Suéltalo ya, estoy perdiendo la poca paciencia que tengo — ¿Por qué siempre que tengo un buen humor por las mañanas se tiene que esfumar como la pólvora?

—Bogdan, Eunika y Aleksy se han llevado esta madrugada a Nadzia con ellos.

Silencio, no escucho más que silencio. Mi hermana espera alguna reacción ante lo que me acaba de decir.

—¿Con quién debía dormir Nadzia? —empiezo el pequeño interrogatorio que me ha surgido en mi cabeza.

—Con Dagmara —habla casi en un susurro.

—¿Y no se ha dado cuenta que han entrado en su habitación? Yo no he escuchado nada y está justo al lado —ya me estoy poniendo más nervioso.

Florián se las ha ingeniado para llevársela. ¡Esto no puede estar sucediendo! No ha pasado ni veinticuatro horas aquí y ya se la han llevado.

Ahora me estoy arrepintiendo de haberles dejado quedarse anoche.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top