XIV. El error de los dos.
Corrió y corrió sin perder un solo segundo. En algún momento la voz lejana de Nico llamándole a la distancia casi lo hace tropezar, pero contra todo pronóstico, y haciendo total uso de su poder de curación, controló sus impulsos y en vez de detenerse, aceleró el paso, llegando hasta la salida que daba a los establos. Robo un caballo al azar bajo los atónitos ojos de Frank que lo miraba desde el otro lado de los establos. Este mismo intento llamar la atención del rubio príncipe pero Will lo ignoró olímpicamente, robándose al corcel que alguna vez perteneció a Lady di Angelo.
Apenas Frank percibió cuando Will desapareció del camino con dirección al templo de las novicias. Justo antes de que el cielo rugiera con furia, entre truenos y relámpagos, justo cuando una fuerte lluvia cubrió a toda la capital.
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—Bueno, nos veremos mañana Hazel. ¿Está bien si no te acompañó hasta la habitación?
—Sí, estaré bien. De hecho creo que me he dejado algo en el comedor.— Añadió nerviosa Hazel mientras dejaba a Percy en mitad del pasillo, justo donde se abría el camino para ir a la salida de los establos o a la sala principal. Internamente agradeció que Percy no la entretuviera aún más, él también tenía un poco de prisa aparentemente, así que rápidamente y tratando de que nadie notará hacía donde se dirigía, tomó camino con dirección a los establos.
Era el camino más corto y oscuro para ir al campo de juego, justó lo que necesitaba en ese momento. Horas después de aquella divertida tarde, Hazel recordó que había llevado consigo un libro al campo y que dejó justamente en el árbol donde estaba "leyéndolo para pasar el tiempo" justo cuando sabía que Frank iba a jugar con los demás sirvientes por su descanso. Mera coincidencia, que junto a la intervención de Will en esa tarde de juego la hizo olvidarse por completo de la existencia de ese objeto y que necesitaba recuperar rápidamente antes de que Jules Albert le cuestionara por donde se encontraba.
Como tenía planeado, no se topó con ningún criado mientras iba con dirección a los establos, normalmente todos los trabajadores eran de irse temprano a la cama para iniciar a primera hora con las tareas de palacio, quienes solían quedarse hasta tarde siempre eran los veladores y su hermano.
"Ojala Nico pudiera pasar más tiempo con Will y conmigo, seríamos un estupendo equipo para jugar..."
Pensando en aquello con alegría, Hazel no presintió como alguien la miraba en la oscuridad del establo con un fuerte sonrojo en las mejillas, hasta que el relinchar de su adorado Arion le advirtió de este suceso. Justó cuando se giró con temor, este desapareció cuando reconoció los ojos rasgados y castaños.
—Frank...
—Buenas Noches su alteza.
—¿Q-qué haces aquí tan tarde?— Algo nerviosa mencionó Hazel mientras retrocedía unos cuantos pasos y miraba inquieta hacía los lados para corroborar que no había nadie más a excepción de ellos dos. Sabía que Frank jamás la metería en un aprieto al delatar que se encontraba en los establos a semejante hora pero no podía decir lo mismo de los demás sirvientes.
—Lo mismo preguntó yo...— Frank dejó escapar una risita nerviosa antes de acercarse un poco más a la chica con total calma.— No se preocupe, yo soy el único en este lugar.
—¿Por qué...?
—Me gusta estar con los caballos, en general los animales me traen mucha paz y eso me ayuda a descansar mejor. Pero no es lo mismo cuando hay otros chicos ayudando en el establo, prefiero disfrutar de su compañía sin nadie más al rededor... C-claro que si eres tú no importa, es decir, tu presencia siempre se agradece, digo porque eres muy linda y, DIGO ES QUE A LOS CABALLOS TAMBIÉN LES AGRADAS Y ... Y cuando estás aquí, Arión no intenta patearme.
Ambos chicos rieron con ternura antes de sumirse en un lindo silenció que era cortado únicamente por el sonido del viento. En ese momento a ambos los separaban casi cuatro metros de distancia y aun así para Hazel era casi imposible no sentir el calor y el dulce aroma de Frank, olía a como al pasto bañado por el rocío de la mañana, traía paz a su sentir, e inexplicablemente la impulsaba a querer sonreír.
En ese momento Hazel se moría por romper la distancia a pesar de que sabía que no era necesario. Ella siempre pudo sentir sus sentimientos correspondidos desde la lejanía en cuanto conoció a ese mozo de los caballos.
—Gracias... Yo, bueno es que me he dejado un libro en el campo de juegos y quería recuperarlo antes de que Jules me regañe.— Hazel volvió a tener ese tic de coqueteo en el que comenzaba a pestañear y recogía un mechón de su cabello por detrás de la oreja mientras enredaba la punta de sus rizos en su cabello.— No sé si lo has leído, es Ginebra y Lancelot.
—Ah, la historia del amor prohibido de Camelot. Pues creo que la novela en sí de ellos dos no, pero mi madre solía leerme Arturo y los caballeros de la mesa redonda, ahí se habla mucho de su historia... Cuenta una leyenda de Camelot, como su rey Arturo y el caballero Lancelot estaban ambos enamorados de la bella Lady Ginebra.
—Y cuenta esa leyenda como la doncella se enamoró profundamente de Lancelot, aunque se casó con Arturo, al que siempre había querido como un hermano. — Le completó Hazel mientras sonreía con nostalgia. Casi instantáneamente a la muchacha se le hizo un nudo en la garganta mientras pensaba en lo irónicamente familiar que se le hacía la historia de los dos amantes de Camelot. Y es que era la propia historia de Hazel, una chica comprometida con el próximo Rey de Hephestus, quien siempre fue su mejor amigo a pesar de estar enamorada de un caballero exiliado que ahora fungía como el caballerango de su castillo.— Es una gran historia.
—Pero muy trágica si me lo pregunta, su alteza.
—¿Por qué habría de serlo? Lancelot y Ginebra nunca dejaron de amarse, aun cuando ella se convirtió en la reina.
—Sí pero por lealtad, Lancelot se fue del lado de Ginebra... Y poco después Arturo se enteró y desterró a su esposa. Jamás se volvieron a ver y si lo pones en una balanza, es bastante triste.—Añadió con cierta pena Frank mientras se rascaba la cabeza con pena ante el inhóspito silencio que sus palabras dejaron.— Incluso Lancelot, que ofreció su vida para compensar el dolor de haberle quitado el amor de Ginebra, jamás recupero a su mejor amigo. Fue exiliado y murió buscando a su amor de convento en convento. Si yo fuera él, no creo que agradecería haber quedado con vida tras perder lo más importante.
Tanto silencio comenzó a preocupar de alguna manera a Frank quien se concentró más en ver el lindo rostro de Hazel y se topó con que la chica le miraba con los ojos bañados en lágrimas.
—A-ALTEZA... N-no llore, es solo una historia.
—N-no es eso..
¿Eh?
—E-es que... Aun no llegaba a esa parte de la historia. Frank eso fue muy cruel, si ibas a contarme el final al menor hubieras omitido la parte horrible.—El muchacho sudo la gota nervioso al ver como la chica ahora le miraba entre enojada y devastada. Quien diría que solo contar el final de una vieja historia de amor. Sin pensarlo mucho su mueca preocupada paso a ser una suave sonrisa mientras dejaba una suave caricia en la cabeza la chica frente suyo.
Pero el lindo momento no duró demasiado ya que justo después de tomar esta acción, el sonido de uno de los compartimentos de los caballos rompió la atmósfera, junto con los fuertes ladridos de cerbero que no tardaron en transformarse en llantos de animal, a la par de que se escuchaba el relinchar de un caballo al galope. Frank levantó la vista y pudo ver perfectamente como el príncipe Solace se había montado en el caballo que alguna vez perteneció a Lady Bianca y salía a todo galope del establo.
—¿Will?...
La mención de su cuñado desequilibró un poco a la princesa, quien apenas alcanzo a ver un mechón rubio, desaparecer del establo. Ambos chicos salieron del establo, justo cuando otra voz a lo lejos llamaba desesperadamente el nombre del rubio. Hazel se giró solo para ver como su hermano trataba de correr al borde de la histeria mientras llamaba a su propio prometido. Con su primo detrás de él, quien intentaba detener a di Angelo al tomarlo por los hombros.
—¿Nico, qué pasa?— Llamar a Nico fue lo que hizo que ahora sí, el rey se quebrara frente a los demás y corriera ahora con lágrimas en los ojos hacía su hermana.
—Hazel. Will lo sabe, Will lo sabe...
—¿Q-qué cosa? Nico, recomponte un poco, no te estoy entendiendo...
—¡Maldición Hazel, Will lo sabe! LO SABE TODO...— Con esas palabras Nico de deslizo por la falda de su hermana, totalmente quebrado mientras abrazaba sus piernas.— Ahora sabe que le he mentido Hazel, lo he perdido... Si lo hubieras visto, su mirada Hazel... Esto nunca me lo va a perdonar.
Hazel pasó un poco de saliva con dificultad al entender ahora si, a que se refería su hermano.
—Oye Niks, relájate un momento. Si tanto te preocupa solo habla con...
—¡Tu cállate, Jackson. Todo esto es tu culpa! SI TAN SOLO NO HUBIERAS VENIDO...
Percy retrocedió un poco incómodo al ver que de nuevo, la había cagado. Ciertamente había venido a ese lugar para romper el compromiso de Will y de Nico, pero no esperaba que las cosas fueran a irse tanto de las manos. En su mente solo iba a impresionar a Nico como lo hizo cuando eran niños, haría ver que Will no era apto para ser el esposo legal y entonces los tres llegarían a un acuerdo... Solo que ahora entendía que se había olvidado de un detalle importante: Había olvidado hablar con el príncipe de Delos para que hubiera un acuerdo mutuo y que no había tomado en cuenta de que tal vez, solo tal vez, ellos ya tenían sentimientos el uno por el otro.
Después de todo, ¿quién se habría enfrentado a todo un grupo de nobles y sacerdotes corruptos, solo para estar con su primo? Ciertamente alguien que lo quisiera tanto como para arriesgar su vida de esa manera. Darse cuenta de que su impulso de querer redimirse un poco con su primo, al cual le había causado tanto daño, solo había empeorado aún más la relación tan rota que tenían de por sí, le hizo torcer su rostro en una mueca incomoda.
Hazel trató de levantar a su hermano del suelo mientras le agarraba por el rostro y le decía que aún era posible remediarlo, alegando que el amor que se tenían era mucho más fuerte que esto, solo tenía que hablar con Will y todo se arreglaría. Pero Percy también había visto la mirada rota del príncipe del Sol, sin mencionar que había sentido su aura oscura que fue dejada en la habitación de la biblioteca, llena de sentimientos negativos y dolorosos que sin saber cómo, también le habían afecta a pesar de ser un alfa.
Miro el cielo preocupado a la par de que veía como el muchacho se iba alejando cada vez más en el caballo blanco... ¿Esperen, ese no era el caballo de su difunta prima? Aun podían alcanzarlo.
Sin perder mucho tiempo, Percy se concentró en conectarse con el cielo del país del Hades, invocando a las nubes de lluvia mientras sus ojos se coloreaban completamente azules. Las ráfagas de viento, los rayos y las gotas de lluvia no tardaron en aparecer.
—¿Percy...? — Confundido, Nico lo miro mientras él más alto dejaba caer sus hombros.
—Te estoy dando algo de tiempo. Esta tormenta debería ser lo suficiente como para retrasar la visión del caballo.
—¡O PARA HACERLO CAER DEL MISMO!— Gritó furica Hazel mientras miraba a su primo con reproche— Sabes muy bien que el caballo de Bianca esta lastimado desde ese día y ya no es tan ágil como antes, la lluvia solo hará mucho más peligroso montarlo. ¿No pensaste en eso?
Ciertamente Percy no lo había pensado y solo dedico una risita nerviosa a su prima, quien se dio una palmada en la frente. —Excelente Jackson. Ahora hay que rogar porque Will no se caiga de cabeza.
Tras pronunciar ese solo pensamiento, Nico comenzó a hiperventilar. No, simplemente no. No podía creer que ahora podía perder a Solace de la misma manera en la que perdió a Bianca... El mismo caballo. Y de nueva cuenta, con él sin poder hacer nada para evitarlo.
—Will... ¡NO, WILL!
—Cálmate Nico, yo iré por Will.— Reaccionando más rápido que el propio rey, Hazel corrió al establo, justo donde su adorado Arion relinchaba inquieto ante el ambiente.— Arion es fuerte y veloz, lo alcanzaremos sin problemas.
—V-voy contigo...
—No Nico, quédate aquí con Percy. Conociendo a Will puede que ahorita no sea el momento para que hablen.— Sin añadir nada más, Hazel montó en Arion y pego carrera hacía la misma dirección que su cuñado había tomado. Hacía el bosque del templo.
....
Will estaba constantemente tirando de la crin del blanco caballo mientras sus ojos se humedecían hasta dejarle la vista completamente borrosa. Tenía total intensión de infiltrarse en el bosque de la diosa Hera, buscar el agujero donde Cerbero había caído la última vez que estuvo en ese lugar para después meterse y probablemente dejarse morir en soledad dentro de él.
Quería que la tierra en ese momento lo tragara y le diera un solo momento de paz. Estaba horriblemente confundido y lleno de dudas. Tal parecía que lo que Solace había empezado a vivir como su más grande historia de amor, no era más que una mentira. Una sucia y falsa mentira. Producto de un vínculo forzado por el destino, un vínculo que él no pidió. Uno que no merecía por su naturaleza.
Todas las emociones estaban revoloteando en su interior, tratando de darles un orden con respecto a los hechos de su relación con Nico, empezando a dudar si realmente era Will el que hablaba cada que le decía al rey un "te quiero" y que no era producto de su instinto el que lo obligaba a sentir todo eso por el menor. ¿Hasta qué parte de esta fantástica historia de amor, era verdad? El hecho de sentirse tan perdido en algo que consideraba como lo más real de su incierta existencia, no permitía que Solace contuviera sus lágrimas. Parecía que estaba destinado a vivir lleno de dudas, sin saber que parte de su vida era verdad.
Se acababa de enterar de tres cosas súper importantes de su prometido, cosas que debía haber sabido antes de haber puesto fecha a su boda con Nicola. Cosas que deliberadamente, di Angelo jamás le contó, Hazel jamás le menciono. Por dios, que ni el chismoso de Jules Albert había platicado.
Nico es Omega.
Omega.
Es un Omega fuera de lo común.
Nico es mi pareja destina.
Yo cause su celo.
Nico en Celo.
El primer celo de Nico no lo cause yo.
Fue Perseo Jackson.
Fue un Alfa.
NO FUÍ YO....
Atormentado con estos pensamientos, Will apresuro más al caballo quien comenzó a respirar pesadamente, denotando que se estaba cansando y eso solo hizo el efecto contrario, el corcel disminuyo la velocidad y eso hizo a Solace capaz de escuchar el relinchar de otro caballo que venía detrás de él. Con temor se giró para mirar y se encontró con una figura encapuchada que iba montada en un corcel color caramelo con la crin oscura.
Lo que le faltaba, ahora lo perseguían. ¿Es que no podían entender que necesitaba un momento de paz?
Ahora, asustado, Will volvió a darle la instrucción al animal de ir más rápido quién al verse presionado trato de cumplir con su tarea pero rápidamente todo se fue a la cresta cuando un relámpago dio con la rama de un árbol, prendiéndole en llamas y haciendo que este mismo cayera frente al caballo, quien asustado frenó de golpe y se levantó en dos patas. Confundió de que todo había pasado tan rápido, Solace cayó del caballo en un sonido sordo.
Afortunadamente, Will alcanzo a proteger su cabeza con ambas manos y cayó de costado en el pasto empapado por la lluvia, mojándose él en el proceso con algunos moretones de cortesía.
—¡Serafín!— Se quejó Will mientras lloraba a moco tendido y le reclamaba al animal que ahora se movía nervioso alrededor.
Justo en ese momento, el caballo de color caramelo llegó junto a Will y el príncipe ahora sí que fue capaz de reconocer a quien estaba debajo de la capucha. Pero siendo sinceros, en esos momentos, no se trataba de una persona a la cual quería ver en esos momentos.
—Hazel...
—¡¿Will, estás bien?! Por todos los dioses, cuando vi que te caíste de Sera, pensé lo peor.— Gritó asustada Hazel mientras se bajaba de Arion y corría en dirección hacía su cuñado pero esta tarea no se completó.
—¡NO TE ME ACERQUES!— La voz de Will retumbó en todo el bosque. Tal como una orden de autoridad que hasta hizo que los caballos retrocedieran asustados, pero en el caso de Hazel, esto la hizo detenerse de golpe, afectada al punto de que cayó de rodillas en el suelo completamente en contra de su voluntad y despertando un pavor horrible en su interior.— ¡Vete de aquí, no quiero escucharte ni a ti ni al mentiroso de tu hermano!
—W-Will...
—¡NO, CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE! Estoy harto de escucharlos mentirme todo el tiempo. ¡¿NO PUEDEN DEJARME SOLO UN MISERABLE MOMENTO?!
Un silencio muy grande se produjo, con la lluvia no haciendo nada más que aumentar y el fuego consumiendo lo que quedaba del árbol a la par de que se extinguía. Hazel miró a Solace con los ojos llenos de arrepentimiento, mientras se debatía en que tenía que hacer. Era obvio que lo que menos necesitaba Will en esos momentos era estar solo. Al contrario, pero la fuerte orden que le dio el príncipe lo hacía muy difícil, era como cuando su padre le ordenaba que se comportara como era debido o le prohibía acercársele.
—N-no Will... No te voy a dejar solo. Menos cuando estas así..
—No quiero tu compañía... No quiero nada...— Ya más tranquilo y disipando un poco el aura de furia que los había rodeado en ese momento. Solace respiró un poco más calmado mientras trataba de controlarse.— Mira... de alguna forma no me extraña que di Angelo me lo haya ocultado, pero tu... Pensé que eras mi amiga...
—N-no era mi secreto Will. A mí no me competía...
—¡Pero eras mi amiga! Me ocultaste algo muy importante. ¡Es un secreto que merecía saber! ÉL SE IBA A CASAR CONMIGO. SE IBA A CASAR CONMIGO SIN DECIRME QUE TENÍA OTRO COMPROMISO, QUE ERA UN OMEGA... QUE YO... que soy su destinado.—En ese momento Solace no pudo más y simplemente se hizo un ovillo en la tierra mientras sollozaba sin control.— P-pensé que yo realmente lo amaba por lo que era, que lo conocía completamente. Que estaba totalmente seguro de estar con él para siempre... Pero ahora, me doy cuenta de que me enamore de una mentira. No sé nada de él y yo...
"Yo solo me conforme con lo que vi por fuera, no quise conocer lo que él era realmente."
Hazel también rompió en llanto. Al punto de que ella misma también empezó a moquear y los oídos se le tapaban. Ver al sonriente príncipe, tan destrozado, lleno de lodo y abrazándose a sí mismo en el suelo, escuchándolo lamentarse, tan confundido e indefenso, le partió el alma. Will, aquel chico que era sumamente bromista y positivo, que desde que llego al Hades no había llorado frente a nadie. Ahora se encontraba tan destrozado y todo... Era culpa de ella y de su hermano por no confiar en él.
No podía negarlo, esta vez hasta la propia Hazel había lastimado a Will. Era verdad que contar esos secretos no le correspondía a ella, sino a su hermano pero ella tampoco hizo lo posible por hablar con Nico para que este le contará la verdad a Solace, no busco que su hermano hiciera un esfuerzo por confiar en el rubio y mucho menos que buscará conocer más al príncipe.
Entonces Hazel reflexiono todo lo que había pasado desde el inicio y se sintió la peor persona del universo. Will había venido al Hades por obligación para casarse con alguien que no le recibió de la mejor manera, llego para ser mal visto y juzgado por la corte al ser un príncipe extranjero, llevando consigo también de que fue criticado por el pueblo al hacerse conocer su segundo género, que lo habían intentado asesinar justo después de eso y que cuando aparentemente todo estaba mejorando, su primo llegó para despertar las inseguridades que William tenía bien fundamentadas y se acaba de enterar de que su supuesto amor, le había mentido todo este tiempo, que ella, la única persona que no le trato con la punta del pie nada más llegar, su primera amiga, se había sentado ahí para verlo todo, sin intervenir o buscar ayudarlo.
"Will siempre ha sido un cielo conmigo y yo... ¿Le pagó de esta manera?"
Hazel se arrastró con duda mientras continuaba llorando hasta llegar al lado de Solace, quien continuaba desahogándose en el suelo. Sin pensarlo demasiado, la chica tomó la cabeza de Will en sus manos y lo abrazo con fuerza mientras repetía continuamente sus disculpas.
—Lo siento Will... En verdad lo siento tanto, por favor perdóname.
Solace no respondió nada, simplemente se quedó llorando en los brazos de Hazel hasta el agotamiento. Todo mientras la lluvia no paraba de caer sobre ellos, rodeados de bosque mientras los guardias que Nico había enviado en su búsqueda, comenzaban a llegar.
...
Una semana después
Ciertamente las noches anteriores no habían sido particularmente agradables, sin embargo sí que fueron unas muy productivas en el sentido de que el enterarse de todas esas cosas habían servido para que Will comenzara a cuestionarse muchas cosas mientras trataba de conciliar un poco el sueño en su enorme cama.
No tanto ya en el hecho del por qué Nicola le había mentido. Si no más por la parte que competía a la "Naturaleza" de Solace.
¿Era realmente posible que un Beta fuera la pareja destinada de un Omega?
¿Era posible que un Beta fuera capaz de percibir las hormonas de un Omega en celo?
¿Cómo es que Nico estaba tan seguro de que Will era su destinado y no otra persona?
... ¿Y si el del problema era Él y no Nico? ¿Y si era una especie de Beta mutante?
¿Y si era un Alfa que no había terminado de desarrollarse y quedo atrapado en el proceso, dejándolo como un Beta?
Preguntas de esa índole fueron taladrando su cabeza intensamente hasta el punto de que la curiosidad y la confusión lo hicieron inestable como para guardar el reposo que Hipócrates le ordeno. Tras su fea caída del caballo, Jules Albert lo mandó de emergencia a la enfermería y tras solo curar sus raspones y moretones, Will fue mandado a reposar por tres días en su habitación. Aunque Solace sospechaba que este reposo iba más como una ayuda de su amigo galeno para que le dieran al joven príncipe un descanso. Sin visitas indeseadas o preguntas atormentadoras.
Y a pesar de que lo agradecía profundamente, ciertamente dejar en cama a Solace era lo peor que podían hacer por él. Principalmente por que le daban espacio y eso le hacía pensar demasiadas cosas al mismo tiempo, lo cual siempre había sido algo complicado para Will. Quien tendía a darle demasiadas vueltas a sus problemas y terminaba por desesperarse. Agregándole el hecho de que cada noche di Angelo llamaba a su puerta con la intensión de que discutieran lo que había pasado.
Afortunadamente Hazel trataba de redimirse con Will, haciendo que su hermano desistiera de insistir por más de veinte minutos en la puerta de su habitación y no cumpliera su amenaza de derribar la puerta si Solace seguía negándose a bajar a cenar, o en general, que siguiera negándose a salir de su habitación con tal de no cruzarse con él.
Y es que era necesario separarse un momento, Will tenía bastantes cosas en las que pensar y a su vez quería aclarar cosas en su mente por prioridad. En esta ocasión, saber que era lo que realmente estaba pasando con él, era mil veces más importante que el escuchar las posibles mentiras de su prometido. La presencia de Nico en general ahora era un remolino de confusiones para Solace.
Y el hecho de que la noche anterior no haya ido a molestarlo para bajar a cenar, era prueba de que ciertamente necesitaba un momento para pensar. El silencio de su habitación le ayudo a formular todas esas preguntas y a tomar la decisión de irse a primera hora de la mañana rumbo a la biblioteca, encerrarse ahí buscar toda información posible sobre la vinculación y si no habían registros de otros casos como Will.
Así lo hizo, corriendo con premura por los pasillos fue directamente a la biblioteca. Estaba seguro de que nadie lo molestaría en esas circunstancias, incluso había dejado una nota en su capa para que Cecil, Lou y Rosa no avisaran que después de una semana había salido de su habitación, advirtiendo que tampoco se había escapado, sino que solo estaría dentro de la biblioteca pero que no quería que lo molestaran para nada.
Sin embargo su perfecto plan se vio momentáneamente opacado cuando se cruzó con Jules en uno de los pasillos, ambos compartieron una mirada confusa, antes de que Jules le mirara con pena y le diera una sonrisa ligera. Will sin embargo no respondió a ese pequeño gesto, se mantuvo lo más impasible posible, dando a entender que no estaba de humor para peleas.
Pero...
—Que gusto el verlo fuera de su habitación, Alteza. —Jules dijo en un tono suave, realmente agradecido por ver que el alegre muchacho finalmente estaba saliendo de su burbuja.— Se sentía su ausencia en el palacio.
—... Solo estaba en mi habitación.
—Y aun así daba la impresión de que este castillo estaba abandonado.— El mismo tono suave y amable de Jules Albert no hacía más que incomodar a Will ¿Por qué estaba siendo tan amable con él siendo que en su aislamiento, Solace perdió toda una semana de clases? Era como para recibir el regaño del siglo.— ¿Ya ha hablado con su majestad?
—No y no tengo intensiones de hacerlo.
—Ya veo... ¿Quiere que mande a alguien para hacerle compañía?
—No, a decir verdad preferiría que nadie sepa que me has visto fuera de mi cuarto Jules.
—Como usted ordene, príncipe Solace.— Algo apagado pronunció Jules mientras daba una pequeña reverencia y se alejaba del pasillo, dejando a Will con cierta duda. ¿Eso era todo?
A pesar de que la actitud de Jules era muy rara, buscó no tratar de encerrarse en ello y mejor optó por seguir su camino a la biblioteca, la cual para su suerte estaba vacía. Totalmente a su disposición.
—Bien, vamos a lo que nos interesa.
Tranquilamente Will dedicó todo esa día a leer cuantos libros pudo sobre anatomía, no encontrando nada diferente a lo que ya sabía, al día siguiente mucho menos se encontró con algo nuevo, todos los libros mencionaban lo mismo solo que con diferentes palabras.
"La sociedad se divide en tres géneros los alfa, los beta y los omega. Tienen unas diferencias muy particulares, sobre todo entre alfas y omega, los dos extremos de la jerarquía. El Alfa/Beta/Omega de cada individuo es como una parte de este, se le puede definir como su lado animal, y pueden no estar de acuerdo con este instinto. Un ejemplo muy claro es que si un alfa pacífico es retado por otro alfa, el Alfa de este individuo le obliga a aceptar el reto. Se debe a que sus instintos animales están controlando a su parte racional."
Ok, hasta ahí... Nada nuevo.
"Las características de un alfa puro: los alfa son fuertes y grandes, pueden ser o no agresivos. Poseen un gran instinto de protección, desean proveer y ser el cabecilla de la familia. Son territoriales, tres de sus sentidos (olfato, oído y vista) están muy desarrollados. Suelen desempeñar cargos importantes que tienen que ver con la política, las fuerzas armadas, las grandes ciencias o la justicia, por lo tanto, son poseedores de la mayor cantidad de beneficios."
Ciertamente, Will no encajaba totalmente en esa descripción.
"Ellos también cuentan con "La Voz", tiene diferentes nombres, pero muy similares como voz de mando, voz de alfa y derivados. El punto es que cuando hablan con esta voz, tienen una reacción de entera sumisión en los omega, e incluso en los beta o alfa más jóvenes o de menor poder."
La voz... Esta parte hizo dudar un poco a Solace. Ciertamente no era la primera vez que notaba el poder que tenía su voz cuando estaba particularmente enojado, pero esto siempre lo adjudico a su poder de Helios. Después de todo, su cantó era la principal fuente de invocación para sus poderes.
Sin embargo las cosas seguían si cuadrarle totalmente. Continúo leyendo y rápidamente el libro tomo otro tema de su interés.
"Cuando hay un vínculo destinado entre un Omega y un Alfa, estos responderán automáticamente al instinto de buscar aparearse, la atracción entre los dos individuos es inevitable e intensamente pasional, buscando el contacto físico y la consumación del emparejamiento."
Si Will era honesto, muchas veces se sintió abrumado por su instinto cuando estaba cerca de Nico, principalmente durante los besos y ciertos momentos en que ambos se miraban a los ojos, pero al igual que como su abuela le había enseñado, él automáticamente controlaba esa sensación de necesidad con la ayuda de su poder curativo. ¿Sí nunca se hubiera controlado, habría descubierto mucho antes el lazo que lo unía a Nicola? ¿Habría cedido a esos bajos impulsos tan fácilmente?
"Los Alfas y Omegas son las únicas especies que pueden tener una relación de destinados ya que sus hormonas con tan compatibles entre sí que causan la cogeneración perfecta de ambos individuos"
Solo Alfas y Omegas...
"La vinculación es meramente posible en el caso de Alfa + Beta, sin embargo se han registrado muy contados casos de parejas Beta + Beta, Alfa + Alfa, Omega + Omega. E históricamente se tienen registros de un cinco parejas Alfa + Beta que llevaron a cabo la vinculación de manera exitosa."
Solo el 5% de la población histórica lo había conseguido, solo que como siempre... No había tal relación entre un Omega y un Beta.
Una semana yendo a la biblioteca desde temprano que solo hizo a Solace llegar a la conclusión de que posiblemente él era el del problema en toda esta situación.
Si no soy un Alfa completamente ni tampoco un Beta... ¿Qué demonios soy?
...
Nico caminaba desanimadamente por los pasillos del castillo mientras trataba de distanciar su mente de todo el asqueroso momento que estaba pasando, a la par de que trataba con todas sus fuerzas de evitar toparse con el estúpido de su primo. En estos momentos creía que si veía la mínima señal de unos ojos verde aguamarina, no dudaría en mandar a su dueño a las mazmorras para llevar a cabo una buena sesión de tortura, que ahora que lo pensaba, realmente necesitaba una...
¿Había prisioneros recientemente? Probablemente solo ladrones de poca monta o algún que otro pirata de bajo perfil. Nada que valiera y justificara la pena de una hora de tortura pero...
Los pensamientos del rey se detuvieron al notar un aroma muy familiar y añorado por él. Era el olor del sol y los ríos salvajes... Levantando la mirada casi con desespero, Nicola alcanzo a ver el momento justo en que Solace ingresaba en la biblioteca con premura, con el cabello un tanto desalineado, permitiendo que su aroma fuera perfectamente detectable en todo el pasillo. Al menos para Nico lo era.
Hacía dos semanas que no había visto ni hablado con él, a pesar de que la primera semana estuvo día y noche tras su puerta, bramando y pidiéndole solo un momento para que pudieran conversar. Sin embargo Will se había negado rotundamente a siquiera hablarle al otro lado de la puerta, mucho menos a dejarse ver por el rey.
Nico interpreto esto como una señal de "habla ahora o piérdelo para siempre", así que sin dudarlo un segundo más, se metió a la biblioteca tras Solace y no tardó mucho en encontrarlo. Will se encontraba sentado en una de las mesas de estudio, leyendo un libro lo bastante grueso como para que estuviera entretenido en él toda la tarde, su cabello colgaba por los extremos de su rostro y brillaba como el oro al tener los primeros rayos del sol detrás de él, que se colaban por la ventana... Si se ignoraba la palidez del rostro del príncipe de delos y los tonos morados que se dejaban ver por debajo de sus ojos, parecía que el rubio era la encarnación misma de la belleza masculina.
Tenerlo tan cerca, a tan solo unos metros y sin una sola puerta que los separase, Nico sintió la urgencia de acercarse para tomar su dorado rostro entre sus manos, llenar sus mejillas de caricias y susurrarle tantas palabras de disculpas como le fueran posibles. Di Angelo no era alguien que se disculpara regularmente ¿por qué tendría que hacerlo? Él era el rey del mundo, el soberano más joven y prolífico de todos los tiempos, aquel que en tres años logro someter a todos los reinos grandes a la redonda bajo su poder, que había realizado grandes avances para la prosperidad de su pueblo que había sido abandonado desde la época de cronos, que había conseguido una alianza con el ducado más recóndito y aislado de todos, él era un grande... Así lo habían educado y aun con ello, sentía que le debía tantas disculpas al joven rubio frente a él.
Escondido entre las sombras de las estanterías, tal como solía estar antes de que su relación con Solace avanzara, el rey observaba al mayor desde las sombras, sintiendo su aroma en el ambiente y deleitándose con él antes de decidir salir de su escondite.
Y estuvo a nada de hacerlo, estuvo a segundos de abandonar la seguridad de las sombras del palacio y salir al sol para abrazar a quien consideraba su persona más especial junto a su hermana Hazel.
Dio un paso.
Luego dos...
Finalmente dio tres pasos cuando, abruptamente, Will paro de leer y levantó la mirada. Al inicio sus ojos demostraban sorpresa y algo de temor al ver que no era el único en la biblioteca, pero rápidamente está mirada se volvió más intensa, algo imponente, atemorizante. Tanto que la piel de Nico se erizo y unos escalofríos le invadieron el cuerpo, unos escalofríos nada agradables.
La misma sensación que tenía cuando los alfas de la corte de su padre le miraba mal a él y a su madre...
Nico tomó la decisión de devolver una mirada directa a los ojos de Will y se topó con los fríos ojos de Solace. Unos ojos que jamás espero ver en el muchacho, estos irradiaban una gran cantidad de sentimientos negativos en contra de Nico; Celos, ira, traición, disgusto... Dolor.
Di Angelo pasó saliva con mucha dificultad mientras observaba aquella mirada llena de reproches por parte de Solace.
Y no era para menos, si era sincero, Nico era la última persona a la que el príncipe de Delos quería ver en ese momento lleno de confusión. ¿Cómo no sentirse así? en la mente de Will, ya había dado por hecho que entre Nico y él se había dado una conexión especial, algo único y mágico. No era por el hecho de que todo indicaba a que "eran destinados", nunca sospecho algo como eso ya que era prácticamente imposible que un Alfa y un Beta pudieran tener un lazo así. ¡Por dios! que la mordida nunca funcionaría en Will por su segundo género... Y aún con eso, cuando Nico le obsequió aquel hermoso jardín de la torre norte, pensó que una especie de vínculo especial se había creado entre ellos, le estaban obsequiando algo tan íntimo y preciado para el de ojos de obsidiana. Algo que Will prometió cuidar y atesorar hasta el último día de su vida, en ese momento él había tomado eso como un "tú y yo no necesitamos un lazo, porque tenemos algo mil veces más fuerte que eso".
Sin embargo todo eso desapareció cuando escuchó a Perseo y al rey hablar de que Nico había entrado en celo desde que vio a Solace el primer día, su indudable química y la especie de apego emocional que habían desarrollado en poco tiempo... Todo tenía sentido a la par de que había perdido su magia.
Solace había despertado de su dulce sueño muy pronto. Todo era mentira, una mentira impulsada por una naturaleza con la cual no podían luchar por más que quisieran. Siguiendo esa lógica y el hecho de que si Will fue el que despertó el celo de Nico, entonces él era su destinado... Sin embargo no contaba con que había otra persona en la vida de Di Angelo y no era nadie más que el príncipe del Mar, Perseo Jackson. Famoso por la conquista de las tierras del sur y por ser el dirigente de la ruta de navegación más rápida, basta y rica en comercio.
Cuando esta información le fue revelada, Will supo que algo en él se había roto: la confianza ciega que le profesaba al moreno. Nico le había mentido cuando dijo que solo él había despertado en su ser ese tipo de sensaciones, que era el primero y el único...
Destinados, un alfa y un beta (que ahora no sabía si lo era). Sí que era un chiste de muy mal gusto... Era mil veces más posible el lazo entre dos alfas que la supuesta historia de cenicienta que Will se había montado en su cabeza. Y eso le dolía, le dolía demasiado, ver a Nico lo estaba lastimando, no lo estaba haciendo feliz, lo llenaba de dudas, de sentimientos negativos, de ganas de querer regresar y llorar por horas en los brazos de su abuela. De perderse en la basta selva de Delos y no volver jamás. Y todos esos sentimientos se reflejaron en la cristalina iris de sus ojos celestes, como dagas afiladas en el corazón de Nico.
Nicola retrocedió asustado. Algo en su instinto le advertía fuertemente de que saliera corriendo de ahí, la presencia de Will por una vez no traía paz al corazón del azabache, si no que sembraba la semilla de un miedo terrible, uno que le calaba hasta los huesos y le dejaba paralizado. Como si en vez de tener a su hermoso prometido frente suyo, su padre estuviera de nueva cuenta frente a él, mirándolo con la misma expresión dura y carente de afecto, llena de reproches...
—W-Will yo...
—¡No hables!— el tono de voz de Will era intenso y lleno de demanda. Le estaba ordenando y debido a su naturaleza, las rodillas de Nico temblaron.— No quiero escucharte.
En ese momento, Will se levantó de la mesa mientras cerraba el libro entre sus manos y lo ponía debajo de su brazo. Rodeando al azabache, Solace se disponía a dejar la biblioteca cuando una mano pálida y delgada le tomó de la muñeca. El rubio se giró y se encontró con los ojos llorosos de Nico, quienes le miraban suplicante, implorando una sola cosa: "tú no... Me rechaces"
Will pasó saliva con dificultad, y se giró de lleno para quedar frente a Nico.
—W-Will... Por favor espera, déjame explicarte yo... Tienes que saber la verdad.—acto seguido, el moreno posicionó la mano de Will en su mejilla para dejar leves caricias en su rostro, con la total intensión de que Solace no fuera capaz de apartar la mirada y viera la verdad en sus ojos.—Debes de creerme c-cuando te digo... Que eres...
—¡No lo digas!— Will se soltó del agarre de Nico como si este le quemara la piel, apretando los puños para contenerse, centrando su poder curativo en el núcleo de ese calor que le quemaba cada parte de sus entrañas y continuo.— Ya no lo soporto Nico. Ten piedad y déjame solo...
—¡¿P-pero qué?! YA TE DIJE QUE ME DEJES EXPLICARTE, MI SEUDO COMPROMISO CON PERSEO SOLO FUE UNA PROMESA QUE ME HIZO PARA AYUDARME A MI MADRE Y A MÍ.— trato de aclarar Nico con todo lo que su voz podía ser alzada. Ya no se sentía tan debilitado por alguna razón.— ¡Él quería liberarnos!
—¡¿Enserio crees eso?! PUES QUE CASUALIDAD QUE DECIDE CUMPLIR LA DICHOSA PROMESA JUSTO CUANDO ANUNCIAS TU COMPROMISO CONMIGO.— Lastimeramente para el moreno, el rubio le levantó la voz y de nuevo sentía que no podía discutirle.—Y hasta donde yo sé ya no tiene ninguna reina y príncipe que salvar.
—E-estas tocando un tema delicado Solace... Si no quieres que me enoje yo...
—¡Oh, eso no será necesario señor de la oscuridad!—Will arremetió contra Nico y lo tiro de bruces al suelo, donde sonrojado y confundido, el más chico fue incapaz de moverse. O de tan siquiera protestar por ello. Pero por instinto, al haber sido atacado tantas veces, Nico intentó devolver el impacto, haciendo que comenzaran a rodar en el suelo, sacando los colmillos en un reflejo de su naturaleza, luchando por ver quien sometía al contrario. Eventualmente y haciendo uso de sus poderes, di Angelo consiguió dar un golpe de gracia que mando a Will a estrellarse contra una de las estanterías. El sonido de la espalda y el cráneo de Solace al impactar con la madera junto a la pila de libros que cayeron encima del rubio hizo reaccionar a Nico en ese momento.
—¡W-Will! Lo siento mucho, yo...
Del impacto algunos libros se habían deshojado y ahora cual pétalos se movían entre ellos, mientras Will arreglaba sus ropas desordenadas por el brusco movimiento de antes y sobaba su cabeza mientras murmuraba palabras como "esa si me dolió..." Completamente brillante y hermoso... Dando a la vista del azabache una escena del rubio con su pecho descubierto y el cabello desordenado, desordenado por el propio Nico al estar forcejeando con el sol brillando detrás de él, remarcando con las sombras su masculina y atractiva figura. Adjuntándole mirada enojada e intensa que el rubio le estaba dedicando en ese momento. Nico se dio cuenta de que la parte dominante de Solace era intensa, imponente, muy sensual... Que le encantaba de todas las maneras posibles.
¿Cómo pudo hacerle tanto daño a este pedazo de hombre que tenía frente a él? ¿Cómo es que Nico tuvo la osadía de hacerlo llorar? Porque sí, justo después de eso, Will comenzó a lagrimear y a respirar de manera entrecortada. Mirando todo el tiempo al suelo mientras su dorada piel adquiría un tono durazno en la parte de sus orejas.
—Tú eres... Nico, tú eres mi primero en todo.— Se atragantó Will con sus propias palabras.— Yo nunca había interactuado con muchas personas a parte de mi familia... Eres el primero por el cual me siento tan atraído, por el cual me siento tan... Inseguro. Es por eso que me quema saber, que yo no soy tu primero.
Will apresó su propio cuerpo en un abrazó mientras ocultaba su cara en las rodillas y se largaba a llorar casi al punto de gritar, pues su voz dolida inundaba toda la habitación.
—Estoy tan perdido... Hace unos días estaba seguro de que todo en mi vida era feliz y perfecto, pero resulta que solo estaba caminando sobre un hielo fino que pronto se rompió y me trajo a la realidad. No sé qué es verdad ahora, no sé si lo que siento por ti es verdadero o solo es un impulso de mi necesidad reproductiva. ¡Por dios que ahora no se si mi naturaleza Beta es una realidad! Pensé que eras mi estabilidad y ahora resulta que tú eres la causa de que ya nada en mi vida sea estable...
Nico gimió ante la nueva sensación. La voz profunda de Solace penetraba completamente en su interior, le calaba los huesos y le hacía sentirse torpe, perdido. Completamente desorientado.
Las palabras tan dolidas que Will le estaba diciendo entre lágrimas no hacían más que despertar su culpa, sentía el corazón bombeando a una velocidad de vértigo su sangre. Podía sentir su cuerpo calentándose de un manera poco agradable, el estómago se le revolvía y los ojos le picaban con la intención de hacerlos lagrimear Su omega interior reaccionaba de manera negativa al ver a Solace tan perdido y destrozado.
─W-Will... P-para por favor, si tu lloras así yo... Yo me voy a romper también.
—Eres tan cruel Nico...— se separó de su cuerpo para mirarlo directamente a los ojos. En las Iris de color cielo, destellos dorados refulgían con intensidad. Eran apenas perceptibles, casi no podías notarlos pero Nico se sabía de memoria cada parte del hermoso rostro de Will, que fue tan fácil para él notar ese leve cambio.— No solo me mientes sobre algo tan importante que merecía saber antes de casarme contigo, ¿me pides que no llore para que tu no lo hagas? ¡¿Es que no entiendes que ahora mismo nada está bien?¡ Claro, para ti es fácil porque tú tienes todo seguro... Yo no.
—Will... No digas eso.
—¡Es la verdad! ¿Alguna vez te pusiste a pensar en cómo esto afectaría? ¿Tan poca confianza me tienes como para ocultarme tu segundo género? ¿Por quién me tomaste di Angelo? Esto solo... Solo confirma que no sabes nada de mí, y yo no sé nada de ti. Y se supone que nos vamos a casar... ¿Cómo es que vamos a jurar amarnos cuando ni siquiera sabemos lo básico del otro?
Will temblaba de rabia y al sentir que su temperatura corporal disminuía constantemente, como si la presión se le estuviera bajando. Pero nada más alejado de la realidad, pues en ese momento sus emociones estaban totalmente fuera de control, lo que así que sus poderes disminuyeran su control sobre las reacciones naturales de su cuerpo, logrando que miles de feromonas de la tristeza y el enojo fueran liberadas directamente contra el chico frente a él, quien no tardó en resentir todos los efectos en su propio cuerpo.
Fue en ese momento que Nico no pudo soportarlo más y recibiendo toda la energía negativa de su destinado, el omega de Nicola se quebró y causo que de manera espontánea, el moreno se desplomara al intentar acariciar el rostro de Will para limpiar sus lágrimas.
El rubio se levantó de su lugar, preocupado al ver como Nico se desmayaba enfrente de él. Al notar que el rey temblaba en el suelo y palidecía rápidamente, Will lo acomodo entre sus brazos y empezó a cantar en un afán de curarlo, rápidamente el envolvió la capa que Nico traía alrededor de su cuerpo para darle una ayudada a sus poderes con afán de mantenerlo cálido, pero contra todo pronóstico médico, en el momento en que Solace se descuidó un poco y libero unas cuantas feromonas de preocupación mientras pegaba el rostro de Nico a su pecho, dejándolo justo en el lugar donde el corazón del rubio latía, el color regresó a la piel del moreno, su respiración dejo de ser tan pesada e irregular.
Aliviado, lo cargo en brazos y tarareando una canción tranquila para mantener activado su poder sanatorio, se dispuso a llevarlo a su recámara para que descansara.
El aparente tarareo resultó ser tan relajante y hermoso, que Nico no pudo mantenerse indiferente a este y se acurrucó en los brazos de Will, buscando sentir de nuevo los latidos de su corazón contra su mejilla, de percibir el calor de su cuerpo, respirando su aroma fresco a luz de sol. Este si era su Sol, el chico del cual se enamoró y que prometió mantener a su lado cuando Will le mostró algo que nadie a parte de su madre y hermana le habían mostrado, afecto.
A su vez Will se encontraba más tranquilo, estable y en paz consigo mismo. Quién diría que tocar un poco a su prometido le ayudaría a sentirse más seguro de alguna manera. Ver el arrepentimiento en los ojos de Nico mientras trataba de acercársele, puede que haya sido lo que quebranto un poco la barrera del dolor y desconfianza que el rubio había levantado alrededor suyo.
Puede que realmente Nico tuviera una fuerte razón para no haberle dicho la verdad, algo que tal vez ni siquiera estaba en su poder, esta idea le hacía empatizar más con la situación de su rey, quien vivía en un país donde estaba muy mal visto pertenecer a la categoría de Omega, donde su propia corte, más que apoyarlo, estaban totalmente pendientes del momento en que este cometiera un error para entonces atacarlo.
Sin embargo, Will odiaba las mentiras, fueran cual fueran las circunstancias. Al ser alguien que desconocía a ciencia cierta su pasado, tenía una naturaleza desconfiada y muy basada en la veracidad. Su padre era igual que el propio William en ese aspecto. De hecho ni a sus hermanos perdonaba cuando le hacían alguna mentira de broma, simplemente era un tema muy sensible para Solace.
Pero ahora que se ponía en la piel de Nico, parecía que su ira se enfriaba. Siendo remplazada con la sensación de arrepentimiento por no darle la oportunidad de explicarse.
Deposito un suave beso en la coronilla de Nico y le sonrió con vergüenza. Realmente estaba loco por ese pequeño omega gruñón y tenebroso, si es que ahora era capaz de hacer a un lado el hecho de que le había mentido. Se moría de amor por Nico y estaba seguro de que eso nunca cambiaría a pesar de que en ese momento se encontraba confundido y no entendía si ese amor era genuino o si provenía de su vínculo especial de destinados.
El beso de Will sobre la frente de Nico parecía ser lo más acertado en esa ocasión dado que inmediatamente el moreno empezó a despedir un aroma dulce. Indicios de que estaba totalmente a gusto con las atenciones de su compañero, inclusive, a Will le parecía que el más pequeño empezó a ronronear mientras se restregaba contra el cuerpo de Solace en busca de esa sensación agradable.
Algunas sirvientas miraron con preocupación la escena y se acercaron a Will al ver a su rey siendo cargado en brazos. Con ayuda de su poder curativo, Solace fue capaz de disfrazar el aroma dulce de su chico, utilizando sus méritos como actor les dijo a todos que el rey solo había colapsado por el cansancio de dirigir el reino y todo lo que se había adjudicado. Todo el mundo le creyó puesto que no sería la primera vez que el rey se sobrecargaría de trabajo y terminará por desmayarse.
A parte Will era un sanador, proveniente de Delos. El mejor lugar de elaboración y enseñanza en la medicina, los mejores médicos venían de su hermosa isla. Así que el experto era él. No había por qué cuestionarle.
Will siguió avanzando por los pasillos de palacio, dejando de vez en cuando caricias en los hombros de su niño con los pulgares, besos en su mejilla o apretándolo más contra su torso. Ahora se percataba de que realmente adoraba mimar a Nico, encontraba alguna especie de placer al estar cumpliéndole capricho tras capricho.
"Si todo esto se resolviera... ¿Cómo sería si Nico quedara encinto?"
Sabía que debido a su condición como beta, iba a ser muy difícil que Nico quedara embarazado, pero no era imposible. Pensar en ello le hizo aterrizar de su fantasía.
"Relájate un poco William, para empezar ni siquiera estas seguro de ser un Beta. Tampoco se ha dicho todo, no puedo dar por hecho que esto se resolverá así como así..."
Oír a Nico quejarse por la falta de feromonas de afecto, hizo que Will quisiera suspirar de amor. ¿Cómo es que Nico le había bajar la guardia tan rápido? Es que el moreno tenía que ser brujo algo así, de otra manera, Solace no podría caer tan fácil por el rey del mundo.
Todo era dulce y lindo hasta que el sonido de una armadura le hizo detenerse y mirar al frente. La anterior paz y felicidad de habían ido al caño con solo toparse con los ojos verdes de Perseo Jackson.
—¡¿Ese es Nico, está bien?!—preocupado pregunto el de cabello negro cuando reconoció la vestimenta que en la mañana llevaba su primo. Pero detuvo sus intenciones de tomarlo en brazos cuando vio su rostro. Estaba dormido... Con un leve rubor en las mejillas y sonriendo. El retrato exacto de un ángel.
Percy había visto muchas veces a Nico sonrojado. Principalmente cuando lo molestaba o lo hacía avergonzar. Pero nunca lo había visto poner esa expresión, se veía tranquilo, cómodo, feliz...
Sorprendido levanto la mirada hacia el chico rubio e inmediatamente se sintió arrepentido de su decisión.
Los ojos de Will Solace le devolvían un fulgor terrible, lleno de ira y de advertencia. Un aroma penetrante cargado de feromonas se desprendía de él, tan intenso que adormeció las extremidades de Percy, casi obligándolo a arrodillarse y bajar la cabeza en total señal de sumisión... Sorprendido e incluso un tanto asustado, Jackson retrocedió.
Este comportamiento lo conocía tal como la palma de su mano. Su padre hacia lo mismo con su madre cuando los demás reyes asistían a palacio y elogiaban la belleza de la consorte favorita del rey del mar.
Will Solace marcaba su territorio ante un alfa.
—Sí, él está bien. Ahora con tu permiso...—La voz de Will se escuchaba demandante y con un tono tan frío que le heló la sangre al de ojos verdes. Algo que ni él mismo entendía.
Percy era un Alfa, se supone que las feromonas de otros alfas no pueden afectarle, de hecho él estaría de igual forma tratando de marcar territorio. Pero no podía, por alguna razón sus instintos no actuaban como es debido. Estaba siendo sometido...
—Y-yo...
—He dicho que te muevas. Me estorbas.— Finalmente y contra su voluntad, Percy se hizo a un lado. Por instantes el ambiente se hizo pesado, casi tóxico para el príncipe de océano al punto de que le costaba respirar y las piernas le flaquearon.
—Solo te advertiré una cosa Jackson.— Will giró la cabeza para observarle por encima del hombro y con la mirada más taladrante que pudo formar en su rostro decreto.—No me importa quién te creas que eres, pero no puedes venir y tratar de tomar lo que por derecho es mío. El único esposo del rey del mundo, soy yo.
Solace desapareció por la puerta que daba al pasillo de los cuartos principales, dejando un tembloroso Percy Jackson en el suelo.
El miedo aún estaba instalado en sus venas, la adrenalina del momento corría por sus venas.
Hola chicos.
Bueno, digan que ahora no me tarde los cinco meses que siempre me tardo. Pero justamente terminé de corregir el capitulo bajo los altos estándares de mi beta y Wattpad de nuevo se puso de nena.
Sin embargo ya me percate de que Wattpad me anda fallando cada dos o tres semanas y solo me deja acceder como quiero a la plataforma por dos días. Así que ahora estoy buscando la manera de organizarme para que las actualizaciones se vayan dando en tiempo, más que nada por que ya nos estamos acercando a uno de los arcos más importantes de la historia y que en lo personal, es él que más me emocionaba escribir.
¿Qué les pareció el capitulo? Debo decir que para ser el capitulo más largo hasta ahora (casi 10, 000 palabras) no me ha decepcionado. Lamento todo el angst pero es necesario para que nuestros tortolos aprendan que el amor no es solo besitos acá y allá.
También es el capitulo donde les doy más panorama del Frazel (que miren que me costó escribir de ellos por que ciertamente no son la pareja con la que más conecto, entonces tuve que ser muy cuidadosa y revisar continuamente que les estaba poniendo) Acepto sus tomatazos y sugerencias por si lo sintieron vació o mal. Creo que es la parte donde ustedes más pueden ayudar a mejorar el fanfic.
También debo decirles que no odien totalmente a Percy, el muchacho tiene buenas intenciones pero como siempre, su impulsividad y egocentrismo le hacen tomar medidas muy erradas que terminan perjudicandolo (no lo culpen, no tiene a Anabeth para que le salve el trasero en el ultimo momento).
El siguiente capitulo será el final de este Arco y comenzaremos con el tercero. Ahhhh estoy muy emocionada.
No olviden comentar y votar, me encanta leer sus teorías locas sobre la verdadera naturaleza de Will o lo que vendrá a continuación en la historia. Las pocas veces que puedo leerlos todos me siento super contenta de verles tan metidos en mi historia.
AHORA SÍ, sin mas que decir.
NOS LEEMOS PRONTO <3
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