- No sé, pero no os acerquéis por favor - dije asustada.

- ¿Por qué? - preguntó Jack.

- Porque no sé, no puedo controlarme, no sé, estoy como poseída - dije yo.

- Esa armadura es un flufli - dijo Shasha.

- Gracias Shasha - dije yo.

- De nada - dijo Shasha.

Y de repente mi armadura, mi arco y mi carcaj desaparecieron y en su lugar apareció una especie de guepardo volador.

- Ah, pero no te preocupes los fluflis no atacan a los que consideras tus amigos - dijo Jack acercándose más a mí.

- Ah - dije acercándome a Jack.

Pero de repente el guepardo volador rugió y se puso delante de mí, yo me asusté y me eché hacia atrás.

- Luna, tranquila - dijo Shasha tranquilizándome.

- ¡Hum! - asentí yo más tranquila.

Posé mi mano derecha temblorosa sobre el lomo de aquel extraño animal y me encaminé hacia Jack para abrazarlo.
Pero él fue el que primero me abrazó.
Cuando nos soltamos, volvió mi armadura con el arco y el carcaj de antes.
Al parecer ahora sí que podía ver con claridad todo, podía ver en la oscuridad.

- ¡Vamos! - chilló Elisabeth tan impertinente como pudo.

- Elisabeth, ¡no!, ahora no es el momento - le regañó Esmeralda.

- Bueno, continuemos - dije yo con el arco dorado en mi mano derecha, parecía una heroína de verdad, aunque claro, ya sabéis, los poderes no son lo que te convierten en heroína, sino tus actos.
De repente perdimos de vista a Jack y yo me preocupé.

- ¿Habéis visto a Jack? - preguntó Eric mirando a todos lados.

- Es verdad - dije preocupada mirando a todos los lados, pero de repente alguien me puso sus manos en mis hombros y dijo.

- ¿Me buscabais? - preguntó una voz conocida mientras me daba la vuelta.

- ¡Jack! - exclamé sorprendida abrazándole.

- ¿Me echabas de menos?  - preguntó devolviéndome el abrazo mientras yo asentía.

- No sabía dónde estabas - dije yo.

De repente se oyó un crujido que procedía de las paredes que eran de roca.

- Esto no aguantará mucho tiempo - dijo Esmeralda echando a correr mientras que los demás le seguíamos hasta llegar a una especie de sala que era un portal extraño el cual estaba conectado a un ordenador gigante cuyas teclas eran dos hoyos con forma de mano donde se suponía que tenía que poner las manos, ya casi no quedaba tiempo.
Así que yo puse mis dos manos y me concentré en el aire que de pronto se formó un tornado pequeño que limpió el polvo que tenían las paredes revelando unas escrituras muy antiguas como runas o jeroglíficos luego me concentré en el agua, pero me vino a la mente el fuego no sé por qué y un río de lava cubrió el ordenador gigante y se quedó en los engranajes que habían después me concentré en la luz
pero esta vez salí disparada hasta donde estaba Eric.

- ¿Estás bien? - preguntaron todos.

- Sí, pero creo que el ordenador me rechaza a ver yo tengo ese poder pero no me deja utilizarlo, creo que quiere que lo utilice Eric - dije mientras todos mirábamos a Eric.

- Está bien, lo intentaré yo, pero no sé si soy el más indicado para hacer esto, ese no es mi poder que yo sepa - dijo Eric probando.

Justo en ese momento se iluminó una inscripción que estaba sobre la pared.

- No puede ser - dijo Summer con cara de sorpresa.

- ¿Qué pasa? - pregunté yo.

- Eric es Luminor - dijo Summer.

- Summer no te estás precipitando, no, es verdad - dijo Jack rectificando sobre lo anterior.

- ¿Quién es Luminor? - pregunté yo.

- Luminor es el guardián de las fuerzas luminosas más poderoso, después de él está Galiana, se dice que Luminor y Galiana son tan mejores amigos que se consideran ellos mismos hermanos - dijo Summer.

De pronto empezó a agrietarse la piedra así que yo me concentré en el agua mientras se abría un portal por el cual pasaban Jack, Summer, Sakura que no era muy habladora, más bien era tímida y los demás cuando me tocó a mí salté al portal y después no recuerdo lo que pasó, me desperté en una camilla que parecía que estaba en un hospital, que sin embargo estaba fusionado con el instituto.
Jack estaba a mi lado y cuando abrí los ojos me envolvió en un abrazo que hizo no sé por qué, pero me empezó a doler todo el cuerpo.

- Ay - me quejé.

- Menos mal que estás bien - dijo soltándome y bajando la cabeza.

- ¿Qué ha pasado? - pregunté débilmente.

- Casi te explota todo el portal y te quedas atrapada para siempre en el espacio cuántico, te tuvimos que sacar tirando de ti por eso tienes contracturas por todo el cuerpo - dijo Jack.

- Ah, sólo eso - dije mirando como una planta que se había marchitado volvía lentamente a la vida.

- Mira - dijo Jack poniendo las noticias con el mando.

- Los científicos no saben cómo explicar este fenómeno - dijo un hombre enseñando como todas las plantas del mundo se habían marchitado y se empezaban a recuperar poco a poco.

- Sí, al parecer como a dicho mi compañero John todas las plantas del mundo se han marchitado de repente pero al parecer hoy se están recuperando poco a poco, esperemos que se recuperen todas, y ahora os dejo con mi compañero John que os explicará consejos para adelgazar - dijo el hombre mientras Jack volvía a apagar la tele y dejaba el mando en su sitio.

- Vale, pero ya estoy mejor, mira me puedo levantar de la camilla - dije yo.

- No tan rápido Luna, tu padre que es el dios de la medicina ha dicho que tienes que descansar durante mucho tiempo y sin moverte en la camilla, por lo menos una semana y por eso me he quedado yo contigo - dijo Jack mientras me incorporaba en la camilla.

- Jo, pero eso no es justo, venga Jack estoy bien, ya he vuelto en mi - dije gruñendo y suplicando.

- Sí pero tienes que curarte las contracturas - dijo Jack.

- Vale, está bien, pero prométeme que esta noche te quedas aquí conmigo y vemos una película, ¿vale? - dije volviéndome a meter en la camilla.

- Vale - dijo Jack.