Capítulo 6 Encuentros.
Luna P.O.V
De repente oí un ruido de agua, como si alguien hubiera caído por accidente a una piscina y fui a ver.
Me encontré con un charco de agua tremendo y a Elisabeth tirada en el suelo dolorida con moratones y rasguños por todas partes.
Se levantó como pudo.
- ¡Ay no!, me he roto una uña - dijo ella.
- Ssshhh - le mandé callar.
- Tienes moratones por todo el cuerpo y de lo único que te has dado cuenta es de que tienes una uña rota, por cierto ¿qué haces aquí?, ¿no deberías estar con Esmeralda en "Nunca Jamás"? - dije yo.
- Antes de nada, tú, rubia, ya te vale, encima que lo tienes todo y un chico estupendo para ti sola podrías dejarme que hablara, bueno, estoy aquí por accidente obviamente, creo - dijo Elisabeth.
Después de un largo rato explicando lo que había pasado, Elisabeth dijo.
- ¿Y por qué no cogemos el libro y se lo llevamos a los profesores y así nos sube la nota? - dijo ella.
- Vale, pero que quede claro una cosa, tenemos que unir nuestras fuerzas para salir de aquí con vida - dije yo.
- ¡Será posible! - replicó Elisabeth.
- Lo que me faltaba, formar equipo contigo, en fin es cuestión de vida o muerte así que vale, pero no se lo cuentes a nadie y menos a Jack - dijo ella.
- Vale - dije yo yendo a por el libro.
- No está - dije yo.
- ¿Cómo que no está? - dijo Elisabeth mirando a todo.
- Se lo habrán llevado - dije yo.
- ¿Buscabais esto? - dijo un hombre con el libro en la mano que tenía la cara pálida, supongo que era un vampiro.
De repente había un hombre detrás de mí y de Elisabeth.
- ¡Cogedlas! - ordenó el hombre.
Yo me escapé, pero a Elisabeth le cogieron.
Salí corriendo del hotel y fui a donde se suponía que estaba Jack y allí no estaba ni él, ni sus cosas. Entonces, sin pensármelo dos veces, entré otra vez al hotel y fui a buscarle. Al final, acabaron pillándome a mi también, me llevaron al lugar donde estaban Jack y Elisabeth estaban sujetos por dos hombres y el hombre que me estaba sujetando, me soltó y yo fui hacia Jack antes de dar el segundo paso vi que el hombre tenía un cuchillo poniéndoselo a Jack en el cuello, entonces me paré.
- ¿Qué queréis? - pregunté yo.
- Queremos que nos digas dónde está la varita del poder - dijo un hombre.
- No sé que es eso y dónde está - dije yo.
- Lástima, habrá que hacerte hablar - dijo haciéndole una pequeña herida con el cuchillo a Jack.
- No, parad, creo que ya me acuerdo - dije yo.
- ¿La varita del poder tiene que ver con los Guardianes? - pregunté.
- Sí - dijo Jack.
- Vale, creo que Galiana me dijo que estaba en el Cuadrante Exilius (C.E) - dije yo.
- Vale - dijeron ellos haciéndole a Jack una herida más grande y profunda.
Cuando se fueron corrí a Jack, para ayudarle cuando estaba junto a él entre lágrimas le dije.
- Tranquilo, todo saldrá bien - dije tiernamente aparentando tranquilidad pero en el fondo estaba muy nerviosa, ya que era mi primera vez y no sabía lo que hacer.
Le cogí de la mano y le ayudé a caminar.
Cuando salimos él dijo.
- Luna, para, ya no puedo más - dijo agotado.
Lo ayudé a sentarse en el suelo y de repente me convertí en una loba, no sé por qué ni como y empezé a lamerle la herida, era como si una parte de mi, mi instinto animal, se hubiera despertado.
- Luna, para, que ya estoy mejor, puedo seguir - dijo Jack.
- Hay que encontrar la forma de volver - dijo Jack.
- Creo que no va a ser posible - dijo Elisabeth que venía detrás de nosotros.
- ¿Por qué? - preguntó Jack.
- Tenemos que recuperar el libro - dije yo.
- Ya pero para eso vamos a necesitar refuerzos - dijo Elisabeth.
Después de un largo rato explicándole a Jack lo que pasaba, al final llegamos a la conclusión de que teníamos que buscar un refugio o un apple (refugio para mags).
- Creo que ya sé como podemos conseguir refuerzos - dijo Elisabeth.
- Tenemos que ir al instituto de esta dimensión - concluyó ella después de un corto rato en silencio para darse aires de misteriosa.
- Pero el instituto está abandonado - dijo Jack.
- Ya y en tu estado no llegaríamos nunca, aunque si lo intentamos, a lo mejor lo conseguimos - dijo Elisabeth.
- En el instituto hay una enfermería - dijo Jack.
- Ya, pero no hay ningún médico que conozcamos - dije mientras me miraban como diciéndome que yo era médica.
- ¿Seguro? - dijo Jack.
- ¿Qué?, yo no soy médica - dije yo.
- Luna tu padre es Apolo el dios de la medicina - dijo Jack.
- Bueno, vale, podría intentarlo - dije yo.
- ¿Cómo vamos a llegar al instituto si está a las afueras de Barcelona? - preguntó Elisabeth.
- Podemos pedir un taxi - dije yo.
- Vale - dijo Elisabeth.
Cogimos el taxi que nos llevó a las afueras, paró en una gasolinera y nos bajamos, para llegar al instituto. Llegamos andando al lugar donde estaba el instituto y estaba el instituto abandonado.
Subimos hasta la cuarta planta que era la enfermería y yo curé a Jack, después bajamos a la primera planta y fuimos al patio en el patio pulsamos un botón que ponía manantial estragos y aparecimos justo delante de una cascada que terminaba en un lago.
- Bueno, este debe de ser el manantial estragos de esta dimensión - dijo Jack ya recuperado.
- ¿Por qué se llama el manantial estragos? - pregunté yo.
- Porque es un manantial, que si tu eres no mags, hace que tragues su agua hasta ahogarte - dijo Jack.
- ¿Pero de qué nos sirve el manantial? - pregunté yo.
- Estos manantiales que adquieren un nombre específico, no son normales, son, por así decirlo, puentes entre mundos, dimensiones etc..., pero si no eres una hada del agua o una sirena del aire o terrestre, no puedes decidir adónde te lleva el manantial con sus corrientes, pero al menos cumple la función de portal - dijo Jack.
- ¿Entonces nos tenemos que meter en el manantial? - pregunté yo.
- Sí, exactamente - dijo Jack.
Él me cogió de la mano derecha y yo a su vez la de Elisabeth y nos lanzamos al manantial.
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