"(Te) recuerdo"

—Encontré su perfil en instagram—mencionó Pattie mientras ambas caminaban por el parque, Pattie tenía el celular en sus manos y se lo enseñó a Ava.

Ella lo tomó y pudo ver la imagen de Benjamín, llevaba un gorro de lana en la cabeza y unos lentes de lectura, se le hizo tan lindo que deseó poder ver más fotos de él y así admirarlo sin que se diera cuenta, pero tenía su perfil privado por lo que debía seguirlo para poder hacerlo.

—Es privado—dijo aunque sabía que Pattie estaba consciente de eso.

—Síguelo.

—¿Qué? Ni loca.

—¿Por qué no?

—Seguro se preguntará cómo encontramos su perfil y se dará cuenta que lo buscamos y sabrá que me llama la atención.

—Es posible, aunque no creo que saque todas esas conclusiones, es hombre, no analiza tanto la situación—le respondió ella para poder calmarla. Aunque Benjamín era justo de los que analizan de más las situaciones que se le presentaban.

—Aun así, ¿no crees que es muy arriesgado?

—¿Qué es lo peor que puede pasar?

—Que sepa que me guste,

—¿No es mejor así? Nos ahorramos mucho tiempo—le dijo—, no puedes ir a la librería cada día para buscar un libro de Joanne Jones. No tiene tampoco tantos libros como para poder comprarlos poco a poco.

—Creo que prefiero no arriesgarme.

—Vale, si no lo haces tú, lo haré yo—tendió su mano—, dame tu celular.

—Ni loca.

La idea le causaba tantos nervios. Ava nunca había sido la primera en dar ese paso; con Dean, su antiguo novio, siempre había sentido todo muy fácil, él fue quién se le acercó a ella en un primer momento y fue también quién la invitó a una cita. Sintió que todo había sido tan sencillo que de un momento a otro se vio relajada e involucrada en la relación de ambos, era muy seguro todo, sabía que a Dean le gustaba a ella y no le asustaba dar ningún paso al aire.

Pero con Benjamín era distinto, de Benjamín no sabía nada.

Pero quería conocerlo todo y esa idea le causaba nervios. Conocer mucho a una persona podía ser peligroso, podía ser destructor y tomarte toda o romperte el corazón. No sabía si estaba preparada para otro dolor así, cuando terminó con Dean la primera vez le costó mucho reponerse, ya para la segunda no entendía por qué la vida la ponía en esas situaciones.

Entendía cuando Axel Trail decía en sus canciones que le tenía miedo al amor pero que no podía vivir sin él. Porque era una sensación que no podía encontrar en ningún otro lado, sólo en ese momento, cuando conocía a alguien y se daba cuenta que no había conocido a nadie igual.

Se estaba sintiendo así justamente.

Y qué miedo le daba.

Cuando tenía la idea de que Benjamín y "B" estuvieran en sus vida como una sola persona.

Le dio el celular a Pattie.

—Hazlo ahora, porque luego me voy a arrepentir—le dijo, Pattie tomó el celular y buscó rápido el perfil de Benjamín para enviarle una solicitud de seguimiento.

—Listo.

—¿Y si no acepta?

—Estoy segura que lo hará, no está tan demente como para dejar ir una oportunidad como esta.

......

Una hora pasó y todo su cuerpo estaba inquieto. Miraba la pantalla de su celular cada dos minutos esperando ver alguna notificación pero no había nada por el momento. Pattie le quitó el celular y lo guardó en su bolso.

—Ya, quédate tranquila—dijo—, es posible que esté trabajando o no haya visto la notificación.

—¿Tú crees?

—Claro, es algo normal que pase—le dijo—, cuando estás trabajando tampoco ves tu celular.

—Sí lo hago, cuando no tengo mucho que hacer.

—Entonces pueda que él está ocupado—le dijo—, hoy no iremos a la librería.

—¿No?

—No, es mejor esperar y luego volver—le dijo—, además, ¿no tienes que terminar el trabajo de Joanne Jones?

—Sí, ya casi está listo, aunque estoy leyendo todavía El mundo luego de ti.

—Es larguísimo.

—Realmente no quiero terminarlo, después de eso no sabré nada más de "B".

Sacó el libro de su bolso y abrió la página en donde se encontraba leyendo. Vio la página subrayada y sintió un escalofrío al ver las notas de "B". Su letra era peculiar, dejaba las a abiertas y en ocasiones escribía letras en cursiva y otras no. Sabía que podía reconocerlo fácil si no veía en otro lado.

¿Benjamín podría ser B? Tenían la misma inicial, pero ¿cuál era la probabilidad de que fuese así?

—Creo que...—se detuvo al escuchar un grito de sorpresa de Pattie.

—Acaba de aceptar y te está siguiendo.

......

—La próxima semana estaré fuera de la ciudad—le dijo Claudia a Benjamín—, ¿crees que puedes hacerte cargo del equipo?

Habían salido luego del trabajo a tomarse un café, ella estaba contándole sobre algunas actividades que tenía pendiente con su familia y que debía ocuparse de ello. En ese momento se dirigían hacia la librería, ella lo estaba llevando en el auto para que pudiera llegar más rápido.

—Puedes contar conmigo—le respondió.

—Gracias Benja, ¿qué haría sin ti?—le sonrió para luego regresar la mirada en la carretera.

—Jorge no se creerá que seré su jefe—se rio.

—Por una semana, tampoco te emociones.

—Es suficiente para hacer que me compré café—le dijo—. ¿Llevarás a tus hijos a Disney?

Claudia le había mencionado que debía ir con su familia a Estados Unidos para pasar unos días con su abuela que se encontraba allá.

—No lo sé, es costoso.

—Deberías llevarlos, es una oportunidad única.

—¿Tú has ido?

—Nunca he salido de este país, pero me gustaría en algún momento hacerlo—ella llegó y se estacionó frente a la librería. Benjamín se desabrochó el cinturón de seguridad—, si llegas a ir, me traes algo lindo de allá. Un Mickey Mouse o algo de Monsters Inc.

—Tomo nota de eso—se rio y le dio un abrazo—. Cuídate, te veo mañana en la oficina.

—Gracias por el café de hoy, jefa—le dijo—, nos vemos.

Se bajó del auto y entró a la librería. Piero lo saludó apenas llegó, ese día había más personas de lo normal pero él parecía no haber perdido la calma.

—¿Qué tal todo? Te escribí hace media hora y no contestabas.

—Disculpa, estaba con mi jefa.

—Sí, lo veo—miró detrás de él como si pudiera ver el auto—, tu jefa es guapa.

—Sí, y también está casada con dos hijos.

—No lo digo porque quiera estar con ella, que molesto eres—le respondió, Benjamín se rio.

—¿Qué querías decirme?—sacó su celular para ver el mensaje y notó una solicitud de seguimiento en Instagram. Su corazón comenzó a latir deprisa cuando vio el nombre de Ava, le dio clic rápido y vio su perfil.

El rojo de su cabello resaltaba en todas las fotos, su mirada, su sonrisa, todo lo lindo que existían en el universo seguro estaba reflejado en las fotos de su perfil. No fue consciente cuando aceptó y le dio a seguirla también.

—¿Qué sucedió? Te quedaste callado.

—¿Ah?—dijo mirando una foto de Ava, una sonrisa apareció en su rostro. Que bonita era.

Piero se acercó a él y vio la pantalla de su celular entendiendo por qué su comportamiento.

—Ya veo—dijo riéndose de su amigo. En todos los años que lo conocía, no lo había visto de esa forma por una chica.

No dijo nada más y lo dejó quieto admirando su celular. Benjamín revisó cada una de las fotos de Ava, no tenía tantas como quisiera pero en cada una se veía tan linda, cada foto que ella había publicado le decía mucho más sobre ella, quería poder escribirle y conocerla mejor, pero tantas cosas habían pasado en su vida que no sabía si estaba bien o no hacerlo.

Sentía como si fuera a apresurarse y tenía miedo que apresurándose las cosas se acabaran. Esa intriga e inquietud por ella la había sentido antes, y le daba miedo admitir que podía ser que estuviera repitiendo la historia. Pero claro, era un tiempo distinto y ella es una persona distinta, nada podía repetirse porque nada era igual que antes.

Pero su mente le decía miles de cosas masas, y esas mismas cosas malas empeoraron en un segundo. Cuando la puerta de la librería se abrió y de ella entró una chica, no la vio al momento pero ella sí se percató que él se encontraba.

—¿Benjamín?—elevó la mirada y se congeló.

Ahí estaba ella, un poco cambiada pero con la misma esencia con que la recordaba.

—¿Roni?