Capítulo 13

"Crush"

Benjamín llegó a su trabajo esa mañana con una cara como si no hubiese dormido nada durante toda la noche. Miró el reloj en su escritorio y calculó el tiempo que quedaba para ir a almorzar. Realmente no había dormido nada, pasó su madrugada leyendo un manga que le habían recomendado en internet.

También le había sucedido que no podía dejar de pensar en la chica que había visto el día anterior. Había algo en ella que era electrizante, como una conexión que no podía explicar y sentía que la había visto tantas veces pero no sabía de dónde. Quizás de sus sueños.

Jorge llegó a su lado y le tocó el hombro para mantenerlo despierto.

—Oye, ¿va todo bien?

—Aquí estoy—le respondió Benjamín, miró a su compañero y vio cómo este llevaba dos cafés en sus manos.

—¿Te sientes bien?

—Dormí como dos horas solamente—respondió—. Pero estaré bien.

Jorge dejó el café frente a él y luego lo examinó un poco, le tocó la frente y los brazos con su mano para ver si había algo raro.

—Vale, por el momento todo va bien, sólo tienes una cara de no querer trabajar y seguir durmiendo; aquí tienes café—dijo y se sentó en el escritorio a su lado—, pero es normal a las ocho de la mañana en la oficina—respondió.

—Pues es mi día a día, querer dormir en vez de trabajar—respondió Benjamín, Jorge se rio de su comentario.

—Tienes suerte de que eres bueno en tu trabajo.

—Y que Claudia y el jefe me aman.

—Eso también—le dijo—, seguro es tu cara bonita.

Benjamín lo miró y lo molestó por ese comentario. No le gustaba que dijeran comentarios sobre si era atractivo o no, lo hacía sentir tímido; o quizás un poco incómodo. Más porque durante su vida universitaria no se sintió el hombre más atractivo, siempre estaba alguien más que podía superarlo y que lo hacía sentir menos.

¿Qué sería de la vida de ese chico? Benjamín se contuvo varias veces de buscarlo en internet. No quería saber de él pero al mismo tiempo quería saber cómo estaba y qué estaba haciendo. ¿Seguiría con la misma chica? No podía olvidarlo a él ni a su novia, porque aprendió tantas cosas gracias a ellos y a todo lo que vivió.

—¡Benjamín!—dijo Claudia al llegar—. ¿Revisaste el correo que te envié?

—Estaba justo por hacerlo—respondió él.

—Claro que sí—le dijo Claudia al verlo, sabía que estaba perdido en sus pensamientos—. Dime si algo te sucede, estaré en mi puesto para lo que necesites.

La vio caminar hasta su escritorio y poner su cartera en él. Se sentó en la silla y sacó su celular para revisar las nuevas noticias que estaban rondando por el internet.

—¿Qué pasa si sientes que has visto a una chica antes pero no sabes de dónde?

—Es posible que sí la hayas visto—respondió—, el cerebro guarda los rostros que hemos visto durante la vida. Solo que a veces no estamos seguros de dónde. O quizás de alguna vida pasada, ¿creen en ellas? Yo no lo hacía pero luego tuve una novia que le gustaba todo eso de la astrología, las energías y esas cosas y resultó que me convenció mucho y tenía sentido.

—¿Tenes vidas pasadas?

—Sí, todas las relaciones pueden ser karmáticas. De que están destinadas a tu vida para algo, para que aprendas o pagues alguna deuda.

—¿Una deuda? ¿Cómo algo malo que hice?

—Quizás sí.

¿Todavía debía pagar las cosas malas que había hecho?

—¿Por cuánto tiempo?

—¿Cómo?

—Pagar por lo que hiciste, ¿por cuánto tiempo debo pagarlo?

Jorge lo miró sin entender por un momento. Luego vio la mirada de preocupación en Benjamín e intentó quitarle esa idea de la cabeza.

—No siempre debes pagar por lo que hayas hecho, a veces solo puedes pedir disculpas.

—No pedí disculpas.

—¿Pero sí lo sientes? ¿Lamentas lo que sea que hayas hecho?

—Todos los días.

—Entonces no veo por qué tengas que pagar por algo, ya te has arrepentido y sabes que no puedes hacerlo nuevamente.

—Pero ¿cómo sé si está listo? ¿No debería pagar por lo que he hecho?

—¿Qué hiciste?

—Le rompí el corazón a una chica.

...

Ava salió tarde de su trabajo. Pattie estaba abajo del edificio esperándola, había quedado esa tarde para ir a la librería y revisar algunos libros de Joanne Jones; aunque bueno, eso era una excusa perfecta, lo que realmente quería Ava era volver a ver a Benjamín. Pattie no necesitaba entenderlo, era una cosa muy simple cuando te gustaba alguien. Querías verlo todos los días y buscar o crear los encuentros perfectos para volver a verlo.

—Tarde para ver a Benjamín, eh.

—Veinte minutos tarde, si me ama puede esperar—bromeó con su amiga—. ¿Sabes si estará en la librería?

—No lo sé, no lo he visto mucho—respondió—, pero Piero mencionó que él siempre iba a apoyarlo. No sé a qué horas va, quizás después del trabajo.

—¿Sabes de qué trabaja?

—No lo sé tampoco, ¿cómo puedo saber eso? No hablo mucho con él, tú hablaste más.

—Quizás Piero te lo dijo.

—Deberías preguntarle a él mismo y así saber más de él.

Ava no quería quedar frente a Benjamín como una chica intensa. No quería mostrar mucho interés porque no sabía si era bueno o malo, no quería darle ese poder de saber qué le parecía atractivo, aunque no podía ocultar todas las veces que se percató de estar pensando en él. En el trabajo, en el autobús, antes de irse a dormir...parecía como si él se hubiera apoderado de todo. Tenía un rostro a diferencia de B y necesitaba poder pensar y pensar en eso a cada momento.

¿Cómo era Benjamín? ¿Qué le gustaba hacer? ¿Cuál era su color favorito? ¿Tenía hermanos? ¿Sus padres estaban casados? ¿Se llevaba bien con ellos? ¿Cómo eran sus amigos?

Pensó en todo, pero no tenía respuestas.

—¿Qué bueno que nos queda cerca de tu trabajo—mencionó Pattie caminando—, podemos irnos en el metro, ¿no crees? ¿O prefieres el bus?

—Podemos ir en bus, igual está cerca—respondió Ava, ambas caminaron hacia la parada que estaba frente a la oficina y esperaron unos minutos a que llegara el bus.

—Debes pensar en qué vamos a hacer al llegar.

—Iremos a buscar libros.

—Sí, ¿pero no crees que sería sospechoso volver a tomar los libros de Joanne Jones? Ya la hemos buscado y tampoco es que ella tenga muchos libros o que haya mucha variedad de ediciones.

—Es cierto, pensarán que no conozco otra escritora.

Pattie se rio.

—No es por eso, se darán cuenta que es mentira. Busca algún libro de Stephen King, siempre habrá uno nuevo para leer. O a Brandon Sanderson.

—¿Qué me hará sonar más intelectual?

—No sé, tú eres la que trabaja con escritores.

—No trabajo con escritores, casualmente estoy entrevistando a una.

—Ya es más de lo que yo sé sobre el mundo editorial—respondió Pattie.

Ambas bajaron en la siguiente parada y caminaron un poco para encontrarse con la librería. Ava miró por las ventanas y no pudo ver si estaba Benjamín, sería esta la tercera vez que se veían pero tenía los nervios de punta. ¿Por qué se sentía así? Qué difícil era entenderse a sí misma cuando alguien te parecía atractivo.

Entró y fue directo a las estanterías de fantasía. Quería parecer lo menos obvio posible, pero sabía que podía ser fácil darse cuenta que no estaba buscando algo en especial. Debía tener un plan pero no pensó en ello durante todo el día hasta ese momento.

Pattie tocó su hombro y se acercó a ella para susurrarle.

—Está sentado en los sillones del área de niños.

Ava desvió la mirada para poder verlo, estaba a un par de metros de ellas y pudo ver cómo estaba leyendo un libro. Pudo notar que era un libro grueso, quizás leía algo de fantasía.

¿Y si se acercaba a él?

¿Lo saludaba? ¿O mejor no?

¿Qué le decía?

¿Cómo podía conocerlo mejor y poder calmar todo eso que estaba sintiendo?

Sintió como su corazón podía salir de su pecho cuando él levantó la mirada del libro y la dirigió hacia ella. Él la notó, sintió que lo estaba viendo, sabía que lo estaba viendo y fácilmente iba a describir que tenía un crush con él.

Benjamín sonrió y la saludó con la mano. Ella hizo lo mismo y se volteó a revisar los libros que tenía. Ni siquiera sabía qué libro había tomado, pero cualquier cosa era mejor que verlo porque no podría con la vergüenza.

—Ursula Le Guin es genial—escuchó la voz de Benjamín a su lado. Soltó el libro de golpe haciendo que este cayera al suelo.

Benjamín se rio y se agachó para tomarlo. Increíble cómo ella podía ser tan torpe, y eso que apenas lo estaba conociendo.

—¿Es la primera vez que la lees?—preguntó regresándole el libro.

—Sí, ¿la recomiendas?

—No la leo mucho pero es bastante reconocida como escritora. Tenía un amigo en la universidad que realmente amaba sus libros.

—¿Y qué pasó?

—¿Mmm?

—Con el amigo—dijo, Benjamín cambió su expresión por un momento. Se volvió más serio y no supo si había dicho algo que no debía.

—Oh no, ya no somos amigos—respondió—. No sé qué ha pasado con él.

Ella aceptó su respuesta sin pensar mucho en la expresión que había visto hace unos segundos. No a todos le gustaba hablar sobre su pasado, por ejemplo a ella no le gustaba que le mencionaran sus relaciones ni los posibles romances que había tenido. 

Aunque quería saber los de él. Quería saber si existía en algún punto de todo, la posibilidad de que él también tuviese un crush con ella.



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Sé que dije que estaría nuevamente activa con las actualizaciones pero pasaron cosas jejeje

Espero que les guste el capítulo y espero no tardar tanto a la próxima.

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