Capítulo 10

"Miradas"

—Hoy vino una chica a tu tienda—mencionó Benjamín, Piero levantó la mirada de la computadora y lo miró sin entender.

No era como si nunca fueran chicas a la tienda, era algo muy común que pasaba, por lo que no había una razón aparente como para mencionarlo, a menos que, algo hubiese pasado con esa chica.

—¿Te gustó la chica?

—¿Qué? No, no, claro que no—dijo rápido—, solo mencionaba que era curioso.

—Que viniera una chica a la tienda—respondió como si fuese algo estúpido—, sabes que es una librería ¿no? Vienen muchas personas, entre ellas...chicas.

Benjamín se rio, si lo veía de esa manera, parecía un comentario tonto, pero realmente ni siquiera sabía porque había dicho eso desde un inicio. Quizás se sentía atraído a ella por ese encuentro.

No podía dejar de pensar en sus ojos.

Eran tan bonitos que sentía la necesidad de cerrar los suyos solo para imaginarlos una vez más mirándolo. Así, fijamente a él, como si estuviera inspeccionando su cara y como si se diera cuenta en ese momento que quizás el destino existía y él solo estaba ahí en ese lugar para que ella lo mirase.

—¿Crees que vuelva?

—Normalmente mis clientes son recurrentes. ¿Cómo era la chica?

—Cabello rojizo, ojos claros, alta, tenía algunas pecas en el rostro.

—Vale, es una buena descripción.

—Buscaba un libro de Joanne Jones—Piero lo miró sorprendido.

—¿De verdad?—Benjamín asintió—. Una de las chicas que se llevó El mundo luego de ti también tenía el cabello rojizo.

—¿Crees que sea la misma?—A Benjamín se le habían iluminado los ojos ante la idea de que fuese la misma persona.

—Es mucha casualidad si no fuese así.

—¿Cómo saber si es para ella y no para la otra chica?

—No sé, ¿no te ha dejado su número de teléfono?

—No lo pedimos nunca.

—Pero pensé que si buscaba un libro en específico, te hubiese dejado el número para que le avisaras cuando llegase.

—Oh—dijo Benjamín sintiéndose tonto por no haber pensado en esa posibilidad—. No lo hizo.

—Vale, entonces esperaremos a que vuelva.

—¿Y si no vuelve?

—Entonces sí te ha gustado—sonrió Piero, Benjamín volteó la cabeza para que no se notara tanto que realmente le importaba. Benjamín no era de ruborizarse pero sentía que Piero podía notar a kilómetros que realmente le había parecido linda la chica—, volverá; si es la misma chica, entonces lo hará.

Benjamín no quería admitirlo pero realmente deseaba poder volver a verla. Quizás podían conversar en relación a Joanne Jones y su trayectoria como escritora. Benjamín conocía mucho sus libros y había visto casi todas sus entrevistas porque pensaba que era una escritora increíble para su corta edad. No quería considerarse un fan pero posiblemente lo era, estaba seguro que había leído tanto sus libros como para conocer cómo ella pensaba; sabía que no siempre era así y que no todos los escritores mostraban su esencia en sus escritos pero estaba seguro que Joanne Jones sí lo era.

Al menos con El mundo luego de ti, había logrado que él hiciera consciencia y pudiese también conocerse a sí mismo.

...

Los siguientes dos días estuvo pensando en ella.

¿La volvería a ver?

Tenía la necesidad de decirle a Piero que él se ocupaba de la librería luego del trabajo a ver si así podía encontrarse nuevamente con aquella chica, pero sabía que Piero le diría que se quedara tranquilo

Era cierto, tenía que quedarse tranquilo pero había algo en esa mirada. En esos bonitos ojos que sentía que no podía esperar otros dos días más para verla.

Y fue cuando empezó a preguntarse, ¿qué pasaría si lo hacía? Si la viera de nuevo, ¿qué haría? Había estado pensando en las posibilidades de verla que ignoró el hecho de que debía hacer algo más para que se quedara. Conocer su nombre, obtener su número, tenía que hablarle y recordando sus experiencias pasadas, quizás no era la mejor idea.

Se sintió ansioso por un momento.

¿Y si ella descubría todas las cosas que pasaron en la universidad?

Siempre había tenido miedo de conocer a alguien y que se enterara de cómo había sido. No podía excusarse en que era joven, tenía veinte años cuando eso sucedió y a pesar de que ya habían pasado dos años de eso, sentía como si eso estuviera ahí presente, recordándole todo lo malo que fue, recordándole que era una mala persona.

A veces pensaba en ella, en Roni, y en todas las cosas que había hecho para hacerla sentir mal. Sabía que no había sido nunca su culpa, la razón había sido otra. Realmente le había parecido una chica agradable, incluso, en otro universo habrían sido buenos amigos, pero el daño estaba hecho. Ella lo recordaría como una mala persona y él había aceptado que eso sería así.

No quería pensar en Roni pero cuando se sentía ansioso pasaba eso. No sabía nada de ella desde ese momento, tampoco sabía nada de su novio: Evan Brown. Que si nos poníamos a buscar razones, él había sido la razón principal de todo.

—Ben, ¿me estás escuchando?—sintió que alguien lo tocaba del hombro. Volteó y se encontró con Piero.

Notó que tenía un libro en la mano, ni siquiera sabía en qué momento lo había tomado.

—Llevas aquí de pie como cinco minutos.

—Estaba pensando.

—Sí, eso lo noté—respondió—. ¿Te sientes bien?

—Claro—mintió, no quería decirle qué pasaba por su mente. Piero conocía todo, pero no quería que siguiera pensando en eso—, ¿por qué no habría de estarlo?

Y en ese momento pasó, se abrió la puerta y por ella aparecieron ese par de ojos que había estado pensando durante todo esos días.

La chica pelirroja había vuelto y no sabía qué hacer.

Quizás ya no se sentía tan bien cómo pensaba.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top