«Uno»

Luyan

¿Qué es el amor?

La pregunta del millón, desde niños hemos creído saber que es y porque importa tanto, pero lo cierto es que, la búsqueda del mismo es una parte continua de la vida humana y parece que cuanto más la buscamos, más esquivo se vuelve. Vamos por la vida haciendo hincapié en nuestros defectos y en todas las cosas que suponemos nos faltan, para poder amar y entre comillas, ser felices. Está búsqueda nos llena de ansiedad, sin embargo, no nos dicen que no necesita ser buscado, no necesita ser deseado, nace cuando nos atrevemos a mirar más allá de la imagen externa de una persona.

—Estamos de regreso queridos internautas, aquí en tu programa favorito: El mundo a las 7, yo soy Lim Soyoun y tengo aquí con nosotros a Jeon Jungkook, y ese segmento que todo el mundo ama.

Son esas las palabras con las que le doy la bienvenida al amanecer, todos los días sin falta desde el otoño de 2020.

—¿Cómo te encuentras el día de hoy?

Le escucho preguntar a través de mis audífonos cuando el autobús avanza, yo me mantengo de pie con los ojos cerrados mientras me detengo con fuerza.

—Mal—responde.

Su voz.

—¿Mal? ¿Por qué?

—Si, muy mal, y les diré exactamente qué detesto tanto, eso que me tiene así de mal.

No fue su rostro, tampoco su complexión, fuese delgada o robusta, ni su altura. Su voz. Su suave y varonil voz.

—Adelante por favor.

—Detesto profundamente el optimismo. Me parece una manera muy estúpida de encarar la vida.

Me llenaba de paz con solo escucharlo brindando una simple crítica a la sociedad, sin importarle qué opinaran los demás sobre ideología. A este punto ya había perdido la cuenta de cuántas veces repetí esa cinta, me hacía mantener la calma y me salvaba del caos atroz que el ruido de afuera le causaba a mis oídos.

—¿Alguien puede explicarme ese término? Porque yo no encuentro el componente de suerte en esto. Cuando te va mal te va mal, puedes quejarte, mínimo decir: ¡Qué mala suerte estoy teniendo!. Maldice, grita. ¿Por qué ese afán de decir: ¡Me irá mejor la próxima vez! ¡¿Y si ya no hay próxima?! Este mundo esta de cabeza, la gente piensa con los pies.

Yo reí al escucharlo y le di la razón.

Un profesor e investigador hablaba sobre la voluntad en un artículo de una revista cualquiera que alguna vez leí cuando iba a la peluquería, eso me hizo cuestionar. ¿De verdad el amor se trataba sobre la voluntad de elegir? ¿Dónde quedaba la teoría científica acerca del tema? Esa donde nos decían qué sustancias como serotonina, oxcitocina y vasopresina conforman la fórmula del amor.

Quería descartar esa idea, pero no tenía un argumento sólido, más cuando las leyes de la naturaleza son ineludibles. Así que pensé en la literatura, sabía que el amor era el tema más usado, en libros, películas, en el arte.

"Amor". ¿Cuantas veces había escuchado esa palabra en todo lo que llevaba de vida? ¿Qué era el amor para mi?

No. Yo no sabía nada del amor. No entendía ese estado de embriaguez donde decían que las cosas sin sentido comenzaban a tenerlo de pronto, consideraba ridículo tratar de comprenderlo siguiendo reglas generales, que si la literatura o la ciencia. ¿Qué más daba?

Luego escuché su voz por primera vez en esa tonta estación de radio.

Y quedé petrificada ante la idea de ese sentimiento.
Si, lo sé, suena ridículamente tonto, ¿Cómo puedes enamorarte de una persona que en la vida has visto? ¿Cómo alguien puede tan siquiera llegar a interesarte por el simple sonido de su voz?. Si alguien lo preguntara, le recriminaría y echaría en cara lo estúpido que eso es, pero entonces...¿Como explicaría mi sentir? ¿Cómo explicar que él se volvía todo mi mundo a las benditas siete de la noche?

Un vago y largo suspiro me abandonó, abrí los ojos y dejé caer mi cabeza hacia atrás como intento de estirar el cuello. De lejos observe la parada roja del autobús y una vez el transporte se detuvo decidí no perder tiempo valioso, camine tomándome mi tiempo para subir a él, sintiéndome ajena a las demás personas. Con pasos ligeros como los de un alma en pena, seguí por la calle húmeda, cuando de pronto sentí ese impacto en mi hombro que me obligó a caer. Instantáneamente los audífonos que protegían mis oídos impactaron contra el pavimento. El feroz ruido entró como altas vibraciones, aún en el suelo, me lleve ambas manos para cubrirme apretando los ojos con fuerza. Sentía que sangraban, que la cabeza me explotaría en cualquier momento, las personas comenzaban a reunirse alrededor mío, sentí su mirada penetrante mi cuerpo, sus murmullos se escuchaban como gritos despiadados, tan cerca, tanto. Pero nadie hacía nada.

Repentinamente, cuando creí que moriría,  la melodía sutil acompañada de una voz armoniosa y suave de "The End of The World" se escuchó, luego pude sentir una especie de sudadera cubrirme por completo, dejándome en rotunda oscuridad, calmándome a los segundos.

Es ahí, donde levanto la mirada poco a poco, es ahí donde mi mirada se encuentra con la de ese chico peli negro quien articula algo que no logro escuchar ni entender.

Ese momento, se sintió como si el tiempo se hubiera detenido, lo mire todo lo que pude, desde su pálida tez, hasta sus ahora rosadas mejillas, sus ojos circulares, sus labios apretados, su entrecejo fruncido de preocupación. Y no sé si fue debido a mi victimización, o ese sentimiento de peligro, pero terminé lanzándome a él, y atrapé sus labios en un muy corto beso que lo dejó atónito y con justa razón. ¡Había besado a un completo extraño!
Y cuando caí en cuenta de la tontería que había cometido, me levante con prontitud, y prácticamente me eché a correr como alma que llevaba metido al diablo, dejando mis audífonos tirados en medio de la calle, llevándome unos que no me pertenecían.

Durante los siguientes días después de esa semana, sólo podía pensar en lo que había hecho. Una y otra vez. Era apuesto. Si. Pero no sabía nada de el, no puede gustarte una persona que no conoces, entonces...¿Por qué no podía dejar de pensar en él y en ese beso que jamás debí dar?

—¡Por Dios, Luyan! ¿Estás escuchándome?—le escuche preguntar a Shia, mi hermana.

Pero no respondí, simplemente me quede inmóvil sobre el sofá, observando esos audífonos en color negro mate sobre la mesa del centro, recordando esa canción, era la canción más hermosa y perfecta.

—¡Luyan!—grito haciéndome sobresaltar.

—¡¿Qué?!—le reclame molesta, apretando los auriculares en mis oídos—¡Casi me revientas los tímpanos!

—¿Vas a hacer algo al respecto?—cuestiono tendiéndome mi celular—Ese fue tu primer beso.

—No debió pasar. Fue un error, perdí la cordura en ese momento de pánico—conteste—No marcare, no hablare con él por primera vez para buscar a otro chico.

—Bien, si tú no lo haces, lo haré yo—soltó comenzando a marcar el número.

Sintiendo el pánico recorrer mi cuerpo, me levante abruptamente para tratar de quitarle el celular, sin embargo, estaba fallando vilmente.

—Si, estás hablando en directo para el programa "El mundo a las siete"—oí cuando logre arrebatárselo.

Me quede helada con sólo escucharle decir esas palabras. Mi voz se había esfumado, me sentía como la sirenita tratando de cantar cuando la bruja ya le había arrebatado su voz. Shia abrió los ojos a tope para incitarme a decir algo, lo que fuera.

—¿Bueno? ¿Sigue en la línea?—lo escuche hablar del otro lado y con rapidez me lleve el teléfono a la oreja—Bueno, parece que nuestra queri....

—Si, aquí est-toy—interrumpí y me maldije internamente por sonar tan torpe.

—Qué tal mmm...podrías decirnos tu nombre.

—Luyan, Lin Luyan es mi nombre—dije por lo bajo.

—Un gusto Luyan, soy Jungkook, estás en la hora libre de "Él mundo a las siete" ¿Te gustaría compartir tu mensaje con nosotros?

—Si. Mmm. Quiero encontrar a alguien—dije mordiendo mi labio inferior con nerviosismo—Yo...tengo hiperacusia.

—Wow, ese es un término nuevo para mi y creo que para muchos oyentes también. ¿Puedes rápidamente hablarnos un poco al respecto antes de que el tiempo nos gane?

—Es, hipersensibilidad auditiva, este síndrome me da intolerancia a la mayoría de los sonidos cotidianos que suelen rodear a las personas—explique velozmente—Hace unos días tuve un pequeño accidente y esta persona me ayudó, pero me he quedado con sus pertenencias así que;...sonará extraño, pero, si estas escuchando esto, ¿Podríamos encontrarnos en el mismo lugar a las siete, mañana? Te lo devolveré.

—Luyan...—mencionó él con esa dulce voz—Eso es definitivamente un hecho, sus audífonos son lo más preciado que tiene.

Repentinamente guarde silencio para procesar esas palabras.

—¿Co-cómo sabes que son unos audí...

—Porque ese chico...—dijo, incluso pude imaginarme la sonrisa que adornaba su rostro—Soy yo.

¿Qué es el amor?
El amor es puramente personal y subjetivo, sería muy raro o aburrido identificar un único amor, incluso podría citar a Pablo Neruda y obtendría una definición propia completamente diferente a lo que he escuchado.
No, no conocía casi nada respecto del tema, así que hasta ahora me había limitado a observar, miraba a aquellos comprometidos, a los que posiblemente se conocieron durante clases, y me limitaba a alegrarme por ellos. Esperaba sentir todo ese interés romántico y emoción algún día, caer sin preocupación porque para entenderlo, hay que vivirlo.

Y creo, que mi historia de amor estaba por ser vivida.

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