Reflexione por un rato para calmarme. Y pensé en que, a mí no me molesta estar vivo, así que ¿Por qué importarme si a otras personas sí les molesta mi existencia? Yo luchare por vivir, por que mis padres lucharon por ello y por mis queridas abejas. Al diablo con todos.

Descanse por este día, simplemente caminaba dando vueltas en la finca, la finca mariposa, ah, que coincidencia. Salí para ver el cielo y las hermosas flores, me senté en una pequeña escalera y pude ver a la muchacha de dos coletas colgar sabanas, cosa que no entendía, si es una cazadora de demonios ¿no debería de estar en una misión o entrenando ... o sanando a alguien?

— Hola

— ¡Ahh! — Grito del susto

— Oh, perdón por asustarte—Me disculpe rascándome la cabeza

— No hay problema, tranquilo

— Oye, una pregunta ¿Por qué cuelgas sabanas? ¿No deberías de matar demonios? Tienes el uniforme y todo

— N-No, es que ... Yo ... Yo no soy fuerte, yo tengo miedo, no podría acabar con un demonio, por lo que ... Solamente ayudo, haciendo lo que pueda— Dijo entre lamentos y pequeños sollozos camuflados, mientras sus ojos estaban en el suelo

— Pero entrenaste, y te esforzaste, fuiste a la selección y mírate, yo te veo bien viva

— Yo no podría salir y cazar, comparada con Kanao, no soy tan fuerte y comparada con Shinobu, no soy tan inteligente

— Pero eres fuerte y eres inteligente, independientemente de las personas con las que te rodees

Ella me vio con los ojos muy abiertos, parecía querer llorar, lo que me hizo caer en cuenta de mis palabras, realmente creo que debo pensar antes de hablar. Luego solamente sonrió y devolvió su mirada hacia el suelo, mientras el viento agitaba sus coletas.

— Gracias, e-eres muy amable

Ella siguió haciendo su trabajo y yo, algo avergonzado, fui a ver las flores, eran realmente hermosas, pero no estaban tan cuidadas como las flores de mi madre ... Creo que es mejor dejar de pensar en eso...

Mis queridas abejas bajan y me siguen, por como zumban parece que pelean. Por lo que les muestro las flores, a ellas les encantan las flores tanto como a mí, me atrevería a decir que, hasta más, aunque eso es obvio. Las dejo solas para seguir viendo esta enorme finca y me encuentro a un muchacho muy alto, con un peinado el cual nunca vi, la gravedad no era lo suyo, y una mirada realmente molesta, además de una curiosa cicatriz. Nos llegamos a topar en el pasillo y no me pensaba en mover.

— Muévete feo— Me dijo molesto, lleno de más rabia en su mirada, lo que no entendía.

— No— Le dije mirándolo directo a los ojos lleno de tranquilidad, levantando obviamente la cabeza.

Él se sonrojo, cosa que me sorprendió y se fue tapando el rubor de sus mejillas y orejas con su mano, cosa que no lo logró.

Seguí caminando por un rato muy largo, lo que me aburrió y canso. No podía hablar con los demás, porque estaban dormidos, así que simplemente dibuje, dibuje ... y dibuje. 

Al llegar la noche me quede despierto mirando a la luna y las hermosas flores, me sentía tranquilo, simplemente sentir el viento en mi rostro me daba felicidad. Y, mientras los pájaros cantan y mis tiernas abejitas zumban, pensé en mi razón para luchar, debía de tener una razón para arriesgar la vida en cada batalla, pero ... Todavía no tenia, que decepción.

Sin darme cuenta caí dormido y al despertar estaba tapado con una manta y había una cómoda almohada bajo mi cabeza, probablemente fue Tanjirou o Zenitsu, Inozuke no podría hacer esto.

Me voy alistando para salir a cazar demonios y entro a la habitación donde los tres seguían durmiendo. Mientras Tanjirou dormía como todo un ángel, Zenitsu e Inozuke eran muy ruidosos, cosa que sin notarlo me saco una sonrisa.

Mis abejas estaban listas y yo también, solo faltaba mi acompañante para esta batalla, Ume me dijo que era un pilar, lo que me hacía estar algo ansioso.