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— Acá estoy— Dije desganado saliendo de la cama en la que estaba con mis abejas dirigiéndome a la pequeña mujer, hermosa y falsa mujer que me esperaba con una cuestionable sonrisa al lado de la puerta.
Caminamos un rato por algunos pasillos, ella no hablaba, yo tampoco hasta llegar a la puerta de un cuarto.
— He oído que tú eres un usuario de la respiración de insectos— Me dijo mirándome a los ojos con su particular y molesta sonrisa
— Sí lo soy, pero no soy muy bueno con los venenos— Respondí mientras me rascaba la cabeza e ignoraba el contacto visual
— Oh ... ya veo, esa es la razón por la que tú espada no es como debería— Me dice entre unas pocas risas
— Sí ... Supongo
Ella se dispone a abrir la puerta donde reconozco cosas de investigación las cuales vi en mi infancia, cosas que eran de mi padre, pero nunca supe cómo se llamaban, ni como aprender a usarlo, no tuvo el tiempo para enseñarme.
Ella volteo por una jeringa a la cual le estaba colocando algo, algo que no podía ver.
— Veo que eres muy joven ¿Cuántos años tienes?
— Tengo 14, señorita
— ¿Desde cuando eres practicante de cazador de demonios?
— Desde que nací
Al escuchar esas palabras puedo ver como la pequeña mujer que estaba frente mío se congela por un instante, pero sigue con su actividad como si nada, no me daba buena espina.
— Valla, entonces imagino que tus padres eran cazadores de demonio
—Sí
— Debió de ser duro para ti ¿No?
— Sí, un poco— Le respondí incomodo por tal pregunta
— Oh, ¿Te incomode? Lo siento mucho
— No se preocupe señorita, no es nada
— Llámame Shinobu— Me dijo volteando con una sonrisa— Acá tengo una inyección que te ayudara a desestresarte, tiene algo de lavanda, eso te ayudara (No tengo ni la mínima idea si hacen inyecciones con lavanda, probablemente no, licencia creativa jajan't)
Ella se acerca a mí tomándome del brazo a punto de inyectarme, pero había un problema, eso no olía a lavanda.
Me pare lo más rápido que pude y tape mi brazo, mi silla se calló. Eso no era nada para ayudarme con el estrés, eso era veneno de flores de glicinas.
— Oh, con que sabias— Me dijo con una sonrisa llena de maldad
Las palabras no salían de mi boca, no quería morir, eso me iba a matar, aunque no sea un demonio, tengo más sangre de demonio dentro que probablemente un demonio normal. Intento esconderme en algún lugar, pero no podía, por lo que solamente salgo corriendo y ella empieza a perseguirme.
Mis pasos no se escuchaban, los de ella tampoco, nadie vendría a mi rescate. Pero estoy a punto de llegar a la habitación donde dormían los demás, extiendo mi brazo, siento poder ver la luz de la ventana, mis ojos logran ver parte de los mechones de Zenitsu, mas, una mano me voltea. Veo a ella, Shinobu a punto de inyectarme el veneno, mientras sudo y cierro mis ojos veo mi vida pasar por mis estos, no podía defenderme, no sabia que hacer.
Antes de poder si quiera parpadear Tanjirou está frente a mí, poniéndose como barrera mientras toma mi mano
— No le vas a hacer nada— Dijo con seriedad
— Me imagino que sabes que él es un usuario de la respiración lunar, por lo que, no entiendo por qué me detienes
— Porque él es mi compañero y no dejare que le hagas nada
Sus palabras me sorprendieron, él sí que es muy bondadoso. Veo todos los rasguños de los hilos, sus manos están heridas y llenas de callos, por lo que con mi pulgar froto con delicadeza las heridas de sus manos, a lo que él responde tomando de mi mano más fuerte. Sentí algo ... Algo raro ...
— Él no sirve, tenemos que matarlo lo antes posible, nunca se puede fiar de un usuario del aliento lunar
Luego de un rato hace una pausa y se detiene a pensar
— Okey, no lo voy a matar, no por ahora— Dijo volviendo marcha atrás— Pero ... Si llega a tener algún comportamiento extraño, tú lo tendrás que matar, o, mataremos a tu hermana
Ella siguió caminando y yo estaba algo confundido y asustado, pero ya todo había pasado. Aunque Tanjirou se veía muy preocupado.
— Lo lamento todo es mi culpa, ahora tu hermana está en peligro— Le dije al darme cuenta del problema en el que me había convertido a mí y a Tanjirou
— No te preocupes, tú no eres ningún problema— Me mintió tan descaradamente
Me sentía mal, ahora mi existencia era un problema, yo no servía, nunca serví. Jamás hice algo bien en mi vida, todo es por mi culpa, si hubiera llegado antes, si no lo hubiera dejado solo ... Mi hermanito podría haber seguido siendo un niño ... El peso de mis acciones vuelve a caer sobre mí, yo no soy un buen hermano mayor ... Yo no soy como Tanjirou.
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